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Metas de Enfermería

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JUNIO 2013 N° 5 Volumen 16

Osteopenia y osteoporosis en mujeres con factores de riesgo

Sección: En Portada

Cómo citar este artículo

Arrabal Órpez MJ, García Fernández FP, Laguna Parras JM, Rodríguez Torres MC, Ramírez Pérez C, Arrabal Órpez MC et al. Osteopenia y osteo­porosis en mujeres con factores de riesgo. Metas Enferm 2013; 16(5):26-30.

Autores

1María Jesús Arrabal Órpez, 2Francisco Pedro García Fernández, 3Juan Manuel Laguna Parras, 4María del Carmen, 5Carmen Ramírez Pérez, 6María del Carmen Arrabal Órpez, 7Margarita García Carriazo

1Enfermera. Técnico de Investigación de la FIBAO (Fundación pública andaluza para la Investigación Biosanitaria de Andaluzía Oriental.
2Enfermero. Master en investigación e innovación en Salud, Cuidados y Calidad de vida. Coordinador de la Unidad de Estrategias de Cuidados. Complejo Hospitalario de Jaén.
3Enfermero especialista en Salud mental. Complejo Hospitalario de Jaén. Servicio andaluz de Jaén.
4Enfermera gestora de casos del CHJ.
5Enfermera de la Unidad de Estrategia de Cuidados del CHJ.
6Enfermera.
7Ginecóloga de la Clínica Avicena de Jaén. Hospital de Alta Resolución de Alcalá la Real, Jaén.

Contacto:

María Jesús Arrabal Órpez. Avda. Olivares, 4, 2º derecha. 23600 Martos (Jaén).

Email: pythew@hotmail.com

Titulo:

Osteopenia y osteoporosis en mujeres con factores de riesgo

Resumen

Objetivo: determinar la prevalencia de osteopenia y osteoporosis en mujeres con factores de riesgo en la provincia de Jaén, identificar la relación entre los factores de riesgo y el lugar de realización de la prueba con el diagnóstico.
Material y método: estudio descriptivo transversal. Se incluyeron mujeres que acudieron a una consulta privada de ginecología. Se les realizó una densitometría ósea en columna y cadera (técnica Dexa). Se efectuó un análisis univariante tanto para las variables cuantitativas como cualitativas. El contraste de hipótesis se desarrolló mediante el coeficiente de correlación de Pearson en las cualitativas y la Ji-cuadrado en las cualitativas.
Resultados: se estudiaron 151 mujeres, con una edad media de 56 años, y un IMC promedio de 26,86. El 57% se realizaron la prueba para la prevención de osteopenia y osteoporosis. Existía relación entre edad, el peso y el IMC (factor protector) y el diagnóstico de osteopenia u osteporosis. La prevalencia de osteoporosis fue de un 4% cuando la prueba se efectuó en cadera y de un 20% cuando se hizo en columna.
Conclusiones: la edad se posiciona como un factor de riesgo en la aparición de osteopenia y osteoporosis. El peso y el aumento del IMC parecen actuar como factor protector en estas mujeres. Existe una importante diferencia diagnóstica entre ambas en función del lugar de realización de la densitometría ósea, siendo mayor la prevalencia cuando se efectuaba en cadera.
 

Palabras clave:

densidad mineral ósea; densitometría ósea; ginecología; mujeres; osteopenia osteoporosis

Title:

Osteopenia and osteoporosis in women with risk factors

Abstract:

Objective: to determine the prevalence of osteopenia and osteoporosis in women with risk factors in the province of Jaén, to identify the relationship between risk factors and the site on which the diagnosis test is conducted.
Materials and method: transversal descriptive study. It included women who visited a Gynecologist in the private setting. They underwent a bone density test of the hip and spine (DEXA technique).  Univariate analysis was conducted both for quantitative and qualitative variables. Hypothesis contrast was developed through Pearson Correlation Coefficient in quantitative variables, and Ji-square in qualitative variables.  
Results: the study was conducted on 151 women, with 56 years as median age, and an average BMI of 26.86. Of these, 57% underwent the test in order to prevent osteopenia and osteoporosis. There was a connection between age, weight and BMI (protective factor) and the diagnosis of osteopenia or osteoporosis. Prevalence of osteoporosis was 4% when the test was conducted on the hip, and 20% when it was conducted on the spine.
Conclusions: age is positioned as a risk factor for the presence of osteopenia and osteoporosis. Weight and increase in BMI seem to act as a protective factor in these women. There is an important diagnostic difference between them, based on the area in the body where the bone density test was performed, with a higher prevalence when performed on the hip.

