Agotamiento emocional y síntomas de malestar psíquico en alumnos de enfermería

Sección: Originales

Cómo citar este artículo

Ríos Rísquez MI, Carrillo García C, Sabuco Tébar EA, Gómez García CI. Agotamiento emocional y síntomas de malestar psíquico en alumnos de enfermería. Rev. iberoam. Educ. investi. Enferm. 2013; 3(4):7-13.

Autores

1María Isabel Ríos Rísquez, 2César Carrillo García, 3Emiliana de los Ángeles Sabuco Tébar, 4Carmen Isabel Gómez García

1Profesora Asociada Clínica de Ciencias de la Salud. Facultad de Enfermería. Universidad de Murcia (España). Doctora en Psicología.
2Profesor Asociado Clínico de Ciencias de la Salud. Facultad de Enfermería Universidad de Murcia (España). Doctor en Enfermería.
3Enfermera. Hospital Universitario Morales Meseguer de Murcia (España).
4Profesora Titular de Universidad. Facultad de Enfermería. Universidad de Murcia (España). 

Contacto:

Email: mi.rios@um.es

Titulo:

Agotamiento emocional y síntomas de malestar psíquico en alumnos de enfermería

Resumen

Objetivos: estimar el nivel de agotamiento emocional y conocer el estado de malestar psicológico en una muestra de estudiantes de enfermería. Analizar la relación entre el agotamiento emocional y el estado de malestar psicológico percibido.
Método: estudio descriptivo transversal. En una muestra de 113 estudiantes de enfermería de cuarto de grado se administraron dos cuestionarios validados: la escala del agotamiento emocional en la adaptación española del Inventario de Burnout de Maslach (MBI-GS), y la validación española del cuestionario de bienestar psicológico GHQ-12.
Resultados: un 27,4% de la muestra experimentó niveles altos de agotamiento emocional. Se obtuvo una puntuación media de 9,43 (SD=7,26) en la escala de bienestar psicológico. El agotamiento emocional se asoció a la edad (r=0,252; p<0,01) y a una mayor frecuencia de malestar psíquico (r=0,494, p≤0,000). Ni el género ni el estado civil se asociaron al agotamiento emocional y al estado de bienestar psíquico.
Conclusiones: un amplio porcentaje de la muestra reflejó altos niveles de agotamiento emocional, asociados a una mayor presencia de sintomatología psíquica. Por tanto, se requieren medidas a nivel formativo que permitan prevenir el desarrollo del síndrome de burnout y de sus consecuencias sobre el bienestar psicológico de los estudiantes.

Palabras clave:

burnout ; agotamiento profesional ; estudiantes de enfermería ; bienestar psicológico ; GHQ-12

Title:

Emotional exhaustion and symptoms of psychic distress in nursing students

Abstract:

Purpose: To assess the level of emotional exhaustion and the psychological distress in a sample of nursing students. To analyze the association of emotional exhaustion with perceived psychological distress.
Method: Cross-sectional, descriptive study. In a sample of 113 4th grade nursing students, two validated questionnaires were administrated: the emotional exhaustion scale in the Spanish adapted version of Maslach Burnout Inventory-General Survey (MBI-GS), and the Spanish validated psychological well-being questionnaire of the GHQ-12.
Results: 27.4% of subjects showed a high level of emotional exhaustion. Mean score in psychological well-being scale was 9.43 (SD = 7.26). Emotional exhaustion was associated to age (r = 0.252; p < 0.01) and to a higher frequency of psychic distress (r = 0.494, p ≤ 0.000). Neither gender nor marital status were related to emotional exhaustion and psychic well-being.
Conclusions: A high proportion of subjects showed a high level of emotional exhaustion, associated to more common psychic symptoms. Thus, educational measures are needed to prevent the development of a burnout syndrome and its consequences on the psychological well-being in students.

