Durante décadas, la Historia de la Enfermería nos ha acompañado como asignatura en los inicios de nuestra formación universitaria, ya presente en los planes de estudios de Ayudante Técnico Sanitario. Se trata de una materia básica, que no solo acerca al alumnado a los antecedentes históricos de nuestra profesión, sino que también aporta las herramientas cognitivas necesarias para generar un pensamiento crítico y reflexivo sobre la dirección en la que queremos que evolucione nuestra disciplina. Lamentablemente, desde la implantación de los Grados, hemos apreciado cómo poco a poco la Historia de la Enfermería ha perdido fuerza en los planes de estudios universitarios.

A la dificultad docente se suma la investigadora. A pesar de haber alcanzado el ansiado doctorado en Enfermería, vemos cómo la investigación en Historia de la Ciencia Enfermera se encuentra devaluada por el modelo cuantitativo imperante y por los sistemas de evaluación de calidad investigadora.

Ante las adversidades docentes e investigadoras el profesorado universitario se ve obligado a buscar herramientas con el objetivo de motivar al alumnado en el proceso de enseñanza-aprendizaje y visibilizar la investigación en Historia de Enfermería ante los ojos del colectivo científico, profesional y social. Entre las herramientas de cambio podemos encontrar: la innovación docente, la formación en historiografía del alumnado de postgrado, la participación en congresos o la publicación en revistas científicas que mantengan activa la investigación en Historia de Enfermería. Bajo este preámbulo surge la necesidad de poner en valor la existencia de museos históricos o exposiciones temporales que nos ayuden a mantener vivo nuestro pasado más reciente.

A escasos 10 minutos de la estación madrileña de Atocha encontramos el Museo de Historia de la Enfermería, espacio cultural con la mayor colección permanente de España. Este museo, situado en el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid, está dirigido por la Dra. María Teresa Miralles Sangro, reconocida investigadora y promotora de la Fundación María Teresa Miralles Sangro para el estudio de la evolución de los cuidados y el desarrollo de la Enfermería. El Museo de Historia de la Enfermería abrió sus puertas en 2012 y, desde entonces, se ha centrado en recuperar y preservar parte del equipamiento que sirvió para llevar a cabo los cuidados domésticos y profesionales de Enfermería entre el siglo XVII y XX. Gran parte de los objetos que se muestran son de los propios fondos de la Dra. Miralles, que ha ido coleccionando durante décadas.

Una de las principales características del Museo de Historia de la Enfermería se relaciona con el hecho de que viva en perfecta simbiosis con la actividad del Colegio Oficial de Enfermería que lo acoge. Nada más entrar en la sede del colegio, emblemático edificio del siglo XX que perteneció a la empresa americana de máquinas de coser Singer, nos recibe una majestuosa escalera con una pequeña exposición filatélica sobre la Enfermería española. La colección permanente está compuesta por cinco espacios y 16 vitrinas temáticas repartidas en dos grandes salas. Cada objeto, documento y fotografía ha sido cuidadosamente seleccionado por la Dra. Miralles para narrarnos una historia en cada una de las vitrinas expuestas. De este modo, podemos ver relatada la historia de la formación enfermera, de los cuidados de la mujer y del lactante, de la utilización de instrumental para el cuidado del paciente, de la preparación y administración de fármacos, del cuidado en contextos bélicos o de la invisibilidad de la enfermera a lo largo de la historia. Y, cómo no, las historias se relatan siguiendo el riguroso método historiográfico y, como señalaría la Dra. Miralles, basándose en los cuidados básicos que siempre ha desarrollado e identificado la Enfermería a lo largo de los tiempos.

Como vemos, el Museo de Historia de la Enfermería de Madrid constituye toda una oportunidad de aprendizaje, visibilidad y reflexión para todos los niveles académicos y sociales. Su amplia colección poco tiene que envidiar a otros museos extranjeros que requiere emprender un largo viaje para poder visitarlos. Cualquiera que tenga programado un viaje a Madrid, no debería dejar de visitar el citado Museo de Historia de la Enfermería.