Un Sueño con mil estrellas ¡Dónde arde la llama de la vida, cuando el alma vaga errante, ¡Dónde afloran los deseos, cuando la voz calla y se parte; En un sueño aprendí, que hay un largo camino, ¡Cuándo siento la luz, que ilumina mis días; ¡Cuándo veo salir, el dolor de sus vidas, ESTRIBILLO (BIS) Lluvia fresca del alba, de blanca plata adornada, Todas las manos unidad, y un corazón levantado, ESTRIBILLO (BIS)
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Libreto
Antonio Claret García Martínez Doctor en Historia. Profesor de la Universidad de Huelva.
Manuel Jesús García Martínez Enfermero. Licenciado en Antropología. Profesor de la Universidad de Sevilla.
Tema de Composición
El enfermero ha de recorrer un largo camino desde que decide entregarse a la profesión de cuidador hasta que alcanza su madurez profesional. Es un camino que en los textos españoles de Enfermería del siglo XVII se percibe con claridad, tanto en los manuales para su formación como en las bibliografías que se conservan de enfermeros ilustres.
La presente composición se inspira en la vida de Bernardino de Obregón, hidalgo castellano que buscaba abrirse camino en la agitada corte de Felipe II, que recorre Europa luchando por su Rey y que experimenta una profunda crisis emocional al ver morir a sus compañeros en el campo de batalla. Ello le sume en un profundo caos interior del que acaba saliendo y encontrando la luz en la entrega al cuidado de los enfermos. A través de una serie de etapas, Bernardino pasa de ser un joven deseoso de placeres y riquezas a una persona entregada a los demás, que ofrece su vida y hacienda al cuidado de los pobres enfermos, para los que funda la Mínima Congregación de los Hermanos Enfermeros Pobres (Obregones).
Con esta composición se desea rendir un homenaje a todos los enfermeros, y con ellos a la Enfermería Española, tomando como símbolo-guía a Bernardino de Obregón (un enfermero), a su entrega al cuidado de los enfermos, a los que dedicó más de treinta años de su vida en un proceso de formación y enseñanza constantes.
Estructura de la composición. Se divide en tres Cantos y el Estribillo
Estribillo: Un Coro, a imagen de la conciencia humana, y que simboliza la Fuerza del Destino, recuerda incesantemente al joven Bernardino de Obregón ( y como él a otros muchos jóvenes) su entrega y dedicación al cuidado de los enfermos.
Canto Primero: La conversión de Bernardino de Obregón. Simboliza sin duda del joven ante su futuro incierto; es el caos inicial y la búsqueda de la vocación. Los versos reflejan un estado emocional en crisis, con sustantivos y adjetivos que denotan un grado de conmoción, desesperanza y desilusión, de angustia.
Canto Segundo: La formación de Bernardino de Obregón. Simboliza la vocación encontrada y la dedicación al estudio de la Enfermería: los inicios de la luz. Los versos representan un cambio absoluto con respecto a los anteriores. Ahora es la luz la que impera, la alegría que se va recobrando, abundando los tonos claros (blancos, luz del día, flores, ilusiones encendidas, manos cálidas y tiernas sonrisas).
Canto Tercero: La etapa de madurez de Bernardino de Obregón. Simboliza el ejercicio profesional: la luz encontrada y compartida con los enfermos, y con ella…, la Felicidad. Es la culminación de la obra de Bernardino, y junto a él la de todos los enfermeros, representados aquí en espigas, «inmensos campos colmados de espigas», sembrados por todo el mundo; y siempre verdes, que es color que simboliza la esperanza transmitida a los enfermos.