La detección de los problemas orgánicos en un paciente psiquiátrico es una tarea compleja ya que existe una estrecha relación entre cuerpo y mente. El profesional enfermero ha de tener la capacidad de escuchar, entender y responder a las necesidades del paciente de una manera adecuada, sin emitir juicios ni consejos y sin perder la propia perspectiva.
La observación y el seguimiento, además de la destreza del personal de enfermería en la comunicación verbal y no verbal, favorecerán una adecuada diferenciación entre las posibles alteraciones orgánicas y sus trastornos psiquiátricos.
Este trabajo tienes como objetivos:

- Describir la relación entre los síntomas orgánicos y los psíquicos en un paciente psiquiátrico.
- Describir el papel de la enfermería en el conflicto interno del paciente ante un trastorno psicosomático.
- Explicar la importancia de una correcta comunicación verbal y no verbal en un paciente con un trastorno psiquiátrico.

Para llevar a cabo este trabajo, se realizó un estudio observacional basado en la experiencia de las enfermeras, el uso de entrevistas estructuradas a personal sanitario y material bibliográfico.
De los resultados y conclusiones del estudio se puede decir que las enfermeras tienen un papel fundamental en la observación, valoración y seguimiento del paciente psiquiátrico y a la hora de intervenir en la interacción entre las alteraciones psiquiátricas y orgánicas. Mediante las distintas formas de comunicación, se consigue mejorar la complicada labor de diferenciar qué síntoma orgánico es real o si se relaciona con su patología psíquica. La comunicación, junto con el trabajo constante, es un instrumento que ayuda a los profesionales a intervenir ante una interacción psicosomática colaborando así en la diferenciación de síntomas para realizar un buen diagnóstico enfermero y ayudar en los diagnósticos médicos.