Concepto de competencia educativa desde la percepción del estudiante de enfermería

Sección: Originales

Cómo citar este artículo

Pimentel Jaimes JA, Bautista Álvarez TM, Ruiz Gómez GM, Rieke Campoy U. Concepto de competencias educativas desde la percepción del estudiante de enfermería. Rev. iberoam. Educ. investi. Enferm. 2019; 9(3):39-47.

Autores

1,2 José Alfredo Pimentel Jaimes, 3 Tania Meyatzy Bautista Álvarez, 4 Gloria Margarita Ruiz Gómez, 1 Ulises Rieke Campoy

1 Profesor Investigador. Facultad de Enfermería. Universidad Autónoma de Baja California (Campus Mexicali). México.
2 Estudiante de Doctorado en Ciencias de Enfermería. Universidad de Guanajuato (Campus Celaya-Salvatierra). México.
3 Estudiante de Maestría en Docencia. Instituto Universitario de las Américas y el Caribe. México.
4 Profesor Investigador. Unidad de Ciencias de la Salud. Universidad Autónoma del Carmen. México.

Contacto:

Email: alfredo.pimentel@uabc.edu.mx

Titulo:

Concepto de competencia educativa desde la percepción del estudiante de enfermería

Resumen

Introducción: una competencia educativa se define como el conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un desempeño, una función, una actividad o una tarea.
Objetivo: explorar el concepto de competencia educativa desde la percepción del estudiante de enfermería.
Metodología: se realizó un estudio cualitativo de corte descriptivo-interpretativo en 44 estudiantes de la Licenciatura en Enfermería de una Universidad del Sur de México. Los datos se obtuvieron mediante una cédula diseñada para el propósito del estudio. Se efectuó un análisis de contenido de texto mediante codificación y categorización de los datos, de ahí emergieron las categorías empíricas que construyeron y se relacionaron con el objetivo de estudio.
Resultados: de la comparación constante de los datos emergieron las siguientes categorías: 1) competencia es competir; 2) competencia es quien sabe más, y 3) competencia son habilidades, conocimientos y actitudes.
Conclusión: hay percepciones divididas referentes al concepto de competencia educativa en los estudiantes de enfermería, por ende, es importante aclarar a dichos estudiantes en qué consiste una competencia dentro de un modelo educativo. Es necesario recalcar que el conocimiento es uno de los componentes para el desarrollo de las competencias, pero no el único.

Palabras clave:

percepción ; estudiantes ; Competencia profesional ; educación en enfermería

Title:

The concept of educational competence as perceived by nursing students

Abstract:

Introduction: educational competence is defined as a set of social-affective behaviors; and cognitive, psychological, sensorial and motor skills allowing to play a role or to perform a task or activity appropriately.
Purpose: to explore the concept of educational competence as perceived by nursing students.
Methods: a qualitative, narrative-interpretative study was performed in 44 undergraduate nursing students at the Southern Mexico University. Data were collected by means of a cell that was specifically designed for the present study. An analysis of text content was carried out through coding and categorization of the data; the empirical categories emerging from such data were created and related to the study objective.
Results: based on an ongoing comparison of data, the following categories emerged: 1) competence is to compete; 2) competence is who has a better knowledge, and 3) competence are skills, knowledge, and attitudes.
Conclusion: divided perceptions exist regarding the concept of educational competence among nursing students; therefore, it is important to clarify to such students what a competence constitutes in an educational model. It must be emphasized that knowledge is just one of the needed components for the development of competences, but not the only one.

Keywords:

perception; students; Professional competence; education in nursing

Portugues

Título:

Conceito de competência educacional a partir da percepção do estudante de enfermagem

Resumo:

Introdução: competência educacional é definida como o conjunto de comportamentos socioafetivos e habilidades cognitivas, psicológicas, sensoriais e motoras que permitem desempenhar adequadamente um desempenho, uma função, uma atividade ou uma tarefa.
Objetivo: explorar o conceito de competência educacional a partir da percepção do estudante de enfermagem.
Metodologia: foi realizado um estudo qualitativo descritivo-interpretativo em 44 estudantes do Curso de Enfermagem de uma Universidade do Sul do México. Os dados foram obtidos através de um cartão projetado para o propósito do estudo. Uma análise do conteúdo do texto foi realizada por meio de codificação e categorização dos dados, a partir dos quais emergiram as categorias empíricas que foram construídas e relacionadas ao objetivo do estudo.
Resultados: a partir da comparação constante dos dados emergiram as seguintes categorias: 1) competição é competir; 2) competência é quem sabe mais, e 3) competência são habilidades, conhecimentos e atitudes.
Conclusão: há percepções divididas quanto ao conceito de competência educacional em estudantes de enfermagem, sendo importante esclarecer para os alunos o que constitui uma competência dentro de um modelo educacional. É necessário enfatizar que o conhecimento é um dos componentes para o desenvolvimento de competências, mas não o único.

