Los fitoestrógenos son unos compuestos con similitud estructural y funcional a los estrógenos. Se encuentran en multitud de plantas; las isoflavonas y sus derivados son los más estudiados. El interés creciente por estos productos se ha debido a los estudios que señalaban a las isoflavonas como productos beneficiosos en los síntomas de la menopausia, en el sistema cardiovascular, la osteoporosis y los cánceres dependientes de los estrógenos. A pesar del gran número de estudios que aportan luz sobre los beneficios de estos compuestos y que recomiendan el uso racional de estos productos como primer eslabón de la cadena terapéutica, todavía existen muchos interrogantes y, sobre todo, mucha variabilidad en los resultados, haciendo hincapié en la necesidad de más estudios, bien diseñados, con preparados normalizados, que muestren el papel que juegan las isoflavonas en la prevención y el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica. El propósito de este trabajo fue conocer el estado de la relación entre climaterio, masa ósea y fitoestrógenos con el objetivo concreto de descubrir si existen evidencias de que los fitoestrógenos pueden ser una alternativa natural a la terapia hormonal. Se realizó una revisión bibliográfica no sistemática de artículos publicados durante los últimos diez años, en las principales bases de datos (Medline, CINAHL, Cochrane), introduciendo como palabras de búsqueda “isoflavones”, “phytoestrogens” y “osteoporosis postmenopausal”. A la vista de los resultados la mayoría de los autores concluyeron que, en diversas situaciones, las isoflavonas pueden ser una alternativa terapéutica en el climaterio, dado que hay algunos datos sobre posibles efectos beneficiosos aunque, no obstante, se desconocen sus posibles efectos adversos y no hay suficiente evidencia científica para recomendar su uso generalizado.