La enfermera escolar. Opinión de los progenitores de niñas y niños que inician la escolarización

Sección: Originales

Cómo citar este artículo

Montoro García A, Fernández Gutiérrez P. La enfermera escolar. Opinión de los progenitores de niñas y niños que inician la escolarización. Metas Enferm dic 2017/ene 2018; 20(10): 50-59.

Autores

Alba Montoro García1, Patricia Fernández Gutiérrez2

1Enfermera Interna Residente de Enfermería Pediátrica. Servicio de Pediatría. H. U. Puerta de Hierro-Majadahonda (Madrid)
2Enfermera Especialista en Pediatría. Tutora EIR Pediatría. Servicio de Neonatología. H. U. Puerta de Hierro-Majadahonda (Madrid)

Contacto:

Alba Montoro García. C/ Antxiola, 15, 2º izquierda. 20810 Orio (Guipúzcoa).

Email: albamontorogarcia@gmail.com

Titulo:

La enfermera escolar. Opinión de los progenitores de niñas y niños que inician la escolarización

Resumen

Objetivo: conocer la opinión de los progenitores de los niños y niñas que inician la escolarización con 3 años, sobre la necesidad de la presencia de la enfermera escolar en el centro.
Método: estudio transversal. Sujetos y ámbito de estudio: progenitores de alumnos de 3 años que iniciaron la escolarización en cinco centros escolares públicos de la Comunidad de Madrid. Se elaboró un cuestionario de 22 preguntas. A través de los tutores del alumnado se hizo llegar una circular a los progenitores con información sobre el estudio y el cuestionario, que podían devolver cumplimentado. Análisis descriptivo y bivariante. Se realizó análisis con niveles de confianza del 95%.
Resultados: participación del 75%. Se recogieron 132 cuestionarios. El 17% de niños/as presentaba problemas crónicos de salud. El 65% de los progenitores reconoció que tuvo en cuenta la existencia de la enfermera escolar en la elección del centro. El 37% de los escolares precisó asistencia sanitaria mientras se encontraban en el centro. El 18% de los progenitores consideró que el problema de salud de sus hijos/as les impide integrarse plenamente en las actividades del centro. El 68% afirma que la figura de la enfermera escolar podría resolver este problema. En los centros con enfermera el porcentaje de escolares de 3 años con problemas de salud crónico es superior al de los centros sin enfermera, un 22% frente a un 11%. El porcentaje de niños que precisaron asistencia sanitaria en el centro es superior en los centros que contaban con enfermera escolar (41%) frente a los que no contaban con ella (33%). Los padres de alumnos de centros con enfermera escolar valoraron con puntuación más alta la importancia en la atención de problemas de salud (p< 0,05), la EpS (p< 0,05) y la formación de docentes (p< 0,05) frente a los de los centros sin enfermera.
Conclusiones: dato relevante de prevalencia de enfermedad crónica en escolares de 3 años (17%). Un alto porcentaje de progenitores afirma haber elegido el centro educativo de sus hijos por contar con una enfermera. La opinión de los padres con respecto a la presencia de la enfermera escolar en el centro educativo de sus hijos/hijas es altamente positiva tanto para la atención a los problemas de salud, la EPS y la formación del personal docente.

Palabras clave:

Centros educativos ; enfermedad crónica ; pediatría ; enfermera escolar

Title:

The school nurse. Opinions by parents of boys and girls attending school for the first time

Abstract:

