La reputación de protector gastrointestinal de las bifidobacterias está fundada sobre argumentos epidemiológicos que asocian un bajo porte intestinal de estas bacterias con la aparición de gastroenteritis en el lactante o de cáncer de colon en el adulto. Las variaciones en el porte reflejarían la sensibilidad de las bifidobacterias a las condiciones ambientales que rodean al huésped (nacimiento prematuro, sexo, alimentación, envejecimientoÉ). La utilización de probióticos (bifidobacterias alimentarias) es aconsejada para paliar la inexorable pérdida de bifidobacterias durante el envejecimiento. Paralelamente, el soporte de la actividad de los probióticos reside en los productos lácteos de fermentación aportados conjuntamente.