Soledad Carreguí Vilar
Matrona, la tenacidad en persona, motor y referente del cambio en la atención al parto normal
Sección: Entrevista a…
Autores
Redacción Asociación Española de Matronas
Titulo:
Soledad Carreguí Vilar
Matrona, la tenacidad en persona, motor y referente del cambio en la atención al parto normal
Nuestra entrevistada para este número es la personificación de la tenacidad, la constancia y la lucha por los derechos de las mujeres. Defensora de la Atención al Parto Normal y, sobre todo, en la Humanización en la praxis obstétrica.
Soledad, Sole, como la conoce todo el mundo, ha sido durante más de 20 años la supervisora “líder” del Servicio de Partos del Hospital de La Plana, en Vila-real (Castellón), un lugar que ella ha puesto en el mapa y del que con orgullo ha presumido allá por donde fuera a difundir los cambios en el modelo asistencial en la atención obstétrica. Mujer apasionada y entregada en cuerpo y alma a su profesión.
Pregunta: Bueno, Sole, por fin puedo realizar una de las entrevistas más deseadas y esperadas, al mismo tiempo que menos objetiva puedo ser. Nos conocemos desde hace muchos años y hemos compartido momentos alegres, tristes y siempre en “el frente”, defendiendo la profesión y a las mujeres. Quisiera empezar porque la gente te conociera, desde tus inicios, las personas como tú se hacen, sí, ¿pero también nacen?
Respuesta: ¡¡Ay, Mare!! Me da un poco de pudor hablar de mí cuando siempre hablo de mi trabajo, de la profesión, pero tienes razón, hay un principio. Nací en una familia muy sencilla del pueblo de Nules en Castellón. Soy la segunda de cinco hermanos, una familia numerosa a la que le debo todo. Mi padre era agricultor y con mucho esfuerzo levantó una empresa de insecticidas y productos para el campo, fue mi ejemplo para valorar el esfuerzo, el trabajo, la tenacidad y la pasión por aquello a lo que se dedicaba; él no tuvo estudios, pero era una persona muy inteligente y con mucha capacidad para aprender, lo que le llevó a ser un experto en su ámbito sin tener una formación reglada.
P. Ahora entiendo mucho mejor de dónde te viene esa personalidad, eres hija de tu padre, has heredado esas cualidades que describes. ¿Qué crees que has heredado de tu madre?
R. Pues posiblemente lo trabajadora y cuidadora que es. Mi madre es una mujer muy trabajadora, exigente, cuyo trabajo, aunque no remunerado al igual que el de tantas mujeres, fue en el ámbito de cuidar sobre todo a sus hijos y posteriormente, a mi abuela que vivió con nosotros toda la vida.
P: Eres de las pocas personas que vive, reside, en el mismo lugar donde naciste, ¿estás muy aferrada a tus raíces?
R: Pues parece que sí porque tengo recuerdos muy bonitos de la infancia rodeada de mucha gente, familia y amigos, de las fiestas de mi pueblo, de los veranos en la caseta de la playa de Nules. Quizá, por ello, siga viviendo en el mismo pueblo con mi familia, mi marido Albert y tres hijos maravillosos: Guillem, Sole y Mariola. Soy muy afortunada de tenerlos, para mí son lo más importante, pero también he contado con una red familiar y de amigos que me han demostrado apoyo en todo momento.
P: Sin antecedentes familiares en la rama sanitaria, ¿cómo te decides a estudiar enfermería?
R: Al finalizar mis estudios de COU, tenía claro que me dedicaría a la rama sanitaria, no sé por qué esta vocación, quizás me gustaban las ciencias, la biología y en aquellos test que nos realizaban para orientarnos en el instituto, ya se veía claramente mis preferencias por el mundo sanitario.
Tras finalizar selectivo elegí enfermería porque me apetecía más la faceta de los cuidados y por aquel entonces, consideré que la carrera de medicina era muy larga. Me formé en la Escuela de Enfermería del Sagrado Corazón de Castellón que estaba adscrita al Hospital General de Castellón.
