Luces, cámara… ¡acción! La labor enfermera en rodajes cinematográficos

Martes, 24 de abril de 2018

por diariodicen.es

“¿Por qué se empeña tanto en mantenerme con vida? —pregunta László Almásy. – Porque soy enfermera— responde Hana”. Es fácil recordar esta escena entre la abnegada enfermera que dio vida Juliette Binoche y Ralf Finnes en El paciente inglés, o a Benigno, el enfermero interpretado por Javier Cámara en Hable con ella. Enfermeras y enfermeros creados para la gran pantalla y que se mantienen en el recuerdo. Sin embargo, más allá de cada fotograma, detrás de las cámaras, a pie de escena, se encuentra la verdadera figura que vela por auxiliar, en ese dinamismo frenético que supone un rodaje cinematográfico, a todo el equipo técnico y al elenco.

“Según los equipos de rodaje, nos pueden preferir “visibles” y que se note que estamos ahí (vamos con chalecos reflectantes y aportamos nuestro propio botiquín asistencial y de primeros auxilios), o que nos ocultemos cual ninjas para no preocupar al personal”. Así explica Nayra Martín Petrini, profesional de la Enfermería en rodajes publicitarios y cinematográficos y enfermera asistencial en empresas, su presencia durante las grabaciones.

Hace cuatro años, Nayra, por casualidad, cubrió una sustitución para un puesto de enfermera en un rodaje: “Llegué a esto un poco de rebote. Por conocidos de conocidos, mi pareja, también sanitario, hizo llegar mi contacto a otra enfermera que necesitaba una sustitución y así fue como entré en el mundillo. Mi experiencia como actriz y ayudante de producción y dirección me ayudó a adaptarme más rápidamente al medio”, explica. Actualmente es enfermera colaboradora de NURSEONSET, una empresa pionera en la asistencia sanitaria en rodajes.

Las funciones de una enfermera en rodajes

Un profesional enfermero en un rodaje se encarga de dar cobertura asistencial a todos los miembros del equipo, “nuestra asistencia abarca absolutamente a todo el equipo técnico, artístico, elenco, producción, catering…”, apunta esta enfermera. Golpes, cortes, cefaleas, bajadas de tensión, control de glucemia…

Desde que comienza el rodaje son variados los frentes a los que la enfermera ha de atender, por lo que la planificación y el control, tanto del material disponible como de las personas que forman parte del equipo, es fundamental para el eficaz desarrollo de sus funciones. Para dicha planificación, explica Nayra, es importante la colaboración con la persona encargada de la producción: “esta nos explica nuestro cometido, qué se espera de nosotros, si se prevé alguna incidencia, con quién trabajaremos… Esa información suele estar en coordinación con el equipo de dirección”.

El trabajo de un profesional enfermero en un rodaje no solo difiere en el entorno o medio donde se desarrolla (lejos de las instalaciones especializadas y dotadas de medios que caracterizan un hospital o centro sanitario), sino que el propio equipo humano se ve reducido a una sola persona en la mayoría de los casos. “En los rodajes estás completamente sola, es un departamento unipersonal, por lo que cuentas con la ventaja de ser totalmente autónoma, independiente y responsable de tu organización de tiempos y materiales; pero también estás sola en el caso de necesitar apoyo, por lo que la formación y la experiencia son muy importantes”, indica Nayra. En las producciones con mayor volumen de personal, continúa, “siempre te encuentras con alguna persona que ha hecho un curso de primeros auxilios o que tiene algún tipo de formación y que puede echarte una mano”.

Asesoramiento técnico

“Si bien nos suelen contratar cuando se prevé realizar actividades de riesgo como efectos especiales peligrosos o trabajo con especialistas, también nos contactan cuando hay algún deportista de élite o se va a trabajar con menores”, explica esta profesional. El ritmo, en la mayoría de los casos frenético, se sostiene entre el trasiego de los actores, el equipo técnico y el ir y venir de los decorados. Su jornada, nos cuenta, transcurre entre pequeñas asistencias, recomendaciones, donde, por lo general, mantiene una actitud de vigilancia para estar preparada por si surgiera algún imprevisto.

Sin embargo, la labor enfermera en un rodaje cinematográfico no se limita solo al cuidado, sino que en ocasiones el profesional enfermero ejerce como asesor técnico para determinadas escenas. Carmen Segovia es un claro ejemplo de ello. Trabajó como coordinadora de trasplantes en la ONT y fue directora del Curso de Comunicación en Situaciones Críticas; Pedro Almodóvar, al ver una noticia en prensa sobre su labor, quiso contar con ella para asesorarle en las películas La flor de mi secreto, Hable con ella y Todo sobre mi madre. En este caso, tras el entrañable enfermero Bernardo se encontraba la invisible e imprescindible labor de Carmen.

“También realizamos actividades de asesoramiento técnico en escenas —explica la enfermera y actriz Nayra Martín—. Damos nuestra opinión, formamos a los actores y extras y asistimos al departamento de arte en la preparación del set (decorado) y asesoramos al equipo de dirección sobre los aspectos técnicos sanitarios de la secuencia que van a rodar”.

Dada la dificultad para adaptar los procedimientos reales a la espectacularidad y los tiempos de ficción, si no se cuenta con dicho asesoramiento profesional nos podemos encontrar situaciones como las que presenció esta enfermera: “A veces, si no existe un profesional que oriente la escena, podemos ver auténticos disparates, como un sujeta-lenguas para extirpar una bala o un señor que se va caminando por su propio pie tras realizársele tres reanimaciones cardiopulmonares”.

Por otro lado, todos los rodajes cuentan con un estudio previo de prevención de riesgos, el cual es llevado a cabo por técnicos especializados en la materia y en el que se recogen los peligros potenciales, las medidas a efectuar y los equipos de protección individual (EPIS) a aportar. “Nosotras, en pleno rodaje intentamos minimizar dichos riesgos, comentando con cada departamento los posibles incidentes que veamos (comentar al encargado de la electricidad que tiene un cable a la altura del cuello, por ejemplo). Son grandes profesionales, por lo que nos descargan bastante de esa parte del trabajo”, indica.

¿Qué formación se necesita?

Como explica esta enfermera, el trabajo en rodajes requiere de una gran formación y experiencia en urgencias y atención en primeros auxilios, puesto que el profesional suele estar solo desempeñando su labor. Por otro lado, recuerda que el idioma oficial de los rodajes es el inglés, por lo que es imprescindible tener como mínimo un nivel medio de este. “También hablo francés e italiano, lo que ayuda a comunicarme con los equipos extranjeros sin necesidad de intermediario, manteniendo la fluidez y la privacidad”, apunta.

Las largas jornadas y el estrés, unidos con el lugar donde se llevan a cabo, en muchas ocasiones se rueda en exteriores o espacios no habilitados para el trabajo, requieren una determinada preparación física, puesto que son muchas las horas que el profesional tiene que estar de pie o desplazándose con todo el material. Nayra también destaca que es necesario “tener mucha capacidad de adaptación al medio y tolerancia a las temperaturas extremas (vas a pasar mucho frío y mucho calor) y la paciencia y empatía necesarias para lidiar con personas agotadas y estresadas”.

Otro requisito fundamental es la disponibilidad, puesto que, según explica esta profesional, pueden llamarte de un día para otro, por lo que compatibilizarlo con otro trabajo a veces es complicado. “Desgraciadamente a día de hoy tienes que tener otro empleo que te ayude a pagar las facturas, porque aún no está muy implantada esta profesión y las pocas que trabajamos en esto nos vemos con uno o dos días de trabajo mensual… así que, queridas productoras, aquí estamos”.

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