¿Conocimiento empírico o pensamiento mágico por parte de las matronas en el siglo XXI? Sección: Echando la vista atrás Autores Rosa Mª Plata Quintanilla Presidente de la Asociación Española de Matronas. Delegada ICM Europa Sur desde 2003. Presidente de la Comisión Nacional de la Especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica (Matrona). Titulo: ¿Conocimiento empírico o pensamiento mágico por parte de las matronas en el siglo XXI? En la ya larga historia de la Asociación Española de Matronas hemos tenido un heterogéneo catálogo de acciones y hoy traigo a colación una reclamación que se hizo en 2019 a la Junta de Andalucía, elevándola al entonces consejero de Sanidad, Sr. D. Jesús Aguirre Muñoz, médico y político español, que entre 2019 y 2022 fue titular de la consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Cierto es que nuestra capacidad de sorpresa se vio desbordada con tamaño dislate, y al revisar los archivos y encontrar esta carta, volvió la rabia que sentimos al emprender esta reclamación.Como es natural pensar, desde esta asociación no podemos conocer todos los documentos relacionados con las matronas y la salud materno-infantil de cada una de las 17 comunidades autónomas a través de sus respectivas Consejerías de Sanidad y del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), entidad dependiente del Ministerio de Sanidad de España que gestiona la prestación sanitaria pública de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Así fue como la casualidad nos hizo encontrar este documento que ya en el inicio hizo saltar nuestras alarmas y exigir la retirada inmediata del mismo por el agravio que suponía hacia la profesión, a la vez que manifestaba el desconocimiento y desprecio absoluto hacia la labor profesional científica y técnica de las matronas. No creemos que haya que añadir mayores explicaciones que las contenidas en la carta que dirigimos al consejero, por entonces titular, en la que se expresa nuestra reclamación fundada, por lo que la transcribimos en su integridad. Excmo. Sr. D. Jesús Aguirre Muñoz Consejero de Salud y Familias de la Junta de AndalucíaEn nombre y representación de la Asociación Española de Matronas, decana de las asociaciones de matronas de España, me dirijo a usted con el debido respeto y adelantando que sobre el motivo de esta reclamación no tiene usted responsabilidad directa dado que se produjo cuando la titular de la Consejería que hoy usted preside era doña María Jesús Montero Cuadrado, puesto que el hecho motivo de la denuncia se remonta a 2008. Centrándonos en este, aludo al Protocolo de Preparación Maternal del Distrito Sanitario Málaga. Servicio Andaluz de Salud (actualizado el 1 de junio de 2008). Disponible en: http://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/distritomalaga/f/787a6d543c4fe522f398027a0214914bConcretamente en el punto 2, relativo a la orientación didáctica de la preparación maternal, en su apartado a), que delimita la dimensión teórica, dice textualmente: “Impartir conocimientos científicos actualizados necesarios para la práctica. En ningún caso se utilizará conocimiento empírico o pensamiento mágico por parte de las matronas”.Entienda que hacer esta puntualización en el siglo XXI respecto a las matronas demuestra la ignorancia supina de redactoras/es y/o un desprecio absoluto por la primera profesión conocida de la historia, lo que genera un gran daño al honor profesional del colectivo.El empirismo, las supersticiones y creencias mágico-religiosas que, por cierto, de igual modo también practicaron los médicos empezando por Galeno o Hipócrates, conocidos y reverenciados como padres de la medicina, se quedaron atrás, porque mediante experimentación conseguimos (unos y otras) elaborar pensamiento científico a partir de la salida del oscurantismo del Medievo hasta nuestros días.Podría poner de ejemplo los aforismo de Hipócrates quien, ajustándose a la tradición y reiterada idea misógina, dejó escrito en su aforismo 42 que la mujer que espera un hijo varón tiene mejor color que la que gesta una hija (“Mulier si marem concepit, bene colorata est; si verò feminan, malè colorata”), y además pare antes, puesto que el hombre, más perfecto por naturaleza, necesita un tiempo menor para ser acabado. O citar al médico español más cercano en el tiempo, Damiá Carbó, autor del primer libro de Obstetricia en castellano, auténtica pretensión porque nunca había asistido a un parto, cuando daba consejos en el siglo XVI (1541) del tipo: “Quítenle qualquier manera de joya y piedras preciosas porque tardan el parto, puesto que algunas ay que hazen buen parto como la piedra esmeralda atada encima de la pierna izquierda. Assí mesmo el coral y mas los estoraques, calamites majados y masados puestos en el mismo lugar”. Conceptos mágicos y teúrgicos de la enfermedad estaban asentados en la etapa prehipocrática y persistieron después de ella por mucho tiempo. Sin embargo, por errores de concepto de Hipócrates en algunos puntos, como la muestra, ¿sería lógico negar que su pensamiento y disciplina es el origen de la medicina racional? Pues no, como tampoco creo que los médicos, que hubieron de evolucionar como el resto de