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Metas de Enfermería

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JUNIO 2012 N° 5 Volumen 15

Perfil sociodemográfico y clínico de mujeres con diagnóstico de cáncer de mama

Sección: En Portada

Cómo citar este artículo

Braña Marcos B, Carrera Martínez D, Vegas Pardavila E, de la Villa Santoveña M, Avanzas Fernández S, Gracia Corbato MT. Perfil sociodemográfico y clínico de mujeres con diagnóstico de cáncer de mama. Metas de Enferm jun 2012; 15(5): 26-31

Autores

1Beatriz Braña Marcos,  2Diego Carrera Martínez, 1Estefanía Vegas Pardavila, 3Mónica de la Villa Santoveña, 

1Enfermera de la Unidad de Investigación, Unidad de Cuidados Intermedios. Fundación Hospital de Jove, Asturias (España).
2Servicio de Medicina Intensiva. Hospital de Cabueñes, Asturias.
3Unidad de Cuidados Intermedios. Fundación Hospital de Jove, Asturias.

Contacto:

Beatriz Braña Marcos. Unidad de Investigación. Unidad de Cuidados Intermedios. Fundación Hospital de Jove. Avda. Eduardo Castro, s/n. 33290 Gijón (Ast

Email: investigacionenf@hospitaldejove.com

Titulo:

Perfil sociodemográfico y clínico de mujeres con diagnóstico de cáncer de mama

Resumen

El cáncer de mama es una enfermedad compleja física y psicológicamente. En su desarrollo influyen factores genéticos, socioculturales, hormonales, que hacen necesario el conocimiento de las características sociodemográficas y clínicas de las mujeres que sufren cáncer de mama.
Objetivos: determinar las características sociodemográficas y clínicas de mujeres supervivientes y mujeres recientemente diagnosticadas de cáncer de mama e identificar las diferencias entre ambos grupos.
Material y método: estudio multicéntrico, descriptivo y analítico en mujeres con cáncer de mama. Grupo A: diagnóstico en 2008 (228). Grupo B: diagnóstico en 2004 (140). Datos clínicos recogidos mediante revisión de historias clínicas; datos sociodemográficos recogidos mediante un cuestionario autocumplimentado. Se realizó estadística descriptiva y analítica mediante los test t de student y Chi-cuadrado. Se asumió un nivel de confianza del 95%.
Resultados: la edad media de las participantes del Grupo B difiere respecto al Grupo A (p < 0,05). El nivel de estudios, la incapacidad laboral transitoria y la asistencia a terapia psicológica (mayores en Grupo A), fueron significativamente diferentes en ambos grupos (p < 0,05), así como la presencia de metástasis (mayor en B) y el tratamiento previo y actual recibido (p > 0,0001).
Conclusiones: las mujeres entre 45 y 65 años son grupo de riesgo de padecer cáncer de mama. Asistir a terapia psicológica es requerido mayormente por las mujeres recientemente diagnosticadas: su accesibilidad debería garantizarse. También se observan nuevas modalidades terapéuticas en el Grupo A. Estudios de este tipo son necesarios para adaptar los cuidados, programas de screening y otros aspectos de la atención, a las características de las mujeres en riesgo o ya diagnosticadas.

Palabras clave:

cáncer de mama; características sociodemográficas y clínicas; test t test chi-cuadrado

Title:

Sociodemographic and clinical profile of women diagnosed with breast-cancer

Abstract:

Breast cancer is a physically and psychologically complex disease.
Several genetic, sociocultural and hormone factors have an impact on its development, which makes it necessary to know the sociodemographic and clinical characteristics of women with breast cancer.
Objectives: to determine the sociodemographic and clinical characteristics of cancer surviving women and women newly diagnosed with breast cancer and to identify differences between groups.
Material and methods: a multicenter, descriptive and analytical study in women with breast cancer. Group A: diagnosis in 2008 (228). Group B: diagnosis in 2004 (140). Clinical data collected through medical chart review, demographic data collected through a self-administered questionnaire. Descriptive and analytic statistics was done using the Student t test and chi-square test. A confidence level of 95% was assumed.
Results: the mean age of participants in Group B was different than that in Group A (p < 0,05). The level of education, the temporary work disability and psychological therapy (greater in group A), were significantly different in both groups (p < 0,05), as was the presence of metastases (greater in B) and the previous and current treatments received (p > 0,0001).
Conclusions: women aged 45 to 65 are a risk group for developing breast cancer. The availability and access to psychological therapy sessions, required mostly by newly diagnosed women, must be ensured. New therapeutic modalities are also observed in Group A. Studies of this type are necessary to adapt care, screening programs and other aspects of care to the characteristics of women at risk of or newly diagnosed with cancer.

