El Gobierno ha aprobado un Real Decreto que establece las normas básicas para la protección de los animales que se utilizan para la experimentación y otros fines científicos y que supone un gran avance en este ámbito.
El Real Decreto se ha redactado según lo que señala el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, el cual establece que los Estados Miembros “velen por el bienestar de los animales como seres sensibles”.
Este Proyecto de ley, modifica la Ley de 2007 para el cuidado de los animales en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio aprobado el 18 de enero. El nuevo Decreto, aprobado el pasado 1 de febrero, supone un gran avance para garantizar la máxima protección de los animales utilizados en la experimentación científica.
Hasta este momento, las normas de protección sólo se aplicaban a animales vertebrados, algunos invertebrados, a determinadas formas fetales de los mamíferos y a los animales criados específicamente para que sus órganos o tejidos puedan usarse con fines científicos.
A través de este Real Decreto, se fijan unas normas “especialmente estrictas” para el uso de perros, gatos y ciertos primates en la experimentación científica, se prohíbe expresamente la experimentación con los grandes simios (gorilas, chimpancés, orangutanes y bonobos), y también se fijan las condiciones que deben de cumplir los proyectos en los que se utilicen animales.
Esta nueva normativa se centra en fomentar el uso de métodos alternativos a la experimentación con animales mediante la implementación del denominado “principio de las tres erres”:
-Reemplazo: utilización siempre que sea posible de alternativas a la experimentación con animales.
-Reducción: minimizar la cantidad de animales usados en la experimentación.
-Refinamiento: que los procedimientos con animales les causen el menor sufrimiento posible.
Asimismo, el Real Decreto detalla las condiciones de alojamiento de los animales y los cuidados que tienen que recibir y los requisitos mínimos de los criadores, suministradores y usuarios.
