Enfermeras de práctica avanzada para mejorar los resultados de los pacientes hospitalizados: una revisión sistemática

Sección: Revisiones

Cómo citar este artículo

Riviotta Amy L, Galiano A. Enfermeras de práctica avanzada para mejorar los resultados de los pacientes hospitalizados: una revisión sistemática. Rev. iberoam. educ. investi. Enferm. 2018; 8(1):48-61.

Autores

1 Amy L Riviotta, 2 Alejandra Galiano

 

1 Enfermera docente, Facultad de Medicina, Clínica Alemana Universidad del Desarrollo. Bachelor of Science in Nursing, Registered Nurse. Magíster en Práctica Avanzada de Enfermería. Santiago, Chile.
2 Enfermera. Magíster en Salud Pública. Coordinadora de Investigación de Clínica Universidad de los Andes. Santiago, Chile.

Contacto:

Email: a.riviotta@udd.cl

Titulo:

Enfermeras de práctica avanzada para mejorar los resultados de los pacientes hospitalizados: una revisión sistemática

Resumen

El concepto de enfermera de práctica avanzada surgió hace más de 50 años en Norteamérica por la necesidad de más profesionales altamente calificados para asistir en el cuidado y manejo de pacientes, mejorando la calidad de atención. Su éxito ha llevado al crecimiento de la profesión internacionalmente, con evidencia de buenos resultados en la Atención Primaria. Se realizó una revisión sistemática para buscar evidencia que sustente la incorporación de enfermeras de práctica avanzada a equipos de salud para mejorar los resultados de los pacientes hospitalizados. Se buscaron artículos de investigación, sin límite de fecha, en seis bases de datos importantes. En la primera selección se encontraron 18.346 artículos, después de diferentes filtros en relación al título, resumen y criterios de selección y exclusión, se llegó a 19 artículos: siete ensayos clínicos, nueve estudios observacionales y tres revisiones. Se establecieron criterios de selección de artículos para análisis crítico, el cual se llevó a cabo con una escala modificada de Jadad. Los resultados de todos los estudios presentaron evidencia que el uso de enfermeras de práctica avanzada en el ámbito intrahospitalario, por sí solas o en colaboración con los equipos de médicos, no compromete los resultados de los pacientes hospitalizados e incluso puede mejorar las tasas de mortalidad y morbilidad, reducir los días de hospitalización, reducir los costos y aumentar la satisfacción de los pacientes. Se podría considerar la incorporación de enfermeras de práctica avanzada a equipos de salud para reducir los costos y mejorar el acceso y atención de la salud en Latinoamérica.

Palabras clave:

enfermería de práctica avanzada ; evaluación de resultado (atención de salud) ; calidad de la atención de salud ; enfermeras clínicas ; enfermeras practicantes ; hospitalización

Title:

Advanced Practice Nurses to improve the outcomes in hospitalized patients: a systematic review

Abstract:

The concept of Advanced Practice Nurses first appeared over 50 years ago in North America, due to the need for more highly-qualified professionals to assist with patient care and management, thus improving the quality of care. Its success has led to an international growth of the profession, with evidence of good outcomes in Primary Care. A systematic review was conducted in order to search for evidence supporting the incorporation of Advanced Practice Nurses in healthcare teams, to achieve an improvement in the outcomes of hospitalized patients. There was a search for research articles, without date limitations, in six major databases. In the first selection, 18,346 articles were found; after applying different screening criteria in terms of title, abstract and selection and exclusion criteria, 19 articles were retrieved: seven clinical trials, nine observational studies, and three reviews. Article selection criteria for critical analysis were established, and the analysis was conducted with a modified Jadad Scale. Outcomes from all studies showed evidence that the use of Advanced Practice Nurses in the hospital setting, either alone or in collaboration with medical teams, does not compromise the outcomes in hospitalized patients, and can even improve mortality and morbidity rates, reduce days of hospitalization and costs, and increase patient satisfaction. The incorporation of Advanced Practice Nurses to healthcare teams could be considered in order to reduce costs and improve the access and quality of healthcare in Latin America.