Keywords:

bone density test; bone mineral density; gynecology; osteopenia; osteoporosiswomen

Introducción
 
La osteoporosis es la enfermedad metabólica ósea más frecuente. Se calcula que afecta a unos 75 millones de personas en Europa, Estados Unidos y Japón, y aproximadamente a 200 millones en todo el mundo, siendo la responsable de la mayor parte de las fracturas que se producen en personas mayores de 50 años (1).

Las fracturas osteoporóticas, especialmente las de cuello del fémur y de la columna vertebral, son la principal complicación de esta enfermedad. Diversos estudios ponen de manifiesto cómo deterioran la calidad de vida (por el dolor asociado, la discapacidad que provocan, con aumento de la depresión y de la dependencia) (2,3), pero sobre todo son las responsables del aumento de la mortalidad, que algunos autores sitúan entre el 10 y el 20% (5-8).

Sin embargo, el problema en nuestro contexto, lejos de disminuir va en aumento, y de una manera exponencial. Actualmente, cada año se producen en todo el mundo cerca de 1,6 millones de fracturas de cadera. Se estima que en el año 2050, si el incremento del número de fracturas continúa al ritmo actual, la incidencia en todo el mundo aumentará un 310 % en varones y un 240% en mujeres, alcanzándose valores entre 4,4 (8) y 6,3 millones de fracturas anuales (9).

Todo ello debe hacernos pensar en el alto coste económico asociado para los sistemas de salud. Al aumento de la utilización de los servicios médicos (6,10) habrá que sumarle el del coste económico. Actualmente en Europa los costes directos estimados son de 36.300 millones de euros los cuales se espera que aumenten a 76.700 millones de euros en 2050, según la expectativa de cambios demográficos (2).

En otros países europeos la situación es similar. Así en Bélgica, los costes anuales por fractura de osteoporosis se estiman en cerca de 150 millones de euros (8), y en Suecia suponen más días de ingreso que otras patologías crónicas (9).

Tres aparecen como los factores determinantes en el desa­rrollo de la osteoporosis:

  • La menopausia: que provoca una deprivación estrogénica, lo que supone una falta de freno a la acción de los osteoclastos y esto conlleva una pérdida acelerada y desproporcionada de hueso trabecular (alto remodelado óseo) (11).
  • La edad: aunque es un factor de riesgo independiente para desarrollar una osteoporosis, en la mujer está intensamente relacionado con la menopausia, siendo además más frecuente en hijas de madres osteoporóticas, aunque no se ha podido establecer un patrón de transmisión genética específico de la enfermedad (11).
  • El estilo de vida: es fundamental para conservar la masa ósea. Engloba aspectos que tienen que ver con la dieta, los hábitos tóxicos y la actividad física. Diversos estudios epidemiológicos han objetivado una relación entre el consumo de cigarrillos y una menor densidad mineral ósea (DMO), una mayor incidencia de fractura vertebral y de cadera, además de ser más recurrentes y precisar más tiempo para su curación (12). El alcohol es el tóxico más perjudicial. El ejercicio físico tiene un papel importante para el crecimiento y la remodelación del hueso, a lo que también contribuye la presión y tensión muscular. El hábito sedentario y todas las situaciones que conllevan inmovilización, suponen la ausencia de estos estímulos y condicionan la posibilidad de desarrollar o agravar una osteoporosis (11).

