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Revista Matronas

Revista Matronas

AGOSTO 2016 N° 2 Volumen 4

Síndrome del quemado o burnout en matronas españolas

Sección: Originales

Autores

1 María Fontán Azpeitia, 2 Andrea Herrero Reyes    

1 Matrona Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla” (Madrid).
2 Matrona Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla” (Madrid).

Contacto:

Email: andrea.herrero.reyes@hotmail.com

Titulo:

Síndrome del quemado o burnout en matronas españolas

Resumen

Introducción/objetivo: la investigación del síndrome de burnout en matronas es escasa. Los aspectos ambientales, psicológicos y sociales del trabajo de estas hacen que sea un colectivo muy vulnerable. El objetivo de este estudio es describir este síndrome en las matronas españolas y proponer cambios efectivos para disminuirlo.
Método: estudio observacional, descriptivo, prospectivo y transversal. La población son las matronas españolas que desarrollan su actividad profesional en España en el Sistema Nacional de Salud (SNS), como en el ámbito privado (por cuenta ajena o propia) unas 7.713 matronas según el INE en 2012. La muestra está compuesta por 58 matronas. El tipo de muestreo no probabilístico, intencional o de conveniencia. Síndrome de burnout medido a través del cuestionario Maslach Burnout Inventory de 1996. Escala con alta consistencia interna y fiabilidad cercana al 90%. Se relacionan los resultados del mismo con una serie de preguntas abiertas y cerradas, sobre las características personales y profesionales de cada participante. Para el análisis estadístico se utilizará el paquete SPSS versión 17.0.
Resultados: tras recopilar 58 encuestas, los datos obtenidos son: un 6,9% de las matronas no presentaba ningún grado de burnout, un 79,3% presentó un nivel bajo y un 13,8% un nivel moderado. Pese a que ninguna matrona presentó un nivel alto, el 93,1% padece algún grado de burnout. La edad de las encuestadas: un 48,3% eran matronas de 20-35 años de edad, un 32,8% de entre 36-51 años y un 19% de matronas mayores de 52 años. Entre las encuestadas, a menor edad mayor síndrome de burnout.
Conclusiones: el síndrome de burnout es sufrido por un alto porcentaje de matronas. La mayor parte de estas sufren un nivel bajo, pero el grueso de esta son jóvenes, con poca experiencia y formadas con el modelo EIR. Las matronas con más experiencia se distribuyen en rangos muy dispares de burnout. Un porcentaje pequeño con ausencia de burnout, y el doble, con burnout moderado. El lugar de trabajo, las cargas asistenciales y las herramientas personales para afrontar el estrés parecen ser las causantes de esta distribución. Las buenas relaciones del equipo multidisciplinar reducen los estresores. Por último, se observa que las matronas con baja puntuación en la escala de burnout, refiere cambios en su relación asistencial con las mujeres a las que atienden.

Palabras clave:

matrona; burnout; estrés; asistencia embarazo

Title:

Burnout syndrome in Spanish midwives

Abstract:

Burnout syndrome in Spanish midwives
Introduction/purpose: existing research on burnout syndrome in midwives is scarce. Work environment and psychological and social aspects make midwives a highly vulnerable group. We aimed at describing this syndrome in Spanish midwives and suggesting some effective changes to reduce it.
Methods: an observational, descriptive, prospective, and crossover study. Population consisted of Spanish midwives in National Health Service or private clinics (owned by them or by others), including about 7.713 midwives according to National Statistics Institute in 2012. A sample of 58 participants was selected. A non-probabilistic, intentional or convenience sampling was used. Burnout syndrome was assessed by means of Maslach Burnout Inventory, 1996. This scale has high internal consistency and reliability (close to 90%). Results based on a series of open and closed questions on personal and professional characteristics of participants were reported. Statistical analysis was performed using SPSS software package version 17.0.
Results: findings were based on 58 completed questionnaires and showed: 6.9% of midwives reported no burnout; 79.3% reported a low burnout level; and 13.8% reported a moderate level. While no participant showed a high burnout level, 93.1% were burnout at some degree. Age distribution: 48.3% were aged 20-35 years, 32.8% 36-51 years, and 19.0% older than 52 years. Among interviewees, the younger the age, the higher the burnout syndrome level.
Conclusions: burnout syndrome appears in a high proportion of midwives. Most of them show a low burnout level, but the majority of affected midwives are young, have limited experience, and have been educated by means of the EIR model. Midwives with more experience show diverse burnout levels. A small proportion has no burnout syndrome at all, and twice this number shows a moderate burnout degree. Workplace, workload, and personal tools to cope with stress seem to be the reasons for such distribution. Good relationships among a multidisciplinary team reduce stressors. Finally, midwives with a low score in burnout scale report changes in their healthcare relationship with women.

