“Manejo del estrés en profesionales sanitarios”, nuevo libro de la Editorial DAE

Viernes, 28 de diciembre de 2018

por diariodicen.es

En la actualidad el estrés se ha posicionado como uno de los principales factores de baja laboral; el aumento paulatino del porcentaje de la población que padece los efectos sobre su salud hace que se perfile como una gran amenaza del bienestar psicosocial  y físico de las personas.

Recientemente, la Editorial DAE (Grupo Paradigma) ha lanzado un manual especializado, Manejo del estrés en profesionales sanitarios, cuyos autores, Francisco Megías-Lizancos y Francisco Javier Castro-Molina, abordan no solo los factores que contribuyen a aumentar el estrés, ayudando a su identificación, sino que aportan herramientas para la mitigación de los efectos negativos que produce.

Los doctores Megías-Lizancos, presidente de la Asociación Nacional de Enfermería de Salud Mental, y Castro-Molina, especialista en enfermería en salud mental y del trabajo, nos hablan sobre la relación actual de la profesión enfermera y el estrés, y por dónde ha de pasar, en su opinión, el camino hacia su  mejora.

Pregunta.- Acaba de salir publicado su manual titulado Manejo del estrés en profesionales sanitarios, ¿qué nos vamos a encontrar en él?

Respuesta.- El documento elaborado, tanto por el profesor Megías como por mí, el profesor Castro, va a constituir una herramienta fundamental para que muchos profesionales de las Ciencias de la Salud puedan gestionar el día a día al que se ven sometidos. Un estrés laboral continuado en el tiempo puede conducir a enfermedades.

Cuando las personas tienen una mínima influencia sobre las condiciones de trabajo, están sometidos a sistemas profesionales autoritarios muy exigentes y el apoyo social es inexistente, los niveles de estrés se disparan. Las situaciones intensas, repetitivas y crónicas pueden hacer que se debute con enfermedades físicas o psíquicas. Entre los más comunes están el exceso-defecto de trabajo, el tiempo inadecuado para alcanzar los objetivos pre-establecidos, la carencia de una descripción clara del trabajo a desarrollar, la falta de reconocimiento por la buena labor realizada, así como de satisfacción del trabajador por el producto concluido.

A ellas se les unen el sometimiento a prejuicios en relación con la edad-género-raza-etnia-religión, la inestabilidad laboral, la presencia de violencia-amenaza-intimidación, las condiciones de trabajo físico poco gratas o peligrosas y la carencia de oportunidad de servirse eficazmente de las capacidades personales. Le presente libro procura ayudar a dar solución a todo ello.

P.- ¿Por qué decidieron llevarlo a cabo?

R.- Siempre ha anidado en ambos una marcada preocupación por este tema. Si a ello unimos que los dos somos profesionales de la enfermería de salud mental y yo soy, además, especialista en enfermería del trabajo, “los astros parecen que se alinean”. Mi día a día, cuando he trabajado en el campo de la salud laboral, me ha permitido ver que el estrés es un problema de magnitudes insospechables que en numerosas ocasiones se menosprecia. ¡Craso error! El estrés está presente de manera reiterada en nuestra vida personal, en la vida académica y, sobre todo, en la laboral, lo que obliga a buscar fórmulas que solventen esta situación.

P.- Según datos del INE, en España más del 40% de los trabajadores y la mitad de los empresarios sufre estrés, siendo esta patología uno de los principales factores de bajas laborales. ¿A qué se debe este incremento constante? ¿Tienen los trabajadores herramientas para hacer frente a esta situación?

R.- Como ya le he comentado, no tienen herramientas para enfrentarse a esta situación. La sociedad en la que nos movemos actualmente fluye de manera constante, obligándonos a adaptarnos a continuos cambios. Esta realidad puede ser o no sobrellevada. Todo ello está mediatizado por los mecanismos que puede portar el individuo para gestionarlo: empatía, asertividad, gestión del tiempo, motivación y la capacidad de poner en funcionamiento una “mente positiva”, entre otros. Estos son los ingredientes que durante años he procurado inculcar tanto en mi actividad académica a las futuras enfermeras y a las que ya lo son, como a los profesionales de muy diversos campos en el ejercicio de la actividad educativa laboral.

P.- Las profesiones sanitarias cuentan con una de las tasas de estrés más elevada, concretamente ocho de cada diez enfermeras lo sufren según el Estudio sobre Percepción de estrés en los profesionales de Enfermería. ¿Qué características propias tiene la profesión que le hace ser más vulnerable?