Keywords:

breast cancer; sociodemographic and clinical characteristics; t testchi-square test

El presente artículo ha sido realizado en el contexto del proyecto PI08/1477, financiado por la Acción Estratégica en Salud 2008, Subprograma de Proyectos de Investigación en Salud, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y por el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI) del Principado de Asturias (COF09-27)

Introducción
El cáncer de mama es un problema de salud significativo en todo el mundo y una enfermedad compleja, tanto física como psicológicamente (1). En la mujer, las tasas de incidencia ajustadas por población en Europa han aumentado de forma significativa un 1,8% de media anual durante el período 1991-2004 (2). En España se diagnostican aproximadamente unos 22.000 casos de cáncer de mama al año, lo que representa casi el 30% de todos los tumores del sexo femenino. La mayoría de los casos se diagnostican entre los 35 y los 80 años, produciéndose entre los 45 y los 65 años el mayor pico de incidencia. No obstante, no se dispone de un sistema nacional de registro de tumores para conocer las cifras exactas (3,4).

Los programas de detección precoz y el envejecimiento de la población, entre otros, son posiblemente dos de los principales motivos del aumento del número de casos de cáncer de mama en España, estimándose un incremento anual de la incidencia entre un 1 y un 2%. En el período comprendido entre el año 2001-2004, el cáncer de mama resultó ser el tumor maligno más frecuente entre las mujeres residentes en el Principado de Asturias. La incidencia se situó en los 2.274 casos, lo que representa un 24,9% de todos los tumores en el sexo femenino. El 53,61% de los nuevos casos diagnosticados durante este período tuvo lugar en mujeres de entre 35 y 64 años. La razón de mortalidad/incidencia en esta misma etapa fue de 0,34, registrándose 781 defunciones debidas a un carcinoma de mama (2). Estas cifras reflejan la magnitud de este problema de salud.

Según diversos estudios (5), el cáncer de mama parece ser una enfermedad multifactorial. En su desarrollo se barajan factores genéticos, socioculturales, hormonales, víricos, etc. El conocimiento del nivel, tendencia y distribución de la salud de la población, así como de los factores asociados a la misma, permite establecer prioridades y optimizar los recursos disponibles con el objetivo de mejorar la salud de la población. La toma de decisiones en materia de salud debe tener en consideración no solo la evaluación del estado de salud, sino también una gran cantidad de características biológicas, demográficas, sociales y económicas que condicionan ese estado de salud (6). Por lo tanto, es importante conocer no únicamente los datos clínicos relacionados con el proceso tumoral, sino también las características sociodemográficas, las del entorno y los hábitos de vida de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama.

La obtención de información relacionada con el proceso tumoral, como es el tipo de carcinoma, estadio, tiempo desde el diagnóstico, localización y lateralidad, presencia o no de metástasis, etc., puede ayudar a conocer el estado de salud de las pacientes y a planificar de forma adecuada el proceso asistencial. Del mismo modo, la recopilación de datos sociodemográficos permite identificar características cualitativas y cuantitativas de una determinada población, con el fin de determinar posibles factores de riesgo y actuar en consecuencia para evitarlos o reducirlos en la medida de lo posible. La comparación de las características clínicas y sociodemográficas de grupos de pacientes en las diferentes fases de la enfermedad (diagnóstico, tratamiento, supervivencia, recidiva, etc.), puede ser de ayuda para monitorizar las posibles modificaciones que experimentan a lo largo del proceso asistencial.

Por lo tanto, con el propósito de generar conocimiento relacionado con las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama, se llevó a cabo un estudio cuyos objetivos fueron determinar las características sociodemográficas y clínicas de mujeres supervivientes y las recientemente diagnosticadas de cáncer de mama e identificar las diferencias entre ambos grupos.

Material y métodos
Se llevó a cabo un estudio multicéntrico, transversal y analítico en dos grupos poblacionales que recibían atención en los Servicios de Oncología del Principado de Asturias.

