Identidad socioprofesional de las y los enfermeros de Santa Marta (Colombia)

Sección: Originales

Cómo citar este artículo

Camacho Rodríguez DE. Identidad socioprofesional de las y los enfermeros de Santa Marta (Colombia). Rev. iberoam. Educ. investi. Enferm. 2013; 3(1):23-9.

Autores

Doriam Esperanza Camacho Rodríguez

Enfermera Especialista en Gerencia de la calidad y auditoría en salud. Magister en gestión de la calidad, prevención y medio ambiente. 

Titulo:

Identidad socioprofesional de las y los enfermeros de Santa Marta (Colombia)

Resumen

Objetivo: conocer la identidad socioprofesional, que es la que se crea como producto del ejercicio de una profesión.
Material y método: investigación descriptiva retrospectiva de corte cualitativa en 20 profesionales de Enfermería de Santa Marta (Colombia), a través de una entrevista semiestructurada.
Resultados: el profesional de enfermería se identifica mediante los símbolos, representaciones sociales y valores tales como organización, cumplimiento y liderazgo, los cuales se extrapolan a su ámbito personal. Se muestran de acuerdo en que son cada vez más reconocidos en el ámbito laboral, pero que el común de la gente aún no define claramente sus funciones y no son fuertes gremialmente. Aunque valoran el desempeño en otras áreas, consideran que la asistencial es la que más identidad y valoración profesional les proporciona.
Conclusiones: la identidad socioprofesional de las y los enfermeros se fortalece a medida que logra mayor reconocimiento y posicionamiento laboral. 

Palabras clave:

identidad de género ; identidad socioprofesional ; posicionamiento ; práctica profesional

Title:

Socio-professional identity of nurses of Santa Marta (Colombia)

Abstract:

Objective: The determine the socio-professional identity, which is the product that is created as the exercise of a profession.
Material and methods: Retrospective descriptive research qualitative cut in 20 nursing professionals in Santa Marta (Colombia), through a semistructured interview.
Results: The nurse is identified by the symbols, social representations and values such as governance, compliance and leadership, which are extrapolated to its field staff. Showing agree that are increasingly recognized in the workplace, but that ordinary people did not clearly define their roles and are not strong gremialmente. Although performance value in other areas, consider that the care is what gives them identity and more professional valuation.
Conclusions: Socio-professional identity and nurses are strengthened as we achieved greater recognition and positioning work.

 

Keywords:

gender identity; Nursing identity; positioning work; professional in nursing practice

Portugues

Título:

Identidade sócio-profissional dos enfermeiros Santa Marta

Resumo:

Objetivo: a identidade sócio-profissional é o produto que é criado como o exercício de uma profissão. 
Métodos: pesquisa qualitativa descritiva retrospectiva cortar em 20 profissionais de enfermagem em Santa Marta (Colômbia), através de uma entrevista semi-estruturada. 
Resultados: a enfermeira é identificada pelos símbolos, representações sociais e valores como o respeito, governança e liderança, que são extrapolados para a sua equipe de campo. Mostrando concordam que são cada vez mais reconhecida no local de trabalho, mas que as pessoas comuns não definem claramente os seus papéis e não são gremialmente forte. Embora o valor desempenho em outras áreas, considere que o cuidado é o que lhes dá identidade e mais valorização profissional. 
Conclusões: sócio-profissional de identidade e enfermeiros são fortalecidas quando alcançou maior reconhecimento e trabalho de posicionamento.

Palavras-chave:

identidade de gênero; identidade em enfermagem; posicionamento; prática profissional em enfermagem

INTRODUCCIÓN

Tradicionalmente, a la enfermera se le han atribuido valores como la caridad, el altruismo, la abnegación, la vocación y la sumisión frente a otros profesionales, pero con una autonomía reducida en sus decisiones (1). A partir de los años cincuenta, surge una corriente de opinión importante que toca de lleno la propia filosofía de la profesión y busca dar a la enfermería una identidad propia dentro de las profesiones de la salud. Para llegar allí, tuvo que pasar por una larga historia que se inicia con el cuidado popular basado en relatos que se transmitían de generación en generación y que continúa con la mujer religiosa que ofrecía sus cuidados por caridad y en búsqueda de la salvación; más tarde surgió la enfermera atenta que debía enaltecer y ser la ayudante del médico (2) y que tuvo que crecer a la sombra de una profesión fuerte y dominante culturalmente como es la medicina (3).

