Según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), 6.810 profesionales enfermeros figuraban en las listas del paro al finalizar diciembre de 2016. Las cifras muestran un descenso de este dato si se comparan con las de 2015, año que cerró con 8.500 enfermeros desempleados. Con respecto a otros ámbitos de la profesión sanitaria, los números son superiores: en medicina, ponen de manifiesto un total de 1.500 parados. Por otro lado, según el informe oficial, otros de los principales problemas del empleo enfermero son la estacionalidad y la precariedad.
En cuanto a la estacionalidad, el trabajo de los profesionales enfermeros experimenta repuntes en los periodos vacacionales, sobre todo verano y Navidad, y consecuentes fases de descensos pronunciados cuando dichas fechas pasan; el ejercicio estudiado mostró la mayor caída en 5 años, correspondiente al mes de febrero, en el que se registraron un total de 11.678 enfermeros parados. De esta forma se remarca el carácter cíclico de la profesión. En este sentido, el informe recoge un incremento del 22% de la temporalidad para diplomados y de un 32% para graduados con respecto a 2015.
Por otro lado, el empleo sanitario enfermero también se ha visto afectado por la precariedad laboral, ya que, en cifras absolutas, 14.491 enfermeros firmaron un total de 33.011 contratos durante el año objeto de estudio, es decir, el 98% de los contratos elaborados en 2016, según el documento del SEPE, fueron temporales.
