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Revista Matronas

Revista Matronas

SEPTIEMBRE 2017 N° 2 Volumen 5

Matronas marcando la diferencia en el mundo

Sección: Editorial

Autores

Rosa Mª Plata Quintanilla

Directora de Matronas Hoy

Titulo:

Matronas marcando la diferencia en el mundo

“Matronas marcando la diferencia en el mundo” ha sido el lema del último Congreso Mundial de Matronas celebrado en Toronto los pasados días 18-22 de julio. A mi juicio, difícilmente hubieran podido escoger un lema más adecuado nuestras colegas canadienses, anfitrionas de este encuentro multitudinario.

La Confederación Internacional de Matronas tiene adscritas a 500.000 matronas a través de 131 asociaciones de 113 países, pequeño número aún si contamos con que en los países presentes en esta confederación hay 1,1 millones de matronas, y precisando más, que aún quedan 80 países sin representación en la organización mundial de matronas. A pesar de todo, y de todas las que somos, se necesitan más matronas en el mundo, en España también sin duda. En nuestro propio país vemos las desigualdades entre comunidades autónomas y sabemos de las dificultades de muchas profesionales en centros hospitalarios y áreas de salud en los que el número de matronas de plantilla está muy por debajo de las necesidades reales e incluso zonas en las que ni siquiera existen. Esto es una realidad tan grande y tan grave como para que los administradores sanitarios se sonrojen y no hagan oídos sordos a una necesidad real. Sin embargo, por otra parte, nos debe llenar de orgullo como matronas, y matronas españolas, que nuestro país esté a la cabeza del mundo en resultados de salud materno-fetal.

Las matronas españolas tenemos buenas credenciales que confirman nuestra capacidad de haber sido palanca del cambio en materia de salud materno-fetal (sin olvidar a otros profesionales del equipo gineco-obstétrico, principalmente). Por ello, estaría justificada una buena dosis de autoestima siempre que sea la justa a la implicación de cada una/o, pero sin instalarnos en la autocomplacencia, sino en el trabajo continuo para seguir dando lo mejor a mujeres y familias, que al fin son nuestro objetivo y nuestra razón de ser profesional. Las matronas, aunque nuestra dirección debiera ser siempre hacia adelante, debemos mirar con frecuencia “el retrovisor” para conocer y agradecer a muchas/os que nos han precedido las cosas conseguidas con tenaz esfuerzo antes de que algunas/os llegaran, o llegáramos, y encontráramos un panorama de gran bonanza en la asistencia materno-infantil. Esta situación actual no es fruto de la suerte, ni de experimentos peregrinos sino, y fundamentalmente, aparte de circunstancias socioeconómicas, culturales y técnicas favorables, de años de superación en la formación del colectivo de matronas. Desde hace muchos años, la formación de matronas en España es una de las mejores en el ámbito mundial, ya que ha conseguido introducir en el mercado laboral matronas con las suficientes e imprescindibles destrezas, habilidades y conocimientos adquiridos en su formación, como para desempeñar el cuidado y atención a las mujeres a lo largo de todo su ciclo vital desde el momento de su graduación. Eso sí, sin perder de vista que el contenido ético de su ejercicio, que aporta la plenitud profesional, solo lo alcanza quien conjuga ciencia, técnica y ética en la justa proporción.

Más allá de nuestro primordial quehacer cotidiano, las matronas también tenemos que exigir una política de altura que considere la atención sexual y reproductiva un bien preferente y que su promoción sea considerada una política de estado con directrices claras que se integren en las estrategias centrales del país y que no varíen aunque cambie el color político-ideológico de cada gobierno que acceda al poder.

La Asociación Española de Matronas tiene el orgullo de haber liderado en los últimos 40 años gran parte de este cambio y allí, en Toronto, quienes dirigimos esta asociación sentimos al mirar una vez más alrededor, la recompensa al esfuerzo de tantos años de trabajo en pro de las matronas españolas, porque realmente ya hemos marcado la diferencia en nuestro país y en el mundo, y seguiremos haciéndolo “si los vientos, desde dentro y desde fuera, nos son favorables”.