“Las enfermeras comunitarias son un recurso extremadamente valioso para la transformación de los modelos sanitarios y en la One Health”Miércoles, 23 de octubre de 2024 por diariodicen.es Bajo el lema “Los Cuidados del Camino: el camino del cambio”, hoy, 23 de octubre, arrancan las XII Jornadas Nacionales de Enfermería Familiar y Comunitaria, donde se pondrá en valor el papel esencial de este colectivo en la mejora de los cuidados de la población gracias a su formación especializada, la cual permite abordar de manera integral las necesidades de las personas y comunidades. En esta ocasión, cabe destacar las sinergias que se han llevado a cabo entre la Enfermería Comunitaria y la Salud Ambiental, sinergias que sirven de punto de partida hacia un trabajo colaborativo donde ambas disciplinas trabajen con un objetivo común: la mejora de la calidad de vida de la población. Uno de los resultados de esta colaboración es el lanzamiento de un número especial de la Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria (RIdEC), editado junto a la Revista de Salud Ambiental, donde mediante una serie de artículos se pretende reflexionar sobre la necesidad de converger de ambas áreas. Hablamos sobre estas jornadas nacionales y sobre las sinergias necesarias entre la Enfermería Comunitaria y la Salud Ambiental con el Dr. Vicente Gea Caballero, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia, profesor de Salud Pública y Comunitaria y director de RIdEC; y con el Dr. José Mª Ordóñez Iriarte, jefe de Servicio de Riesgos Ambientales en la Dirección General de Salud Pública (Comunidad de Madrid) y profesor de Salud Pública en la Universidad Francisco de Vitoria (Madrid). Cartel de las jornadas Pregunta. Hoy arrancan las XII Jornadas Nacionales de Enfermería Familiar y Comunitaria, ¿cuáles son los principales temas que se abordarán? ¿Y los objetivos marcados para estas jornadas? V. Gea: Bien, estas jornadas nacionales pretenden, desde la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), reafirmar el compromiso de las enfermeras comunitarias con los cuidados de calidad para dar lo mejor de sí a cada persona, su familia y los grupos a los que cuidan; por supuesto, poniendo en valor a las enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria, especializadas en cuidar a las personas y a sus entornos. Este es el objetivo general que ha guiado el espíritu de las jornadas. Bajo ese lema, se trabajará el desarrollo profesional de las enfermeras comunitarias, que permitirá la transformación de la atención sanitaria a través de relaciones de confianza, una comunicación efectiva y la comprensión de las personas, pero también con una visión global de los entornos de vida. Durante las jornadas se abordarán problemas y necesidades personales y de la Salud Pública del presente y futuro, la desigualdad, la diversidad; se explorará el camino recorrido por la Enfermería Comunitaria, y el futuro por recorrer, temas como la digitalización de la atención sanitaria, el uso de la IA, la intervención comunitaria del futuro o el urbanismo, de cara a transitar hacia la excelencia en el cuidado. Por supuesto, y en esa globalidad, la Salud Ambiental y la Enfermería Comunitaria tienen también su espacio. P. Uno de los temas que vertebrará estas jornadas son las sinergias que existen entre la Enfermería Comunitaria y la Salud Ambiental. ¿Cuáles son los puntos comunes y hacia dónde se ha de dirigir el trabajo colaborativo entre ambas áreas? JM. Ordóñez Iriarte: Uno de los determinantes de la salud, que cada vez cobra mayor relevancia por mor del cambio climático, es el medio ambiente. Calidad el agua, del aire, nuevos vectores, temperaturas extremas de calor y frío, polen, sustancias químicas, sector empresarial, etc.; todos ellos constituyen elementos que, sin duda, serían fundamentales considerarlos, no solo en la anamnesis de los pacientes, sino en el abordaje comunitario de los mismos. En este sentido, los caminos de la Enfermería Comunitaria y los de la Salud Ambiental no deben seguir discurriendo en paralelo, como hasta ahora, sino que deben ir juntos en la misma “calle” de este estadio llamado Salud Pública. Es cierto que, desde el punto de vista organizativo, la Enfermería Comunitaria pertenece al ámbito de los Servicios Regionales de Salud y la Sanidad Ambiental de las Direcciones Generales de Salud Pública, pero el objeto de las dos es la salud de la población, de ahí la necesaria convergencia y sinergia de ambos servicios. José Mª Ordóñez Iriarte P. De esta colaboración, se ha publicado un número especial de la Revista Iberoamericana de Enfermería Comunitaria (RIdEC), editado junto a la Revista de Salud Ambiental. ¿Qué nos vamos a encontrar en él? JM. Ordóñez Iriarte.