Estos aspectos conceptuales, inherentes a toda búsqueda de identidad, han ido madurando y evolucionando a lo largo del tiempo. Se ha tratado de esclarecer el marco conceptual de la profesión y su identidad. Fundamentalmente se busca el desa­rrollo de una labor que pueda aportar a la sociedad cuidados de salud, que otras profesiones no ofrecen (4), ya que constituye el recurso humano y profesional de salud más numeroso, además de estar ubicado en todos los escenarios relacionados con el cuidado de la salud (5).

Al igual que otras, la Enfermería es una forma de trabajo en la que se producen relaciones sociales, se carga de aspectos simbólicos y representaciones ideológicas y, como proceso productivo, se crean objetos, utillajes, servicios, técnicas, saberes, lenguajes, relaciones sociales y valoraciones e ideología, dándole a quienes la ejercen un reconocimiento determinado, un estatus y prestigio que les permite participar en el ámbito de lo compartido socialmente y les otorga unos rasgos definidores de su propia identidad. Esta identidad, construida sobre la base de la participación de los sujetos en un determinado proceso de trabajo, y desde una misma posición en las relaciones sociales de producción, es conocida como identidad socioprofesional (6).

MATERIAL Y MÉTODO
Estudio de tipo descriptivo-retrospectivo de corte cualitativo. La muestra fue intencionada y correspondió a 20 profesionales de Enfermería, de ambos sexos, los cuales aceptaron en participar en la investigación. Esta se completó por saturación de información y se tomó a través de un muestreo por cuotas, teniendo en cuenta el año de egreso de los profesionales de la universidad desde los setenta hasta la década actual.

Los datos se recolectaron a través de una entrevista semiestructurada, la cual se aplicó previo consentimiento informado de los profesionales que participaron. Las entrevistas fueron realizadas, en su mayoría, en la vivienda de los entrevistados y la duración promedio fue de 60 minutos. El análisis de contenido se realizó siguiendo el modelo de Téllez (6).

RESULTADOS
Las bases del análisis se encuentran en los elementos que rigen y estructuran el ejercicio de la profesión de enfermería de la siguiente manera:

Realidad social
La realidad social se divide en realidad material y realidad inmaterial. La primera hace alusión a los aspectos tangibles, a los que se pueden aprehender de forma directa y/o física, visual y/o auditiva y están directamente relacionadas con el proceso productivo de la profesión:

Con relación al utillaje para el desempeño de su trabajo, el profesional de enfermería utiliza los equipos para la valoración física y ejecución de los procedimientos, la papelería propia de la profesión como son las notas de enfermería, la hoja de recibo y entrega de turno, el kardex, la hoja de control de signos vitales o el balance de líquidos, entre otras. Los entrevistados afirman: “(…) Para mí son muy importantes todos ellos, son propios del quehacer de la enfermería, no podría hacerlo cualquiera porque tú eres la que da cuidado al paciente” (M, 29).

Sobre las técnicas, la enfermera maneja un protocolo para cada uno de los procedimientos que realiza. Los entrevistados hacen énfasis en que al momento de valorar, el profesional de enfermería no solo lleva a cabo los procedimientos, sino que conoce el fundamento científico de los mismos: “(…) El profesional de enfermería conoce el fundamento científico de cada uno de los procedimientos que hace, no como el personal técnico” (M, 40).

En relación a la división técnica y social del trabajo, la mayoría de los profesionales entrevistados coincide en señalar que, aunque es importante abordar otras áreas, la más destacada es la asistencial: “(…) Me considero una buena enfermera, pienso que la enfermera debe ser más asistencial que administrativa, porque para eso la preparan a una” (M, 52).