La población de estudio estaba formada por 598 mujeres diagnosticadas de cáncer de mama en 2008 (Grupo A) y por 442 mujeres supervivientes diagnosticadas en 2004 (Grupo B). Se realizó el cálculo del tamaño muestral a través del programa epidemiológico para datos tabulados EPIDAT versión 3.1 (contraste de hipótesis; potencia: 80%, estimación de pérdidas: 20%, nivel de confianza: 95%). La muestra seleccionada fue de 228 participantes en el Grupo A y de 140 en el Grupo B, que se fueron reclutando sistemáticamente. Todas ellas aceptaron la participación en el estudio y firmaron el pertinente consentimiento informado.

Un avanzado estado de la enfermedad, la dependencia para las actividades de la vida diaria y la presencia de alguna enfermedad mental o invalidante, se consideraron criterios de exclusión.

Las variables objeto de estudio fueron las siguientes:

  • Sociodemográficas: edad, nivel de estudios, estado civil, situación laboral y asistencia a algún tipo de terapia (psicológica, artística u otras).
  • Clínicas: diagnóstico histológico, estadio tumoral, presencia de metástasis y localización, presencia de recidiva, tipo de cirugía, tratamiento previo y tratamiento actual (en el momento de la realización del estudio) y administración de transtuzumab.

Los datos clínicos o relacionados con el proceso oncológico se recogieron a través de la revisión de historias clínicas. Las características sociodemográficas se obtuvieron a través de un pequeño cuestionario que las participantes cumplimentaron una vez aceptada su participación en el estudio.

Se empleó una estadística descriptiva y analítica mediante los test t de student y Chi-cuadrado. Se asumió un nivel de confianza del 95% y se utilizó la aplicación informática SPSS 18.0.

El protocolo de estudio fue aprobado por la Comisión de Investigación de la Fundación Hospital de Jove y por el Comité Ético Regional de Investigación Clínica del Principado de Asturias.

Resultados
El número de nuevos casos de cáncer de mama en 2008 (598) superó en 156 los diagnosticados en 2004, lo que supone un aumento del 35,3%.

El perfil sociodemográfico de las participantes corresponde a una mujer de 56 años de edad en el grupo A y de 61 años en el grupo B; casada (71,5 % en el Grupo A; 62,1% en el B), con estudios primarios, ama de casa, en estado postmenopáusico (49,1%; 55,7%) que no asistía a ningún tipo de terapia (psiquiátrica, psicológica u otras).

En cuanto a su perfil clínico, la participante “estándar” había sido diagnosticada recientemente de un estadio I (37,7%; 43,5%) de un carcinoma ductal infiltrante (84,2%; 83,6%) en su mama izquierda (52,2%; 51,4%), que había sido tratada con cirugía conservadora y una combinación de quimioterapia y otras terapias adyuvantes.

El perfil sociodemográfico de las participantes supervivientes diagnosticadas en 2004 (Grupo B) no difiere del de las pacientes con diagnóstico reciente en 2008 (Grupo A), excepto obviamente en el tiempo transcurrido desde el diagnóstico y en la edad.

Las características sociodemográficas y clínicas significativamente distintas entre ambos grupos se muestran en las Tablas 1 y 2.

Las participantes del Grupo B tuvieron una edad media superior en unos cinco años a las participantes del Grupo A. La moda de la edad en este grupo ha disminuido en dos años con respecto a la del Grupo B (p < 0,0001).

Mientras entre las participantes del Grupo A hubo un mayor número de mujeres con estudios secundarios y universitarios que en el Grupo B, en éste el porcentaje de mujeres con estudios primarios fue muy superior al resto de los posibles niveles formativos. Esta observación se manifiesta estadísticamente significativa (p = 0,04).

Resultó significativamente mayor el número de mujeres del grupo A, con respecto a las del grupo B, que se encuentran en situación de incapacidad laboral transitoria (p < 0,0001).

El porcentaje de participantes que asistían a algún tipo de terapia (psicológica, psiquiátrica u otras) fue mayor en el grupo de reciente diagnóstico (p = 0,005). Asimismo, se pudo constatar que el 63,5% de las mujeres que asistían a terapia del Grupo A y el 57,14% de las del Grupo B, no lo hacían a través de las prestaciones ofertadas por los Servicios de Salud de la comunidad autónoma.