- Nos vamos a encontrar una serie de artículos que pretenden reflexionar sobre la necesidad de converger, de tener un punto de encuentro entre dos áreas fundamentales: la Atención Primaria y la Sanidad Ambiental. Para ello, decidimos invitar a todas aquellas sociedades científicas cuyo ecosistema es la Atención Primaria. Lamentablemente, alguna declinó esta invitación, pero las demás han participado activamente. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), la Sociedad Española de Sanidad Ambiental (SESA) y la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) han redactado sendos manuscritos en este trabajo conjunto, coordinado entre estas dos revistas. La idea era darnos a conocer. Responder a preguntas sencillas, pero relevantes: ¿qué hacemos?, ¿cómo vemos el medio ambiente?, ¿qué esperan los equipos de Atención Primaria de la Sanidad Ambiental de su comunidad autónoma?, ¿qué problemas ambientales les preocupa? Sanidad Ambiental, por su propia esencia, conoce el medio ambiente, los factores de riesgo ambiental que existen en el territorio; dispone de sistemas de información, unos propios otros no, pero que los utiliza con el fin de caracterizar la exposición de la población a los mismos. Calidad del aire, superaciones de los valores umbrales, de óxidos de nitrógeno, de ozono, partículas, niveles de polen por taxón polínico aerovagante y alergénico; temperaturas de “disparo” de calor y frío, radiaciones ultravioletas, emisiones de las industrias sujetas al registro estatal de emisiones y fuentes contaminantes, calidad el agua, suelos contaminados, etc. Todo ello, sin duda, es relevante para los Equipos de Atención Primaria (EAP), y se les puede proporcionar, pero queremos interactuar entre nosotros para que la información que necesitan fluya, esté ajustada a las necesidades de los EAP, les sea útil. Este número conjunto de nuestras revistas, RIdEC y RSA, pretende ser el inicio de un camino; ahora queremos reunirnos, debatir entre nosotros, conocernos más y reorientar la acción de la Sanidad Ambiental hacia las necesidades y demandas de los EAP. La sanidad ambiental debe ajustarse a los retos asistenciales y las enfermedades más prevalentes. Es el momento de reorientar la acción de la Sanidad Ambiental y ubicarla en el siglo XXI. La inspección, tan importante y de gran peso en épocas anteriores, debería evolucionar a otro modelo de supervisión y gestión, y dedicar sus esfuerzos a dos grandes retos: la prevención de riesgos (mediante la participación activa en los procedimientos administrativos de evaluación ambiental y de evaluación de impacto en salud) y en utilizar los sistemas de información ambiental para caracterizar la exposición, en tiempo y lugar: número de personas y grupos etarios expuestos a óxidos de nitrógeno, a ozono, a metales pesados provenientes de las industrias, a temperaturas extremas, a polen y esporas, etc. P. El enfoque One Health está fortaleciendo su presencia en instituciones internacionales. ¿Qué papel debería de tener la enfermera en este concepto de “una sola salud”? V. Gea: Las enfermeras comunitarias son un recurso extremadamente valioso para la transformación de los modelos sanitarios, como han demostrado en el pasado, en el presente, y con absoluta seguridad en la transición hacia la One Health, que será con las enfermeras o no será (igual). No es posible prescindir o no aprovechar de la valía, la fuerza de trabajo y el conocimiento de profesionales formadas al más alto nivel y con gran experiencia en el trabajo con las comunidades, los entornos y las colectividades. Es, además, uno de los colectivos más grandes dentro del sistema sanitario, lo que permitirá vehiculizar perfectamente a través de su trabajo diario el cambio, porque el cambio no sucede desde los despachos o los congresos, en grandes planes y proyectos; el cambio sucede cuando la realidad se transforma en función de esos planes, y esa realidad es la vida y la salud de las personas en su entorno de vida, de trabajo, de ocio… que se transforma cuando profesionales como las enfermeras comunitarias trabajan cada día. Por ello, dirigir los esfuerzos de los sistemas sanitarios, sociosanitarios y sociales a metas más globales, más diversas, y con una perspectiva más multidisciplinar, es la vía efectiva de transformación, con enfermeras que pueden liderar este cambio. Ya hay muchas enfermeras