Cifras y datos escalofriantes de morbimortalidad impregnan la dependencia del tabaco: una prevalencia española del 34,4%, más de 55.000 muertes/año relacionadas directamente con su consumo, efectos sinérgicos con otros factores de riesgo cardiovascular, impresionantes porcentajes de causalidad en multitud de cánceres, etc. Los profesionales de Atención Primaria en general y el personal de Enfermería en particular tienen la responsabilidad de responder a la demanda urgente de prevención y tratamiento que el tabaquismo está requiriendo actualmente. Con este artículo se pretende actualizar las diferentes intervenciones en tabaquismo y especificar el papel que los profesionales de la Enfermería deben desempeñar. En este sentido, se disponen de tres posibles niveles de intervención a desarrollar en el tratamiento de la dependencia al tabaco: intervención básica, avanzada y especializada. La intervención básica en tabaquismo es el arma terapéutica con la mejor relación coste-eficacia que, junto a su sencillez, debería aplicarse al 100% de la población fumadora. Por otra parte, en la intervención avanzada se presta una atención más estructurada e intensiva, manejándose recursos terapéuticos específicos como tratamientos farmacológicos y de modificación de conducta. Los enfermeros y enfermeras de Atención Primaria tienen un papel más que protagonista en la captación, manejo y seguimiento del fumador, estando demostrada su eficacia en este tipo de intervenciones.