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Revista Matronas

Revista Matronas

DICIEMBRE 2013 N° 3 Volumen 1

Óxido nitroso, una alternativa eficaz para el manejo del dolor de parto

Sección: Originales

Autores

Estefanía Bueno Montero

Matrona en el Hospital de Jerez (Cádiz)

Contacto:

Email: buenoestefania@hotmail.es

Titulo:

Óxido nitroso, una alternativa eficaz para el manejo del dolor de parto

Resumen

El alivio del dolor es un tema importante para las embarazadas durante el trabajo de parto. Se conoce que el grado de dolor experimentado y la efectividad del alivio del dolor influyen en la satisfacción de la mujer con el trabajo de parto, así como directamente con el parto en sí mismo. Además, se pueden producir una serie de efectos emocionales y psicológicos, tanto inmediatos como a largo plazo, que influyen sobre la lactancia y en la interacción madre-recién nacido.
Para el alivio de este dolor encontramos métodos invasivos y no invasivos. Debido a que muchas mujeres prefieren evitar los métodos farmacológicos invasivos, se deben dar a conocer el resto de métodos a la mujer. El óxido nitroso es uno de los más efectivos dentro de los métodos farmacológicos alternativos a la epidural y con muchos menos efectos negativos para la madre y el bebé.

Palabras clave:

Parto; dolor; anestesia epidural óxido nitroso

Title:

Nitrous oxide, an effective alternative for pain management in labor

Abstract:

Pain relief is a significant issue in pregnant women during labor. Pain level and pain relief achievement has a well-known impact on women satisfaction regarding labor, as well as on labor itself. Furthermore, a number of emotional and psychological effects may develop, both immediate and long-term, with a potential impact on breastfeeding and mother-newborn interaction.
Pain relief can be offered through invasive and non-invasive methods. As many women prefer invasive drug therapy avoidance, details on other methods should be given to them. Nitrous oxide is among the most effective drug methods as an alternative to epidural anesthesia, and has fewer negative effects both in women and newborns.

Keywords:

Labor; pain; epidural anesthesianitrous oxide

Introducción

Hoy en día una de las preocupaciones más comunes entre las mujeres embarazadas es el miedo al dolor durante el parto. Muchas de ellas, la gran mayoría, no quieren sentir ningún tipo de dolor, ya que les aporta un elevado grado de angustia y ansiedad.
Los esfuerzos para aliviar el dolor que surge como consecuencia del nacimiento de un ser humano, probablemente, sean tan antiguos como la humanidad misma. Desde la antigüedad, mediante los ritos, brebajes y encantamientos de las sociedades primitivas hasta la actualidad, con la presencia de las tendencias analgésicas, confirmadas por los descubrimientos de la medicina, la historia de la analgesia obstétrica desde mediados del siglo XIX, cuando se administraba éter sulfúrico en los partos, ha tenido como principal objetivo liberar a la parturienta de esa cuota de sufrimiento innecesario que, actualmente, parece destinado a desaparecer (1).
El dolor puede definirse como la experiencia tanto sensorial como emocional desagradable, única, subjetiva y multidimensional, que se encuentra condicionada por factores culturales, emocionales y sociales (2).
Muchas gestantes sienten algún tipo de miedo, en mayor medida al ver que se acerca el momento del parto debido al temor de no saber a qué se van a enfrentar. El desconocimiento ante una situación que nunca se ha vivido es el causante de generar angustia y, debido a esto, generalmente la mujer suele enfrentarse con menos temor al segundo parto, con la excepción de que la primera experiencia fuese negativa (3).
La diversidad en cuanto a tolerancia y manifestación del dolor confirma la necesidad de considerarlo como un fenómeno multidimensional (4).
Dentro de las medidas para el alivio del dolor de parto nos encontramos con medidas tanto farmacológicas como no farmacológicas. Las que se usen en cada parto dependerán de las preferencias de las parturientas, así como de la disponibilidad y los medios que le brinde el centro sanitario en el cual darán a luz.
El papel de la matrona es fundamental a la hora de asesorar, explicar e informar a la gestante sobre la serie de medidas que se pueden utilizar en el parto para el manejo de este dolor, insoportable para muchas o llevadero para otras.