Keywords:

advanced practice nursing; evaluation of outcomes (healthcare); quality of healthcare; clinical nurses; practicing nurses; hospitalization

Portugues

Título:

Enfermeiras avançadas da prática para melhorar os resultados dos pacientes hospitalizados: uma revisão sistemática

Resumo:

O conceito de enfermeira de prática avançada surgiu há mais de 50 anos na América do Norte devido à necessidade de profissionais mais altamente qualificados para auxiliar no atendimento e gerenciamento de pacientes, melhorando a qualidade dos cuidados. Seu sucesso levou ao crescimento da profissão internacionalmente, com evidências de bons resultados na atenção primária. Realizou-se uma revisão sistemática para buscar evidências para apoiar a incorporação de enfermeiros de prática avançada em equipes de saúde para melhorar os resultados de pacientes hospitalizados. Buscamos artigos de pesquisa, sem limite de data, em seis bases de dados importantes. Na primeira seleção, 18.446 artigos foram encontrados, após diferentes filtros em relação ao título, resumo e critérios de seleção e exclusão, foram alcançados 19 artigos: 7 ensaios clínicos, 9 estudos de observação e 3 críticas. Foram estabelecidos critérios para selecionar artigos para análise crítica, que foi realizado com uma escala modificada de Jadad. Os resultados de todos os estudos apresentaram evidências de que o uso de enfermeiros de prática avançada no ambiente de internação sozinho ou em colaboração com equipes médicas não compromete os resultados de pacientes internados e pode até melhorar as taxas de mortalidade e morbidade, reduzir os dias de hospitalização, reduzir custos e aumentar a satisfação do paciente. A incorporação de enfermeiros de prática avançada em equipes de saúde poderia ser considerada para reduzir custos e melhorar o acesso e os cuidados de saúde na América Latina.

Palavras-chave:

Prática Avançada de Enfermagem; avaliação de resultados (cuidados de saúde); qualidade da assistência à saúde; enfermeiras clínicas; enfermeiras de cabeceira; hospitalização

Introducción

Una enfermera de práctica avanzada (EPA) es una enfermera especialista que ha adquirido una base de conocimientos de experto, permitiéndole tomar decisiones complejas. Tiene competencias clínicas para un ejercicio profesional ampliado cuyas características vienen dadas por el contexto o el país en el que está acreditada para ejercer. Se recomienda poseer el grado de Magíster o Doctorado (1).

Actualmente existen cuatro categorías de enfermeras de práctica avanzada reconocidas por la American Nurses Association (ANA): “Nurse Anesthetist”, “Nurse Midwive”, “Nurse Practitioner”, y “Clinical Nurse Specialist” (2). En general se asocia a las Nurse Practitioners con el ámbito de Atención Primaria y a las Clinical Nurse Specialists con el ámbito hospitalario. El rol de una EPA puede incluir la evaluación, diagnóstico y tratamiento de distintas enfermedades y condiciones del paciente, la solicitud de exámenes y la prescripción de medicamentos (3,4). Algunas críticas al desarrollo de la enfermería de práctica avanzada incluyen la idea de que puede ser la entrada a la medicalización de la profesión de enfermería y que no es apropiado formar enfermeras en competencias que son tradicionalmente consideradas médicas (5). Sin embargo, las EPAs no son sustitutos médicos, combinan sus competencias clínicas con los conocimientos de otras disciplinas para tomar decisiones complejas y mejorar el cuidado de los pacientes.

Estas profesionales son colaboradoras e innovadoras, lo cual es ventajoso para el equipo de salud.

El concepto de enfermería de práctica avanzada se desarrolla en EE.UU. en los años 40 debido al aumento en la demanda de servicios de salud en conjunto con una escasez de médicos en el área de Atención Primaria, se establece el primer programa de “Nurse Practitioner” en 1965 (6). El éxito del programa lleva a su replicación y al crecimiento de la profesión. Las EPAs comienzan a desempeñarse en la Atención Primaria y luego se extienden a la atención secundaria y terciaria (6).

