Antes de realizar la prescripción de este tipo de medicamentos, que en algunos casos son el único tratamiento en determinadas enfermedades o el que ofrece los mejores resultados, los profesionales de la salud deben actualizar sus conocimientos acerca de los antecedentes, la composición, procesos de elaboración y los requerimientos normativos de los medicamentos biológicos, para poder recetar a los pacientes la mejor terapia existente para su patología.
Estos fármacos contienen moléculas desarrolladas para atacar targets específicos en diferentes enfermedades y cuyo uso ha aumentado en los últimos años, ya que en ocasiones representan la única solución y en otros la mejor alternativa.
Por este motivo, la actualización científica permanente es necesaria para garantizar la seguridad, eficacia y seguridad de los biomedicamentos que se prescriben. “El acto de prescripción es un deber insustituible, un rol muy importante y muy complejo, aunque muchas veces descuidado. Esto provoca que al prescribir medicamentos ocurran errores graves, lo que no sólo representa un problema serio de salud pública a nivel mundial, sino que además en el caso de los medicamentos biológicos puede generar un desenlace fatal”, ha señalado Ignacio Maglio, abogado diplomado en salud pública, jefe de la sección Riesgo Médico-Legal del Hospital Muñiz y coordinador del Área de Promoción de Derechos de la Fundación Huesped, en Argentina, durante un congreso internacional sobre prescripción y neurología, que se ha celebrado recientemente.