P: ¿Qué recuerdos tienes de esa época de estudiante? ¿Es entonces cuando descubres tu vocación de matrona?
R: De esta temporada guardo muy gratos recuerdos de los compañeros, de todos los profesionales que me encontré en los diferentes ámbitos donde realizaba las prácticas. Entonces en la escuela era “obligatorio” ver al menos tres partos y todos los alumnos pasábamos por paritorio; yo no tenía especial interés, pero como no tuve rotatorio en maternidad, dediqué tres días de prácticas para poder conocer el trabajo del paritorio.
Esta experiencia realmente no me agradó demasiado, pensé que lo último que sería en este mundo sería matrona. Estuve en un paritorio que estaba en obras, con un ambiente oscuro, de aspecto envejecido, con una sala grande donde había cinco camas ocupadas por mujeres que estaban chillando, solas, conectadas a un monitor y que no se podían levantar de la cama. Este ambiente realmente me asustó y no me permitió saborear la magia de los nacimientos.
P: Vaya, entonces ¡fue una experiencia negativa! Y ¿qué hiciste, cómo llegaste a estudiar la especialidad de matrona?
R: Es un poco largo, porque hice un periplo antes con otros estudios, te cuento:
En el año 1996 finalicé mis estudios de enfermería con muy buenas notas, era una alumna muy aplicada tanto en el estudio como en las prácticas que me apasionaban. Trabajé como enfermera en planta de hospitalización, quirófano, UCI, pero mi gran pasión era el área quirúrgica. Mis ganas de aumentar mis estudios me llevaron a matricularme en la Universidad Rovira i Virgili para iniciarme en la Antropología, pero pronto abandoné y me di cuenta de que no era el camino que debía seguir.
P: Y sigue contándome, porque presumo que te fuiste enamorando de la profesión poco a poco… ¿no es así?
R: Pues la verdad es que sí. Dadas las pocas salidas que tenía como enfermera para seguir estudiando, decidí presentarme al EIR de Matrona para probar suerte y sin apenas estudiar quedé a un número para poder coger plaza, así que esta situación me indignó y me motivó para estudiar con más fuerzas para lograr mi plaza como residente, en otra convocatoria.
Al siguiente año 1998, aprobé y pude elegir la Unidad Docente de Matronas de la Comunidad Valenciana y el Hospital General de Castellón para formarme como matrona. Realmente mi motivación era continuar con mi formación, pero poco a poco la matronería me fue absorbiendo, transformando y hoy en día me siento muy orgullosa y agradecida con la vida por darme esta increíble profesión que marca una manera de ser y una manera de pensar.
P: Y ¿qué recuerdo tienes de tus años de residente?
R: Los dos años de residencia fueron muy intensos, con mucho trabajo, pero también muy satisfactorios, recuerdo muchas vivencias en el paritorio junto con mis compañeros co-R, Marisa, Jairo, Merche y Nuria y aquellas matronas de las que tanto aprendí, de mi tutora Consol Gil con la que asistí mi primer parto, eso nunca se olvida.
P: Acabaste tu residencia en el año 2000, es decir, eres de la promoción millenial de matronas. ¿Crees que eso influyó en los inicios profesionales?
R: Te diría que no, pero creo que sí. Cuando finalicé éramos las “Matronas del 2000”, nos sentíamos importantes, íbamos a iniciar milenio y centenario, teníamos un gran futuro. Mi primer contrato como matrona fue en el Hospital de la Ribera en paritorios, allí llegué en un momento con muchísimo trabajo, en una guardia llegué a asistir a ocho mujeres, era agotador, paralelamente a este trabajo cubrí el Centro de Salud de Onda, era un momento difícil donde no había matronas y la Administración permitía que hicieses dos trabajos a la vez por fuerza mayor para atender a las mujeres. Esta situación era agotadora, pero la pasión, las ganas y la ilusión de los inicios… pueden con todo.