Los términos o argot de enfermería están muy ajustados a la parte científica, giran alrededor de cuidado, diagnóstico de enfermería, notas de enfermería, teorías enfermeras, técnicas asépticas, entre otros. Muchas de las expresiones y del vocabulario que utilizan los profesionales se manifiestan en su hablar coloquial: “(…) Mis hijos me han demostrado que en cuanto a los conocimientos en salud ellos aprendieron bastante, y ellos actualmente tienen comportamientos y términos de enfermería, hablan de asepsia, de cuidado, de prevención” (M, 56).

Por el origen religioso y militar de la profesión, la indumentaria de la enfermera y el enfermero es una forma de identificación de quienes realizan esta labor y se debe portar con elegancia y respeto. “(…) El uniforme es tradicional. Debe estar bien llevado, es pureza, entonces como que es intachable en todo lo que hace. Genera identidad a la enfermera” (M, 33). Según los entrevistados, este es uno de los símbolos que más la identifica socialmente: “(…) En el área clínica, yo creo que es vital usar la toca, eso lo identifica a uno, no tanto en el gremio sino para los usuarios; eso lo identifica mucho a uno, pero en la parte administrativa no es muy necesario” (M, 29).

La “imposición de tocas” es uno de los hechos más importantes para el estudiante de enfermería, adquiere un carácter de representación simbólica cuando se convierte en un evento que acerca al estudiante con la identidad del profesional y le crea sentido de pertenencia con la profesión: “(…) La imposición de tocas es como para ayudar al estudiante a crear una autoidentidad como enfermera más que todo, es más representativa para la persona a quien se le hace la imposición, quien ya empieza a sentir que pertenece a un grupo de profesionales” (M, 40).

Debido a la tradición religiosa y militar en enfermería, la educación que se recibe es bastante estricta en cuanto al comportamiento gestual, tanto con sus compañeros de trabajo como con sus pacientes; sin embargo, los profesionales rechazan la actitud de las nuevas generaciones de enfermeras, tildándolo como un comportamiento que no corresponde a lo que se espera de este profesional. Estos aspectos, según algunos entrevistados, responden a la falta de exigencia en las universidades para rescatar esa imagen “elegante” de la enfermería: “(…) Antes las enfermeras eran más recatadas; las enfermeras ya no tienen esa delicadeza al comportarse, al hablar...” (M, 40).

En relación a la realidad inmaterial, están las actitudes, los valores y los comportamientos que asumen las enfermeras y los enfermeros, tales como la preocupación por el estado de salud, la nutrición, la limpieza, la organización, el orden, la planificación de la familia, el bienestar, la intervención en asuntos relacionados con salud, tanto en su núcleo familiar como con sus familiares y amigos, la participación activa en la toma de decisiones, entre otros. “(…) Después de salir del trabajo sigo siendo enfermera, es que el uniforme no es lo que me hace enfermera. Uno sigue siendo enfermera las 24 horas del día” (M, 46).

Otro aspecto es que las enfermeras y los enfermeros tienden a ser líderes tanto en su trabajo como en su casa, y afirman que la formación hace que las personas se vuelvan estrictas o psicorrígidas en algunas cosas, como el aseo, el orden y la organización, lo cual en algunas ocasiones genera conflicto tanto con su pareja como con sus hijos: “(…) Mis hijos hablan como enfermeros, ellos en su vida diaria aplican todo lo que yo les enseño; es más, pienso que fui docente hasta en mi casa (…)” (M, 56).

Respecto de los valores, los entrevistados expresan que desde la universidad se inculcaban valores como el respeto, la disciplina, la honestidad, la responsabilidad, la ética, el compromiso y la organización. “(…) En cualquier área, el personal más estricto y más cumplido es el personal de enfermería. Es el más responsable en sus labores” (M, 30).

Factores temporal y espacial e identidad socioprofesional
La mayor parte de los entrevistados expresaron que la profesión les había brindado la posibilidad de alcanzar más metas de las que se habían trazado, aunque la remuneración en enfermería no corresponde a las aspiraciones reales de quienes ejercen la profesión. “(…) Mi profesión me ha llenado de satisfacción personal, de crecimiento espiritual, de conocimiento de la humanidad, pero en cuanto a lo económico dista mucho de lo deseable. La profesión no da para dejarles ninguna herencia a los hijos, una herencia de amor será (risas)” (M, 56).