R.- La presión a la que nos vemos sometida los profesionales sanitarios, y en especial las enfermeras, ha aumentado de forma mayúscula en los últimos años. La sanidad española, la “mejor del mundo”, ha quedado tocada tras la última crisis económica mundial, aumentando considerablemente la presión asistencial sin un crecimiento equitativo de las infraestructuras, de los recursos humanos y de los recursos materiales.

En lo que respecta al estudio que usted me comenta, me parece muy interesante pero no me sorprende. Las autoridades deben ya replantearse algunas cuestiones, entre ellas el “mimo” a los profesionales que en su día a día se dejan la piel en muchos de los dispositivos sanitarios de la red del Sistema Nacional de Salud. El llevar ya un cuarto de siglo como “enfermera de pie de cama” me permite dar fe de lo que le comento.

P.- ¿Existen medidas preventivas en el ámbito institucional que intenten paliar esta situación? ¿De qué manera se podría abordar este problema?

R.- Mire, voy a contestarle con palabras de una de las grandes teóricas de la enfermería, Hildegard Peplau: “los cuidados no solo están en saber lo que padece el paciente, sino también en comprender, ayudar e identificar sus necesidades psicológicas”. Esto último, “identificar las necesidades psicológicas”, es la asignatura pendiente de las instituciones públicas. Paradójicamente, en la mayoría de las empresas privadas esta cuestión está clara, y se le da la importancia que tiene. Las consecuencias del estrés a largo plazo todavía están por descubrir, pero son numerosos los expertos que han comenzado a realizar ya un esbozo de lo que “acontecerá”.

P.- En su libro además de explicar qué es exactamente el estrés y sus causas, dan las claves para una gestión operativa del mismo. ¿Qué nos puede adelantar sobre ello? ¿De qué manera se podría prevenir el estrés y cuáles son los hábitos más saludables que deberían de llevarse a cabo?

R.- Esta guía está dotada de una selección de cuadros e imágenes ilustrativas que tan solo busca ser una herramienta que permita a los profesionales sanitarios, y a los trabajadores en general, poner en funcionamiento sus recomendaciones y sugerencias, adaptadas a la realidad de los centros de trabajo y las personas que desarrollan su actividad laboral en ellos. Tanto el profesor Megías como yo hemos procurado un documento que sea práctico, novedoso y diferente. Hemos buscado en todo momento un acercamiento a las necesidades de los profesionales, que como ya he comentado están sometidos a un creciente número de cargas de trabajo, producto de una dinámica sociedad globalizada en constante comunicación e interdependencia.

P.- ¿Cree que los profesionales enfermeros tienen la formación y conocimientos necesarios para poder abordar este tipo de situaciones estresantes?

R.- Aunque desde la formación pregrado procuramos que los profesionales sanitarios partan hacia el mundo laboral con las herramientas necesarias para sobrellevar las situaciones de estrés, en ocasiones falta un mantenimiento-actualización desde las unidades de salud laboral presentes en cada empresa. La enfermera de salud laboral es una pieza fundamental. Gracias a ella, la educación para la salud llega a los trabajadores refrescando conocimientos ya aprendidos o enseñando nuevas técnicas que arman al individuo con instrumentos útiles.

Para ampliar información y adquirir la obra, se puede acceder al siguiente enlace.

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2 Respuestas a ““Manejo del estrés en profesionales sanitarios”, nuevo libro de la Editorial DAE”

  1. Efectivamente el empleo que presenta mayor numero de estrés, es en empleados sanitarios de la salud, ya que no solo podemos en riesgo la vida del paciente al estar en esas situaciones, sino también nuestra ética y libertad al realizar un procedimiento mal realizado. No obstante nuestras autoridades nos obligan a cumplir tiempos extras, yo en lo personal no estoy de acuerdo que se realice de esa manera ya que quien pone en riesgo la integridad y salud del paciente es el trabajador que esta cansado, estresado y frustrado por la guardia, no las autoridades que solicitan los tiempos extras de trabajo, por la falta de organización y de personal en algunas áreas hospitalarias. La gran demanda de trabajo que lleva el trabajador de la salud es muy grande y por lo tanto debería de ser mejor pagado sea cual sea el nivel de estudios. aun que nuestro deber es el actualizarnos día a día es importante tomar en cuenta el papel que cada quien emplea en su trabajo y más si se trata de trabajar con seres humanos.

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