de reconocidísimo prestigio trabajando en el desarrollo de la One Health a altos niveles, y hay muchísimas más que pueden liderar ese cambio, de un sistema centrado en la enfermedad a otro centrado en los riesgos y realidades globales de todo tipo, y la desigualdad social. Un buen ejemplo del papel de la enfermería es el número especial de Salud Ambiental y Atención Primaria. La decisión de desarrollar el número especial estaba fundamentada, por un lado, en que la Salud Ambiental es esencial para el trabajo de las enfermeras comunitarias, que obviamente deben acercarse (mutuamente) a los servicios de Salud Ambiental para que “una sola salud” sea una realidad. Sin embargo, por otro lado, el hecho de que la Salud Pública sea multidisciplinar por naturaleza, como bien defiende la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria SESPAS, hace que tenga que abordarse por todos los actores del sistema de salud, entre ellas las enfermeras. Que enfermeras comunitarias tomen la iniciativa de explorar científicamente la relación y potenciales sinergias entre la Salud Ambiental y la Atención Primaria, muestra la preocupación, el interés y la intencionalidad de trabajar el futuro con una visión mucho más global que en la actualidad, para resolver los problemas sociales y sanitarios actuales, pero también futuros. Vicente Gea Caballero P. En términos generales, ¿por dónde pasa el futuro de la Enfermería Comunitaria? ¿Qué metas se ha de fijar y qué barreras tiene que derribar? V. Gea: Bueno, es una pregunta recurrente y compleja. El futuro está por escribir, el futuro en realidad es un proceso continuista… y serán las propias enfermeras comunitarias las que tengan que dirigir dicho proceso de transformación con un liderazgo fuerte, diverso y plural. En este contexto, la visibilidad y el liderazgo son aspectos claves. En cuanto a problemas de salud, es obvio que el envejecimiento, la cronicidad, la desigualdad y las agendas de desarrollo sostenible (a medio plazo los ODS y la agenda 2030, pero los nuevos proyectos futuros también), entre otros, son aspectos que las enfermeras deben capitalizar, asumir y liderar en el futuro. Pero también aspectos como la fragilidad, la complejidad y otros son necesidades que precisarán mayor participación, responsabilidad y protagonismo por parte de las enfermeras comunitarias. En lo que afecta a los sistemas de salud, también considero que están en plena transformación, y que el cuidado también tendrá que adaptarse en un contexto de especialización, digitalización avanzada, uso de TIC, IA y aplicaciones, incluyendo la asistencia remota. Es un reto apasionante pero complejo. No obstante, me atrevo a afirmar que conviene no olvidar el enorme potencial de las enfermeras en el entorno de vida de las personas, y en su creatividad y adaptación al cambio: la acción comunitaria, la Salud Pública y comunitaria desde su perspectiva más global, son irrenunciables para las enfermeras comunitarias, auténticas protagonistas. La innovación en estos campos, gracias (pero consecuencia también) a la investigación y la transferencia, son claves y deben ser pilares de la enfermera comunitaria del futuro. Medir el impacto y el resultado de las intervenciones comunitarias para generar evidencias robustas de lo que la enfermera hace en la comunidad, es un ejemplo más de lo que se necesitará, en busca de las mejores prácticas no solo clínicas, también en la diversidad de intervenciones que hacen las enfermeras de todo tipo. Ahí incluyo otro reto, el reto educativo. Pocas personas discuten hoy que la enfermera es referencia en la educación de la población. Es necesario seguir trabajando con la población para promocionar la salud y empoderar a las comunidades. También considero clave la participación en gestión y la alta gestión, ocupar puestos de responsabilidad y desarrollar una alta competencia política, estando allá donde se toman decisiones que afectan a la salud, es importante para las enfermeras comunitarias. Todo ello sin despistar ni distraer el trabajo con la población: empoderarla, hacerla más participativa, darle protagonismo, consultarla en las decisiones sanitarias (no solo en decisiones individuales), mejorar la alfabetización en todas las dimensiones que afecten a la salud, trabajar los determinantes para caminar hacia comunidades sanas, saludables, igualitarias y equitativas, que permita avanzar hacia el bienestar, la vida de calidad y la felicidad máxima adaptadas al máximo nivel de salud que entre todos y todas podamos conseguir en la población.