Respecto a la distribución del tiempo en relación al horario y la administración de los ratos libres, consideran que este influye considerablemente en la forma de organización del hogar de las enfermeras y enfermeros. Entre los entrevistados no hubo consenso al respecto, puesto que mientras unos prefieren un horario asistencial que es rotativo, otros se decantan por el horario administrativo, el cual es fijo y ayuda a organizar las actividades a largo plazo. “(…) El horario de clínica te permite tener más tiempo para la casa, pero te priva de fechas especiales. En este momento prefiero el horario administrativo, porque uno se cansa de trasnochar” (M, 56).

En cuanto al factor espacial hay que analizar dos espacios en los que se mueve el profesional de enfermería: su lugar de trabajo y su hogar. En el lugar de trabajo cumplen funciones propias de enfermería, las cuales están justificadas en el cuidado integral que brindan al usuario, bien sea individual o comunitario. En relación al hogar, los entrevistados coinciden en señalar que influye mucho su formación enfermera en la forma cómo organizan su hogar, toman decisiones, lideran procesos, cuidan la salud de su familia, etc., de ahí que se escuchen expresiones como: “(…) Entre las cosas que tengo de enfermería en mi casa cabe destacar la parte del vestuario, el lenguaje ordenado, me gusta ser esquematizada frente a las actividades” (M, 33).

Reivindicación profesional
La enfermera se percibe o identifica como una profesional humana, con vocación de servicio, responsable y disciplinada. Los profesionales se sienten cada vez más reconocidos, aunque incluso hoy en día se percibe una minimización del profesional de enfermería frente al médico. “(…) Muchos médicos piensan que nosotras somos su mano derecha y no valoran el hecho de que nosotras somos miembros de un equipo de trabajo interdisciplinario de salud; son funciones diferentes a las del médico, pero igualmente importantes” (M, 33).

Hay que considerar, además, que quienes se consideran supeditadas a las decisiones de los médicos son profesionales que no hicieron ninguna especialización u otros estudios y no buscaron otra alternativa de trabajo diferente a la de servicio asistencial. “(…) No hice una especialización porque yo veía que una compañera hacía cosas y cosas y no la ascendían, entonces era como hacerlo para satisfacción personal, no tenía ninguna recompensa haberlo hecho dentro de la institución y con gastos de uno” (M, 52). Por su parte, quienes sí continuaron sus estudios pudieron alcanzar mayores logros profesionales y a su vez económicos. Este orgullo de ser enfermera o enfermero se ve manifiesto mayoritariamente en quienes llevan muchos años ejerciendo la profesión y por tanto han visto el fruto de su trabajo y han llegado a la cumbre de su carrera. “(…) Tengo una satisfacción personal grandísima; lo que soy, lo que tengo, lo que he podido hacer en mi vida lo he hecho por ser enfermera, definitivamente repito las palabras trilladas de todas las enfermeras y es que si volviera a nacer sería enfermera nuevamente” (M, 46).

Para hacer un acercamiento a cómo consideran estos profesionales su actividad en el mundo laboral, se les pidió que definiesen cómo se consideraban como profesionales y la mayoría coincidieron en que son profesionales responsables, comprometidos, líderes, serviciales, con conocimientos y experiencia, íntegros y humanitarios. Coinciden en que es muy importante el perfil del profesional, ser emprendedor, relacionarse con personas del medio político, buscar oportunidades y establecer metas de vida y esto, según ellos, tiene que ver con la formación universitaria, con la motivación que allí se le dé al estudiante.

Imagen e identidad socioprofesional
Como la identidad socioprofesional se proyecta a través de la imagen (7), los profesionales coinciden en que hay imágenes negativas y positivas frente a la sociedad. Dentro de las negativas están las de la enfermera amargada, insensible, con una preparación académica inferior a la del médico. Además están las imágenes erróneamente popularizadas como son la de la enfermera sexy y “amiga” del médico. Los entrevistados coinciden en que la enfermería es una profesión de servicio, organizada y de mucho liderazgo. Las imágenes positivas corresponden a la enfermera servicial, que ayuda a los demás, muy humana, a quien se le puede confiar el cuidado de un paciente: “(…) La gente me busca mucho acá en el barrio. Creo que si las personas te buscan es porque confían en ti” (M, 52).

