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Metas de Enfermería

Metas de Enfermería

JUNIO 2012 N° 5 Volumen 15

Empoderamiento del paciente

Sección: Editorial

Autores

Ana Giménez Maroto

Subdirectora de Metas de Enfermería

Titulo:

Empoderamiento del paciente

Recientemente he tenido la oportunidad de asistir a la 1ª Conferencia Europea sobre el Empoderamiento del Paciente, en la que han participado la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión de la Unión Europea, ministros y representantes de Ministerios de Sanidad, organizaciones internacionales de pacientes e institutos y fundaciones relacionados con iniciativas globales, autogestión de la formación y la aplicación de nuevas tecnologías en el cuidado de la salud.

El empoderamiento del paciente se ha identificado como una potente estrategia para promover la salud y la prevención de enfermedades, así como para responder a los principales problemas de salud en la región europea, como son las enfermedades no comunicables, la salud mental, la seguridad del paciente y el incremento de la cronicidad.

La política europea de la OMS Salud 2020 incluye la mejora de la capacitación en salud y la autogestión de la enfermedad, por lo que el empoderamiento de pacientes y comunidades está presente en múltiples proyectos de la OMS.

Según la opinión de los representantes de pacientes, el empoderamiento requiere un cambio de los profesionales sanitarios, en el sentido de que consideren y valoren al paciente individualmente, y una mayor flexibilidad del sistema sanitario para responder a las necesidades de los ciudadanos y dar opción a la participación de éste en la toma de decisiones conjuntas.

Según los expertos, partiendo del conocimiento de lo que necesitan los pacientes, es posible diseñar un modelo de cuidado de la salud basado en el apoyo al autocuidado y a la toma de decisiones informadas. Hay algunos componentes clave que son necesarios desarrollar, como por ejemplo, un sistema que permita registrar las preferencias del paciente, cuando se realiza la valoración de la situación de salud, y los objetivos pactados en la planificación de cuidados conjunta.

Se requiere un cambio de paradigma en el sistema de salud, hay que abandonar la relación paternalista y asumir que la información del paciente es un deber de los profesionales. El significado de pasividad implícito en el concepto que tenemos del “paciente” se contradice con la idea del empoderamiento, por tanto, hay que iniciar una recuperación de la “persona” para que realice un viaje desde un papel pasivo hacia un rol activo.

Existen estudios que evidencian las conductas saludables de pacientes activados.

Se presenta como un modelo innovador para el cuidado de las situaciones crónicas el consistente en transformar el servicio de salud, desde un enfoque centrado en la atención de las situaciones agudas hacía un servicio centrado en el manejo de las situaciones crónicas y sustituir la fragmentación existente en la atención al paciente por un abordaje de cuidado integral. De esta manera, se facilita el empoderamiento del paciente y de las comunidades, lo que hace que el servicio sea más eficiente.

Estoy convencida de que a cualquier enfermera estos mensajes le hubieran resultado tan conocidos y familiares como a mí y cómo no, si en su mayor parte parecían extraídos de una clase de Fundamentos de Enfermería.

Durante un momento confieso que esta percepción me produjo cierto disgusto provocado por la sensación de que algo propio me estaba siendo sustraído, de que aquello que da sentido al cuidado enfermero había pasado a ser de todos y era presentado como si de un descubrimiento se tratara. Sin embargo, esta sensación se fue transformando en una alegría cada vez mayor cuando empecé a pensar en la ventaja que implica ser enfermera en este preciso momento, en el que nuestro discurso ha trascendido los límites de la profesión y se ha convertido en algo tan valioso.
Utilizando una metáfora de las ciencias naturales, desde un punto de vista evolutivo, al igual que el azar determina la selección natural de las especies, quizás las circunstancias socio-económicas del entorno actual determinen una ventaja selectiva para las enfermeras, al fin y al cabo, la consecución del autocuidado del paciente forma parte de nuestros “genes” profesionales.

Independientemente de ésta y otras posibles explicaciones, lo que está claro es que éste es nuestro momento. Si se trata de empoderar al paciente, que nos pregunten a las enfermeras, ¿no les parece?