Keywords:

burnout; professional exhaustion; nursing students; psychological well-being; GHQ-12

Portugues

Título:

O esgotamento emocional e sintomas de sofrimento psíquico em estudantes de enfermagem

Resumo:

Objetivos: averiguar o nível de esgotamento emocional e conhecer o estado de desconforto psicológico em uma amostra de estudantes de enfermagem, e analisar a relação entre o esgotamento emocional e o estado de desconforto psicológico percebido.
Métodos: estudo descritivo transversal. Amostra: 113 estudantes de enfermagem do quarto ano da graduação. Foram administrados dois questionários validados: a escala de esgotamento emocional da adaptação espanhola do Inventario de Burnout de Maslach (MBI-GS), e a validação espanhola do questionário de bem-estar psicológico (GHQ-12).
Resultados: 27.4% dos estudantes experimentaram altos níveis de esgotamento emocional. A pontuação média na escala de bem-estar psicológico foi de 9.43 (DP = 7.26). O esgotamento emocional foi associada a idade (r=0.252; p<0.01) e uma maior frequência de sofrimento psíquico (r = 0.494; p ≤ 0,000). Nem o sexo, nem o estado civil foi associado ao esgotamento emocional e ao estado de bem-estar psicológico.
Conclusões: a maior parte dos estudantes refletiu altos níveis de esgotamento emocional que foram associados a uma presença de sintomas psicológicos. As medidas são necessárias a nível de formação que permitem prevenir o desenvolvimento da síndrome de burnout e suas consequências sobre o bem-estar psicológico dos estudantes.
 

Palavras-chave:

burnout; esgotamento profissional; estudantes de enfermagem; bem-estar psicológico; GHQ-12

INTRODUCCIÓN

El concepto de síndrome de burnout hace referencia a un trastorno adaptativo crónico, producido por un inadecuado afrontamiento de las demandas psicológicas laborales diarias, que daña la calidad de vida de la persona que lo experimenta y disminuye la eficacia de su actividad profesional (1). Es un síndrome que aparece como respuesta a factores estresantes crónicos en el trabajo (2). De acuerdo con Martínez et al. (3) la ampliación del concepto de burnout para estudiantes de enfermería, es decir, a una categoría preprofesional, ha sido propuesta con rigor y soporte empírico por Schaufeli et al. (4) en un estudio publicado en el 2002, en el cual se confirmó la estructura trifactorial (agotamiento emocional, cinismo y competencia percibida), original de Maslach Burnout inventory (MBI) de Schaufeli et al. (5). Sin embargo, otras investigaciones con estudiantes han concluido en un enfoque dimensional del burnout en el colectivo estudiantil, donde agotamiento emocional y cinismo serían el núcleo clave de este síndrome, y la dimensión de eficacia académica constituiría una variable de personalidad que predispone a la génesis del burnout (6).

Desde la investigación empírica y con el desarrollo de instrumentos adecuados se ha podido demostrar que los estudiantes también pueden llegar a “quemarse” por sus estudios, experimentando síntomas de fatiga emocional y actitudes de indiferencia (7, 8); así como también una sensación de falta de eficacia o efectividad respecto a sus actividades académicas (9).

El ingreso de los jóvenes a la universidad requiere que estos se esfuercen por adaptarse a nuevos roles, normas, responsabilidades y demandas académicas, en un ambiente de mayor competitividad (10). De esta manera se observa que, entre las situaciones catalogadas por los estudiantes como mayores fuentes de estrés, se encuentran la falta de tiempo para poder cumplir con las actividades universitarias, la sobrecarga académica, los exámenes, la exposición de trabajos en clase y la rea­lización de trabajos obligatorios para aprobar la asignatura, así como el inicio de las prácticas clínicas (11, 12). El ambiente competitivo promueve conflictos entre los estudiantes, y entre estos y los instructores. Estos conflictos son potencialmente estresantes y pueden llevar al agotamiento emocional (13).

Una posible consecuencia de la sobrecarga académica es que los estudiantes experimenten cansancio emocional, síntoma clave del síndrome que se presenta en la población estudiantil (7). El cansancio emocional es la respuesta más destacada a los estímulos estresantes del ambiente ocupacional, la primera etapa del proceso del burnout (14) y, según Maslach (15), es la respuesta básica al estrés, ya que el agotamiento es el que provoca reacciones de distanciamiento emocional y cognitivo respecto al propio trabajo, presumiblemente como un modo de afrontar su sobrecarga (2).

En un estudio con estudiantes de distintos cursos, se encontró un nivel moderado de síndrome de burnout en sus tres dimensiones, sin embargo, los estudiantes de cursos relacionados con ciencias humanas presentaron mayor nivel de agotamiento emocional (16).

En el burnout podemos ver la presencia de síntomas físicos como fatiga crónica, dolores de cabeza, tensión muscular, trastornos del sueño, cefaleas, taquicardias, gastritis, úlceras, etc. También están presentes síntomas psicológicos como depresión, ansiedad, obsesión y fobias, agresividad, agotamiento, impotencia, frustración, etc. Finalmente, existen alteraciones como irritabilidad, conflictos con los compañeros, actitudes negativas, conductas adictivas al alcohol, tabaco u otras drogas, absentismo y distanciamiento (17). Algunos estudios expresan que un mayor malestar psicológico en los estudiantes está asociado a problemas de menor autoestima y estrategias de afrontamiento evitativas ante las situaciones de estrés (18).