Sobre la diferenciación entre el auxiliar y el profesional de enfermería, consideran que los pacientes y la comunidad en general no distinguen entre las funciones de uno y otro; por tanto, no valoran la importancia de los mismos dentro de la institución y fuera de ella. “(…) No hay una adecuada diferenciación entre las funciones básicas de la enfermera jefe y las auxiliares de enfermería y eso crea un problema (…)” (M, 34).

Género y representaciones ideológicas en  relación al trabajo
Aunque esta ha sido una profesión tradicionalmente femenina, hoy día tiene una participación activa los hombres. Los entrevistados manifestaron que la enfermería es una profesión como cualquier otra y que puede ser ejercida por cualquier persona independientemente del género y orientación sexual. “(…) En la carrera éramos cuatro hombres, de los cuatro dos éramos heterosexuales. Cuando salí, muchos asumían que por el hecho de ser enfermero era gay, pero no era así” (M, 33).
Respecto a las relaciones entre colegas, no existe ningún tipo de rivalidad, por el contrario, las enfermeras consideran que es importante que se cambie la concepción femenina de la profesión, pero siempre y cuando los hombres sean competitivos y humanos.

La formación académica y su influencia en la generación de la identidad
Los entrevistados afirman que entre las razones por las cuales ingresaron a estudiar enfermería se encuentran la vocación, la influencia familiar, el puente de ingreso a la universidad y que es una alternativa a la medicina. Consideran que el plan de estudios es muy similar a los de ahora, el cambio más significativo se ve en la orientación del aprendizaje hacia una mayor independencia en la ejecución de las funciones de la enfermera, enseñándole al estudiante a tomar decisiones, a liderar procesos, a explorar otras áreas como la docencia, la administración y la investigación. “(…) El plan de estudios eran ocho semestres, las mismas materias pero con una visión muy retrógrada, es decir, muy “usted es enfermera jefe de un servicio, ya “no más” (M, 41).
En cuanto a la orientación de los procesos de enseñanza-aprendizaje, los entrevistados refieren que antiguamente los docentes eran muy estrictos y las clases eran todas magistrales, lo cual no les permitía cuestionar abiertamente ni investigar y participar en clase; consideran que la educación de hoy en día favorece la formación de profesionales de enfermería más integrales, con mayor liderazgo, con capacidad de decidir y participar en los procesos, con espíritu de cambio, con acceso a la tecnología y a la información. Sin embargo, consideran que ahora la profesión ha perdido ese componente de vocación y, por tanto, de entrega a los pacientes: “(…) Falta un poquito de ese sentir al paciente, de ese sentir lo que tú estás haciendo, parece que la gente estudia porque no pudo estudiar otra cosa, o porque no pasó a medicina, y la vocación va quedando atrás” (M, 49).

Identidad socioprofesional y agremiación
Muchos de los entrevistados consideran que un fenómeno que contribuye a la conformación de la identidad socioprofesional es la unión gremial del grupo, a través de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia (ANEC), la cual no es fuerte por falta de liderazgo y falta de interiorización desde la misma universidad donde no se les está dando liderazgo y formación política, para luchar por sus intereses individuales y colectivos y lograr ocupar cargos directivos en el sector salud: “(…) No hay una cátedra de liderazgo y política para estudiantes y pienso que para que la enfermería surja y se desarrolle tiene que tener esta formación” (M, 49). A lo anterior se suma el poco apoyo que los mismos profesionales aportan; muchos de ellos menosprecian la preparación de sus colegas: “(…) No tenemos como una unión de pensamiento y una unión de necesidades para poder trabajar por nosotros mismos” (M, 52).

