Hace unas semanas llegó una DANA que arrasó diferentes localidades dejando centenares de fallecidos, desaparecidos y daños materiales. Entre los lugares afectados estuvo Jerez, donde comenzó a llover de manera desmedida sorprendiendo a mucha gente. Entre ellos estaba Encarnación Freiría, una enfermera del SAS que se quedó atrapada en su propio coche y lo ha contado en una carta.
Todo ocurrió el día 30, esta enfermera intentó salir del coche cuando vio que el agua comenzaba a subir e inundar su vehículo en pocos minutos, pero la presión del agua le impedía abrir las puertas o ventanillas, por lo que estaba atrapada.
En esos instantes, varios agentes de la Policía Nacional se percataron de lo ocurrido y no dudaron en lanzarse al agua para ayudar a esta enfermera. Varias semanas después, Encarnación ha acudido a la comisaría para encontrarse con ellos y agradecerles que le salvaran la vida, además de entregarles una carta expresando todo su cariño.
Carta de Encarnación Freiría Martel
“El pasado día 30 durante las lluvias torrenciales que ocurrieron en Jerez, quede atrapada en mi coche bajo un puente inundado.
Cuando vi que la puerta no se podía abrir y mis piernas empezaban a sumergirse en el agua que subía cada vez con mayor rapidez, sentí un horror indescriptible, me invadió una sensación de soledad y desamparo, atrapada en un lugar del que no había escapatoria, la angustia me llenaba al pensar que estaba a punto de morir, sin que nadie se enterara.
Cuando finalmente llegaron los agentes de la Policía Nacional, realizando enormes esfuerzos por sacarme de allí, sentí algo que no había sentido hasta ese momento: me sentí acompañada. Esos hombres no dudaron en arriesgar sus vidas para salvarme, haciendo un esfuerzo sobrehumano para sacarme de aquella situación.
Sin pensarlo dos veces, corrieron hacia mí, sin importarles el peligro para su propia integridad, en ese instante me sentí completamente a salvo, escuchada y acompañada.
No tuvieron más que palabras de apoyo y consuelo, mostrándose cariñosos, respetuosos y con una empatía absoluta, me abrumó su generosidad, la compañía y el consuelo que me brindaron. No dejaron de preguntarme cómo me sentía, y se quedaron conmigo hasta que ya no los necesité.
Sé que nunca podré agradecerles lo suficiente por todo lo que hicieron, Su dedicación, valentía y compromiso son invaluables. Sé que cada día arriesgan sus vidas para proteger a los ciudadanos y mantener el orden, realizando una labor que no se puede medir ni valorar del todo”.
Gracias por su entrega y compromiso diario.
Jerez, noviembre 2024.
Encarnación Freiría Martel