P: Eso sí es verdad, las matronas, en general, somos muy apasionadas con nuestro trabajo y la falta de matronas ya es un hecho constante desde hace muchos años. ¿Cuándo inicias tu camino como supervisora de partos en el Hospital de La Plana?
R: Pues en septiembre de ese mismo año, me llamó la Directora de Enfermería del Hospital Gran Vía, en aquel entonces, Mª Carmen Amer, una gran persona y profesional que conocía mi capacidad de trabajo ya que, tras finalizar enfermería, estuve prácticamente un año realizando prácticas voluntarias en el hospital para formarme en quirófano que era un área que me atraía muchísimo.
Se enteró que había finalizado la especialidad y dada la falta de matronas y la necesidad de iniciar un Servicio de Partos en el nuevo Hospital de Vila-real, me pidió que les ayudará a organizar el servicio ya que en breve estaba prevista su apertura y no tenían experiencia puesto que, en el antiguo Hospital Gran Vía, no disponían de Servicio de Obstetricia.
P: La verdad que iniciar un servicio en un hospital nuevo era de lo mejor que te podía pasar, pero también tiene sus pros y sus contras. ¿Qué supuso para ti?
R: Para mí esto fue un reto y a la vez una oportunidad, por lo que no dudé en embarcarme en el proyecto. Cuando llegué al nuevo hospital aún había restos de la obra, me encontré con un paritorio muy pequeño con cuatro salas de dilatación-recuperación, dos paritorios, salas de reconocimiento y unas cuantas habitaciones pequeñas que tuvimos que asignar para lencería, farmacia…, un paritorio sin luz, interior y no disponía de ningún equipamiento ni material. Me puse a trabajar duro para que todo estuviera a punto, recuerdo con ansiedad los inicios, pero a la vez con mucha ternura.
P: ¿Cuáles fueron las mayores dificultades a las que tuviste que hacer frente?
R: Pues la verdad que tuvimos mucha suerte porque pronto llegaron los recursos humanos, compañeros/as matronas contratados para trabajar allí. En principio se asignó una matrona por guardia ya que el hospital tenía una previsión de un parto al día, situación que negocié y conseguimos que fueran dos matronas por guardia ya que yo preveía, por la experiencia en Castellón, que íbamos a tener más partos. El primer año ya tuvimos 1.300 partos, pero gradualmente fuimos en aumento y llegamos a tener prácticamente 2.000 partos en el año 2008.
P: Tú y yo sabemos que hacer que un equipo funcione cohesionado en una misma línea es el deseo o sueño de cualquier supervisora. ¿Cómo lo lograste?
R: Yo era la más joven del equipo, compañeras matronas con más experiencia y compañeras auxiliares de enfermería que venían de otros servicios del hospital que prácticamente ninguna había estado en el servicio de partos con anterioridad. Reconozco que fue difícil crear un equipo en un entorno que se inicia de nuevo y donde cada uno trae sus experiencias de otros hospitales, pero aun así se generó un buen ambiente donde se respiraba la ilusión por empezar y las ganas de hacer.
P: Y ¿con el equipo de ginecólogos? Porque eso siempre es lo más difícil, aunque sé que tú tuviste un Jefe de Servicio del que muchas teníamos envidia, aunque esta fuera sana....
R: Sí, lo sé, ¡fue fundamental! Prácticamente al año de la apertura del hospital vino otro Jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología que era el Dr. Manuel Fillol. Desde el primer momento intuí que íbamos a tener una buena relación, su capacidad de escucha, su trato respetuoso y su personalidad sencilla, me dieron toda la confianza para tratarnos a un mismo nivel, aspecto muy infrecuente dentro de una estructura sanitaria tan jerarquizada. Hicimos un dúo que lideró con el mismo rumbo, de hecho algunos nos llamaban “matrimonio profesional”, su apoyo fue fundamental para iniciar el cambio.
P: ¿Cuál sería lo que yo considero el secreto para ese éxito por tu parte?
