Después de las polémicas por detectarse casos de trombosis en diferentes personas a las que se les había administrado la vacuna de AstraZeneca, España ha decidido sumarse a la decisión de otros países como Francia, Italia, Austria, Dinamarca, Estonia, Lituania, Noruega, Islandia, Tailandia e Irlanda, y suspende de manera temporal durante dos semanas su inoculación.
Una decisión que ha sido tomada por “precaución” ayer y que se ha acordado en el Consejo Interterritorial del Sistema de Salud (CISNS) que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, convocó de manera urgente junto al resto de consejeros de las diferentes comunidades autónomas.
Esta decisión se va a mantener hasta que el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC, por sus siglas en inglés), de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), emita una valoración detallada de todos los casos, después de que este fin de semana se hayan notificado casos de trombosis de senos venosos, uno de ellos en España. Darias también ha advertido que la suspensión podría alargarse más de dos semanas si se considera oportuno. “La vacuna de AsztraZeneca van a seguir llegando y una vez tengamos la decisión del PRAC tomaremos la decisión sobre la misma, que esperamos que así pueda ser”, ha enfatizado.
La Agencia Europea del Medicamento está investigando los posibles efectos y casos notificados que, según explican, no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, “que no figuran como efectos secundarios de esta vacuna”. Una decisión que llega justo después de que la OMS ha asegurado durante una conferencia de prensa de la ONU que “no hay razón para no usar la vacuna de AstraZeneca. Los beneficios de la vacuna siguen superando sus riesgos y la vacuna puede seguir administrándose mientras se lleva a cabo la investigación de casos de tromboembolismo»,