La revisión de la literatura previa pone de manifiesto la escasa bibliografía existente que relacione el malestar psicológico con el síndrome del burnout en el colectivo preprofesional estudiantil, evidenciándose una escasez de trabajos empíricos que relacionen estas variables de forma conjunta. Por tanto, nos planteamos los siguientes objetivos en nuestro estudio: por un lado, estimar el nivel de agotamiento emocional y conocer el estado de malestar psicológico en una muestra de estudiantes de enfermería y por otro lado, analizar la relación entre el agotamiento emocional y el estado de malestar psicológico percibido.

MATERIAL Y MÉTODO

Diseño

Para la realización de esta investigación se empleó un diseño descriptivo transversal mediante la aplicación de varios instrumentos de medición psicológica a una muestra de estudiantes de enfermería de segundo curso de grado de la Universidad de Murcia. Se aplicó una metodología correlacional con el objeto de investigar si existía relación entre las variables principales del estudio, además de realizar un análisis descriptivo de las mismas.

Muestra

La población objeto de estudio estuvo formada por estudiantes de enfermería que asistían a un seminario práctico en abril de 2013. No hubo criterios de exclusión. Por tanto, la muestra fue de conveniencia y participaron voluntariamente en el estudio un total de 113 estudiantes contestando correctamente a la batería de cuestionarios el 97% de los asistentes al seminario.
La muestra presentó una edad media de 24,42 (DT = 5,27). Predominó el sexo femenino con un 75,2% de la muestra. En cuanto al estado civil, predominaron los solteros (56,6%) frente a los casados (8%) o emparejados (34,5%).

Instrumentos de evaluación

Se administraron dos instrumentos psicológicos validados, además de una serie de preguntas relativas a variables sociodemográficas (edad, género y estado civil).

A continuación se describen brevemente los cuestionarios validados empleados:

  • Inventario para evaluar el síndrome de burnout (MBI-GS; Maslach et al., 1996) (5). Este instrumento está compuesto por 16 ítems que se dividen en tres dimensiones que componen el síndrome de burnout: agotamiento emocional (5 ítems), cinismo o despersonalización (5 ítems) y eficacia profesional (6 ítems). Los ítems han de ser respondidos según una escala tipo Likert de 6 puntos, donde altas puntuaciones en agotamiento emocional y cinismo, y bajas puntuaciones en eficacia profesional serían indicadoras del síndrome de burnout. Para este estudio se empleó la escala del agotamiento emocional.
  • Cuestionario General de Salud (GHQ-12; Goldberg et al., 1996) (19). Este cuestionario consta de 12 ítems que aluden a varios síntomas de malestar psíquico y su puntuación total puede tomarse como método de screening psiquiátrico. La versión empleada para este estudio ha sido una de las más difundidas en nuestro país, el GHQ-12, adaptada y validada por Sánchez y Dresch (20). La escala sigue una escala tipo Likert, siendo cada ítem puntuado de 0 a 3 (de menor a mayor frecuencia de sintomatología), con lo que el rango total de la escala se sitúa entre 0 a 36. Con fines operativos y de análisis se realizó, además, una clasificación de la muestra en dos niveles (sujetos vulnerables vs. sujetos no vulnerables) tomando como referencia la puntuación media obtenida en la muestra total más su desviación típica.

Procedimiento

La muestra de estudiantes participó de forma voluntaria coincidiendo con su asistencia a un seminario práctico. Los estudiantes participaron bajo consentimiento informado, asegurándoles en todo momento la confidencialidad y anonimato de los datos recogidos. La batería de cuestionarios se les entregó tras ser informados sobre el estudio y cada cuestionario se codificó con el fin de mantener el anonimato y confidencialidad de los datos recogidos.

El análisis estadístico se realizó con el paquete informático SPSS 17.0. Se calculó la media, máximo, mínimo y desviación típica para cada una de las variables cuantitativas. Se usaron medidas de frecuencias absolutas y relativas para las variables cualitativas. Posteriormente, se realizó un análisis para comprobar la relación entre variables sociodemográficas tomando como variables dependientes el agotamiento emocional y el estado de malestar psíquico. Para este análisis bivariante entre variables sociodemográficas y cada una de las variables psicológicas del estudio se utilizó la prueba chi cuadrado para variables cualitativas y correlaciones de Pearson para las cuantitativas. Cuando se trataba de analizar la asociación entre una variable cualitativa y otra cuantitativa se empleó la “t” de Student si la variable cualitativa era dicotómica y el ANOVA cuando ésta era politómica.

