Dos alumnos de enfermería han conocido de mano de profesionales la situación de los enfermeros en Nicaragua, cómo se forman allí y cómo atienden a los pacientes, tanto en los principales hospitales como en las zonas rurales de dicho país. Jara González Iñigo, que acaba de terminar el tecer curso de enfermería en la Universidad de Cáceres, y Rubén Matas Robert, que finalizó en junio sus estudios de enfermería en la Universidad de Alicante, ganaron una beca solidaria del Sindicato de Enfermería Satse en Nicaragua.
Durante su estancia de 21 días, ambos alumnos han tenido la oportunidad de conocer de primera mano el papel que desempeñan los enfermeros, tanto en los principales hospitales de la capital, Managua, como en las zonas rurales más remotas. Jara ha explicado que no va a olvidar nunca la experiencia y que ha aprendido mucho. “Aquí pensamos que necesitamos muchas cosas y cuando vas allí te das cuenta de que en realidad no hacen falta tantas”. Por su parte, Rubén afirma que “esta experiencia me ha aportado mucho, tanto a nivel de formación como personal”. Además, indica el joven alicantino, “he conocido otras patologías que aquí no existen, he visto qué es lo que más falta hace allí y todo lo que he aprendido en Nicaragua lo voy a poder aplicar en España de un modo u otro”.
“Algo que en la universidad no te enseñan”
Previamente a su partida, Jara señalaba que para ella lo más importante era que “voy a aprender a identificar nuevos problemas que aquí nos son totalmente desconocidos y a conocer una cultura diferente que me va a ayudar a ser más consciente de lo necesario que es valorar lo que tenemos aquí”. Por su parte, Rubén afirmaba que “aquí nos quejamos de los medios que tenemos pero cuando esté allí voy a ver cómo se las apañan con muchos menos recursos”.
Los dos ganadores de la beca solidaria para estudiantes adheridos Satse afirman haber logrado su principal objetivo: “ver cómo es la enfermería en otros países y en qué consiste el trabajo de cooperación porque es algo que en la universidad no te enseñan”. A ambos les gustaría dedicarse en un futuro a la cooperación internacional, ya que “es un campo muy grande de oportunidades y más tal y como están las cosas aquí ahora”, ha asegurado Rubén. Por su parte, Jara considera que “voy a intentar por todos los medios dedicarme a la cooperación porque te hace sentir una satisfacción personal que es difícil conseguir aquí en un hospital, allí haces tu trabajo y te das cuenta de que lo que haces cambia la vida de las personas”.
