Matronas y profesionales sanitarios del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital del Vinalopó, en Alicante, colaboran en la realización de la técnica de «versión cefálica externa», con el fin de ofrecer a las pacientes embarazadas la oportunidad de evitar la cesárea programada en determinadas situaciones donde está indicada, como es el caso de la posición fetal no cefálica (presentación de nalgas o situación transversa).
La «versión cefálica externa» es una técnica en la que, a través de maniobras externas sobre el abdomen de la madre, se cambia la posición del feto malposicionado a la posición cefálica adecuada para el parto, con el fin de evitar que el feto se encuentre de nalgas en el momento del parto y no tener que relizar la cesárea, intervención que conlleva un mayor riesgo para la madre y el bebé.
Esta técnica se ha realizado con éxito por primera vez en el Hospital del Vinalopó a una gestante de 38 semanas. El doctor Cazorla, jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital del Vinalopó, ha explicado que «uno de los objetivos del servicio es ofrecer la máxima calidad y garantía en la atención al control del embarazo y parto, mediante la actualización permanente de conocimientos y técnicas. En este sentido se ha promovido la formación en el procedimiento de «versión cefálica externa», así como su protocolización e introducción en la cartera de servicios del centro».
Todo el equipo sanitario que desarrolla su labor en el área de paritorios y colabora en la realización de esta técnica, también contribuye a «ofrecer una atención integral a las mujeres, poniendo a su disposición las mejores instalaciones, la última tecnología y una asistencia de la máxima calidad que se completa con talleres de lactancia y masaje infantil, que son impartidos en los diferentes Centros de Atención Primaria”, según han señalado fuentes del centro hospitalario.
Actualmente, el hospital cuenta con ocho salas de dilatación, parto y recuperación individuales, las cuales están equipadas con la última tecnología. Los monitores de cada paritorio están centralizados y se pueden visualizar fuera de estas salas, con el objetivo de contribuir a garantizar la comodidad y la intimidad de la madre durante todo este tiempo, sin descuidar la seguridad clínica del feto y de la gestante.