Hoy la incorporación de estas enfermeras a las instituciones de salud está creciendo en el ámbito internacional, se estima que alrededor de 70 países ya cuentan con ellas (1). La necesidad de profesionales especializadas combinado con el deseo de mejorar los costos de salud ha producido un aumento en la demanda de estas enfermeras en los últimos años.
En Latinoamérica la enfermería de práctica avanzada es un concepto nuevo, excepto en Brasil y Chile donde ya existe el grado magíster profesional de enfermería que coincide con la definición de la EPA según el Consejo Internacional de Enfermería. Sin embargo, el desarrollo del rol de esta profesión no está muy difundido. Algunos impedimentos a la implementación del rol formal de la EPA incluyen la dificultad de definir normas educacionales y legislativas y la aceptación del rol por otros profesionales de salud (6).

Existe evidencia sobre el beneficio de la incorporación de EPAs. Numerosos estudios han demostrado que pacientes de Atención Primaria tienen resultados similares cuando reciben atención de enfermeras de práctica avanzada en comparación con los servicios de un médico (7-10). Además, la presencia de EPAs en un servicio de medicina muestra tendencias a mejor atención del paciente por parte de las enfermeras clínicas (11). No se encuentran estudios que duden de la calidad ni la seguridad del cuidado brindado por EPAs en la Atención Primaria (12,13). De hecho, un informe del Instituto de Medicina muestra que las EPAs brindan una atención de calidad a los pacientes, disminuyendo errores de medicación, reduciendo o eliminado las infecciones y mejorando la transición del paciente desde el hospital a la casa (13).

Actualmente, en Latinoamérica se está enfatizando en la incorporación de enfermeras de práctica avanzada. La Cobertura Universal de Salud es un objetivo que busca ofrecer amplio acceso a la Atención Primaria de salud, acceso equitativo a la asistencia sanitaria de alta calidad durante todo el ciclo vital y sin privación económica (14). En apoyo a esta propuesta, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sugiere la incorporación de enfermeras de práctica avanzada en la Atención Primaria (15). Sin embargo, las EPAs tienen la educación, competencias clínicas, liderazgo y conocimiento de organizaciones y políticas de salud para contribuir a mejorar los resultados de los pacientes en una variedad de instituciones y niveles de atención. Así, la colaboración y trabajo en equipo con las EPAs podría maximizar y mejorar la atención del paciente en todo el sistema de salud.

En este contexto, el propósito de esta revisión sistemática es dilucidar, a partir de la mejor evidencia encontrada, el siguiente interrogante: ¿la incorporación de enfermeras de práctica avanzada al equipo de salud mejora los resultados de los pacientes hospitalizados comparado con equipos de salud sin estos profesionales? Se utilizan los siguientes términos MESH: “Advanced Practice Nursing”, “Outcome assessment (health care)”, “Patient Care Team”, “Length of Stay”, “Costs and Cost Analysis”, “Mortality”, “Morbidity”, “Patient Satisfaction”, “Patient Readmission”, “Physician-Nurse Relations”, “Nurse Clinicians”, “Nurse Practitioners”, y “Quality of Health Care”. Otros términos utilizados son “quality”, “outcomes”, “clinical nurse specialist”, “outcome assessment”, “delivery of healthcare“, “physicians” y “acute care”.