Ambos grupos presentaron características similares en cuanto al estadio tumoral, diagnóstico histológico, mama afectada, tipo de cirugía y presencia de recidiva tumoral, pero el número de mujeres con metástasis en el Grupo B fue significativamente superior al del Grupo A (p = 0,04).

Por otra parte, un porcentaje mayor de participantes del Grupo B se encontraba sin ningún tipo de tratamiento en el momento de la realización del estudio y la radioterapia solo figuraba entre el tratamiento de algunas de las participantes del Grupo A. En cuanto al tratamiento previo, el 3,6% de participantes del Grupo B no había recibido ningún tipo de tratamiento adyuvante, mientras que en el Grupo A todas recibieron uno u otro tipo. Así mismo, el porcentaje de mujeres que habían recibido previamente hormonoterapia fue bastante inferior al del Grupo B. Estas diferencias fueron estadísticamente significativas en la comparación de ambos grupos en cuanto al tratamiento actual (p < 0,0001) y al previo (p < 0,0001). La administración de tratamiento de trastuzumab en el Grupo A fue superior (p < 0,0001).

Discusión
A través del presente estudio se observó un aumento de la incidencia de cáncer de mama con respecto a la ocurrida en 2004. Así mismo, se han identificado una serie de características sociodemográficas y clínicas de mujeres recientemente diagnosticadas y de mujeres supervivientes de cáncer de mama, observándose algunas diferencias entre ambos grupos.

La edad media de las participantes del Grupo B (supervivientes) es de unos 61 años, lo que significa que hace cinco años, en el momento del diagnóstico, la edad media correspondía con unos 56 años. Ésta es justamente la media de edad de las participantes del Grupo A (de reciente diagnóstico). Por lo tanto, en Principado de Asturias la edad poblacional media más susceptible de padecer un cáncer de mama no ha variado en los últimos cinco años y constituye, sin duda, un factor de riesgo importante. Por otra parte, se ha podido observar cómo la moda de la edad de las pacientes con diagnóstico reciente ha bajado dos años, lo que podría interpretarse como que se está produciendo un descenso progresivo de la edad en la que el cáncer de mama es diagnosticado. De hecho, la edad más baja que se ha observado en el grupo de mujeres de reciente diagnóstico (Grupo A) ha sido de tan solo 29 años, mientras que en el Grupo B, la edad mínima fue de 36. Este resultado ha de ser tenido en cuenta de cara a la planificación de programas de cribado de cáncer de mama que actualmente se dirigen a mujeres de entre 50 y 69 años (7). El cáncer de mama y su tratamiento es una enfermedad de gran morbimortalidad e impacto socioeconómico, por lo que la prevención y detección precoz del mismo constituye un aspecto verdaderamente importante.

En lo que respecta a la situación laboral, se observa cómo el número de mujeres recientemente diagnosticadas con incapacidad laboral transitoria quintuplica la cifra del grupo de las supervivientes. Según diversos estudios, cifras tan dispares pueden ser debidas al impacto físico y psicológico que supone el reciente diagnóstico o a los efectos indeseados de los tratamientos adyuvantes que pueden haber recibido recientemente o estar recibiendo en el momento del estudio y que impiden la reincorporación a la vida laboral (8-10).

Otro dato llamativo es que casi el doble de las mujeres con reciente diagnóstico asiste a algún tipo de terapia (psicológica, psiquiátrica, con la enfermera, etc.). Las mujeres con cáncer de mama han de afrontar una variedad de situaciones estresantes, entre las que se incluyen el propio diagnóstico (11,12), los procedimientos médicos invasivos, los efectos secundarios de los tratamientos (13) y las alteraciones en su esfera social y personal (14,15). Todos estos acontecimientos producen un fuerte impacto emocional y psicológico. Diversos trabajos (16-19) muestran que entre un 20 y un 35% de las mujeres con cáncer de mama, independientemente del estadio de su enfermedad, tienen una morbilidad psiquiátrica medible. De ahí que un alto porcentaje de mujeres recientemente diagnosticadas precise asistir a algún tipo de terapia que les ayude a establecer mecanismos de compensación para aceptar y sobrellevar de la mejor manera posible su proceso de salud. En relación con esto, es destacable el alto porcentaje de pacientes que acuden a terapia por cuenta propia. Dada la importancia que la atención psicológica tiene en la salud global y en la recuperación de niveles óptimos de calidad de vida (20-25), ésta debería incluirse o al menos ofertarse de un modo más directo y accesible en el proceso de atención de las mujeres con cáncer de mama.