RESULTADOS

En la Tabla 1 se presentan los estadísticos descriptivos obtenidos para cada una de las variables cuantitativas estudiadas.

De acuerdo con la clasificación por niveles establecida por la nota técnica NTP-732 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (21), nuestros datos reflejaron que un 27,4% de los alumnos analizados experimentaban altos niveles de agotamiento emocional (Gráfico 1). Con respecto al estado de malestar psíquico, en la Tabla 2 se observan los descriptivos registrados para cada uno de los síntomas psicológicos que recoge el GHQ-12. En esta tabla se ve claramente que los síntomas mayormente experimentados por los estudiantes son los que se refieren al sentimiento continuo de agobio y tensión (1,33±0,73) y a la pérdida de sueño (1,15±0,81). De acuerdo a nuestra clasificación arbitraria, un 15,9% (N=18) de la muestra analizada podría ser clasificada como vulnerable o de riesgo a nivel de sintomatología psicológica.

     

Con respecto a los análisis bivariantes realizados, la variable edad se asoció a un mayor nivel de agotamiento emocional, tal y como se puede observar en la tabla de correlaciones (Tabla 3). Por lo que respecta a las variables de sexo y estado civil, ninguna de ellas se mostró asociada al agotamiento emocional y a la frecuencia de sintomatología psíquica.

En la Tabla 3 se representa la matriz de correlaciones de Pearson entre las variables cuantitativas. Los datos mostraron una asociación significativa directa entre el agotamiento emocional y la presencia de síntomas de malestar psíquico (r=0,494; p≤0,000), reflejando que aquellos alumnos que muestran niveles de cansancio emocional más altos experimentan un mayor número de síntomas de malestar psicológico.

DISCUSIÓN

El propósito de esta investigación fue analizar las relaciones existentes entre agotamiento emocional y la frecuencia de síntomas de malestar psíquico, en una muestra de 113 estudiantes de enfermería de cuarto de grado de la Universidad de Murcia.

Según nuestro estudio podemos concluir que los síntomas más frecuentemente experimentados por los estudiantes son los que se refieren al sentimiento continuo de agobio y tensión, y a la pérdida de sueño. Estos resultados son coincidentes con los encontrados en la literatura previa (17, 22, 23). De acuerdo a nuestra clasificación arbitraria, un 15,9% de la muestra analizada podría ser clasificada como vulnerable o de riesgo a nivel de sintomatología psicológica. Este es un dato relevante a tener en consideración a fin de adoptar medidas preventivas que permitan disminuir la prevalencia de alteraciones psicológicas en la población estudiantil.

Los niveles de cansancio emocional encontrados confirman lo hallado en otros trabajos previos realizados con poblaciones estudiantiles, donde el agotamiento emocional destaca como síntoma clave en el denominado síndrome de burnout (9, 24-26). Además, algunos trabajos ponen de manifiesto que dicho síntoma se presenta con mayor incidencia en los estudiantes de cursos relacionados con ciencias humanas (16).

Por otro lado, al analizar las variables de tipo sociodemográfico, nuestro estudio ha puesto de manifiesto la relación entre la variable edad y el agotamiento emocional. Concretamente, se observó un mayor desgaste emocional en aquellos estudiantes de mayor edad, contrariamente a lo observado en otro trabajo realizado (27), que expresó que eran los estudiantes más jóvenes los que más manifestaban síntomas de cansancio emocional. En el contexto de nuestra muestra, constituida por alumnos de último curso de carrera, un alto nivel de agotamiento emocional podría ser explicado por la proximidad del fin académico, la cercanía de la incorporación a la vida laboral y, sobre todo, por la incertidumbre de encontrar trabajo en el contexto de crisis económica actual.