Metodología

Se realiza una búsqueda bibliográfica, sin límite de fecha, en las bases de datos PubMed, EBSCO (CINHAL, Health Source: Nursing/Academic Edition, Fuente Academica, Academic Search Premier), Cochrane, Bireme, Epistemonikos y Tripdatabase utilizando los términos MESH previamente mencionados. Los criterios de selección de artículos son: investigaciones que aborden el tema de la enfermería de práctica avanzada, específicamente los referidos a “Nurse Practitioners” y “Clinical Nurse Specialists” que trabajen con pacientes hospitalizados. Se incluyen ensayos clínicos, revisiones sistemáticas, metaanálisis y estudios observacionales que comparen las intervenciones de las enfermeras de práctica avanzada con las de los médicos y los que evalúan la incorporación y/o colaboración de las enfermeras de práctica avanzada al equipo de salud. Se definen los resultados de los pacientes en términos de: satisfacción del mismo, duración de la estadía hospitalaria, costo, mortalidad, morbilidad y reingresos al hospital y se seleccionan estudios que se refieren a estos. Se excluyeron de la selección los estudios con los siguientes tópicos:

  • Nurse anesthetists.
  • Nurse midwives.
  • Estudios con poblaciones de pacientes psiquiátricos o de salud mental.
  • Estudios realizados en Atención Primaria/manejo de las enfermedades crónicas y en instituciones residenciales/casas de reposo/centros de rehabilitación.
  • Sala de urgencias.
  • Cuidados paliativos.
  • Atención domiciliaria.

En la búsqueda inicial se encuentra un total de 95.446 artículos, después de limitar las publicaciones a artículos de investigación solamente, se reducen a 18.346. De estos, se eligen artículos que incluyen en el título una de las siguientes palabras: “nurse practitioner”, “clinical nurse specialist”, “advanced practice nurse/nursing” en combinación con la palabra “outcome(s)” o una de las siguientes palabras MESH utilizadas en la búsqueda: “Outcome assessment (health care)”, “Patient Care Team”, “Length of Stay”, “Costs and Cost Analysis”, “Mortality”, “Morbidity”, “Patient Satisfaction”, “Patient Readmission”, “Physician-Nurse Relations”, “Nurse Clinician”, y “Quality of Health Care”. También se eligen por título todos los artículos que hacen referencia a comparar o reemplazar médicos por enfermeras y los que sugieren mejoramiento del cuidado del paciente con EPAs, llegando a un total de 188 artículos. Se excluyen los artículos duplicados dando un total de 61 publicaciones. Se leen los resúmenes y se eliminan los que no coinciden con los criterios de inclusión, lo que alcanza un total de 33 artículos. Por último, se eliminan dos artículos de los años 1998 y 1999 que no tienen DOI ni disponibilidad del texto completo, quedando 31 artículos. Al leer el texto completo, se eliminan 12 por no cumplir con el propósito de la revisión y finalmente se seleccionan 19 artículos (Figura 1). De estos, cinco corresponden a ensayos clínicos aleatorizados, dos a cuasiexperimentales, nueve a estudios observacionales y tres a revisiones sistemáticas.

Se realiza un análisis crítico a los 16 estudios experimentales y observacionales independiente al tamaño de la muestra y el país de origen y las tres revisiones sistemáticas encontradas se analizan en la discusión. Para facilitar el análisis crítico se utiliza la escala de Jadad et al. (16), modificada por Newhouse et al. (17), que considera factores para evaluar la calidad metodológica de los estudios (Cuadro 1).

El último ítem de la Tabla 1 considera si los resultados obtenidos son atribuibles a la EPA en dos situaciones: a) si la EPA trabajó de forma independiente o como parte de un equipo, y b) si el resultado fue directamente relacionado con el cuidado/intervención de la EPA. El rango de puntaje de la escala es de 0-8, donde ≥ 5 significa una metodología de calidad alta y ≤ 4 una calidad baja.