Objective: to understand the opinion of parents of 3-year-old boys and girls attending school for the first time about the need of having a school nurse present at the centre.
Method: a transversal study. Study subjects and setting: parents of 3-year-old pupils who started attending school in five public schools in the Community of Madrid. A 22-question questionnaire was prepared. Through the school tutor, a leaflet was sent to parents with information on the study and the questionnaire, that they could return once completed. A descriptive and bivariate analysis, conducted with 95% confidence levels.
Results: the participation was of 75%; 132 questionnaires were collected. There were 17% of children who presented chronic health problems; 65% of parents admitted that they took into account the presence of a school nurse when selecting the centre. Of the school pupils, 37% required medical care while they were in the centre; 18% of parents considered that their children’s health problem prevented them from being completely involved in school activities, and 68% of them stated that the school nurse profile could solve this problem. In the centres with a nurse, the percentage of 3-year-old schoolchildren with chronic health problems is superior vs. that in centres without a nurse, 22% vs. 11%. The percentage of children who required medical care in the centre is higher in those centres with a school nurse (41%) vs. those without a nurse (33%). Parents of children in centres with a school nurse assigned a higher score to the importance of medical care for health problems (p< 0.05), Health Education (p< 0.05) and training for teachers (p< 0.05) vs. those in centres without a nurse.
Conclusions: a relevant piece of data about the prevalence of chronic disease in 3-year-old schoolchildren (17%). A high percentage of parents state that they have chosen the school for their children because there was a school nurse. The opinion of parents regarding the presence of the school nurse in their children’s education centre is highly positive for medical care in health problems, Health Education, and training of the teaching staff.

Keywords:

Education centres; chronic disease; paediatrics; questionnaire

Introducción

La Asociación Madrileña de Enfermería en Centros Educativos (AMECE), primera asociación española en Enfermería Escolar, elaboró en 1999 el primer perfil propio de la enfermera escolar, al igual que lo hiciera anteriormente la National Association of School Nurses (1), definida como: “el profesional que, dentro del ámbito del centro y de acuerdo con el Proyecto Educativo del Centro (PEC), le incumbe la responsabilidad de proporcionar de forma individualizada, o en su caso, de forma coordinada dentro del equipo escolar, los cuidados propios de su competencia al alumno/a de modo directo, integral o individualizado. En el ámbito educativo, además, han de prestar un servicio que permita aumentar la capacidad del individuo y de la colectividad escolar, para prevenir, detectar y solucionar sus problemas de salud” (2).

El incremento de la cronicidad en la edad pediátrica se relaciona con el aumento en las tasas de prematuridad y una disminución importante de las cifras de mortalidad perinatal, entre otras posibles causas, sobre todo en países desarrollados (3,4). Según la Encuesta Nacional de Salud (5), las enfermedades crónicas más prevalentes en la infancia (0 a 14 años) en España son las siguientes: procesos alérgicos crónicos (10,3%), asma (5,3%), trastornos de la conducta incluyendo el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) (2,6%), trastornos mentales (1,1%), lesiones permanentes por causa de accidentes (0,6%), epilepsia (0,5%), diabetes mellitus (0,1%) y tumores malignos (0,1%). El crecimiento paulatino de las patologías crónicas en la población infantil conlleva un cambio significativo en la responsabilidad inherente al cuidado de estos niños, tanto por parte de los progenitores como profesionales de la salud y profesores, sobre todo cuando están fuera del domicilio familiar, y pasan buena parte de la jornada en un centro escolar (5-10). Otro aspecto fundamental para garantizar la salud en la infancia es la integración de las familias de forma activa tanto en los cuidados como en la promoción de la salud. Esta corriente, que recibe el nombre de Cuidados Centrados en la Familia (Family Centered Care), está cobrando cada vez mayor relevancia a la hora de plantear el cuidado de la población pediátrica en todos los ámbitos (11,12).

En un sentido amplio, la enfermera en la escuela surge como figura capaz de identificar necesidades, proporcionar cuidados, así como constituir un elemento de primer orden en la educación sanitaria de los niños, tanto sanos como con patologías, de sus padres y de toda la comunidad escolar en general (13). No solo la participación de los padres es fundamental en la promoción de la salud de los alumnos. Recíprocamente, se han demostrado los beneficios de la presencia de la enfermera escolar sobre las propias familias, actuando como factor reductor de estrés y ansiedad, y elemento de confianza y seguridad durante la estancia en la escuela (14,15). Del mismo modo la figura de la enfermera escolar aporta seguridad en el entorno educativo, evitando que el personal docente tenga que hacerse cargo de algunos cuidados o de la actuación en situaciones de urgencia (16).