Por lo que respecta a la relación entre cansancio emocional y presencia de síntomas de malestar psíquico, nuestro trabajo ha registrado una asociación significativa entre ambas variables, reflejando que un mayor cansancio emocional se halla vinculado a una mayor frecuencia de síntomas de malestar psicológico, en línea con lo encontrado por otras investigaciones previas (22, 28). Otros autores exponen que altos niveles de cansancio emocional terminan influyendo de forma negativa en las expectativas de finalizar los estudios con éxito y afrontar la incorporación a la vida laboral con la preparación adecuada (29). Por lo tanto, resulta necesario establecer medidas, que a nivel formativo, ayuden a prevenir la aparición de agotamiento emocional en la población estudiantil, pues ello repercutiría en un mayor bienestar y ajuste psicológico. Esto, a su vez, permitiría afrontar la incorporación a la realidad laboral con una mayor madurez y expectativas de éxito.

Además, con fines preventivos y correctivos, es importante identificar en el estilo de vida de los estudiantes los diversos síntomas que estos pueden experimentar. En este sentido, resulta relevante la necesidad de identificar otros factores de riesgo que no han sido tan considerados en la literatura previa tales como la falta de comunicación, de afecto, apoyo emocional y disfrute del tiempo libre. Estos aspectos forman parte del estilo de estilo de vida de los estudiantes, y pueden suponer un riesgo para su salud si no se desarrollan de manera adecuada (30).

Para finalizar, nuestro estudio presenta ciertas limitaciones que es preciso matizar. En primer lugar, los datos recogidos provienen exclusivamente de pruebas de autoinforme, lo que puede provocar sesgos en la respuesta de los participantes. En segundo lugar, el tipo de diseño adoptado, un estudio de corte transversal, también ha limitado la posibilidad de establecer relaciones causales entre las variables analizar. Futuras investigaciones deberían utilizar diseños y análisis estadísticos más complejos con el objeto de profundizar en la relación entre las variables analizadas.

Como conclusión, y desde el punto de vista de las implicaciones prácticas de nuestro trabajo, sería recomendable el desarrollo de diseños de intervención que a nivel formativo, se orientaran a paliar las carencias del alumnado en sus habilidades de regulación emocional para manejar el estrés. Partiendo de un enfoque global y, como complemento a este tipo de intervención, deberían incluirse medidas dirigidas a detectar y modificar aquellos aspectos estresantes de los actuales sistemas y organizaciones educativas (31).

Bibliografía

1.   Maslach C, Jackson SE. Maslasch burnout Inventory. Manual. Palo Alto, CA: Consulting Psychologist Press; 1981.
2.   Maslach C, Schaufeli WB, Leiter MP. Job burnout. Annual Review of psychology 2001; 52:397-422.
3.   Martínez IM, Pinto A, Silva A. burnout em estudantes do ensino superior. Revista Portuguesa de Psicologia 2000; 35:151-167.
4.   Shaufeli WB, Martínez IM, Pinto AM, Salanova M, Bakker AB. burnout and engagement in university students: a cross national study. Journal of Cross-Cultural Psichology 2002; 33:464-81.
5.   Maslach C, Jackson SE, Leiter MP. The Maslasch burnout Inventory-Test Manual (3th ed.). Palo Alto, CA: Consulting Psychologist Press; 1996.
6.   Salanova M, Cifre E, Grau RM, Llorens S, Martínez IM. Antecedentes de la autoeficacia en profesores y estudiantes universitarios: un modelo causal. Revista de psicología del trabajo y las organizaciones 2005; 21:159-176.
7.   Ramos F, Manga D, Morán C. Escala del cansancio emocional (ECE) para estudiantes universitarios: propiedades psicométricas y asociación. En: 6º Congreso Virtual de Psiquiatría Interpsiquis; 2005. [En línea] [fecha de acceso: 3 de septiembre 2013]. URL disponible en: http://www.psiquiatria.com/bibliopsiquis/handle/10401/3498
8.   Schaufeli WB, Salanova M, González V, Bakker AB. The measurement of burnout and engagement: A confirmatory factor analytic approach. Journal of Happiness Studies 2002; 3:71-92.
9.   Salanova M, Martinez I, Bresó E, Llorens S, Grau R. Bienestar psicológico en estudiantes universitarios: facilitadores y obstaculizadores del desempeño académico. Anales de Psicología 2005; 21(1):170-180.
10. Muñoz F. El estrés académico. Problemas y soluciones desde una perspectiva psicosocial. Huelva: Universidad de Huelva, Publicaciones; 2003.
11. Polo A, Hernández JM, Pozo C. Evaluación del estrés académico en estudiantes universitarios. Ansiedad y estrés 1996; 2:159-172.
12. Yamashita K, Saito M, Takao T. Stress and coping styles in Japanese nursing student. International Journal of Nursing Practice 2012; 18:489-496.