“Si desde el inicio de la pandemia hemos visto el papel relevante de las enfermeras es en la vacunación cuando podemos establecer, de forma categórica, que sin estas es totalmente imposible lograr el objetivo propuesto de vacunar a toda la población”

Miércoles, 27 de enero de 2021

por diariodicen.es

Por fin llegaron las vacunas contra la COVID-19. El pasado diciembre España recibió la primera remesa de la vacuna de Pfizer/BioNTech y en enero, de Moderna; y, en la actualidad, algunos de los colectivos prioritarios ya han recibido la segunda dosis de la primera inmunización. Rosa Sancho es la responsable de la Comisión de Vacunación del Colegio de Enfermería de Gipuzkoa (COEGI) y nos atiende para hablar de lo que significa este hito histórico, los detalles de la logística y la preparación de las vacunas y del papel de las enfermeras en esta nueva etapa.

© COEGI

Pregunta: De forma general, ¿cómo está siendo el proceso de vacunación contra la COVID-19 en Guipúzcoa?

Respuesta: Estamos inmersos en el mayor plan de vacunación de toda la historia, ya que el objetivo es vacunar a toda la población. Tenemos mucha experiencia en desarrollar grandes estrategias de vacunación, como la de la gripe pandémica, frente al meningococo, etc. Pero en la vacunación contra la COVID-19 tenemos que enfrentarnos a la falta de disponibilidad de dosis de vacuna, lo que nos marca el ritmo de vacunación. En Guipúzcoa la vacunación se está desarrollando según la planificación prevista que viene determinada por la disponibilidad de vacunas.

Se están siguiendo las fases que se han aprobado en el Consejo Interterritorial para todo el territorio nacional, de manera que estamos concluyendo los primeros grupos de población prioritaria de la primera fase, los más vulnerables: todos los centros residenciales de personas mayores y centros de gran discapacidad, así como todos los trabajadores que los atienden. Hemos comenzado también con la vacunación del personal sanitario de primera línea.

Se han formado equipos específicos de vacunación para desarrollar esta primera fase de vacunación y se sigue formando todas las semanas a más enfermeras que puedan ir incorporándose progresivamente a medida que dispongamos de más dosis de vacuna.

P.: ¿Qué pasos hay que dar de forma previa a la inyección propiamente dicha de la vacuna? ¿Cómo se preparan las vacunas?

R.: Actualmente contamos ya con dos vacunas diferentes frente a la COVID-19: la de Pfizer cuyo nombre comercial es Comirnaty, que fue la primera que se aprobó en la Unión Europea, y la de Moderna, recientemente aprobada en Europa.

Ambas vacunas se han desarrollado con similar plataforma tecnológica, totalmente novedosa para la producción de vacunas, que se basa en ARN mensajero. Permite trasmitir las instrucciones a nuestras células para que estas desarrollen la proteína S (presente en SARS-CoV-2), que estimula nuestro sistema inmunitario frente al virus.

Ambas vacunas se reciben congeladas desde el laboratorio, la de Pfizer, en ultracongelación a -80ºC y la de Moderna, a -20ºC. Para poder administrarlas deben ser descongeladas previamente de manera controlada. El inconveniente de ambas, además de la congelación, es que son viales multidosis (cinco a seis dosis en Pfizer y diez dosis en Moderna), lo que requiere de máxima atención para que no se produzcan errores.

La vacuna de Pfizer es la que está llegando desde el principio en mayor número de dosis y es la que se está utilizando de forma mayoritaria. La vacuna se presenta en viales y llega descongelada, siempre manteniendo la refrigeración entre 2 y 8 ºC, a los diferentes equipos de vacunación que la trasladan a los diferentes centros residenciales donde se va a desarrollar la vacunación y a los puntos fijos en los que se vacuna principalmente a trabajadores sociosanitarios.

Para la administración de esta vacuna se debe conocer el proceso común a todas las vacunas y el específico para esta. El proceso común de vacunación se compone anamnesis previa valorando posibles contraindicaciones para la vacuna a administrar, administración previa de otras vacunas, posible embarazo, enfermedad aguda presente; material adecuado para administración de la vacuna y para posibles reacciones alérgicas; registro adecuado de la vacuna administrada.

En el proceso específico para la administración de la de Pfizer, por su parte, la vacuna debe ser diluida con cloruro sódico (suero fisiológico al 0,9%) antes de su administración; cada vial se diluye con 1,8 ml de suero fisiológico, mover diez veces suavemente el vial descongelado, extraer 1,8 ml de suero fisiológico, 0,9% con jeringa y aguja diferente a la administración, desechar sobrante del envase de suero, limpiar con antiséptico el tapón del vial, introducir el suero fisiológico en el vial, extraer la aguja y jeringa y desechar en contenedor de residuos, mover diez veces suavemente el vial con el suero diluido, extraer una dosis de vacuna con una jeringa para administración y aguja de carga (la dosis debe contener 0,3 ml con la aguja ya purgada), desechar la aguja de carga en contenedor y cambiar a aguja para administración (25G x1” ó 23G x 1”) y administrar en deltoides por vía IM.

La vacuna de Moderna, por otro lado, no requiere ser diluida, por lo que se procede a la extracción de cada dosis directamente del vial, siguiendo los mismos pasos. En Moderna el vial contiene diez dosis de 0,5 ml cada una.

P.: ¿Qué formación han recibido las enfermeras para poder vacunar contra la COVID-19?