En este sentido, existe un Convenio Marco de Colaboración desde 2005 entre el Ministerio de Sanidad y el Ministerio de Educación y Ciencia, cuyo objetivo principal era diseñar un plan conjunto para impulsar la Promoción y la Educación para la salud en la escuela, favoreciendo la participación de las familias en el fomento de actitudes o hábitos saludables (17). Gran parte del desarrollo posterior de esta norma se ha realizado en el ámbito autonómico, existiendo diferencias a este respecto entre las distintas comunidades del territorio español (18,19).

Una última consideración es el aspecto económico. Un reciente estudio, llevado a cabo en Massachusetts, ha comparado el coste del servicio de Enfermería escolar con respecto al ahorro generado gracias a su presencia reduciendo las consultas médicas y las horas de trabajo perdidas de padres y docentes (20). El estudio ha estimado también cuánto costarían los procedimientos que habitualmente realizan las enfermeras escolares (controles de glucemia, curas, administración de fármacos) en una clínica u hospital. De los datos extraídos del programa se desprende que los beneficios de la Enfermería escolar superan ampliamente sus costes (21,22).

En la Comunidad de Madrid se aprobó en 2005 una resolución por la que se establecían determinados centros de escolarización preferente para el alumnado con necesidades educativas especiales asociadas a graves alteraciones comunicativas y sociales (23). Por otro lado, desde 2014 se estableció un convenio de colaboración entre la Consejería de Sanidad y la Consejería de Educación, Juventud y Deporte, para la atención sanitaria de alumnos escolarizados en centros educativos públicos de la Comunidad de Madrid que presentaran necesidades sanitarias de carácter permanente o continuado, apareciendo los diplomados en Enfermería en el listado específico de profesionales sanitarios destinados a tales fines (24-26).

Por todo ello, los objetivos de este estudio eran conocer la opinión de los progenitores de los niños y niñas que inician la escolarización (Educación Infantil, 3 años) sobre la necesidad de la presencia de la enfermera escolar en el centro, y detectar si existían diferencias en la valoración que efectúan los progenitores sobre la enfermera escolar en función de si el centro cuenta o no con dicho profesional.

Método

Se llevó a cabo un estudio transversal en varios centros escolares de Educación Infantil y Primaria públicos de la Comunidad de Madrid, con el visto bueno del Comité Ético de Investigación del centro de referencia y el apoyo de los directores de los centros educativos.

Sujetos y ámbito de estudio

La población diana fueron los padres de alumnos de 3 años que empezaban por primera vez el curso 2014-2015 en un centro educativo de Educación Infantil.

Atendiendo a la accesibilidad y a los recursos, tanto humanos como materiales disponibles, se eligieron cuatro centros públicos con enfermera y cuatro centros públicos sin enfermera de los municipios de Carabanchel (Madrid Centro), Leganés y Alcorcón (Madrid Sur) y Pozuelo de Alarcón (Madrid Oeste). De los cuatro centros con enfermera seleccionados, dos aceptaron participar, y de los cuatro centros sin enfermera seleccionados, tres decidieron participar.

Procedimiento

Para tener acceso a los centros educativos se realizó un contacto previo con los mismos por vía telefónica o bien a través de una visita personal, tras lo cual se concertaba una reunión, bien con la enfermera del centro en los que contaban con ella, o bien con la dirección en caso contrario. Una vez explicados los objetivos del estudio y aprobada la participación por el equipo directivo del centro se hizo llegar a los padres de alumnos a través de circular un cuestionario junto a una hoja informativa del estudio. Los progenitores de los alumnos de 3 años que iniciaron el curso escolar, si deseaban participar voluntariamente, cumplimentaban el cuestionario que habían recibido a través de los tutores de sus hijas e hijos y lo retornaban al centro del mismo modo.

Recogida de la información

Se diseñó un cuestionario ad hoc para el desarrollo del estudio, a partir de la bibliografía consultada (13). La primera versión fue sometida a un proceso de validación de aspecto y contenido. Para ello se utilizó la técnica de consenso mediante la cual varias enfermeras expertas con más de cinco años de ejercicio de la profesión en el ámbito de la Enfermería escolar y pertenecientes a la Asociación Madrileña de Enfermería en Centros Educativos (AMECE) revisaron la primera versión del cuestionario y evaluaron los aspectos a modificar. El segundo borrador fue sometido a una fase de pretest cognitivo. Para ello, se pasó el cuestionario a 10 progenitores con los mismos criterios de selección, pero cuyos hijos e hijas estaban escolarizados en otros centros. El cuestionario fue cumplimentado sin dificultad y no llevaron a cabo ninguna observación al respecto.