Keywords:

midwife; burnout; stress; healthcarepregnancy

Introducción

El síndrome del quemado o burnout se describió por primera vez en Estados Unidos en los años 70, desde entonces ha sido un campo ampliamente estudiado en múltiples ámbitos profesionales.
Maslach, Schaufeli y Leiter, en el 2001, definen el burnout como “una respuesta prolongada a estresores crónicos a nivel personal y relacional en el trabajo, determinado a partir de las dimensiones conocidas como agotamiento, cinismo e ineficacia profesional”1.

En el año 2007 Quinceno y Vinaacia2 dan una definición más actualizada: “Cuando los niveles de estrés son tan altos que hacen que fallen los mecanismos de enfrentamiento de una persona o hay un desequilibrio entre las demandas y las capacidades para hacer frente a dichas demandas, se presenta el estrés laboral crónico”.

Según la bibliografía consultada este síndrome se divide en distintas etapas.

Jerry Edelwich y Archie Brodsky (1980) proponen cuatro fases:

  • Etapa de idealismo y entusiasmo. El trabajador al iniciar su vida laboral tiene un alto nivel de energía y sus expectativas son poco realistas, involucrándose en exceso de forma voluntaria. Al no cumplirse dichas expectativas, la persona tiene un sentimiento de desilusión y pasa a la siguiente fase.
  • Etapa de estancamiento. El incumplimiento de sus expectativas provoca una disminución de la actividad laboral y una restructuración de su vida laboral y personal.
  • Etapa de apatía. Es la fase central del síndrome en la cual se produce una paralización de la actividad laboral, unida a la falta de interés y apatía. Todo esto se suele acompañar por problemas emocionales, conductuales y físicos.
  • Etapa de distanciamiento. El profesional padece una frustración crónica, que exterioriza con comportamientos caracterizados por despersonalización, desvalorización profesional, ira y miedo.

Para determinar la presencia de este síndrome se han desarrollado varias escalas de evaluación; de ellas, la más utilizada en el ámbito mundial es el Inventario para burnout de Maslach, reconocida por sus siglas “IBM” o “BMI” en inglés3.

La versión original de Maslach y Jackson, de 1981, constaba de dos formas para valorar los ítems: una de frecuencia y otra de intensidad, donde el individuo debía contestar a cada ítem a partir de preguntas relativas a sentimientos y pensamientos relacionados con el ámbito de trabajo y su desempeño habitual en este.

En la última edición del Manual (Maslach et al. 1996) se presentan tres versiones del MBI.

Destacamos el MBI-Human Services Survey (MBI-HSS), dirigido a los profesionales de la salud. Este cuestionario está constituido por 34 ítems que se distribuyen en 12 escalas.

Los aspectos ambientales, psicológicos y sociales del trabajo de las matronas hacen que sea un colectivo muy vulnerable5, y por ello necesaria su investigación. El trabajo de las matronas es muy complejo, establecen una relación muy cercana con las mujeres que atienden, la relación es muy breve pero muy intensa. Atienden a mujeres muy variadas y en situaciones diversas.

En cuanto a la incidencia del síndrome de burnout es mayor en profesionales que prestan una función asistencial o social. Ha tomado tanta importancia que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha catalogado como un riesgo laboral6.

Este síndrome ha sido ampliamente estudiado en distintos profesionales del ámbito de la salud, pero la investigación en matronas es escasa en todo el mundo e insignificante en España. Se resalta el Informe Lucina 2004, sobre la Salud de las Matronas, realizado por la Asociación Española de Matronas7.