R: Pues lo desconozco, pero lo cierto es que en poco tiempo se generó un caldo de cultivo de valores como el trabajo en equipo, la necesidad de innovar, de realizar buenas prácticas clínicas, de poner en valor la capacidad de trabajo, de mejora constante, de esfuerzo y de entrega a las mujeres y sus familias. El equipo de matronas lo ponía muy fácil, excelentes profesionales que acompañaban desde la calidad y la calidez, al igual que el colectivo auxiliares, entregadas, con una gran capacidad de aprendizaje y con una profesionalidad reconocida tanto por las mujeres como por el resto de profesionales.
P: Y ¿no hubo ninguna “resistencia por parte de los ginecólogos? Cuesta creerlo, la verdad...
R: Bueno, sí, es cierto. En cuanto al colectivo de ginecólogos fue un poco más difícil, pero totalmente entendible, dada la elevada medicalización y la mayor responsabilidad. Aun así, guardo mucho cariño a tantos obstetras que se han cruzado en mi camino y aún con las nuevas instalaciones del paritorio del Hospital de la Plana, diferencias propias que surgen de las situaciones del día a día, les agradezco todos los debates y el esfuerzo en escucharme para cambiar esa mirada que siempre he querido transmitirles: la del respeto por el proceso de parto y nacimiento, la de evitar intervenir cuando no es necesario, la de la humanización.
Podría hacer una lista enorme de todos estos compañeros/as que confiaron en mi liderazgo como supervisora del Servicio de Partos del Hospital de La Plana, en los que siempre he encontrado apoyo y entendimiento para ir progresando, innovando y mejorando la asistencia que ofrecemos a las mujeres y sus familias, a todos ellos desde aquí todo mi agradecimiento.
P: Sabes, y todas las que te conocemos también, que todo tu esfuerzo y empeño en cambiar el modelo de atención obstétrica ha puesto a tu hospital y a Vila-real en el mapa, convirtiéndose en un referente en España…
R: Sí, lo sé. Actualmente el Hospital de La Plana es un centro referente en la asistencia al parto normal y así lo demuestran nuestras instalaciones, prestaciones e indicadores. Esta trayectoria me ha supuesto un elevado esfuerzo personal y profesional. Cualquier profesional que se haya dedicado a la gestión, y más desde un cargo intermedio, conoce el esfuerzo por conseguir cualquier logro, por gestionar a un equipo humano intentando atender sus necesidades, por mantener el servicio, por velar por los usuarios, por innovar, por difundir, por formar…
P: Al respecto de eso, ¿por qué crees que tan pocas matronas aceptan ser supervisoras de un servicio de paritorio y suelen ser enfermeras las que aceptan el cargo?
R: Pues es un cargo muy poco reconocido y a la vez implica una entrega absoluta de tu tiempo para hacer que realmente funcione, ya que has de abordar e implicarte en todas las facetas que debemos cubrir de forma completa: la gestión, la asistencial, la de formación e investigación.
P: ¿Tú te formaste en gestión previamente?
R: Mi inicio en la gestión fue autodidactica, pero reconozco la importancia de la formación, considero que el líder “nace y se hace”, es por ello por lo que realicé el Máster Oficial en Administración Sanitaria en el Instituto Carlos III de Madrid en el año 2013.
P: Respecto a la docencia, cada año muchos residentes, de aquí y del resto de España, quieren pasar por tu hospital con un rotatorio externo. Has sido tutora y docente de la Unidad Docente de la Comunidad Valenciana, cuéntame algo de esto.
R: En el año 2007 conseguimos la acreditación para iniciar la formación de Residentes de Matrona, desde entonces hasta este año, he sido tutora de residentes además de profesora de la Unidad Docente de Matronas ofreciendo mis conocimientos y experiencia sobre todo en el ámbito de la fisiología del parto, del taller de suturas, del manejo de las distocias y del parto en el agua.