El cuestionario definitivo constaba de 22 preguntas (Anexo 1).

Variables

  • Variables relativas al progenitor que cumplimentaba el cuestionario y al centro de escolarización: sexo, nivel de estudios, municipio, tipo de centro.
  • Variables indicadoras del contexto actual de los cuidados de la salud en los centros escolares: medios para la atención, atención sanitaria a patología urgente, agentes que procuran la atención, cuidados ante problemas de salud crónicos, disposición del personal docente, obstáculos para la atención.
  • Variables de opinión: relevancia de la enfermera escolar como factor para elegir el tipo de centro, importancia de la enfermera escolar en la atención a problemas de salud, importancia de la enfermera escolar en la Educación para la Salud de los niños, importancia de la enfermera escolar en la formación de los profesores y tutores, relevancia de la enfermera escolar con respecto a otros servicios presentes en los centros escolares, influencia de la enfermera escolar en el niño con problemas de salud crónicos.

Análisis estadístico

Se realizó un análisis descriptivo de las variables, mediante distribución de frecuencias para las variables cualitativas, expresado en frecuencias absolutas y porcentajes. También un análisis bivariante en función del tipo de centro (con enfermera y sin enfermera). Todos los análisis se hicieron con niveles de confianza del 95% (p≤ 0,05). Se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 19.0.

Resultados

Se entregaron un total de 175 cuestionarios, en los cinco colegios participantes en el estudio, y se obtuvieron un total de 132, siendo la participación de un 75%.

Participaron en la cumplimentación del cuestionario principalmente madres (87%), con estudios universitarios (64%). La distribución por municipios fue bastante homogénea. La distribución por tipo de centro también es homogénea, el 52% contaba con enfermera escolar. En el 48% de los centros la enfermera trabajaba toda la jornada escolar. La proporción de niños con problemas crónicos de salud en la muestra encuestada fue del 17%. Un 30% de los progenitores desconocía si en el centro escolar existían otros profesionales de la salud distintos de la enfermera. En los casos en los que sí existen otros profesionales del ámbito sanitario, aparecen los fisioterapeutas con mayor frecuencia (24%) (Tabla 1).

Un 65% de los progenitores reconoció que tuvo en cuenta la existencia de la enfermera escolar en la elección del centro. Se observó que un 37% de los escolares de 3 años precisó asistencia sanitaria mientras se encontraban en el centro. Los padres valoraron la importancia de la atención de los problemas de salud en el centro (99%), la Educación para la Salud –EPS– (93%) y la formación del personal docente (98%). Por su parte, cuando se les pidió puntuar de 1 a 5 los mencionados tres elementos, casi el 100% de los progenitores le otorgó las puntuaciones más altas (Tabla 2).

Según los progenitores, el 100% de los tutores conoce los problemas de salud de sus hijos e hijas, y muestra una disposición positiva para colaborar y/o atender dicho problema de salud. Sin embargo, un 27% de los docentes ha expresado su dificultad y/o desconocimiento para atender los posibles problemas que el niño pudiera presentar. El 18% de los padres considera que el problema de salud de sus hijos/as les impide integrarse plenamente en las actividades del centro. Por su parte, el 68% afirma que la figura de la enfermera escolar podría resolver esta dificultad y ayudar a la integración de los escolares con problemas de salud en dichas actividades (Tabla 3). La enfermera escolar fue seleccionada en primer lugar por parte de los progenitores cuando podían elegir servicios adicionales en el centro escolar: 73% servicio de enfermera escolar, 64% aula de informática e internet, 50% oferta de un segundo idioma, 45% mejorar las instalaciones deportivas, 44% escuela de padres y 33% biblioteca con horario ampliado.