Las matronas suecas se preguntaron por qué en muchos países este colectivo tiende a dejar su profesión. Tras evaluar el burnout en 475 matronas de la Asociación Sueca de Matronas, obtuvieron 184 resultados altos en agotamiento personal (39,5%) y un 15% en agotamiento laboral. Una de cada tres matronas había considerado dejar la profesión, y un tercio de las matronas incluidas en esta encuesta presentó algún grado de agotamiento laboral. La falta de personal y de recursos, sumado a un ambiente estresante y al conflicto con los compañeros fueron las causas principales de estos resultados8.

Un estudio de 2011 obtuvo unas interesantes conclusiones; los principales estresores de las matronas eran: la sensación de falta de control producida por elevadas cargas de trabajo y planes de tratamiento confusos (protocolos escasos y con poca evidencia científica)9.

Una tesis doctoral hecha sobre el tema en Dinamarca desvela otra causa de burnout en matronas reveladora. Las altas puntuaciones en la escala de burnout se debe en gran medida a una fuerte motivación inicial, que se cree necesaria para desarrollar burnout10.

Pueden establecerse dos tipos de repercusiones del síndrome de burnout para el individuo (salud, relaciones interpersonales, desvalorización…) y para la institución. La insatisfacción laboral, la propensión al abandono, el absentismo, la falta de trabajo en equipo, la mala comunicación entre profesionales o con las mujeres gestantes, se traduce en el deterioro del funcionamiento del servicio y la calidad asistencial.

Por tanto, el deterioro de la calidad de la vida laboral tiene repercusiones e impacto negativo sobre la salud de la sociedad en general2.

Los estadounidenses ponen de manifiesto que las relaciones inadecuadas del equipo no solo se traducen en mayor estrés para las matronas, sino también en peores resultados asistenciales. La falta de comunicación entre diferentes profesionales puede producir pésimos resultados.

En EE.UU. se calcula que el 72% de las muertes perinatales o lesiones neurológicas severas en recién nacidos tiene su origen en la mala comunicación entre profesionales sanitarios11.

Por el contrario, se vio que las buenas relaciones con el equipo de trabajo se traducen en altas tasas de realización personal4.

En Victoria, Australia, van un paso más y realizan un estudio con una muestra de 22 matronas en Caseload Models Care (programas en los que la asistencia se personaliza y un grupo de dos o tres matronas atiende a la mujer gestante, desde el embarazo hasta las 4-6 semanas postparto) y 133 matronas de paritorios estándar para comparar el burnout y la satisfacción profesional en ambos grupos. Se observó cómo las matronas pertenecientes al primer grupo obtienen niveles de satisfacción profesional más altos y el nivel de burnout es menor12.

Cuando los supervisores de servicio se involucran en la rutina diaria, aumenta la satisfacción personal en su equipo y la mitigación de estrés en las matronas8. Prestar atención a este colectivo es importante para mantener un Servicio de Obstetricia que preste una asistencia saludable a las mujeres y a sus familias6.

Por ello, se cree que es de vital importancia conocer el porcentaje de profesionales afectadas y las características que lo provocan o lo favorecen.

Objetivo

Describir la realidad del síndrome del quemado o burnout en las matronas españolas y proponer cambios efectivos para disminuirlo.

  • Medir estadísticamente el porcentaje de matronas que padecen el síndrome del quemado o burnout.
  • Relacionar las características personales y laborales que incrementan o disminuyen este síndrome.
  • Sacar conclusiones que permitan obtener herramientas para combatirlo.

Método

Para alcanzar los distintos objetivos propuestos se realizará un estudio observacional, descriptivo, prospectivo y transversal.

La población de dicho estudio serán las matronas españolas que desarrollan su actividad profesional en España, tanto en el Sistema Nacional de Salud, como en el ámbito privado (por cuenta ajena o propia), unas 7.713 matronas según el INE en 2012.

Se envió el cuestionario a las Unidades Docentes de Madrid y Valencia, a la Asociación Española de Matronas, a las distintas asociaciones de matronas de cada CC.AA., a tres hospitales privados y tres públicos de la Comunidad de Madrid.

La muestra está compuesta por 58 matronas que recibiendo el cuestionario han querido colaborar.
El tipo de muestreo fue no probabilístico, intencional o de conveniencia.

Tratándose de un estudio piloto sería interesante proseguir con la investigación y realizar un muestreo más representativo.

