El ensayo clínico en humanos de una vacuna contra el alzhéimer se llevará a cabo durante el primer trimestre de 2013, estando aún pendiente de ser aprobado por la Agencia Española del Medicamento. Este ensayo se llevará a cabo en cerca de 200 pacientes de España y 150 de Estados Unidos, y en una treintena de hospitales públicos y privados de ambos países.
El fundador de Araclon Biotech, empresa participada mayoritariamente por Grifols, Manuel Sarasa, ha declarado que “esta vacuna está pensada para pacientes clínicamente sanos y estimula el sistema inmunitario para producir anticuerpos contra las proteínas beta-amiloides 40 y 42, causantes de la enfermedad”. El objetivo de la vacuna sería ralentizar la enfermedad y aumentar la calidad de vida de estos pacientes.
Según ha señalado Antonio Páez, responsable de la investigación sobre el alzhéimer de Grifols, “en esta patología la proteína beta-amiloide se acumula en el cerebro creando placas que producen la destrucción neuronal, llegando a afecta el líquido en contacto con el cerebro y al plasma sanguíneo”.
Esta vacuna forma parte de una estrategia diagnóstica y preventiva de la enfermedad, para determinar la presencia en sangre de las proteínas beta-amiloides, lo cual permitiría la detección de la enfermedad en sus fases iniciales.
No obstante, Grifols está desarrollando estudios sobre tratamientos con hemoderivados, concretamente con la hemoféresis como novedosa aproximación terapéutica, para los pacientes que ya padecen la enfermedad en estados avanzados. Además de métodos ya conocidos como la plasmaféresis, que consiste en la separación las células de la sangre del plasma eliminando la proteína, y el recambio plasmático, una plasmaféresis de gran volumen donde se sustituye el plasma por albúmina, Grifols está desarrollando nuevas líneas de estudio, como la hemoféresis, técnica que consiste en la extracción de una cantidad limitada de plasma con reposición de albúmina o inmunoglobina.