La OMS clasifica a los pacientes con osteoporosis en función de la masa ósea en: osteopenia, osteoporosis y osteoporosis severa (13). A su vez, las osteoporosis se clasifican en dos grupos: primaria, es el grupo más amplio e incluye los casos de osteoporosis en los que no se identifica ninguna enfermedad que la justifique directamente. Entre ellas nos podemos encontrar: osteoporosis idiopática juvenil y osteoporosis del adulto joven, postmenopáusica tipo I, asociada con el embarazo y posparto (12). La secundaria es causada por patologías o medicaciones, distintas a la pérdida ósea explicable por la etapa posmenopáusica o envejecimiento. Las posibles enfermedades que pueden condicionar la pérdida de masa ósea son muy variadas: endocrinológicas, digestivas, genéticas, hematológicas, reumáticas, postrasplante, farmacológicas y un amplio grupo misceláneo (12).

La osteoporosis y las fracturas osteoporóticas son hoy en día una “enfermedad silenciosa”, debido a que siguen estando poco diagnosticadas y tratadas. Por ello no debemos adoptar una actitud expectante, sino incluir programas de detección y prevención dentro del ámbito laboral. Un correcto cribado diagnóstico y un buen tratamiento de la osteoporosis conduce a una menor tasa de fracturas asociadas.

El objetivo general del presente estudio fue determinar la prevalencia de osteopenia y osteoporosis en mujeres con factores de riesgo en la provincia de Jaén, las cuales acuden a revisión ginecológica en consultas privadas. Como objetivos específicos se plantearon: identificar la relación existente entre baja densidad mineral ósea y la edad, entre baja densidad mineral ósea y peso e índice de masa corporal (IMC), y entre el diagnóstico de osteopenia y osteoporosis y el lugar de realización de la densitometría (columna o cadera).

Material y método

Se realizó un estudio descriptivo transversal en un centro sanitario privado ubicado en la provincia de Jaén. La población objeto de estudio fueron todas las mujeres que acudían a consulta privada de ginecología para una revisión protocolizada entre los meses de febrero y junio de 2009.

Como criterios de inclusión se utilizaron que las mujeres cumplieran con alguno de los siguientes factores de riesgo: 1) antecedentes familiares de osteopenia u osteoporosis que pudieran precisar tratamiento precoz; 2) disminución de altura; 3) edad avanzada; 4) histerectomía; 5) menopausia temprana; 6) confirmación de sospecha clínica de osteopenia u osteoporosis. Se excluyeron del estudio aquellas mujeres a las que se les efectuó la prueba con otros fines distintos a los expresados en el párrafo anterior.

Según los datos de Álvarez Sanz et al (18), la prevalencia de osteoporosis en España es del 9,1% en mujeres mayores de 50 años, por lo que para el cálculo del tamaño muestral se estimó una proporción del 10%; así para conseguir una precisión del 5% y bajo una seguridad del 95%, se estimó un número de mujeres mínimo a incluir de 139. El tipo de muestreo utilizado fue de tipo no probabilístico accidental.

Las variables de estudio fueron:

  • Variable dependiente: diagnóstico de la DMO (expresa el resultado de la densitometría tanto en columna como en cadera) categorizada como: normal, osteopenia u osteoporosis.
  • Variables independientes: edad (nº de años cumplidos), peso (expresado en kilogramos), talla (expresada en metros), IMC (calculado como el peso expresado en kg dividido entre la talla expresada en m2), indicación de densitometría (categorizada en: prevención, situación previa de osteopenia u osteoporosis, edad avanzada, pérdida temprana de la menstruación, pérdida de altura, histerectomía y caídas frecuentes).

La DMO se efectuó mediante absorciometría dual por rayos X (DEXA). El resultado obtenido se comparó con los valores de su población de control, tanto respecto al pico de masa ósea de la población joven sana (puntuación T) o bien respecto a su grupo de edad y sexo (puntuación Z). En ambos casos se transformó el valor de la DMO en desviaciones estándar respecto al valor medio poblacional (15).

