Un buen currículum en el que se muestran todas las cualidades profesionales es el pasaporte al empleo. Por este motivo, es fundamental cuidar la imagen y tener presente una serie de recomendaciones a la hora de elaborarlo:
1. Originalidad. Una de las claves en el proceso de selección es destacar con un solo vistazo, para ello se pueden emplear colores llamativos que resalten el titular de cada apartado o emplear algún color de hoja en tonalidad suave (amarillento, tonos tierra…). No hay que olvidar que no existen unas pautas estrictas para la redacción de un currículum, por este motivo se pueden incluir iconos que ilustren el texto: un icono de un teléfono y poner a continuación el número, añadir el logo de la universidad en la que se han cursado los estudios, etc.
2. Formato sencillo. Evitar frases largas que puedan llevar a la confusión, letras demasiado juntas y pequeñas. Es recomendable establecer dos columnas a izquierda y derecha que diferencien en bloque la información: fechas en las que se ha estudiado/trabajado a la izquierda, entidad/empresa y descripción a la derecha.
3. Resaltar lo destacable. Utilizar la negrita para resaltar toda la información valiosa que enriquece el currículum: el nombre de una empresa en la que se ha trabajado o un curso de formación complementario.
4. Nuevos formatos. Además del formato tradicional en papel el videocurriculum permite mayor libertad, además de incorporar otros recursos como el sonido, dibujos y ilustraciones que muestren la originalidad. Esta nueva forma de presentación es toda una revolución además de abrir más abanicos de posibilidades. La confección queda a gusto personal y no se somete a unas pautas rígidas.
5. La importancia de la fotografía. Hay otros países como Australia en los que no se incluye fotografía en el currículum. En España, es un elemento imprescindible. Bien vestido y peinado, cuidando el más mínimo detalle. Evitar incluir fotografías antiguas que no concuerden con la imagen actual.