En el análisis bivariante se observaron diferencias estadísticamente significativas en dos ítems en función de la presencia de la enfermera escolar: cuenta el centro con enfermera (p< 0,05), cuenta el centro con otros profesionales (p< 0,05). Se observó que en los centros sin enfermera un 16% de los padres no sabía si existía dicha figura. Se observó que en el grupo de los centros con enfermera fue más habitual la existencia de otros profesionales del ámbito sanitario, siendo los fisioterapeutas los más presentes (47%). A pesar de no detectarse diferencias estadísticamente significativas, cabe señalar que en los centros con enfermera el porcentaje de escolares de 3 años con problemas de salud crónicos es superior al de los centros sin enfermera, un 22% frente a un 11%. El porcentaje de niños que precisó asistencia sanitaria en la escuela es superior en los centros que contaban con enfermera escolar (41%) frente a los que no contaban con ella (33%) (Tabla 4).

En lo relativo a la importancia del papel de la enfermera escolar en función del tipo de centro, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos. Los padres de centros con enfermera escolar valoraron con puntuación más alta la importancia en la atención de problemas de salud (p< 0,05), la EpS (p< 0,05) y la formación de docentes (p< 0,05) frente a los de los centros sin enfermera (Tabla 5).

Respecto a la opinión de los padres de niños con problemas crónicos de salud en función del tipo de centro, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en ninguno de los ítems. Sin embargo, cabe señalar que en los centros en los que había enfermera escolar se observó un porcentaje mayor de docentes que había expresado su dificultad y/o desconocimiento para atender el problema de salud de los escolares, 33% frente al 14% de los centros sin enfermera. Asimismo, en los centros con enfermera, un 27% cree que el problema crónico impide la integración del niño en las actividades escolares mientras que ningún progenitor opina del mismo modo en los centros sin enfermera. En este aspecto, el 80% de los progenitores de centros con enfermera cree que con dicho profesional este problema podría solucionarse, frente a un 43% que opina lo mismo en los centros sin enfermera (Tabla 6).

Respecto a la importancia que les otorgan a los servicios adicionales del centro, se observa que el porcentaje de puntuaciones máximas se distribuye de forma similar en los centros con y sin enfermera. Sin embargo, resulta estadísticamente significativo que en los centros con enfermera se valora su presencia con puntuaciones más altas (p< 0,05) que en los centros sin enfermera, donde incluso pasan a una segunda posición en el orden de interés por los servicios adicionales del centro.

Discusión

Se considera que la participación en el estudio por parte de los progenitores de niños y niñas que inician su escolarización a los 3 años es elevada (75%), dado el tipo de estudio (cuestionario autocumplimentado) y teniendo en cuenta que una de las limitaciones esperables era la pérdida de ejemplares no devueltos al investigador. Sin embargo, el instrumento cuenta con aspectos favorables que pueden justificar la participación (interés por el tema, anonimato, respuestas sencillas, recepción y entrega de cuestionarios a través del tutor de los escolares).
En el presente trabajo, un 17% de los progenitores del estudio afirmó que su hijo/a padecía algún problema crónico de salud. Este dato es similar al que aparece en la literatura, que reporta un 20,6% de enfermedad crónica en edad pediátrica (0 a 14 años) en España (5). Otro hallazgo a destacar fue que se observó un mayor porcentaje de niños/as con patología crónica en los centros que tenían enfermera. Este resultado puede estar relacionado con la elección de centro por parte de los padres de los escolares con problemas de salud, en función a la presencia del profesional sanitario en dichos centros. Por tanto, se podría afirmar que contar con una enfermera en el centro puede considerarse como un indicador de calidad para los padres a la hora de decidir el centro donde inscribir a sus hijos.

En este sentido, la mayoría de los progenitores valoró muy alto la importancia de contar con ayuda profesional en el centro para atender los problemas de salud de sus hijos/as, contribuir a la educación para la salud y a la formación del personal docente en temas relacionados con la salud.