Resultados

De los 19 artículos seleccionados (Tabla 1) se analizan críticamente los 16 estudios llevados a cabo en los países de EE.UU., Reino Unido y Canadá. El periodo de publicación  seleccionado es de 1996 a 2014. Esta revisión incluye estudios que van desde 99 hasta 9.172 participantes. Los estudios experimentales y cuasiexperimentales comparan resultados de pacientes bajo el cuidado de equipos multidisciplinarios/colaborativos compuestos por médicos y enfermeras de práctica avanzada (18-21) o equipos de EPAs solos (grupos de intervención) (22-24) con resultados de pacientes atendidos por médicos solamente (grupo de control). De los nueve estudios observacionales, tres son de cohorte (25-27) y los restantes transversales (28-33). La mayoría compara los resultados de los pacientes de los grupos de equipo médico y EPAs con los equipos de salud tradicional sin EPAs (25,26,28,30-33). Un estudio compara los resultados de los pacientes bajo el manejo de EPAs exclusivamente con el manejo previo de un equipo médico (27). A continuación se presentan los resultados de las investigaciones agrupados según los parámetros definidos previamente.

Cinco de los estudios que miden la tasa de mortalidad (18,20-22,24) y tres la tasa de morbilidad (22,24,30) encuentran que no hay diferencia estadísticamente significativa entre los grupos (p> 0,05). En un estudio (26), la tasa de mortalidad se mantiene igual en ambos grupos estudiados (p= 0,638). Un estudio reporta sobrevivencia de todos los pacientes (31), y otro muestra que la tasa de mortalidad baja de 3,5% a 2% (p< 0,01) después de la incorporación de enfermeras de práctica avanzada (30). Al comprobar la efectividad y seguridad de reemplazar residentes por EPAs para cubrir turnos de noche en una unidad de pacientes postoperados de cirugía cardiaca, se observa que disminuye la tasa de mortalidad de 2,8% a 2,2% (p= 0,43), no siendo estadísticamente significativa esta disminución (27). Dos estudios muestran una reducción en las tasas de morbilidad de los pacientes atendidos con EPAs comparado con los equipos sin EPA (26,29), con excepción de la prevalencia de trombosis venosa profunda (TVP) que se encuentra mayor en el grupo con EPAs (29).

El tiempo de estancia hospitalaria se mide en diez estudios, en tres de ellos (22-24) no hay diferencia estadísticamente significativa entre los grupos (p> 0,05). Otras investigaciones muestran que el tiempo de estancia hospitalaria es menor donde hay EPAs (18,28,30,32,33). Finalmente, dos estudios reportan una estancia más prolongada en los grupos con EPAs; sin embargo, esto se correlaciona con un aumento significativo de edad y/o severidad de los pacientes evaluados (26,31).

Nueve investigaciones miden costos (18,19,22,24,26-28,32-33). De estas, siete muestran una disminución en costos con la incorporación de EPAs, donde las ganancias del hospital aumentan US1.591 y US978 por paciente respectivamente (18,19). Un estudio refiere un promedio de costo menor en el grupo tradicional de médicos; sin embargo, el costo calculado por día es menor en el grupo con EPAs (p< 0,001) (31).

Cinco investigaciones estudian la cantidad de reingresos al hospital y muestran que el número no cambia entre los grupos (p> 0,05) (18,20,23,29,31).

La satisfacción de los pacientes la miden dos estudios; uno encuentra que no hay diferencia estadísticamente significativa entre los grupos (p= 0,67) (24) y el otro muestra que la satisfacción es mayor en el grupo de intervención, es decir, en el grupo de pacientes atendidos por enfermeras de práctica avanzada (p= 0,052) (20). Un estudio de dos cohortes examina el efecto de la EPA en la satisfacción del paciente y concluye que no hay diferencia estadísticamente significativa en la percepción de los pacientes en cuanto a los conocimientos, habilidades y cuidados recibidos por los distintos profesionales (EPA o médico) (p> 0,05), pero que los médicos explican de manera más clara los exámenes (p= 0,02) y que las EPAs se comunican mejor con otros profesionales sobre su cuidado (p= 0,00) (25).

Con respecto a la validez interna de los estudios 14 de los 16 revisados muestran una calidad metodológica alta (puntaje ≥ 5) (Tabla 2).