Objetivos

Dar a conocer a los profesionales de la salud, en especial, al gremio de las matronas, que el empleo del óxido nitroso para el alivio del dolor de parto como técnica alternativa a la epidural, en mujeres que así lo demanden y en hospitales donde se disponga de este gas, es un método seguro, eficaz y de buenos resultados.
Método

Esta revisión se ha realizado a través de una búsqueda bibliográfica exhaustiva. Se buscaron las referencias en las bases de datos Pubmed, Uptodate, Cocrhane, Medline y Scielo, además de en las páginas electrónicas de las siguientes asociaciones: Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, Federación de Asociaciones de Matronas de España y la Asociación Española de Pediatría.

  • Criterios de inclusión:
    •   La búsqueda se ha realizado entre los años 1982 al 2013 en español e inglés.
    •   Se han utilizado artículos publicados en revistas científicas, trabajos de investigación realizados y monografías.

Resultados

La analgesia epidural parece ser eficaz para el alivio del dolor durante el trabajo de parto. Sin embargo, las mujeres que utilizan esta forma de alivio del dolor se encuentran en un mayor riesgo de acabar en un parto instrumental (5). Es por ello que, dentro de las medidas alternativas farmacológicas a la epidural, encontramos el óxido nitroso como el método más efectivo y con menor riesgo de acabar de forma distócica.
El óxido nitroso se considera una alternativa eficaz de analgesia en el trabajo de parto. Su administración, al 50% junto con oxígeno, se realiza de manera habitual en países como Inglaterra, Canadá, Australia, Finlandia y Suecia, que describen la utilización de esta técnica analgésica en el 40-60% de los partos (6).
El óxido nitroso es el primer gas empleado en medicina desde hace aproximadamente unos 175 años. Gracias a que no es un gas inflamable, es extremadamente seguro para uso medicinal. Otras características que le confieren seguridad son: bajo coeficiente de solubilidad, efecto de la concentración y del segundo gas, analgesia y sedación, no se metaboliza en el organismo y posee mínimos efectos colaterales.
Su principal aplicación es la anestesia, empleándose solo o como coadyuvante de otros agentes anestésicos inhalatorios o intravenosos. Al aplicarse se reduce la Concentración Alveolar Mínima de los agentes volátiles potentes, así como la Velocidad Mínima de Infusión de los anestésicos intravenosos, lo cual disminuye los efectos colaterales de estos últimos.
El óxido nitroso siempre se usa en forma gaseosa y debe administrarse por inhalación, mezclado con el oxígeno, en concentraciones comprendidas entre el 50% y el 70%. En la mujer embarazada, la concentración administrada es del 50% mezclada con oxígeno. De este modo se emplea en la analgesia del trabajo de parto, donde se administra inhalada a través de una mascarilla o boquilla.
Tiene una acción rápida, aunque también un rápido cese, y no ejercen influencia alguna en la disminución de contracciones uterinas. La absorción se efectúa por vía pulmonar de modo muy eficaz. Debido a la enorme capacidad de difusión y a la baja solubilidad del óxido nitroso, la concentración alveolar se halla cercana a la concentración inhalada en menos de cinco minutos. Su administración puede realizarse de forma continua o intermitente, únicamente durante las contracciones. La administración intermitente disminuye el riesgo de sobredosificación, pero a costa de un retraso en el inicio de la acción.
Como posibles efectos secundarios hay que mencionar: mareos, náuseas, somnolencia y alteración del recuerdo (7). De sus múltiples beneficios destacan:

  • Reducción de la ansiedad y el miedo.
  • Control de los movimientos corporales involuntarios.
  • Aumento del umbral del dolor.
  • Acción de rápido efecto.
  • Rápida recuperación.
  • No produce ningún tipo de irritación.
  • Es ideal para mujeres embarazadas que requieran sedación durante la primera y segunda fase del trabajo de parto.
  • Posoperatorio sin complicaciones.
  • No genera alteraciones por acumulación en otros órganos, ya que no sobrecarga el metabolismo hepático ni renal.
  • No es tóxico, puesto que no se metaboliza.
  • Tiene mínimas contraindicaciones.