Variables independientes:
1. Edad.
2. Sexo.
3. Número de hijos.
4. Sistema de formación.
5. Tiempo de experiencia.
6. Distancia del domicilio al trabajo.
7. Supervisora de la unidad.
8. Tipo de contrato.
9. Salario adecuado.
10. Lugar de trabajo.
11. Hospital con formación de residentes.
12. Consideración tecnológica.
13. Tipo de jornada.
14. Tipo de turnos.
15. Rotación por distintos servicios.
16. Relación con el resto del equipo.
17. Competencias claras.
18. Relación con las mujeres que atiende.
19. Enfermedad relacionada con su puesto.

Variable dependiente: síndrome de burnout medido a través del cuestionario Maslach Burnout Inventory de 1996. Escala con alta consistencia interna y fiabilidad cercana al 90%.

Los resultados estarán agrupados en tres grupos:

Puntuación:

  • De 48 a 168: riesgo bajo (tome decisiones).
  • Entre 169 a 312: riesgo moderado (desarrolle un plan para corregir las áreas del problema).
  • Más de 313 (máx. 432): riesgo alto (necesidad urgente de acciones correctivas).

Se relacionan los resultados del mismo con una serie de preguntas abiertas y cerradas, sobre las características personales y profesionales de cada participante.

Para el análisis estadístico se utilizará el paquete SPSS versión 17.0

Resultados

Tras recopilar 58 encuestas, los datos obtenidos son: un 6,9% de las matronas no presentaba ningún grado de burnout, un 79,3% presentó un nivel bajo y un 13,8% un nivel moderado. Ninguna matrona presentó un nivel alto.

Pese a que ninguna matrona presento un nivel alto, se cree que es reflejo de la salud física y emocional de las matronas encuestadas que el 93,1% padezca algún grado de burnout.

Si se valora la edad de las encuestadas en relación con el síndrome de burnout se ha de destacar que al realizar un muestreo no aleatorio por conveniencia, la muestra no es representativa; estando compuesta por un 48,3% de matronas de 20-35 años de edad, un 32,8% de entre 36-51 años y un 19,0% de matronas mayores de 52 años. Se puede afirmar que entre las encuestadas, a menor edad mayor síndrome de burnout (Tabla 1).

Variables más representativas, se exponen los datos de los resultados estadísticamente representativos.

En la variable “Tipo de formación recibida por la matrona”, se observa una clara relación entre burnout y matronas formadas por el sistema EIR. Teniendo en cuenta que el 78,9% de las encuestadas se formó con el sistema EIR y el 21,1% con otros sistemas (Tabla 2).

Para la variable del “Tipo de contratación” se obtiene por un lado que solo el 34,5% de las matronas tiene un contrato indefinido. Si se relaciona el “Tipo de contrato” con el nivel de burnout se observa que para un nivel moderado hay más matronas indefinidas, pero en un nivel de burnout bajo, la temporalidad del contrato si está más representada.

En cuanto a si el tipo de contrato afecta en la realización del trabajo diario: un 44,6% si les afecta y un 55,4% no (Tabla 4).


Al valorar el salario percibido, a mayor nivel de burnout, mayor porcentaje de matronas en desacuerdo con el salario que reciben. Solo el 27,3% de matronas está en desacuerdo con su salario.

Al relacionar el lugar de trabajo con la medida de burnout, se saca en claro que: donde más estresantes laborales tienen las matronas es por orden descendente: hospital privado (15,8%), hospital de tercer nivel (40,4%), hospital mixto (21,1%), centro de salud (14%), parto domiciliario (3,5%) y, por último, las matronas que más realización profesional poseen son las que desempeñan su trabajo en hospitales de baja intervención (5,3%).

Otra característica del centro de trabajo que se valora como relevante es que las matronas que tienen residentes en formación a su cargo poseen menos niveles de burnout.

La relación del equipo multidisciplinar sí tiene una relación significativa con el síndrome de burnout. A mejor relación de equipo, menos presencia de síndrome de burnout.

Por último, existe relación de burnout y la variable “Cambio de Relación con la gestante que atiende” (un 42,9% cambió su relación asistencial con las mujeres gestantes), para niveles de burnout bajos o ausentes la respuesta es afirmativa. Por el contrario, en las matronas que tienen niveles moderados de burnout su respuesta es negativa; es decir, a lo largo de su carrera profesional no ha cambiado su relación con las mujeres gestantes.