Palavras-chave:

percepção; estudantes; Competência profissional; educação em enfermagem

Introducción

La palabra "competencia" se deriva del griego agon y agonistes, que indica aquel que se ha preparado para ganar en las competencias olímpicas, con la obligación de salir victorioso (1). El areté suprema, que anhelaba todo ciudadano griego, era ser triunfador en el combate, adquirir la posición de héroe y, por tanto, ver su nombre distinguido en la historia y su imagen recordada en mármol. En un principio, la educación griega estaba dirigida a alcanzar ese areté, la virtud suprema. A partir de Pitágoras, Platón y Aristóteles, este areté cambia de sentido para significar ser el mejor en el saber, el constructor de teorías rectoras de proyectos políticos; las competencias se desplazan desde habilidades y destrezas atléticas para triunfar, hacia las exigencias culturales y cognoscitivas (2).
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), citada en Gaibor et al. (3), define una competencia educativa como: el conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo de forma adecuada un desempeño, una función, una actividad o una tarea. De igual modo la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), citada en Nova (4), la define como: la capacidad para responder a las exigencias individuales o sociales para realizar una actividad. Cada competencia reposa sobre una combinación de habilidades prácticas y cognitivas interrelacionadas, conocimientos, motivación, valores actitudes, emociones y otros elementos sociales y comportamentales que pueden ser movilizados conjuntamente para actuar de manera eficaz.
Históricamente, en el ámbito educativo se han desarrollado numerosas definiciones para el concepto de competencia, tanto de organizaciones como de científicos de la educación (5-8); no obstante, es posible identificar en las conceptualizaciones ciertos elementos que son característicos en su definición: en primer término confluyen los conocimientos, los procedimientos, las actitudes y los valores; otro aspecto señala que solo se definen con respecto a su aplicación en un desempeño, un tercer punto enmarca la relación con la experiencia, que es importante como medio de constatación y evaluación, y finalmente el contexto, el que define en cierto modo la eficacia del desempeño; ello explica que una competencia puede ser evidenciada dependiendo del contexto en que se aplica.
Lo anterior es aplicable para todas las ciencias y profesiones, en el caso de enfermería como ciencia, disciplina y profesión contempla exigencias de una formación amplia y sistematizada que se lleva a cabo en los contextos disciplinar y laboral (9). Los procesos formativos en esta área tienen como ejes centrales el desarrollo de habilidades procedimentales en el área de simulación y la adquisición de diversas competencias a través de la experiencia clínica (10). Gran parte de la práctica de enfermería se relaciona con los conocimientos técnicos, es decir, con el aprendizaje de los motivos y los métodos para llevar a cabo las técnicas necesarias. Sin embargo, los conocimientos científicos, la fundamentación teórica y especialmente la formación humanística y ética son aspectos esenciales para el desempeño de una profesión que se desarrolla a través de las relaciones humanas (11).
En la actualidad, ya se encuentran definidas las competencias específicas para la profesión de enfermería (12), y alrededor del mundo la formación de estos profesionales se encuentra regida por un modelo educativo por competencias, que responde a todos los cambios y exigencias de la sociedad en el siglo XXI; incluso las competencias específicas han de estar permeadas en los perfiles de egreso de dichos profesionales. Aunque la mayoría de los estudiantes no tengan conciencia clara de ello. Si bien se ha investigado sobre la adquisición de competencias (13), el desarrollo de competencias clínicas (14,15), las percepciones de los estudiantes acerca de sus competencias y habilidades clínicas (15-18), la opinión de los profesionales e internos de enfermería sobre la importancia de las competencias de egreso de la licenciatura (19) y la percepción del alumnado sobre las competencias del profesorado (20); hasta la fecha no se han encontrado estudios que exploren la percepción sobre el concepto citado, es por eso que el objetivo del presente estudio fue explorar el concepto de competencia educativa desde la percepción del estudiante de Licenciatura en Enfermería.

Metodología

Diseño

Se realizó un estudio cualitativo (21) de corte descriptivo-interpretativo (22).