Estoy muy agradecida con la Unidad Docente, ya que durante más de 16 años me ha dado la oportunidad de formar a las nuevas profesionales, ellas son nuestro futuro y creo firmemente en sus capacidades para mejorar la profesión y ofrecer una mayor calidad asistencial.
P: Desgraciadamente, y sin profundizar en el tema, has dejado de ser supervisora recientemente tras más de dos décadas, sobre todo por razones políticas más que profesionales, pero ¿qué te llevas de tu experiencia como supervisora durante todos estos años?
R: Lo más importante es que he tenido la oportunidad de aprender de matronas referentes a las que admiro profundamente y las que me han guiado y motivado para avanzar y mejorar, entre ellas Maribel Castelló, Clara Moreno, Mª José Alemany, Mª Ángeles Rodríguez Rozalén, Laura Fiteras, Dolors Costa, Gloria Seguranyes. Lourdes Margaix, Cristina Martínez, Ramón Escuriet, Fátima León, Paqui Postigo, Luccia Rocca y muchas más compañeras empoderadas, fuertes, convincentes y apasionadas con su profesión.
Realmente ha sido un orgullo el compartir experiencias con compañeras tanto a nivel nacional como internacional en estos últimos años ya que he participado en múltiples jornadas, cursos, encuentros, congresos con el fin de difundir mis conocimientos y experiencia, además de promover las buenas prácticas clínicas y el modelo asistencial implementado en el Hospital Universitario La Plana.
P: También estuviste dentro de la Associació de Comares de la Comunidad Valenciana (ACCV) ¿Cómo fue esa experiencia?
R: Fui secretaria de la Associació de Comares de la Comunitat Valenciana durante ocho años cuando la presidenta fue Lourdes Margaix. Tengo un gran recuerdo del grupo de trabajo de la junta directiva, de la ilusión por organizar formaciones, atender a las compañeras, defender la profesión. Una etapa que me permitió conocer a compañeras de otras asociaciones y compartir experiencias y crecer personal y profesionalmente.
P: He leído tu currículum (CV) y es impresionante, pero haciendo un resumen, ¿qué destacarías de él?
R: Me lo pones difícil, la verdad, pero puestos a resumir y destacar, he participado en diferentes actualizaciones de programas y trabajos, así como la realización de formación a otros profesionales impulsados por la Conselleria de Sanitat con el fin de promover una práctica asistencial actualizada y de calidad.
También he sido miembro del tribunal en varios procesos selectivos de personal en el Sistema Público de Salud de nuestra Conselleria de Sanidad.
Y creo que entre lo destacable es que he sido miembro del Comité de Evaluación de la Estrategia del Parto Normal del Sistema Público de Salud colaborando con el Ministerio de Sanidad mediante la participación en seminarios de formación y comités de evaluación de buenas prácticas clínicas.
No quiero olvidar el documental Parir en el siglo 21, que hicimos para denunciar la violencia obstétrica que desgraciadamente aún sufren algunas mujeres.
P: También eres miembro de una organización o grupo de trabajo europeo, ¿es así?
R: Sí. Desde el año 2017 participo como miembro del grupo de trabajo Midwefery Unitt network Europa (MUNET) con el fin de mejorar la calidad asistencial de las mujeres en su salud reproductiva mediante la promoción e implementación de los Centros de Nacimientos.
Este mismo año 2024, se constituyó la asociación de MUNET España, que será la encargada de impulsar los Centros de Nacimiento aquí en España, y ocupo el cargo de Vicepresidenta de dicha asociación.
P: Y además de tutorizar los Trabajos de fin de Residencia (TFR) de varias o casi todas las promociones de EIR de matrona de tu hospital que han obtenido algún premio que otro, ¿desarrollas tu faceta investigadora fuera de la UDM?
R: Sí, participo como investigadora principal del proyecto NAIXEM, que es un proyecto estratégico colaborativo subvencionado por la Agencia Valenciana de Innovación para generar conocimiento y recursos con el fin de innovar y trabajar para mejorar la experiencia, los entornos, la asistencia y la seguridad en la atención al embarazo, parto y puerperio bajo el modelo de los Centros de Nacimiento (https://naixem.com/).