2En la Figura 1 se presentan los criterios de interpretación de los datos de la densitometría en la que empleando la definición de osteoporosis como una medición de la masa ósea de más de 2,5 desviaciones estándar (DE) por debajo del promedio de adultos jóvenes (T-Score -2,5 o más), el área de color rojo de la figura muestra el área de DE que indica osteoporosis; se puede ver la variación de la T y la Z-Score con la edad y cómo se calculan dichos parámetros.

De las historias clínicas se obtuvó la edad y el motivo de realización de la prueba. Las medidas de peso y talla, fueron tomadas en ropa de calle y sin zapatos, en la misma sesión y por el mismo investigador, para evitar que cambios en las condiciones ambientales o biológicas afectaran a los resultados. El resultado de la densitometría se obtuvo en una consulta posterior al desarrollo de la prueba.

Para el análisis de datos se efectuó inicialmente un análisis unvariante en el que las variables cuantitativas se presentaron como media y DE, y las cualitativas como frecuencias absolutas y porcentajes. Para establecer la relación entre DMO y edad, peso e IMC se utilizó el coeficiente de correlación de Pearson. Para comparar las diferencias diagnósticas entre el lugar de realización y la presencia o no de osteopenia u osteoporosis se desarrolló la prueba de la Ji-cuadrado. En todos los casos se consideró significativo un valor p< 0,05. Para el análisis de los datos se utilizó el paquete estadístico SPSS v.12.0.

Resultados

Se incluyeron en el estudio un total de 151 mujeres. La media de edad fue de 56 años (DE: 6,76) con un rango de entre 40 y 76 años. El peso medio de la muestra fue de 66 kg (DE: 9,75) con un rango de 48 a 94 kg.

El IMC promedio del estudio fue de 26,86 (DE: 3,98) con un rango de 19,83 a 39,12. Dos de cada tres mujeres se encontraban en situación de sobrepeso u obesidad según criterios de la OMS (Tabla 1). En el Gráfico 1 se presentan las causas de solicitud de la DMO. En un 57% de las mujeres se solicitó con la indicación de prevención de osteopenia y osteoporosis por antecedentes familiares, seguido por la confirmación diagnóstica de una sospecha de situación previa de estas enfermedades y la histerectomía.

 
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En los Gráficos 2 y 3 se presentan los valores de la T y la Z-Score en cadera y columna. Se observó una importante diferencia diagnóstica en función de donde se rea­lizara la prueba; así en las pruebas efectuadas en cadera la tasa de DMO compatible con la normalidad se dan en un 53% (Gráfico 2), mientras que cuando se realizan en columna esta tasa desciende a 36% (Gráfico 3). La prevalencia de osteoporosis fue de un 4% cuando la prueba se realizó en cadera (Gráfico 2), y de un 20% cuando se hizo en columna (Gráfico 3).
 
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Existía una correlación positiva entre edad y baja DMO, tanto en columna rxy= 0,3503 (p< 0,05) como en cadera rxy= 0,3975 (p< 0,05), de manera que al aumentar la edad, aumentaba el número mujeres con osteopenia y osteoporosis. Por el contrario, se daba una correlación negativa entre el peso y la DMO también en columna rxy= -0,2942 (p< 0,05) y en cadera rxy= -0,3092 (p< 0,05), por lo que al aumentar el peso, disminuía la prevalencia de osteopenia y osteoporosis.

En cuanto al IMC, no se dió correlación entre IMC y resultados DMO en columna rxy= -0,1457 (p> 0,05), pero si en cadera rxy= -0,1626 (p< 0,05); por lo que al aumentar el IMC había una menor prevalencia de dichas patologías.

De las 91 pacientes que se realizaron la densitometría con la indicación de prevención de osteopenia y osteoporosis, en 57 (63%) eran normales cuando la densitometría se hizo en columna, y si era en cadera, la normalidad disminuía a 39 (43%). En lo que se refiere a osteoporosis, las cifras aumentaban de 3 (3,2%) a 12 (13%) según se hiciera en columna o en cadera. Estas diferencias diagnósticas en el grupo de prevención fueron estadísticamente significativas (p= 0,01). También se hallaron diferencias (p= 0,02) en los grupos que se efectuaron la prueba por indicación de disminución de altura, siendo las cifras de osteoporosis mucho más elevadas en el DMO de columna que de cadera (4 casos frente a 1) (Tablas 2 y 3).

