Objetivo: valorar la existencia de modificaciones de la dependencia en el anciano después de un ingreso hospitalario en un Servicio de Medicina Interna y analizar su relación con las principales características sociodemográficas de estos pacientes.
Material y métodos: estudio observacional descriptivo longitudinal (febrero 2010-julio 2010) con medidas mediante el test de Barthel al ingreso y al alta. La muestra se seleccionó mediante muestreo no probabilístico, de series de casos consecutivos. Al ingreso se han recogido las variables edad, sexo, domicilio, centro de salud, fecha de ingreso, número de ingresos en el último año y duración de los mismos, residencia habitual, riesgo social, motivo de ingreso y el primer test de Barthel. Al alta se ha registrado la fecha, el lugar al que vuelve el anciano, el riesgo social, la necesidad o no de entregar informe de alta de Enfermería (por necesitar continuidad en los cuidados) y el segundo test de Barthel.
Resultados: se analizaron 318 casos al ingreso, de los cuales se obtuvieron datos al alta en 157 pacientes (49,3%). La mediana de la estancia fue de nueve días con un rango intercuartílico de 5,5-15,0 días. El grupo analizado al alta presentó características similares al grupo inicial, por lo que puede considerarse representativo del mismo. Se incluyeron 86 mujeres (54,8%) y 71 hombres (45,2%), con una edad media global de 72,5 ± 17,5 años. La diferencia entre el Barthel al alta y el Barthel al ingreso presentó una media de 0,9 ± 18,6. Hubo 42 pacientes que mejoraron (26,7%), 89 que se mantuvieron estables (56,7%) y 26 que empeo­raron sus puntuaciones (16,6%). La pluripatología del anciano que condiciona un alto número de ingresos hospitalarios resulta clave para la interpretación de este resultado.
Conclusiones: no se puede evidenciar que se produzca una pérdida importante del grado de dependencia y, por tanto, de la calidad de vida, en nuestros ancianos sometidos a un ingreso hospitalario.