P: Tú y tu servicio, a lo largo de estos años, habéis obtenido muchos premios: en 2008 Premio a la Calidad en el Sistema Nacional de Salud, Premio a las Mejores Prácticas Clínicas otorgado por el Ministerio de Sanidad, en 2009 Premio Mención Honorifica a la actividad Enfermera, 2011 Premio Gran Insignia de Oro al Servicio de Partos, en 2021 el reconocimiento con sello de buena práctica clínica del Sistema Nacional de Salud con la práctica “Implementación del uso del agua durante el proceso de parto en el Hospital Universitario La Plana” y el último en este año 2024, el “Premio Onda Cero Castellón en la Categoría de Sanidad”. ¿Te queda algo pendiente?
R: Pues sí, la que con más orgullo y fuerza he defendido y que no me han permitido lograr, te explico: lideré la propuesta del primer centro de nacimientos en la Comunidad Valenciana adjunto al Hospital Universitario La Plana que llegó a ser aprobada en Les Corts Valencianes y tenía un presupuesto aprobado, pero con el cambio de gobierno se paralizó.
Es una sensación dolorosa terminar así mi etapa como supervisora porque he considerado el Hospital de La Plana y sobre todo al equipo del Servicio de Partos como mi gran familia, he pasado gran parte de mi vida allí y siempre estaré agradecida por haber vivido esta experiencia. A todos los compañeros/as que han pasado el hospital y a los que siguen estando, le doy las gracias por todo el cariño recibido y por haber hecho esto posible.
Han sido más de dos décadas dedicada y entregada a la Sanidad Pública a la que considero un gran tesoro que hay que cuidar por el bien de todos.
P: Creo que casi todo el colectivo de matronas de España se ha solidarizado contigo y ha reconocido toda tu trayectoria hasta el momento, pero no nos podemos permitir que unos pocos acaben con lo que es nuestro bagaje profesional, queda más vida. Y a propósito de esto, ¿cuál es tu futuro profesional?
R: Ahora siento que mi futuro es incierto, pero confío que llegue una nueva etapa, llena de ilusiones para seguir acompañando a las mujeres y a sus familias como se merecen, dando lo mejor de mí. Me reconforto porque actualmente estoy realizando mi tesis doctoral sobre parto en el agua en el programa de Doctorado de Ciencias Biomédicas de la Universitat Jaume I de Castellón.
Sole, hemos llegado al final de este rato entre amigas manteniendo una grata conversación, ha sido un verdadero placer compartir este tiempo contigo, tienes toda mi admiración. Tenía como objetivo que nuestras lectoras/es conocieran a la persona que hay detrás de la gran profesional que eres. Como dije en los inicios, te has hecho a ti misma, cierto, pero has heredado las herramientas necesarias para llegar tan lejos como has llegado hasta el momento: el tesón de tu padre y la capacidad de trabajo de tu madre, todo esto, rodeada de una espectacular familia que te ha sostenido en los momentos críticos, que también se tienen en este andar peleando.
No todo han sido rosas, también ha habido espinas, pero desearía, tanto personalmente, como en nombre de la Asociación Española de Matronas, que cierres esta etapa para iniciar otra, con la sensación y la certeza de sentirte muy querida por quienes te conocemos, que somos muchos, pero sobre todo, reconocida por todo lo que has hecho por las mujeres, sus familias y por las matronas/es. ¡GRACIAS!
Sirva esta entrevista como reconocimiento, muy merecido, que desde la Asociación Española de Matronas venimos realizando desde hace algún tiempo para dar visibilidad a tantas mujeres, matronas y matrones que forman o han formado parte de la historia de la profesión, en tu caso, por iniciar el camino de humanización en los paritorios, cambiando el modelo de atención a la salud sexual y reproductiva de las mujeres.
Redacción Asociación Española de Matronas