DISCUSIÓN
Al igual que en otros países, los profesionales de enfermería cuentan con varios símbolos, entre ellos, los más importantes son el uniforme, la toca y la lámpara (8). En el área clínica, el uniforme no diferencia al profesional del auxiliar de enfermería; sin embargo, si se usa la toca se facilita la identificación frente al paciente y su familia. Además el “acto de imposición de tocas” se convierte en una representación social que permite que el estudiante comience a identificarse con la profesión, teniendo en cuenta que la identidad socioprofesional se construye desde la época estudiantil (9).

En cuanto a las técnicas, en el ámbito hospitalario se encuentran la nota de enfermería, la cual es la herramienta a través de la cual se evalúa el nivel de la calidad técnico-científica, humana, ética y la responsabilidad del profesional de enfermería que refleja no solo su práctica, sino también el suplemento de los deberes del colectivo respecto al paciente/usuario (10).

El tiempo de trabajo favorece la consolidación de la identidad socioprofesional, el compromiso con la profesión y el logro de metas, ya que la enfermería está cargada de representaciones simbólicas que se van acentuando en la persona a medida que pasa el tiempo (7), lo cual se evidencia en la fuerte identidad de quienes han desempeñado la profesión por muchos años, ya que la identidad socioprofesional se va enriqueciendo y modificando, en la medida que va recibiendo nuevas demandas sociales, teniendo acceso a nuevos roles, aumentando su caudal de conocimientos y profundizando la reflexión sobre su propia práctica (11). En cuanto al espacio, cabe anotar que en el ámbito laboral, el profesional de enfermería es cada día más autónomo en el cumplimiento de sus funciones, recibe una formación integral que le permite desenvolverse en cualquier campo del área de la salud; en el espacio social, cada vez es más reconocido, aunque se desconocen sus verdaderas funciones.

La enfermería es una profesión abierta que puede ser ejercida por cualquier persona sin discriminación de género y la presencia de enfermeros es bien vista por sus colegas. Se sugiere fomentar una imagen valorativa del enfermero, erradicando la imagen que cuestiona la identidad sexual del mismo. En la actualidad, cada vez son más los hombres que deciden estudiar enfermería, no precisamente asociado a la religión, sino a la amplia gama de desempeño y las buenas proyecciones laborales (12).

Teniendo en cuenta que la existencia de una identidad socioprofesional no conlleva la existencia de una posición reivindicativa (13), cabe decir que en el caso de los profesionales de enfermería muchas veces no llegan a tener una conciencia reivindicativa de tal identidad socioprofesional, aunque sí tienen una conciencia valorativa de la profesión.

Los profesionales se sienten cada vez más reconocidos, tienen una mayor conciencia valorativa sobre la importancia del trabajo que realizan. Cánovas (14) afirma que a través de los discursos enfermeros observados y analizados durante la investigación, se refleja una identidad social interiorizada (ideas, actitudes y valores) en diferentes grados por los profesionales que, lógicamente, no da lugar a una identidad enfermera común.

En la medida en que la enfermera ejerza su rol profesional en forma íntegra, con ética, manifestando respeto por el individuo a quien cuida y por el equipo con el que se relaciona, en síntesis, poniendo en su desempeño como principio la calidad, estará manifestándose como enfermera idónea y esta será su identidad profesional, la cual difiere de la de otros profesionales que no ejercen su labor bajo estas características, porque no han trabajado y luchado para alcanzar la integridad que los identifique (15).

CONCLUSIONES
La enfermería es una profesión que a lo largo de la historia ha consolidado su identidad socioprofesional, la cual se expresa a través de sus utillajes, técnicas de trabajo, conocimiento, imagen e ideología, que se reflejan ante la sociedad a través del lenguaje, los valores, el comportamiento, el crecimiento profesional y las características como organización, cumplimiento, liderazgo y cierto grado de rigidez en cuanto a la salud, la higiene y la limpieza.
Esta identidad se forma desde la universidad y se consolida a medida que pasan los años y el profesional ejerce su labor, sin importar el área en que se desempeñe.

AGRADECIMIENTOS
A todos los profesionales de enfermería de Santa Marta que participaron en esta investigación.

Bibliografía

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