Participantes y lugar

El estudio se llevó a cabo en una universidad del sur de México. En este participaron 44 estudiantes (mujeres y hombres) del cuarto semestre de la Licenciatura de Enfermería seleccionados por conveniencia. Se escogió el cuarto semestre bajo el argumento de que inician sus primeras prácticas clínicas y comunitarias, y es ahí donde se combinan los conocimientos teóricos y prácticos, elementos fundamentales para el desarrollo de competencias, por lo tanto, fueron excluidos los semestres previos y posteriores al cuarto.

Mediciones

Para la recolección de datos se utilizó una cédula de datos personales en la que se incluyó un reactivo que indaga sobre el concepto y definición de competencia educativa. Todo esto desde la percepción del estudiante de la Licenciatura en Enfermería.

Procedimiento

El procedimiento de recolección de datos estuvo constituido por tres etapas: 1) fundamentación del proyecto, 2) identificación de los participantes e invitación a formar parte del estudio y 3) recolección de los datos. Etapa 1. Se efectuó la búsqueda bibliográfica electrónica y física exhaustiva de evidencia científica sobre competencias educativas para fundamentar el estudio. Etapa 2. Una vez fundamentado el estudio se procedió a la identificación de los participantes e invitación a formar parte del mismo. Con posterioridad se acordó una fecha, hora y lugar para efectuar la aplicación de la cedula de datos. Etapa 3. La recolección de datos (previo consentimiento informado) se llevó a cabo en un espacio físico (aulas de clase) dentro de la universidad citada.
Al finalizar la aplicación de la cédula se agradeció la participación de cada uno de los estudiantes. En todo momento se garantizó la confidencialidad de los datos, puntualizando que la participación era voluntaria, así mismo se les informó que podían abandonar en cualquier momento su participación sin ninguna repercusión en su situación escolar.

Análisis de datos

La captura, procesamiento y análisis de los datos personales (edad y sexo) se llevó a cabo en el paquete Statical Package for the Social Sciences (SPSS) versión 21 a través de estadística descriptiva (media, desviación estándar y porcentajes). Para la pregunta abierta que hace referencia al concepto de competencia educativa se realizó un análisis de contenido de texto de manera artesanal, considerando las etapas de análisis manifiesto y latente. Inicialmente se transcribió la información tal cual fue expresada por los participantes. Después se dio inicio al análisis de los datos identificando las palabras o ideas relacionadas con el objetivo del presente estudio, estas fueron revelándose a través de lecturas repetitivas y una identificación de frecuencias (análisis manifiesto).
Durante el análisis latente se pasó a la codificación, familiarización y organización de los datos que aportan información para develar las percepciones buscadas. En un inicio se comenzó a identificar y analizar toda la información escrita expresada por los participantes subrayando los hallazgos importantes, escribiendo notas al margen, integrando un código a cada uno, asignando un color a cada descripción para después buscar vínculos o relaciones de la percepción de competencia educativa.
Para la categorización se efectuó una reducción en los escritos sin limitar la idea expresada por la persona entrevistada. En seguida se fueron agrupando todos los que guardaran una relación muy cercana, dando inicio a la categorización. Después se integró cada descripción a las categorías, analizando profundamente si la integración era correcta, debía cambiar lugar o daba origen a una subcategoría. Una vez que la categoría era complemente representada por los escritos se dio paso a la redacción de un resumen que explica la categoría y la relación entre los elementos que la integran.
Para cuidar la confidencialidad de los participantes se asignó una letra del alfabeto griego en orden progresivo a las percepciones de los estudiantes. Cabe destacar que se presentaron las percepciones más relevantes para el objetivo de investigación, dado que algunas respuestas tendían a la saturación de datos para cada una de las categorías encontradas.
Consideraciones éticas
El presente estudio se apegó a los principios establecidos en la Declaración de Helsinki (23) y en lo dispuesto en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud en México (24). Esta última establece que para el desarrollo de investigación en salud se tendrán que tomar en cuenta aspectos éticos que garanticen la dignidad y el bienestar físico y psicológico de las personas involucradas. Es importante señalar que el presente proyecto fue dictaminado favorablemente por un comité de investigación y ética de la universidad en que se efectuó el estudio.

