Solicité realizar mis prácticas en una unidad de Psiquiatría. Esto resume mi anhelo de lograr que la comunicación sea la tecnología punta dentro de una profesión como la enfermería. Estoy en el último año de carrera y sigo aprendiendo. Se me hace complicado interaccionar asertivamente, empáticamente y dar o recibir feedback. Esto me ayuda a conocerme y saber dónde tengo mis límites, mis prejuicios y hasta dónde me influye lo que oigo, veo y me transmiten.
Al principio dudaba de haber hecho una buena elección. De todos modos, el proceso de aprendizaje ya no me parece tan sencillo, tan rápido ni tan automático como un aprendizaje médico-quirúrgico. El poder que las enfermeras tenemos sobre los pacientes es poder reflexivo, es persuasivo y es de ejecución, y es algo decisivo a la hora de hablar del poder de autocontrol. Estoy experimentando un montón de sentimientos: desesperación, equivocación, culpabilidad, agotamiento mental, etc.
Aun así, he querido salir airosa de todo esto, continuando con la ilusión de aprender. Me animaré a trabajar en este ámbito donde he visto tanta soledad, tanta tristeza, tanta rabia e impotencia, debilidad y vulnerabilidad... En definitiva, donde he visto tanto sufrimiento.