 
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Situación similar se daba en el grupo de diagnóstico previo de osteoporosis u osteopenia, en el que los casos de osteoporosis pasaron de 2 a 15 (p< 0,001), según se hubiera hecho la prueba en cadera o en columna (Tablas 2 y 3).
 
Discusión y conclusiones
Con los datos actuales de la bibliografía no hay evidencias científicas que apoyen la utilización indiscriminada de la densitometría ósea en el cribado poblacional. No obstante, sí parece indicada su realización en pacientes con factores de riesgo (12); estos factores son los que se han estudiado en el presente trabajo.

Quisiéramos destacar en primer lugar las importantes diferencias en el diagnóstico encontradas entre las DMO efectuadas en columna y cadera. Este hallazgo coincide con lo de publicado por otros autores que encuentran difencias en ambos lugares y recomiendan la utilización doble para evitar falsos positivos; también puede ocurrir que en determinadas mujeres con osteoporosis de columna no se les realice tratamiento preventivo por la identificación de un valor normal de la cadera (15-17).

La prevalencia de osteopenia en columna y cadera en la población estudiada ha estado en torno al 45%; en ambas pruebas, sin embargo, en la prevalencia de osteoporosis se observan mayores diferencias. En el presente estudio las tasas en columna duplican a las obtenidas por Álvarez et al (18) y están más en consonancia con las de otros países de nuestro entorno como Alemania o Suecia que las sitúan en torno al 21-24% (17,20).

Respecto a las variables sociodemográficas edad, peso e IMC, los resultados encontrados están en consonanacia con lo publicado en la literatura. Varios autores han encontrado relación entre edad y pérdida ósea (12,20,21) algo razonable si es considerado como factor de riesgo, no obstante, es preciso recordar que la mayoría de las mujeres estudiadas en el presente trabajo están entre 50 y 60 años. Atendiendo al peso y al IMC, parece que el aumento de este actúa como factor protector contra la osteoporosis. Los datos obtenidos coinciden con lo publicado (22-25). Esta relación persiste después de realizar ajustes por edad, estado de salud, uso previo de calcio y vitamina D, TRH y consumo de medicamentos para el tratamiento de la osteoporosis (25) , un efecto que es especialmente intenso con un IMC entre 25 y 30 y que se pierde cuando el sobrepeso sobrepasa ese valor (24).

Respecto a las limitaciones del estudio cabe señalar que se ha efectuado un muestreo accidental entre mujeres que acuden a consulta en un centro privado, lo que limita la validez externa del mismo. Por otra parte, el carácter transversal del diseño no permite mostrar la secuencia temporal entre factores de riesgo y osteopenia y osteoporosis, para lo cual se requeriría un estudio con carácter longitudinal.

Como conclusiones, la prevalencia de osteopenia en mujeres que acuden a un centro privado en la provincia de Jaén se sitúa en torno al 45%, mientras que la de osteoporosis oscila entre el 4 y el 20% en función del lugar donde se realice la densitometría ósea. La edad se posiciona como un factor de riesgo en la aparición de osteopenia y osteoporosis. El peso y el aumento del IMC parecen actuar como factor protector. Existe una importante diferencia diagnóstica de osteopenia y osteoporosis en función del lugar de desarrollo de la densitometría ósea, siendo mucho más elevado el número de pacientes con afectación cuando la prueba se realiza en columna que cuando se realiza en cadera. Estas diferencias son especialmente significativas entre la población a la que se efectúa la prueba para prevención, o en situación previa de osteoporosis u osteopenia, por lo que sería aconsejable efectuarla en ambos lugares en estos casos, para poder tener eficacia diagnóstica, no dar falsos negativos y comenzar precozamente el tratamiento adecuado.

Financiación
Ninguna.

Conflictos de intereses
Ninguno.

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