Resultados

En el presente estudio participaron 44 estudiantes de cuarto semestre de la Licenciatura de Enfermería de una universidad del sur de México, de entre 19 y 29 años de edad con una media de 21,61 (DE= 1,7). La mayoría de los participantes fue mujer (72,7%).
De la comparación constante de los datos emergieron las siguientes categorías:

1. Competencia es competir:
A menudo los estudiantes tienen la concepción errónea de que una competencia educativa significa “competir” con sus propios compañeros de aula, de grado, de carrera, e incluso de otras carreras, y lo expresan de manera continua argumentando lo siguiente:

a) Es la capacidad que tenemos para ser mejor que otros (alfa).
Como se observa, los estudiantes describen que una competencia es la capacidad para ser mejor que otros (desde el punto de vista del trabajo individual), sin importar el progreso y/o retroceso del compañero de clase, contrario a lo que se propone en uno de los cuatro pilares de la educación “saber convivir”.

b) Es buscar, pelear, jugarse un todo por llegar hasta lo más alto y ser el mejor (beta).
Incluso logran expresar que una competencia es pelear y jugarse todo por el todo como si fuese una competencia deportiva en la que la finalidad es ganar a como dé lugar, siempre y cuando se sigan una serie de reglas y recomendaciones que de no cumplirse ameriten una sanción. Por otra parte, es bien sabido que la derrota del otro es motivo de festejo y júbilo.
Llegar a lo más alto y ser el mejor indicaría ser acreedor de un premio ya sea trofeo, reconocimiento o compensación económica. En el caso particular de los estudiantes lo atribuyen a los procesos educativos en la competitividad diaria, responder primero, entregar los trabajos primero, contestar primero cuando el profesor lanza preguntas, y que se note que sobresalen de los demás, que a la hora de las prácticas clínicas las enfermeras digan: “este es un buen alumno”, a final de cuentas esa estatuilla o recompensa será la calificación final del curso semestral o de la carrera, para egresar con un mérito, mención honorífica o ser acreedor del primer lugar de la generación.

2. Competencia es saber quién sabe más:
En la mayoría de las definiciones de competencia emitidas por los estudiantes, el elemento inicial, o que sobresale mayoritariamente, es el conocimiento, es de esperarse que el conocimiento sea el componente principal, incluso el más importante para los estudiantes dado que lo expresan de la siguiente manera:

a) Es una lucha por saber más (gama).
Al igual que en la categoría número 1, en esta se sigue presentando la lucha como un componente para lograr el máximo conocimiento. Se parte de la concepción de que el conocimiento es la base fundamental de todo actuar, pues se argumenta que si “no se sabe conocer, no se sabrá hacer”. Desde el punto de vista de los estudiantes, no hay nada que le anteceda al conocimiento, puesto que es la piedra angular de toda ciencia, de hecho es de mucha frustración para los estudiantes de enfermería dado que a final de cuentas lo que se les evalúa semestre tras semestre es un cúmulo de conocimientos (contenidos) vistos durante el ciclo escolar; información cualitativa que se convertirá en cuantitativa (un numero), se clasificará y determinará quién sabe más desde el punto de vista de la objetividad. Es frustrante para los estudiantes no figurar entre uno de los “mejores”, incluso cuanto más transcurre el tiempo consideran quedarse atrás en el sentido de la impotencia de no poderlos alcanzar, sin tomar en cuenta que esto no implica solo poner en juego los conocimientos. Es frustrante también para ellos, que los profesores los cataloguen conforme “al que sabe más”, de una u otra forma siempre ellos estarán dentro de la clasificación de “los que saben menos”.

b) El que sabe más, será el mejor (delta).
En el entendido de que el alumno que acumule un mayor número de conocimientos teóricos en el aula será el mejor en la práctica y el mejor preparado a la hora de conseguir empleo. Esta afirmación no es cierta del todo, puesto que se ha observado que estudiantes de 10, o su equivalente 100, tienen menos habilidades prácticas que sus pares con promedios de 70 y 80 respectivamente. Desafortunadamente la percepción de los estudiantes no es del todo equivocada, pues nunca será mejor tener 7 manzanas que 10 (habría que echar un vistazo a la calidad de las manzanas). Muchas de las veces la forma de evaluar a los estudiantes sigue siendo demasiado objetiva y deja de lado una serie de detalles cualitativos impalpables. Los profesores han de prestar mayor atención o por comodidad a los estudiantes de mayor promedio. En realidad, el conocimiento solo es uno de los elementos para que se considere competente a un profesional. Es preocupante para los estudiantes que consideran que saben menos pues entienden, al menos en ese momento, que no serán los mejores y no encuentran una motivación interna ni por parte del profesor para cambiar esa percepción sobre lo que es ser competente y competitivo.