profesiones sanitarias, permitieran que se les juzgue actualmente por su desconocimiento científico en el pasado. Y a usted que es médico le será fácil entender mi razonamiento si hace un repaso mental de la historia de la medicina. Es innegable que hay que asumir que tanto entre los médicos como entre las matronas (y otros profesionales) puede que haya comportamientos y prácticas individuales que se salgan de la norma, pero eso no justifica la generalización ni, como en el caso de las matronas, que se mantenga convenientemente la imagen estereotipada de la partera ignorante y próxima a la brujería que se elaboró en la época medieval. En cualquier caso, y ante situaciones de práctica profesional que sobrepasa la serie de límites y obligaciones técnicas, jurídicas y éticas que el profesional debe observar y cumplir, la autoridad competente (tribunales de justicia, colegio profesional, administración sanitaria) podrá imputarle al profesional responsable, siempre previo ejercicio de su derecho a defensa y dependiendo del caso, responsabilidad penal, civil, administrativa o ética disciplinaria. Porque lo cierto es que la matrona por definición “es el profesional sanitario que, con una actitud científica responsable y utilizando los medios clínicos y tecnológicos adecuados al desarrollo de la ciencia en cada momento, proporciona una atención integral a la salud sexual, reproductiva y maternal de la mujer, en su facetas preventiva, de promoción y de atención y recuperación de la salud, incluyendo así mismo la atención a la madre, en el diagnóstico, control y asistencia del embarazo, parto y puerperio normal y la atención al hijo recién nacido sano, hasta el 28 día de vida. El ámbito de actuación de las matronas abarca tanto la Atención Primaria (que incluye centros de salud, comunidad, familia y domicilio) como la Atención Especializada” (Orden SAS/1349/2009).Además de ser las primeras mujeres universitarias de este país (1845), desde el año 80, la de matrona es una profesión que cuenta con regulación europea específica para su formación y actividades, frente a otras profesiones sanitarias, véase que la de médico la tuvo a partir del año 1986 (Directiva 86/457/CEE del Consejo de 15 de septiembre de 1986 relativa a una formación específica en medicina general).“La solidez de esta profesión se pone de manifiesto en su reconocimiento, tanto por la Organización Mundial de la Salud, como por la Unión Europea, en la que la Matrona es una profesión regulada, con un perfil competencial específico y con una formación mínima armonizada en todos los Estados miembros, a través de las previsiones contenidas en la sección 6 del Capítulo III de la Directiva 2005/36/CE, de 7 de septiembre, del Parlamento Europeo y del Consejo, que este programa formativo cumple con creces. La citada Directiva ha sido transpuesta a nuestro ordenamiento jurídico a través del Real Decreto 1837/2008, de 8 de noviembre, por el que se incorporan al ordenamiento jurídico español la Directiva 2005/36/CE, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 7 de septiembre de 2005, y la Directiva 2006/100/CE, del Consejo, de 20 de noviembre de 2006, relativas al reconocimiento de cualificaciones profesionales, así como a determinados aspectos del ejercicio de la profesión de abogado (BOE de 20 de noviembre de 2008)” (Orden SAS/1349/2009).Desde la Asociación Española de Matronas, además de la indignación que nos ha producido conocer este documento de forma casual, nos debatimos entre la duda de si las matronas de Andalucía no lo hayan leído porque, por lógica, creemos no hubieran demorado una reclamación como la que le dirijo, y la preocupación de pensar que así lo hicieran y la Consejería en su momento desoyera su lícita demanda y haya seguido manteniendo públicamente este atentando contra el honor profesional de nuestra profesión.Como bien le decía al inicio de la carta ni usted ni la Consejería que hoy dirige son responsables de esa ignominia, pero ahora que ha sido informado del hecho, entiendo que sí, si consecuentemente no tomara acciones directas. Además, la difusión de este documento a nivel nacional, antes limitado a su comunidad y, por tanto, desconocido para el conjunto de la profesión, no solo dejaría en muy mal lugar a los técnicos que elaboraron el mismo, sino que su inacción personal al respecto generaría su descrédito y un aluvión de reclamaciones en el mismo sentido de la que en este momento le dirijo.Esperando, de su comprensión y honorabilidad, la solución más inmediata (retirada de la web del documento) a este problema generado a todo el colectivo de matronas, reciba un saludo.Atentamente,Rosa Mª Plata Quintanilla.Presidente. Asociación Española de Matronas (AEM)13 de enero 2019 A juicio de la Asociación Española de Matronas, este caso vergonzoso tuvo su réplica por nuestra parte que, como siempre, intentamos detener cualquier atropello, venga de donde venga, que perjudique a la profesión y, afortunadamente, el documento fue retirado. Hoy es motivo de exposición pública para que cada lector haga sus reflexiones. ¡Increíble tamaño despropósito en el siglo XXI y para más inri avalado por una Consejería de Salud! Da mucho que pensar...