Es seguro su uso, principalmente, porque no se evidencian daños ni en la madre ni en el bebé (8-10). Pero debe tenerse en cuenta que se encuentra contraindicado, o se debe tener una especial precaución, en las siguientes situaciones: personas con hipersensibilidad, lesiones maxilofaciales, neumotórax, embolia gaseosa, infecciones del oído medio, pacientes que necesiten una ventilación con oxígeno puro, enfisema bulloso y otros aumentos de cavidades aéreas patológicas (11-12).
Hay que tener en cuenta, además, que el óxido nitroso potencia los efectos hipnóticos de los anestésicos intravenosos o por inhalación (tiopental, benzodiazepinas, morfínicos, halogenados), lo que permite disminuir sus posologías (11-13).
El modo de empleo debe ser explicado a la parturienta de forma meticulosa, ya que se debe utilizar de modo correcto para que sea efectivo. La matrona, como educadora de la mujer gestante, tiene una función muy importante en la información sobre los distintos métodos que hay disponibles, sus beneficios y desventajas, indicaciones y contraindicaciones (14).
La inhalación debe empezar antes de que comiencen las contracciones uterinas, justo cuando la mujer empiece a darse cuenta de que va a empezar la contracción, y su inhalación debe ser intermitente.
Entre contracciones, la mascarilla de inhalación debe ser retirada y se debe respirar normalmente. Hay que tener en cuenta que para aquellas mujeres que reciban óxido nitroso se deberá contar con oximetría del pulso (15).
Dentro de los estudios hallados encontramos la siguiente evidencia:

  • Se incluyeron veintiséis estudios que aleatorizaron a 2.959 mujeres, donde se comparaba esta analgesia inhalada frente a un tipo diferente de analgesia inhalada. El alivio del dolor se midió con una escala analógica visual (EAV) de 0 a 100 mm, en la que 100 corresponde al mayor alivio. Se concluyó con la afirmación de que la analgesia inhalada parece ser efectiva para reducir la intensidad del dolor y para proporcionar alivio del dolor en el trabajo de parto. Sin embargo, se detectó una heterogeneidad considerable en cuanto a la intensidad del dolor. Los derivados de flurano dan lugar a una mayor somnolencia en comparación con el óxido nitroso (16).
  • Tras una revisión bibliográfica, se obtuvieron un total de 230 referencias, de las cuales se seleccionaron 24 trabajos y tres ensayos clínicos que englobaron a un total de 565 mujeres con edades comprendidas entre los 25 y los 32 años. Tras esto se afirmó que el óxido nitroso se muestra como un analgésico de actividad moderada y seguridad contrastada para ser utilizado como analgésico inhalatorio al 50% con oxígeno durante el parto, por lo que se considera factible su posible instauración en la práctica clínica diaria (17).

Conclusiones

El alivio del dolor de parto es una parte importantísima del trabajo de la matrona a la hora de atender a la gestante, ya que, como se puede evidenciar si se aborda de la manera correcta según las preferencias de la mujer, el desarrollo del parto será óptimo, así como la mujer se encontrará más relajada y centrada en ella misma y en su bebé durante el trabajo de parto.
La educación sanitaria es una pieza clave en la atención a la embarazada. Es por ello que las matronas deben estar instruidas sobre las medidas alternativas a la epidural para el manejo de dolor y deben, además, conocer la evidencia científica más actualizada que avala el uso de dichas técnicas. Es nuestra obligación el conocer estas técnicas, al tiempo que es necesario darlas a conocer a las mujeres para que nuestros cuidados se aproximen (al máximo) al camino de la excelencia. Somos un gremio que debe caminar muy próximo a la investigación e ir de la mano de los cuidados y las técnicas que proporcionen a la embarazada una atención de calidad.
Debemos promover el uso del óxido nitroso para el dolor de parto en aquellas mujeres que lo demanden, puesto que tiene mucho menos efectos secundarios a largo y corto plazo que la epidural, así como una evidencia que muestra que con esta analgesia inhalatoria se consiguen unos buenos efectos terapeúticos sin influir negativamente en la salud de la madre o de su futuro bebé.