3. Competencia son habilidades, conocimientos y actitudes:
Dentro del análisis y categorización de los datos existen respuestas que se acercan de manera adecuada a la connotación actual de competencia educativa, pronunciando lo siguiente:

a) Son el conocimiento y las habilidades que se adquieren con el tiempo (épsilon).
Los estudiantes expresan que una competencia educativa es un conjunto de conocimientos y habilidades que se adquieren en el transcurso de la formación académica en la que, independientemente de la percepción, el conocimiento vuelve a tomar el primer lugar y segundo las habilidades. La carrera de enfermería es un área que depende del conocimiento teórico de los procedimientos y de las técnicas, y de la implementación práctica fundamentada de las mismas. Este pensamiento se restringe en la base de la repetición de procedimientos, pues conforme más las repitan más competentes se harán, en un primer momento en la simulación clínica y posteriormente en los hospitales. Los estudiantes enfocan su atención básicamente a una de las cuatro funciones sustanciales de enfermería, esta es la asistencial; cabe mencionar que las otras tres son gestión, docencia e investigación.

b) Son distintos niveles de conocimientos, habilidades, actitudes y destrezas (zeta).
Desde la percepción del alumno, el conocimiento es un elemento crucial para el desarrollo de habilidades y destrezas, principalmente clínicas, que es el área en el que el alumno de enfermería centra su atención. Se considera importante que si conoce una técnica su procedimiento a la hora de enfrentarse al escenario real podrá ejecutarla sin dificultad alguna y con habilidad y destreza a su vez. Toca de manera importante la actitud con la que efectúan dicho procedimiento clínico en el que además del conocimiento, la habilidad y la destreza, este se ha de ejecutar de la manera más éticamente posible. Se aprecia que en esta categoría los estudiantes clasifican el conocimiento en niveles, por lo que puede haber un buen, regular o mal conocimiento. Si bien el conocimiento es imprescindible para el desarrollo de una competencia, solo es uno de los elementos que puede contribuir en su desarrollo.

