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Revista Matronas

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SEPTIEMBRE 2018 N° 2 Volumen 6

La AEM en la lucha contra la yododeficiencia

Sección: Echando la vista atrás

Titulo:

La AEM en la lucha contra la yododeficiencia

Al hilo del sentido homenaje a los Drs. Morreale y Escobar, para esta sección incluimos los pasos dados por la Asociación Española de Matronas (AEM) en la lucha contra la yododeficiencia.

En el relato anterior se ha expuesto la situación de la yododeficiencia en España y la lucha que mantuvieron ellos de forma principal para revertir esta situación. Las investigaciones de ambos pusieron en el punto de mira la atención imprescindible a las mujeres embarazadas, y a ello la AEM prestó y presta máxima atención desde hace más de una década.

Como respuesta institucional, en 2005 el Ministerio de Sanidad organizó un Grupo de Trabajo con la colaboración de Unicef, miembros de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la SemFYC y la Asociación Española de Matronas (AEM) para la elaboración de la guía de los defectos congénitos, en cuyo primer capítulo se abordaban las necesidades nutricionales en el embarazo haciendo hincapié en la problemática de los trastorno por déficit de yodo.

Grupo Español de Yodo en el Embarazo y el Niño

Aun con el problema no resuelto y convencidos de la gravedad, en 2008, se formó el Grupo Español de Yodo en el Embarazo y el Niño (GEYEN). Entre los integrantes estaba la AEM, para trabajar también en la prevención del déficit de yodo. Este es un grupo multidisciplinar formado por profesionales sanitarios implicados en la atención a la mujer embarazada y a la infancia, que ha sido promovido por Eupharlaw (Grupo Europeo de Derecho Farmacéutico); el reto de este grupo es mejorar la información terapéutica de la sociedad y de los profesionales de la comunidad científica implicados sobre el déficit de yodo y su prevención. Prevención que solo puede ser eficaz a través de la yodoprofilaxis, es decir, garantizando el aporte suficiente de yodo durante la etapa preconcepcional, el embarazo y la lactancia.

Uno de los actos de las campañas de difusión y concienciación de este grupo contó con la experta intervención de los Drs. Morreale y Escobar del Rey, jornada de la que se extrajeron las siguientes conclusiones:

  • No se necesitaba realizar estudios para conocer la nutrición de yodo en la mujer gestante y lactante española puesto que había certeza de la existencia de un déficit moderado de yodo generalizado en toda la población española.
  • Toda madre, durante el embarazo, tenía derecho a una ingestión adecuada de yodo para poder producir la cantidad de tiroxina (T4) necesaria para el desarrollo mental óptimo de su hijo/a, con una aportación de 200-300 microgramos de yoduro potásico al día. Este aporte debía hacerse a través de un fármaco, puesto que ni la sal yodada, ni los polivitamínicos aseguraban dicha dosis suficientemente y algunos no estaban exentos de contraindicaciones en el embarazo.
  • Otro de los aspectos fundamentales sobre los que se llegó a un acuerdo consensuado fue la necesidad de prescribir yoduro potásico desde la etapa preconcepcional hasta el final de la lactancia materna. Así, se consideró que era más recomendable indicar a la mujer, desde tres meses antes del embarazo, una triterapia, es decir, la ingesta de ácido fólico, yodo y vitamina B12. Este tratamiento era muy recomendable que se mantuviera durante todo el embarazo, y como mínimo hasta la 12 semana de gestación, momento en el que podría pasarse a la monoterapia, con la ingesta única de yodo, hasta el final de la lactancia.
  • De forma unánime se consensuó finalmente que era necesaria una información veraz, correcta y adecuada sobre la forma de prevenir el déficit moderado de yodo en el embarazo y, por tanto, las deficiencias en el recién nacido que este puede causar. Todos los presentes en la jornada hicieron un llamamiento a favor de la información sobre este problema de salud pública. Se abogó por campañas hacia instituciones, profesionales y hacia la población, con una información que se exige que sea mantenida, actualizada, veraz y adecuada, sugestiva e impactante.


Sin duda, desde 1993, año en que las instituciones mundiales en materia de sanidad empezaron a implementar iniciativas y difusión en torno a los TDY, se ha avanzado mucho pero aún no está definitivamente resuelto.

Este pasado abril ha tenido lugar un evento histórico en el que por primera vez se produce una llamada a la acción panaeuropea de los 31 socios EUthyroid, que representan a 27 países, y del que se ha extraído la preocupación general de los científicos porque en torno al 50% de los recién nacidos de Europa, no alcanza su potencial cognitivo completo debido a la deficiencia de yodo. También en esta reunión se ha puesto de manifiesto el empeoramiento del compromiso de los responsables políticos para abordar la deficiencia de yodo en Europa. De esta reunión se ha generado la Declaración de Cracovia sobre el yodo, para que los responsables políticos europeos apoyen las medidas para eliminar la deficiencia de yodo (se incluye en “Agenda”).

Se ha de tener siempre presente que erradicar las deficiencias congénitas por déficit moderado de yodo es tarea de todos. Todos debemos conocerlo y actuar, en consecuencia, con responsabilidad.