Bibliografía

  1. Molina FJ. Tratamiento del dolor en el parto. Rev. Soc. Esp. Dolor 1999; 6:292-301.
  2. Torres LM. Medicina del dolor. Barcelona: Masson; 1997.
  3. Melender HL. Experiences of fears associated with pregnancy and childbirth: a study of 329 pregnant women. Birth 2002; 29:101-111.
  4. Pérez L. Manejo del dolor del trabajo de parto con métodos alternativos y complementarios al uso de fármacos. Matronas Profesión 2006; 7(1):14-22.
  5. Anim-Somuah M, Smyth R, Howell C. Analgesia epidural versus no epidural o ninguna analgesia para el trabajo de parto (Revisión Cochrane traducida). En: La Biblioteca Cochrane Plus 2008; 4. Oxford: Update Software Ltd. [En línea] [fecha de acceso: 8 de enero de 2014]. URL disponible en: http://www.update-software.com (Traducida de The Cochrane Library 2008; 3. Chichester, UK: John Wiley & Sons, Ltd.).
  6. Ministerio de Salud de Chile (Minsal). Guía clínica analgesia del parto. Santiago de Chile: Minsal; 2007.
  7. Rosen MA. Nitrous oxide for relief of labor pain: a systematic review. Am. J. Obstet. Gynecol. 2002; 186(5 Suppl Nature):S110-126.
  8.  Westling F, Milsom I, Zetterstrom H, Ekstrom-Jodal B, Westling F, Milsom I, et al. Effects of nitrous oxide/oxygen inhalation on the maternal circulation during vaginal delivery. Acta Anaesthesiol. Scand. 1992; 36:175-181.
  9. Stefani SJ, Hughes SC, Schnider SM, Levinson G, Abboud TK, Henriksen EH, et al. Neonatal neurobehavioral effects of inhalation analgesia for vaginal delivery. Anesthesiology 1982; 56:351-355.
  10. Arthurs GJ, Rosen M, Arthurs GJ, Rosen M. Acceptability of continuous nasal nitrous oxide during laboura field trial in six maternity hospitals. Anaesthesia 1981; 36:384-388.
  11. Clyburn P. The use of Entonox for labour pain should be abandoned. Int. J. Obstet. Anesth. 2001; 10:27-29.
  12. Chessor E, Verhoeven M, Hon CY, Teschke K. Evaluation of a modified scavenging system to reduce occupational exposure to nitrous oxide in labor and delivery rooms. J. Occup. Environ. Hyg. 2005; 2:314-322.
  13. World Health Organization (Division of reproductive health). Care in normal birth. Ginebra: OMS; 1996. [En línea] [fecha de acceso: 8 de enero de 2014]. URL disponible en: http://www.who.int/reproductivehealth/publications/MSM_96_24/care_in_normal_ birth_practical_guide.pdf
  14. Lally JE, Murtagh MJ, Macphail S, Thomson R. More in hope than expectation: a systematic review of women´s expectations and experience of pain relief in labour. BMC Med. 2008; 6:7.
  15. Afolabi BB, Lesi FEA, Merah NA. Anestesia regional versus general para la cesárea. Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas 2006; 4: CD004350.
  16. Klomp T, Poppel M, Jones L, Lazet J, Di Nisio M, Lagro-Janssen ALM. Analgesia inhalada para el tratamiento del dolor en el trabajo de parto (Revisión Cochrane traducida). Cochrane Database of Systematic Reviews 2012; 9: CD009351.
  17. Ruiz Aragón J, Beltrán Calvo C. Eficacia y seguridad de la utilización del óxido nitroso al 50% como analgesia en el parto. Informe de respuesta rápida. Sevilla: Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Andalucía; 2010.