Discusión

El presente trabajo es único en su tipo dado que aborda por primera vez la percepción sobre el concepto de competencia educativa por parte de los estudiantes de enfermería. Es importante destacar que son muchos los autores y organismos que han definido competencia educativa; sin embargo, en este estudio destaca la definición de los estudiantes que en la mayoría de los casos dista mucho de la concepción de los dos primeros. La mayoría de los estudiantes argumenta que competencia es “competir” o “quién sabe más”. Por otra parte, en lo que coinciden son tres elementos principales, ya que establecen que “competencia son habilidades, conocimientos y actitudes”, en las definiciones tanto de los autores como de los organismos confluyen los siguientes elementos: conocimientos, actitudes, aptitudes, valores, habilidades, destrezas, prácticas y acciones.
Por ejemplo, Díaz Barriga (25) indica que el concepto de competencia hace referencia a un saber hacer de manera eficiente, demostrable mediante desempeños observables. Se trata de una capacidad para resolver problemas que se aplica de manera flexible y pertinente, adaptándose al contexto y a las demandas que plantean situaciones diversas desde la óptica de los promotores de la educación basada en competencias, la competencia no se limita a los aspectos procedimentales del conocimiento, a la mera posesión de habilidades y destrezas, sino que se ve acompañada necesariamente de elementos teóricos y actitudinales.
Por su parte Vidal Ledo et al. (26) argumentan que: “el concepto de competencia es bastante amplio, integra conocimientos, potencialidades, habilidades, destrezas, prácticas y acciones de diversa índole (personales, colectivas, afectivas, sociales, culturales) en los diferentes escenarios de aprendizaje y desempeño”. En este sentido, hablar del desarrollo de la competencia implica que el individuo establezca relaciones entre la práctica y la teoría, transfiera su desempeño a situaciones diversas y plantee y resuelva las situaciones problemas de manera inteligente y crítica. En la percepción de los estudiantes la competencia es el conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y destrezas que se adquieren en el aula y se fortalecen en el campo de la simulación y las prácticas clínicas, por tanto, los resultados del presente estudio, específicamente de la categoría 3, coinciden con los argumentos citados en las párrafos anteriores y subsecuentes.
Tobón (8) es explícito al señalar el análisis de la formación por competencias en la educación, teniendo como punto de referencia la gestión de calidad: las competencias son un enfoque para la educación y no un modelo pedagógico, pues no pretenden ser una representación ideal de todo el proceso educativo, determinando cómo debe ser el juicio instructivo, el proceso desarrollador, la concepción curricular, la concepción didáctica y el tipo de estrategias didácticas a implementar. Las competencias son un enfoque porque solo se focalizan en unos aspectos específicos de la docencia, del aprendizaje y de la evaluación.
Por lo anterior, la noción de competencia es una actividad contextualizada: ser competente no es simplemente aplicar un conjunto de conocimientos a una situación, es poder organizar su actividad para adaptarse a las características de la situación. La competencia pasa a ser entonces la estructura dinámica organizadora de la actividad, que permite que la persona se adapte a un tipo de situaciones, a partir de su experiencia, de su actividad y de su práctica (27). A pesar de que esta información es vigente, la categoría 1 se centra en los atributos de la competitividad (28) y no de la competencia. La categoría 1 más bien equivale a la concepción inicial de lo que se entendía por competencia (1).
Delors, citado por Torres Rivera et al. (29), especifica que la noción de competencia integra: el saber: conocimiento teórico o proposicional derivado de las afirmaciones empíricas o lógicas sobre el mundo, saber hacer: conocimiento práctico o desarrollo de las habilidades y destrezas necesarias para obrar en el mundo y saber ser: conocimiento experencial, también denominado saber del “saber estar”, del conjunto de normas, valores, actitudes y circunstancias que permiten interactuar con éxito en el medio social. Bajo esta perspectiva, las competencias referidas al saber se relacionan con el dominio de conocimientos que, desde un punto de vista disciplinar, fundamentan el desempeño profesional; las competencias referidas al saber hacer se identifican con las capacidades específicas del profesional tipo (diferenciándolo de otros profesionales); las referidas al saber ser aluden a las capacidades éticas del profesional, como actor social. Los resultados del presente estudio, en especial, los de la categoría 2, únicamente contemplan el saber, dado que se enfocan en el conocimiento y deja de lado los demás atributos de la competencia educativa.
En las definiciones mencionadas anteriormente sobre la competencia educativa, aparecen diversos atributos “deseables”, tales como los conocimientos, potencialidades, habilidades, destrezas, prácticas y acciones de diversa índole. La competencia como un desempeño que implica la integración de atributos generales (conocimientos, actitudes, valores y habilidades) requeridos para desempeñarse de modo inteligente ante situaciones específicas, parte del supuesto de que los conocimientos son “cosas” que se pueden poseer, adquirir, transmitir y construir y, por tal motivo, la escuela y de manera específica, el profesor, es el que se encarga de proveerlos y transmitirlos (8). Debe ser este también el que le explique al estudiante bajo qué enfoque lo está haciendo.

Conclusión

Es muy importante que antes de que un docente intente impartir su clase con base a un modelo educativo basado en competencias como enfoque, explique a sus estudiantes en qué consiste dicho enfoque. Dado que el alumno, aunque logrará notar algunos cambios en el transitar del nivel medio al nivel superior, considerará que solo son docentes nuevos y diferentes, pero no con un nuevo método de enseñanza-aprendizaje. Es necesario recalcar que el conocimiento es uno de los componentes para el desarrollo de las competencias, no el único.
Uno de los ejemplos más representativos al respecto es (30): “la escuela heredada es una escuela basada en el saber, en un conocimiento académico desligado, la mayoría de las veces, de su función. Se aprenden fórmulas, tablas, principios, conceptos, algoritmos, en los que se valora fundamentalmente la capacidad de reproducir y no tanto para aplicarlos. Sabemos la ley de Ohm, pero somos incapaces de interpretar un simple circuito eléctrico de una linterna. Sabemos el principio de Arquímedes, pero nos cuesta relacionarlo con lo que sucede cuando nos sumergimos en una piscina. Sabemos qué es un sintagma nominal, pero no sabemos utilizarlo para mejorar una frase escrita. Sabemos resolver una ecuación de segundo grado sin saber qué es lo que representa”.
En enfermería, sin excepción, se conoce el procedimiento de la venopunción, pero pocos son capaces de canalizar, y más complejo se torna en situaciones especiales como en neonatos, pacientes con hipotermia o quemados con difíciles accesos vasculares. Se sabe mucho y se es incapaz de utilizarlo para resolver situaciones en las que este conocimiento que se tiene podría ser muy valioso. Por lo tanto, se requiere una educación basada en la comprensión y el desarrollo de competencias, que dote a los estudiantes de capacidades que les permitan adecuarse a los requerimientos que la disciplina en formación y, posteriormente, la sociedad y el ámbito laboral les exigirán.

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