Los pacientes pediátricos con estatus convulsivo deben ser tratados en una UCIP porque requieren la monitorización de parámetros hemodinámicos (FC, TA, perfusión), respiratorios (FR, SatO2, trabajo respiratorio, capnografía) y neurológicos (escala de Glasgow, pupilas, fondo de ojo, actividad motora). La alteración de los datos hemodinámicos y de la clínica, con la tríada de Cushing (hipertensión arterial, respiración irregular, bradi y taquicardia), puede señalar la presencia de aumento de la presión intracraneal, que posteriormente se observará al realizar un TAC o resonancia magnética, aunque es necesario valorar en la punción lumbar si el origen es infeccioso. ...