Se ha podido constatar cómo la presencia de metástasis se quintuplica en las pacientes supervivientes en relación a las de reciente diagnóstico y es que el pico de mayor recurrencia después del diagnóstico si sitúa en los dos o tres años postdiagnóstico (26).

En lo referente al tipo de cirugía, no se observan diferencias entre los dos grupos poblacionales, siendo de elección la cirugía conservadora, considerada el tratamiento quirúrgico estándar en los estadios iniciales del cáncer de mama. Diversas investigaciones han demostrado que la práctica de una cirugía conservadora ayuda a mantener la funcionalidad del brazo y el hombro (27-29) y mejora la calidad de vida en pacientes con cáncer de mama (30,31). El tratamiento estándar para el cáncer de mama incluye la extirpación quirúrgica del tumor y las terapias adyuvantes locales, como la radioterapia y sistémicas, como los agentes biológicos, quimioterapia y hormonoterapia (32). El trastuzumab es un fármaco relativamente nuevo. Se trata de un anticuerpo monoclonal utilizado como tratamiento adyuvante en el cáncer de mama metastásico con sobreexpresión del oncogen HER-2. Actúa inhibiendo el crecimiento de las células tumorales y disminuyendo la probabilidad de recibida tumoral. En el Principado de Asturias no se protocolizó la determinación inmunohistoquímica del HER-2 de manera sistemática hasta el año 2005, momento en el que se publicó la “Guía para el diagnóstico y tratamiento del cáncer de mama en el Principado de Asturias” (33). Por lo tanto, las diferencias encontradas en relación al tratamiento previo y al tratamiento actual se deben, principalmente, a las nuevas opciones terapéuticas disponibles de las que no se han podido beneficiar las mujeres supervivientes. Por otra parte, parece lógico que exista un mayor porcentaje de mujeres del Grupo B que habían sido o estaban siendo tratadas con hormonoterapia en el momento de la realización del estudio. La hormoterapia constituye el último eslabón de la terapia oncológica más común en este tipo de tumor, que es administrado durante al menos cinco años en pacientes con receptores hormonales positivos. Las mujeres del grupo de supervivientes, cinco años después de su diagnóstico, ya habrían cumplido parte o la totalidad del esquema terapéutico.

Como limitaciones del trabajo, se destaca el pequeño tamaño muestral de ambos grupos poblacionales, el tipo de diseño del estudio y la selección no probabilística de las participantes. Estas cuestiones pueden condicionar la validez externa de la investigación, por lo que se recomienda realizar una interpretación cautelosa de los resultados.

A modo de conclusión, se puede afirmar que el estudio del perfil sociodemográfico y clínico de las mujeres con reciente diagnóstico y supervivientes de cáncer de mama, ha permitido obtener información importante para la atención oncológica en este tipo de tumor.

Las mujeres con edades comprendidas entre los 45 y 65 años forman parte del grupo de riesgo de padecer un cáncer de mama.

La asistencia a terapia psicológica es requerida por las mujeres recientemente diagnosticadas, por lo que la accesibilidad a esta prestación debería estar garantizada dentro del esquema terapéutico de este grupo de pacientes.

La obtención de este tipo de información permitirá adaptar los cuidados enfermeros, los programas de cribado y otros aspectos del proceso de atención, a las características de las mujeres susceptibles de padecer cáncer de mama o con diagnóstico confirmado, favoreciendo el desarrollo de un proceso asistencial integral y de calidad. Para todo ello, se hace perentoria la realización de nuevas investigaciones al respecto.

Por otra parte, se ha podido observar la aparición de nuevas modalidades terapéuticas en el tratamiento del cáncer de mama, como la administración del trastuzumab. La obtención del perfil clínico de las participantes en este estudio podrá servir de referencia para observar las posibles variaciones en el comportamiento tumoral (metástasis, recidivas, etc.) en estudios posteriores, de cara a evaluar la efectividad de las nuevas alternativas terapéuticas implementadas.

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