La sección primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha estipulado una condena de un año de prisión a un hombre que agredió en un centro de salud a una enfermera que se negó a suministrarle la metadona que pedía el procesado, además de indemnizar a la víctima con 6.470 euros.
Los hechos tuvieron lugar el 28 de septiembre del 2010, sobre las 13.15 horas, cuando el imputado acudió a un centro de salud situado en la calle General Dávila de Santander. Sin haber concertado cita previa, el agresor exigió a una enfermera ser atendido, “pasándole un papel por la cara y diciéndole que era urgente”.
A continución, el imputado comenzo a golpearla en varias ocasiones con el antebrazo en la cara, además de cogerla por los brazos y a zarandearla, hasta que la enfermera pudo escapar y se encerró en la consulta, tras lo que el hombre siguió chillando y golpeándola a través de la puerta, que la víctima no pudo cerrar, hasta que unos compañeros de trabajo consiguieron detener al agresor.
Con esta sentencia, el tribunal rechaza el recurso que el agresor presentó contra la sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Santander que en noviembre del año pasado le condenó como autor de un delito de atentado, junto con un delito de lesiones.
Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió una contusión facial con dolor en la cara y los antebrazos, una crisis de ansiedad y un cuadro de estrés postraumático, por el que precisó tratamiento psicológico y psiquiátrico. La enfermera, que estuvo 93 días de baja laboral, presenta secuelas como labilidad emocional (alteraciones en la manifestación de la afectividad), además de temores y pesadillas en relación con su trabajo.