Como era de esperar, dada la responsabilidad que los tutores de los escolares de 3 años manifiestan, todos conocían los problemas de salud del alumnado a su cargo, y mostraban total disposición a atender los que pudieran surgir durante la jornada escolar. Sin embargo, una cuarta parte de los docentes había expresado su dificultad y/o desconocimiento para atender los posibles problemas de salud que el escolar pudiera presentar. El hecho de que un docente tenga que hacerse cargo de los cuidados de un niño para los que no está formado es una situación altamente negativa, tanto para el propio niño como para el docente que ha de encargarse de actividades para las que no está capacitado con las consecuencias que ello puede suponer en cuanto a la propia salud del menor y al retraso en las actividades del resto del alumnado.

En cuanto a la afectación de la patología crónica en la integración del niño en la escuela, en el estudio actual se ha detectado que una quinta parte de los progenitores consideran que sus hijos/as no logran la adaptación completa a las actividades del centro. Sin embargo, más de la mitad reconoce que con la enfermera escolar se resolvería este problema y ayudaría a su integración. Parece razonable por tanto pensar que, no solo para los padres sino también para los docentes, la enfermera en el centro escolar se conformaría como un elemento de confianza y calidad.

Los resultados del estudio, por tanto, ponen de relieve que los padres de los alumnos que inician la escolarización en general valoran muy positivamente la disponibilidad de un servicio de Enfermería escolar y más aún cuando ya cuentan con ella en el centro de sus hijos.

Teniendo en cuenta estos resultados y los de la bibliografía consultada, este interés ha llevado a incluir de forma regulada en algunos países como EE.UU. la presencia de la enfermera escolar en muchos centros educativos (27,28).

Teniendo presentes estos hallazgos, contrastados con la literatura, se puede afirmar que la enfermera escolar lograría una mayor integración de los niños con enfermedades crónicas y/o discapacidad en los centros educativos, contribuiría a proporcionar conductas de autocuidado tanto en el ámbito general en niños sanos (hábitos saludables, inmunizaciones, cribados de visión, salud bucodental) (29), como en alumnado con problemas de salud concretos tan prevalentes en la sociedad actual como la obesidad infantil (30). Por otra parte, de las respuestas de los padres se desprende que los profesores también estarían interesados y satisfechos de que así fuera y participarían activamente en la mejor integración de los niños. No se ha de olvidar que los docentes son una figura que pasa una gran parte del tiempo con los niños y, sin embargo, tienen grandes carencias tanto en el manejo de situaciones agudas de urgencia (31), como en el día a día de la cronicidad en pediatría.

Algunas de las limitaciones más importantes del estudio están relacionadas con el diseño (transversal), el método de recogida de la información (cuestionario autoadministrado de progenitores que participan voluntariamente), y la muestra (no probabilística, pequeña, no representativa). No obstante, se trataba de un estudio necesario, dada la escasez de publicaciones en este ámbito, que ha aportado información suficiente para abrir una línea de investigación futura, en la que se podría estudiar con más profundidad el tema de la cronicidad en el entorno escolar. Así como ampliar el estudio tanto en ámbito geográfico como en el grupo de edad de los niños, que podría incluir a escolares de 3 a 16 años, completando toda la etapa educativa obligatoria. Otro planteamiento que podría resultar enriquecedor sería poder conocer la opinión del personal docente y directivo de los centros, para saber sus inquietudes con respecto a la salud de los alumnos y la valoración que otorgan respecto a la integración de un profesional de Enfermería en el centro.

Como conclusiones, cabe destacar que: se ha registrado un dato relevante de prevalencia de enfermedad crónica en escolares de 3 años (17%); un alto porcentaje de progenitores afirma haber elegido el centro educativo de sus hijos por contar con enfermera; y la opinión de los padres con respecto a la presencia de la enfermera escolar en el centro educativo de sus hijos/hijas es altamente positiva tanto para la atención a los problemas de salud, la EPS y la formación del personal docente, siendo más alta en los centros que cuentan con esta figura que en los que no.

Agradecimientos

A las madres y padres que colaboraron cumplimentando la encuesta. A los directores y profesores de los centros participantes en el estudio. A Montserrat Solís Muñoz, responsable de Investigación en Cuidados, por su ayuda en el desarrollo del proyecto y en la difusión científica de los resultados.

Financiación

Ninguna.

Conflicto de intereses

Ninguno.

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