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Revista Matronas

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ABRIL 2018 N° 1 Volumen 6

La donación de sangre de cordón umbilical

Sección: Echando la vista atrás

Titulo:

La donación de sangre de cordón umbilical

En este número vamos a hablar de una afortunada realidad ya implementada en España: la donación de sangre de cordón umbilical. Como todas las acciones importantes ha tenido un largo proceso en el que las matronas, representadas por Asociación Española de Matronas, han tenido un importante papel.

Durante los años 80 del pasado siglo, se constató la riqueza de la sangre de la placenta en progenitores hematopoyéticos. Entre 1988 y 1989 se hicieron los primeros trasplantes en Francia y EE.UU. Aún tuvieron que transcurrir unos años, hasta 1993, para crear el primer banco en Nueva York; a finales de 1995 ya estaban en funcionamiento los de París, Milán, Dusseldorf y Barcelona.

Pasaba el tiempo y con más fuerza se confirmaba que la donación de células de sangre de cordón constituía una alternativa terapéutica al trasplante de progenitores hematopoyéticos, con un número in crescendo de indicaciones.

Esto empujó a crear una estrategia universal de donación, obtención, manipulación y almacenamiento de la sangre de cordón, ya que aportaba sustanciales beneficios en relación con las donaciones de médula:

  • Más controlable.
  • Menos costo.
  • Disponibilidad inmediata.
  • Más posibilidades.
  • Resultados iguales o mejores que las donaciones de médula.

Con estas premisas había que ponerse manos a la obra para aumentar el pool de cordones acumulados y así incrementar las posibilidades de encontrar el donante adecuado. Algo muy importante a la vez era fomentar las donaciones entre las minorías para incrementar la diversidad étnica en los registros internacionales. Dado que no todos los países disponían de registros de médula o cordón umbilical, una unidad donada en España podría beneficiar a un paciente en cualquier lugar del mundo.

De otro lado se planteó, en el ámbito institucional, la necesidad de informar de la no justificación de los bancos autólogos y concienciar a la sociedad especialmente de la publicidad falsa tendenciosa o engañosa.

El boom mediático llegó a su punto álgido en España en 2006, cuando circuló la noticia de que los entonces príncipes de Asturias habían enviado la sangre del cordón de la primogénita a un banco de Tucson (Arizona).

Con una actividad creciente, a la vista de la gran potencialidad futura y la repercusión mediática que estaba teniendo, era necesario regular, coordinar y planificar.

En febrero de 2006 se decide elaborar el plan, entre abril y diciembre de ese mismo año se pasa al proceso de realización, para lo cual se reúne un grupo de trabajo formado por miembros de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), la Asociación Española de Matronas (AEM) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) con el fin de elaborar el apartado de obtención de sangre de cordón umbilical correspondiente al plan y organización de cursos de formación de formadores, dirigidos al personal de las unidades obstétrica. Las CC.AA. y la Comisión Nacional de TPH fueron el resto de integrantes del grupo de trabajo conjunto que concluyó en la elaboración del Plan Nacional de Donación de Sangre de Cordón, cuyo primer borrador fue publicado en enero de 2007. A mitad de ese año se inició la difusión e implementación de dicho plan.

A día de hoy, se puede decir que los objetivos previstos de tener disponibles 62.000 muestras de sangre de cordón se han cumplido.

De las 793 unidades de sangre de cordón almacenadas en España en 1997 se ha llegado en 2016 a 64.290. En el contexto mundial, España está en una muy honrosa 6ª posición en cuanto a unidades de sangre de cordón x 100.000 habitantes, detrás de Chipre, Taiwan, Singapur Bélgica e Israel, gracias a la intervención de más 140 maternidades y siete banco públicos de cordón en nuestro país y, haciendo justicia, parte del inmenso mérito de este logro es de las matronas que han sido fuente de información entre las mujeres y han sumado una carga de trabajo más por la recompensa del trabajo bien hecho y de aportar su solidaridad a la causa de los que lo necesitan.