Discusión

La muestra obtenida no es homogénea. Por ello, y por la escasez de los cuestionarios contestados, esta muestra no es representativa. Pese a ello se concluye para futuras investigaciones de mayor envergadura:

  • El síndrome de burnout es sufrido por un altísimo porcentaje de matronas, en mayor o menor medida.
    La mayor parte de las matronas sufre un nivel bajo, pero parece muy preocupante que el grueso de estas sea matronas jóvenes con poca experiencia y formadas con el modelo EIR (enfermera interna residente), por ello, se lanzan varias hipótesis sobre esto:
    • La situación laboral: precaria, temporal e inestable. Reflejo de la actualidad social que vive España. Esta situación se ve reflejada en el trabajo diario de estas profesionales.
    • La formación tipo EIR, a la cual se accede tras un proceso selectivo, largo (media de acceso entre 2-6 años) y muy competitivo (media de 300 plazas para 14.000 solicitudes de media).
    • La alta cualificación tras el periodo formativo, que hace que las metas profesionales que se imponen sean muy ambiciosas y en la mayoría de las ocasiones no estén acordes con la realidad laboral.
      Por otro lado, también se observa como las matronas con más experiencia se distribuyen en rangos muy dispares de burnout. Un porcentaje pequeño con ausencia de burnout, y el doble con burnout moderado.
    • El lugar de trabajo, las cargas asistenciales y las herramientas personales para afrontar el estrés parecen ser las causantes de esta distribución.
  • Otro aspecto a tener en cuenta es el salario percibido, con el que un gran porcentaje no está de acuerdo. Se cree que esto se debe a que tras la adquisición del título de Enfermera Especialista las matronas no ven incrementado su salario. Esto también es causa de frustración debido a que tras un acceso de alta competencia, la posterior formación de dos años y la adquisición de mayor responsabilidad laboral, el reflejo salarial es nulo.
    Creemos que el SNS debería plantearse estos hechos.
  • En cuanto al ámbito de trabajo. Claramente los hospitales con un modelo de paritorios de baja intervención, donde la matrona es responsable de las gestaciones y partos fisiológicos; estas pueden desarrollarse en mayor medida, lo que provoca una mayor realización profesional y disminuye el burnout.
    También en relación con el ámbito laboral se ve cómo las buenas relaciones del equipo multidisciplinar favorecen una mejor percepción de la calidad asistencial y reduce los estresores que provoca un servicio en el que el trabajo en equipo se ve mermado.
  • La relación que las matronas establecen con las mujeres gestantes a las que atienden cambia a lo largo de sus carreras profesionales y se observa una clara relación con los niveles de burnout.
    • Las matronas que refieren no haber cambiado su relación presentan mayor burnout, esto puede deberse al tipo de modelo asistencial que las mujeres reciben en el SNS. Dicho sistema impide a las matronas que en muchas ocasiones relacionarse con las mujeres gestantes de la manera que tanto la evidencia como las guías de actuación de las diversas comunidades científicas sugieren. Esto crea frustración y descontento en las matronas por no realizar su trabajo. Esto se debe a la gran carga asistencial que imposibilita un trato individualizado (One to One).
    • Por otro lado, se observa que las matronas que no presentan niveles de burnout, sí refieren un cambio a lo largo de su carrera en el trato a las mujeres gestantes. Se piensa que podría deberse a la adquisición de herramientas y adaptación al medio hospitalario de SNS.

Para finalizar, se pone de manifiesto la necesidad de profundizar más en este tema, con estudios futuros, con los que poder localizar las razones de la aparición del síndrome del quemado o burnout en las matronas españolas y así poder tomar medidas, tanto formativas como asistenciales, que mitiguen este síndrome y se traduzcan en una mejora asistencial a las mujeres españolas.

Conclusiones

El agotamiento emocional, la despersonalización y la baja realización personal, causado por la alta implicación con personas en situaciones de alta demanda social pueden ser evitados.

No se debe olvidar que el deterioro de la calidad de vida laboral tiene importantes repercusiones e impacto negativo sobre la sociedad en general.

Es evidente que la mejora del trabajo en equipo con unas mejores herramientas de comunicación previenen el burnout y mejora la salud de madres y bebés, por eso se debe trabajar en ello.

Bibliografía

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