De estos, cinco son ensayos clínicos, dos cuasiexperimentales, tres estudios de cohorte y cuatro estudios transversales. Se califican los estudios según los criterios para valorar la calidad metodológica y se encuentran que los participantes en ambos grupos son similares en 11 de los estudios.

Existen diferencias entre los grupos de participantes o no es posible verificar la igualdad de los grupos en cinco de las investigaciones (20,23,25,26,30). La situación (contexto y tratamiento) de los grupos es similar en todos los estudios menos uno, donde, tras los años del estudio se crea una unidad especializada en pacientes con trauma y se aumenta la cantidad de EPAs y sus horas trabajadas (26).

El tamaño de la muestra es mayor a 60 participantes por grupo en todos los estudios de calidad alta. En un estudio falta un instrumento validado y confiable para determinar la morbilidad (24), por lo tanto no recibe un punto para este ítem en la escala modificada de Jadad (16). En otro estudio el grupo experimental está compuesto por una EPA además de un médico hospitalista y participa en visitas multidisciplinarias diarias, mientras el grupo de control no cuenta con médico hospitalista y solo participa en visitas multidisciplinarias semanales (18). Se reconocen estas diferencias en los grupos como sesgos que pueden o no haber influido en los resultados del estudio. Igualmente, existe sesgo con relación a la asignación de pacientes a las distintas unidades de tratamiento (manejado por EPA o médicos), donde esto depende de la disponibilidad de camas (29). Los autores de una investigación reconocen la posibilidad de sesgo por la decisión de randomizar al nivel del paciente combinado con la imposibilidad de un estudio doble ciego (20). Por las razones mencionadas anteriormente, los tres estudios (18,20,29) no reciben puntaje para el ítem relacionado al control de sesgos.

Las enfermeras de práctica avanzada manejan de forma autónoma el cuidado de los pacientes en tres estudios (23,24,27) donde además se puede deducir que los consecuentes resultados de los sujetos son directamente atribuibles a ellas. Los demás estudios muestran resultados que son parcialmente atribuibles a las EPAs y reciben un punto para este ítem. Solo se encuentran dos estudios observacionales con una baja calidad de evidencia (puntaje≤ 4). El primero es un estudio retrospectivo donde se cuestionan varios aspectos de la metodología; no se puede verificar las igualdades de los grupos, el número de la muestra, datos estadísticos ni la confiabilidad/validez de las mediaciones, por lo tanto el grado de calidad que recibe es bajo (28). El segundo estudio recibe un puntaje de cuatro por su muestra pequeña, las inconsistencias entre los grupos y las diferencias en el tratamiento de los pacientes en cada grupo lo que pudieran haber afectado los resultados (31).

Discusión

Una variedad de estudios analiza el trabajo de la enfermera de práctica avanzada y su efecto en los resultados de pacientes hospitalizados. Esto habla del interés del tema a través del tiempo. Se reconoce que el número de artículos analizados es una limitación de la presente revisión; sin embargo, los hallazgos están en concordancia con otras revisiones sistemáticas que apoyan el rol de la EPA en Atención Primaria (36,37). Aunque la mayoría de los estudios incluidos en la presente revisión son observacionales, el diseño es apropiado para comparar los resultados de los pacientes antes y después de la incorporación de una EPA al equipo de salud. Solo dos de los 16 estudios analizados presentan una calidad metodológica deficiente (28,31); pese a ello, sus resultados coinciden con los estudios de una calidad superior. No obstante, existen algunas inconsistencias observadas en los resultados que se discuten a continuación. El aumento de días de hospitalización de los pacientes bajo el cuidado de equipos con EPAs coincide con el aumento significativo de número y gravedad de los pacientes (26). Otro estudio explica la mayor incidencia de TVP en los pacientes que pertenecen al grupo de comparación de EPA por la adherencia estricta a protocolos de detección (29). Existe un estudio donde las EPAs tienen menor puntuación en un ítem de la encuesta de satisfacción del paciente; sin embargo, la puntuación general iguala o supera el grupo de comparación sin EPAs (25).