R.: Se desarrollan sesiones formativas de dos horas aproximadamente, específicas sobre estas vacunas, explicando las características concretas de las mismas, cómo deben ser manipuladas, qué contraindicaciones tener en cuenta, posibles efectos adversos que pueden producir, cómo manejar algunas situaciones que se pueden presentar durante la pandemia y cómo realizar un registro correcto de cada vacuna administrada. Se hace hincapié en la importancia de realizar el proceso de extracción de las dosis con mucho cuidado para poder extraer una sexta dosis adicional que ha sido autorizada por la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) y la EMA (Agencia Europea del Medicamento).

En el caso de enfermeras que no tengan experiencia previa en vacunación se establecen sesiones de formación adicional en conceptos básicos de esta materia que aporten los conocimientos necesarios en vacunología, que otorguen seguridad a las enfermeras que tengan que desarrollar esta actividad.

P.: ¿Qué papel están teniendo las enfermeras en toda esta nueva etapa de la pandemia?

R.: El papel de las enfermeras tanto en esta etapa como en toda la pandemia es fundamental. Si 2020 había sido designado como el Año Internacional de las Enfermeras y Matronas para evidenciar y potenciar el papel que deben tomar en cada uno de los niveles de decisión, la realidad que nos ha tocado vivir y estamos viviendo lo han corroborado. Sin el trabajo que están desarrollando las enfermeras en esta pandemia no sería posible pensar en su control y añadiría que si contáramos con más recursos de enfermería podríamos estar en mejor situación.

Si desde el inicio de la pandemia hemos visto el papel relevante de las enfermeras es en la vacunación cuando podemos establecer, de forma categórica, que sin estas es totalmente imposible lograr el objetivo propuesto de vacunar a toda la población.

De hecho, la enfermera es la pieza clave en los programas de vacunación que desarrollamos habitualmente: calendario vacunal infantil y del adulto, vacunación de los diferentes grupos de riesgo. Tenemos altísimas coberturas vacunales gracias al trabajo que hacen las enfermeras a este respecto, y por ello es seguro que conseguiremos excelentes resultados en la vacunación frente a la COVID-19.

P.: Desde su punto de vista, ¿cuál es la mejor forma de concienciar a la población sobre que las vacunas son seguras y para que se vacunen?

R.: Siempre he dicho, y estoy convencida de ello, que la mayoría de la población en Guipúzcoa tiene una buena aceptación de las vacunas y lo vemos por las coberturas que tenemos en la vacunación sistemática. En el caso de las vacunas contra la COVID-19 lo que existe es el recelo por la rapidez en disponer de ellas. Es importante explicar a la población que la rapidez en su disponibilidad no ha supuesto disminuir las exigencias de seguridad de las mismas. En general, considero que la mejor manera de que la población se conciencie es ofrecer siempre información objetiva sobre los datos que aportan los estudios realizados con las vacunas. Las enfermeras debemos asumir este papel tan importante de trasmitir a la población la bondad de las vacunas.

P.: ¿Cuál es el papel de las enfermeras en dicha concienciación?

R.: Las enfermeras somos profesionales que estamos muy cercanas a la población, confían en nosotras y por ello las recomendaciones que les hagamos van a tener una gran influencia en la decisión que tome. Tenemos gran disposición para mantenernos bien formadas en vacunas para estar al día de las últimas novedades, lo que nos permite aclarar las dudas que tengan nuestros pacientes.

También será decisivo que demos ejemplo vacunándonos cuando nos corresponda.

P.: ¿Cómo está viviendo estos momentos, cuando por fin se empieza a vacunar contra el coronavirus?

© COEGI

R.: Es una experiencia única e histórica poder participar en el proceso que cambiará el rumbo de esta pandemia. Somos protagonistas de un hito histórico y me gusta pensar que las enfermeras pasaremos a la historia por haber hecho factible la protección de la población mediante la vacunación.

Me produce tranquilidad pensar que los más vulnerables hasta ahora, las personas mayores que viven en residencias, no sufrirán el efecto devastador que esta pandemia ha tenido en ellas gracias a las enfermeras que están vacunando con tanta celeridad para conseguir los objetivos propuestos. Empiezo a ver que el fin de esta pesadilla está cada vez más próximo, aunque me gustaría que pudiéramos contar con más vacunas que nos permitieran avanzar más rápidamente en la vacunación.

P.: ¿Qué vivencias de estos meses pasados le vinieron a la cabeza con las imágenes de las primeras personas vacunadas?

R.: Pensaba en mis compañeras que están en primera línea dejándose la piel día a día, en que van a estar más cerca de recuperar su actividad normal, de recuperar fuerzas, en la esperanza de poder recuperar nuestras vidas y en la cantidad de sufrimiento que podemos llegar a evitar.

P.: Desde la perspectiva que otorga esta nueva etapa, ¿qué mensaje le gustaría transmitir al resto de profesionales?

R.: Hemos pasado momentos muy duros tanto en el ámbito físico como en el emocional por la carga de trabajo de esta pandemia. Estamos muy cansadas, pero pensar en la vacunación nos debe aportar esperanza de que estamos cada vez más cerca de recuperar nuestra actividad profesional habitual.

Es muy importante que trabajemos para concienciar a la población de la necesidad de que todos nos vacunemos y que demos ejemplo con vuestra vacunación.

Esta pandemia nos está dejando huella a todas, pero somos profesionales altamente cualificadas y esto no va a acabar con nosotras.

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COEGI, enfermeras, Vacunación contra la COVID-19

Una respuesta a ““Si desde el inicio de la pandemia hemos visto el papel relevante de las enfermeras es en la vacunación cuando podemos establecer, de forma categórica, que sin estas es totalmente imposible lograr el objetivo propuesto de vacunar a toda la población””

  1. Buenas tardes soy hijo de una enfermera que trabaja cuidando personas de la tercera edad pero al no trabajar en una entidad no se le a otorgado la vacuna y quiero saber que hacer en estos caso

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