La práctica del deporte se ha generalizado en la sociedad actual, siendo muy numerosas las personas que dedican espacios de su tiempo libre, para llevar a cabo alguna actividad física, con el propósito de mejorar sus condiciones corporales, incrementando así el grado de bienestar y promocionar la salud.
Deportes que antaño eran de práctica restringida a un grupo de población minoritario, hoy se han hecho extensivos a la población en general y sobre todo a los jóvenes, donde cada vez es más frecuente la práctica de la equitación, vela, submarinismo o esquí, entre otros.
Este incremento de número de personas que realizan deporte, puede traer como consecuencia el aumento de lesiones, sobre todo en ciertos tipos de deporte (si se llevan a cabo sin la preparación previa y sin ponerse bajo la dirección de personal cualificado para la orientación y preparación), efecto contrario al que en principio se pretendía conseguir.
Ésta es una de las razones por la que en algunas Escuelas de Enfermería, se imparte desde hace años como asignatura optativa la materia “Actividad física y promoción de la salud”.
El esquí es uno de los deportes que por las características del ambiente en el que se practica, del material necesario para realizarlo y la técnica específica que requiere, precisa de la labor de un equipo multidisciplinar, compuesto por profesionales de la salud (médicos, fisioterapeutas, enfermeros, etc.) y profesionales de la actividad física y el deporte, para que el deportista lleve a cabo la actividad en las mejores condiciones posibles para su seguridad.