Especialistas en Enfermería del Trabajo de la zona norte se han reunido en Bilbao dentro de la IX Jornada de Actualización, organizada por la sección colegial de Enfermería del Trabajo del Colegio de Enfermería de Bizkaia.
Beatriz Sastre, enfermera del trabajo del departamento de Educación del Gobierno vasco, realizó la primera ponencia bajo el título “Los amplificadores de voz en docentes: ¿adaptación o protección?”. Por otro lado, Rosa Sancho, enfermera del servicio de Epidemiología de la subdirección de Salud Pública de Gipuzkoa, habló sobre la vacunación laboral en el ámbito de la Enfermería del Trabajo. “Además de la disponibilidad de nuevas vacunas para hacer frente a la prevención de los riesgos laborales por causas biológicas o la exposición al tétanos, se debe tener en cuenta que los trabajadores pueden tener patologías que aumentan el riesgo de adquirir algunas infecciones prevenibles mediante vacunación o que descompensen su enfermedad de base, por lo que deben ser vacunados”, explicó.
Por su parte, Isabel Idígoras Rubio, enfermera de Osakidetza en el Programa de Prevención de Cáncer Colorrectal de Euskadi, expuso las propuestas de intervención de los aspectos preventivos del cáncer colorrectal en los centros de trabajo. Un programa que se desarrolla desde el año 2009 y que “ha conseguido identificar precozmente el 70 % de los 2.500 cánceres invasivos diagnosticados y ha podido detectar y extirpar más de 18.000 lesiones premalignas. Con un nivel de participación del 71% (68% de los hombres y 73% de las mujeres) nos convierte en líderes europeos en tasas de participación y por tanto en detección de lesiones premalignas y malignas. La detección temprana permite tratamientos menos agresivos y una tasa de supervivencia superior al 90%”.
La jornada incluyó un foro de debate entre los especialistas en enfermería del trabajo y el médico Juan Carlos Coto, subdirector de Planificación de OSALAN (Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales), al que los asistentes plantearon sus dudas. Según Coto, “a raíz de una nueva normativa, se aprobó el programa de formación del personal de enfermería que deseaba hacer la especialidad de enfermería del trabajo. Ahí se marcó un programa formativo, que se debe realizar homogéneamente en todo el Estado; sustituye a un antiguo curso de ATS o Enfermeros o Enfermeras de Empresa y, por primera vez, se les capacitó y se les dio unas competencias a esos profesionales para que pudiesen desarrollar prácticamente todas las funciones que tiene el personal sanitario que trabaja en un servicio de prevención. Por tanto, a raíz de esa formación, se elevó su cualificación y pasaron a ser personal técnico de una de las disciplinas preventivas promulgadas por la ley, que es la Medicina del Trabajo. Adquirieron un rango de técnico de prevención en esa disciplina preventiva, igual que el resto técnicos y técnicas de las otras disciplinas. Esto es muy importante porque anteriormente, el papel que tenían era más complementario, siendo ahora más igualitario a otros profesionales”. El representante de OSALAN añadió que “aunque para los empresarios es más costoso tener en su organización preventiva a profesionales de medicina y enfermería del trabajo, con estos dos recursos humanos pueden hacer las funciones con mayor grado de profundidad. Es un valor añadido”.
“En Euskadi el papel que queremos” para el enfermero enfermera del trabajo—añadió– es el de “un técnico más de prevención en este ámbito sanitario; no es el ayudante del médico. Puede desarrollar gran cantidad de funciones por sí mismo, esté o no el médico. Es una ventaja. Para prácticamente todas las funciones, salvo unas pocas como el examen de salud individual, que es potestativo del facultativo médico, el resto de las funciones las pueden desarrollar por igual”.
Avanzando en las profesiones sanitarias del Área Sanitaria de los Servicios de Prevención. Ánimo a los especialistas en Enfermería del trabajo