La presente revisión examina exclusivamente los efectos de EPAs (“Clinical Nurse Specialists” y “Nurse Practitioners”) trabajando con todo tipo de pacientes en cualquier ámbito de atención hospitalaria a diferencia de otras revisiones sistemáticas (17,34,35). Una revisión, con un total de 18 artículos (cinco incluyen “Nurse Practitioners” y los resultados de los sujetos previamente definidos) muestra que los resultados de pacientes críticos mejoran o no varían cuando son atendidos con EPA exclusivamente o el equipo de salud incorpora a la enfermera de práctica avanzada, comparado con la atención de médicos residentes y equipos de salud sin EPAs (34).
Otro autor examina el impacto de EPAs trabajando en unidades de pacientes críticos adultos, pediátricos y neonatales donde se observa una reducción en las tasas de mortalidad y morbilidad de los sujetos, efectos financieros positivos y una disminución de la estadía hospitalaria y número de reingresos de los enfermos (35). Otra revisión analiza el impacto de las enfermeras de práctica avanzada que trabajan con todo tipo de pacientes hospitalizados y que forman parte de un equipo de salud con o sin médicos; y concluye que donde hay EPAs se disminuye la estadía hospitalaria y los costos de salud sin aumentar la tasa de mortalidad de los sujetos (17).

En resumen, todos los artículos refieren que no hay diferencia estadísticamente significativa en los resultados de los pacientes atendidos por médicos comparado con los tratados por EPAs (exclusivamente o parte de un equipo de salud). Incluso hay en algunos aspectos mejores resultados en pacientes atendidos con EPAs que con médicos. Los resultados acumulativos de las revisiones refieren que las EPAs se muestran competentes en el manejo de individuos de todas las edades, con una variedad de enfermedades y complejidades en servicios de traumatología, cirugía cardiovascular, medicina general y unidades de pacientes críticos.

Conclusiones

Esta revisión sistemática proporciona evidencia que proviene de estudios con una calidad metodológica suficientemente convincente para concluir que no hay diferencias significativas en los resultados de pacientes bajo el cuidado y manejo de equipos de médicos residentes o equipos de EPAs. Por lo tanto, se puede dilucidar que en el ámbito intrahospitalario la incorporación de enfermeras de práctica avanzada puede implicar una mejor atención a un menor costo para los pacientes y las instituciones, y puede generar beneficios que se cuantifican con la reducción de mortalidad y morbilidad, días de hospitalización y costos, como también, con aumento en la satisfacción del paciente con estas enfermeras (Tabla 3).

La presencia de EPAs en unidades de pacientes hospitalizados puede contribuir al mantener la continuidad del cuidado y facilitar a los médicos encargarse de sus otras responsabilidades dentro y fuera de la unidad. Incluso con pacientes complejos los estudios muestran que las EPAs disponen de las competencias y conocimientos necesarios para obtener buenos resultados en los pacientes. Con respecto a la factibilidad de implementar el rol de la enfermera de práctica avanzada en Latinoamérica, hay que considerar que todavía es un concepto nuevo y poco conocido. Esta falta de conocimiento podría generar inquietudes entre los profesionales de salud y los usuarios del sistema. Hay pocos programas educacionales para la formación de EPAs y no existen legislaciones ni cargos laborales específicos para dicho rol.

Sin embargo, la necesidad de cobertura universal de atención de salud, entregar servicios de calidad, tanto en el sector público como privado, junto con la necesidad de disminuir la estadía y costos de hospitalización, requiere reflexión sobre los beneficios de sumar EPAs a los equipos de salud en Latinoamérica. Con una adecuada formación profesional y el apoyo del equipo de salud, las EPAs pueden contribuir a mejorar la atención de salud del país, mantener la continuidad del cuidado, mejorar la calidad y seguridad de la atención, reflejado en mejores resultados de los pacientes y menores costos para las instituciones de salud.

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