El Proyecto Hermanos es una iniciativa que, a día de hoy, solo se desarrolla en el Hospital de Vall d’Hebron de Barcelona.
Estrella Gargallo nos cuenta en qué consiste este interesante proyecto. Ella es enfermera del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona) y la responsable del Proyecto Hermanos, al que define como “un paso más hacia la humanización de la atención sanitaria”.
La necesidad de este proyecto
Si tener un hijo en la unidad neonatal ya es un reto difícil en la vida de cualquier padre, cuando se tienen otros hijos se multiplican los desafíos.
Una estancia en la unidad neonatal afecta a toda la familia, afectando también a los hermanos mayores, quienes van a experimentar una cierta cantidad de estrés, derivado de las preocupaciones de sus padres. Los niños son muy perceptivos y rápidamente recogen lo que sucede a su alrededor. Si bien la forma en cómo van a responder al nacimiento de su nuevo hermano hospitalizado depende de muchas cosas, como su nivel de desarrollo, el temperamento, la dinámica familiar o los sistemas de apoyo que tenga la familia, prepararlos e incluirlos en este momento contribuye al bienestar familiar puesto que disminuye su nerviosismo.
Este proyecto se enmarca en la filosofía de los cuidados centrados en el desarrollo y en la familia, entendiendo que el recién nacido solamente tiene sentido en el entorno familiar. El ingreso de los bebés, ya sea por prematuridad o por enfermedad, se produce en una etapa crítica de su desarrollo y dificulta el contacto de los padres con el menor.
Para reducir las secuelas que pueden surgir derivadas de la prematuridad o del ingreso por enfermedad, es fundamental potenciar la capacidad de la familia, siendo NIDCAP (Neonatal Individualized Developmental Care and Assessment Program), el modelo del Servicio de Neonatología Vall d’Hebron.
Este modelo, a través del conocimiento de las conductas del recién nacido, ayuda a entender todas sus necesidades de una forma individualizada y considera la inclusión de la familia como un elemento clave para mejorar el desarrollo del recién nacido. Disminuir el estrés familiar es importante para equilibrar las dinámicas familiares.
La importancia de la familia
En el Proyecto Hermanos participan también los padres, abuelos, tíos… Con su presencia, acompañan a los hermanos que, de forma activa, están preparándose para entrar a un lugar muy especial, la unidad neonatal, donde conocerán a su hermano recién nacido.
Especialmente los abuelos comentan lo importante que es para ellos sentir que contribuyen al bienestar familiar y cómo desde esta posición de observadores pueden entender un poco más lo que está pasando y dar todavía más sentido al apoyo que dan a sus hijos y nietos. “Así es más fácil poder hablar de todo”, comentan.
El ‘Proyecto Hermanos’
‘Proyecto Hermanos’ consiste en generar un recurso para las familias. Un día a la semana los hermanos de los pacientes hospitalizados en la unidad neonatal se dan cita en la ‘Ciber Aula’ donde una psicóloga y una enfermera les esperan. Juntos van a desarrollar un taller en el que, mediante el juego simbólico, van a familiarizarse con lo que verán cuando entren a conocer al nuevo miembro de la familia.
Se trata de jugar manipulando sondas, electrodos, etc., que ellos mismos van colocando al muñeco que tienen en la incubadora, aprendiendo cosas para que su hermano esté calentito cuando no está en contacto piel con piel con sus padres.
También aprenden que sus hermanos están más contentos cuando la habitación está en silencio y con poca luz, y a través del juego van recibiendo información que da respuestas a sus preguntas. De esta manera, cuando entran a la unidad, ya saben que el bebé está siendo cuidado de una forma muy especial en un lugar un tanto insólito para ellos. Reconocen en su hermano los dispositivos que previamente han manipulado y saben para qué sirven.
Parece lógico pensar que, si para entrar en la unidad neonatal los profesionales nos preparamos, que los hermanos tengan la oportunidad de prepararse y de compartir ese espacio de juego con sus padres o abuelos ayudará a la dinámica de toda la familia.
Después del “juego”
Una vez realizado el juego, entran a la unidad neonatal. Antes de entrar se lavan las manos (han aprendido que es muy importante para no trasmitir bacterias a sus hermanos) y a menudo le traen un dibujo u objeto que cuelgan en su incubadora. Acompañados de sus padres descubren a su hermano y el lugar donde es cuidado. Conocen a las enfermeras y médicos que cuidan de él. También observan cómo sus padres cogen al niño y se lo colocan en contacto piel con piel (conocido como método canguro), técnica que también han practicado en el taller haciendo de padres y madres y que les hace entender por qué sus progenitores pasan tanto tiempo en el hospital: su hermanito necesita estar mucho tiempo encima de la piel de sus padres y saben que así el bebé está mejor. Pueden ver cómo la leche que ven que su mamá se extrae en casa se le da a su hermano a través de un tubo, que ahora saben que se llama sonda. En definitiva, obtienen las respuestas de manera tranquilizadora y apropiada a su edad.
El papel enfermero y la familia
Poder compartir juntos esta nueva situación con información clara y coherente es beneficioso para toda la familia. En ocasiones para los padres es difícil explicar por qué el hermano que esperaban tener en casa está en el hospital, este estrés en los hermanos se manifiesta con conductas a veces regresivas, como puede ser el control de esfínteres o en cambios conductuales en cuanto a dormir o la alimentación, y esto pasaría a engrosar el cúmulo de preocupaciones que son causa de estrés en los padres. Dar este espacio a la familia en el que pueden jugar e ir elaborando juntos la nueva situación familiar les da herramientas que contribuyen a su bienestar.
El papel de los sanitarios dentro del programa es importante, ya que los profesionales de la unidad, enfermeras y médicos, pueden conocer más aspectos familiares, y entender mejor cómo está la familia.
