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Revista Matronas

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SEPTIEMBRE 2021 N° 2 Volumen 9

Entrevista a Teresa Cabrera Sanz, una matrona promotora y partícipe del cambio en la obstetricia moderna

Sección: Entrevista a…

Autores

Maribel Castelló López

Vicepresidente AEM

Titulo:

Entrevista a Teresa Cabrera Sanz, una matrona promotora y partícipe del cambio en la obstetricia moderna

Teresa es matrona desde hace más de 40 años, una investigadora incansable, entregada a su profesión y que el destino quiso que fuera partícipe de los inicios del cambio en la obstetricia moderna de la segunda mitad del siglo XX. Una matrona que supo aceptar el reto de iniciar un proyecto pionero que se trasmitió al resto de España. Puede que a muchos sorprenda que algunas de las prácticas obstétricas actuales de humanización se iniciaran hace 40 años.

Pregunta. Hola, Teresa, en primer lugar agradecerte que hayas aceptado concederme esta entrevista, para mí es un orgullo, no solo ser amiga tuya sino, además, conocer personalmente a una de las matronas que más admiro dentro de esta profesión y que las jóvenes generaciones desconocen. Quizá muchas compañeras no sepan de tus inicios como enfermera en un área de la obstetricia como es la fisiopatología fetal, cuéntanos ¿qué significó para ti el trabajo en una Unidad de Fisiopatología Fetal allá por los años 70?
Respuesta. Hola, Maribel, muchas gracias por tus palabras de amistad y reconocimiento profesional, vuestra generosidad al hacerme esta entrevista me ha llevado a recordar y valorar en su conjunto el camino que he recorrido como enfermera y dentro de la enfermería como matrona, al hacerlo todo lo vivido tiene unidad y cobra sentido.

Contra todo pronóstico acabé estudiando enfermería cuando mi intención era hacer químicas. Pero desde el primer día en que inicié mis estudios de enfermera supe que era la profesión a la que quería dedicar mi vida. Dentro de mi formación como enfermera dos rotaciones llamaron especialmente mi atención: la Unidad de Parapléjicos en la Ciudad Universitaria de Madrid y el Servicio de Fisiopatología Fetal en la Maternidad del Hospital La Paz de Madrid, inclinándome por este último para iniciar mi carrera.

Mi incorporación como enfermera al servicio de Fisiopatología Fetal fue en el año 68. La Maternidad de La Paz se inaugura en el año 1965 coincidiendo con el desplazamiento de la mayoría de los partos domiciliarios a las maternidades en la década de los años 60 en España, este hecho dio un impulso al desarrollo de la Obstetricia. Antes de su inauguración dos descubrimientos científicos originales habían tenido lugar en el ámbito internacional que van a tener un papel decisivo en la Medicina Perinatal.

Por una parte, el profesor Caldeyro Barcia y colaboradores realizan en 1947, dentro del Servicio de Fisiología Obstétrica de Montevideo, los primeros registros de la presión amniótica, analizando y definiendo la contractilidad uterina en el embarazo y parto, así como la fisiología normal y patológica de la misma. En 1958 presentan un estudio de la hipoxia fetal mediante registro continuo de la frecuencia cardiaca fetal (FCF) y a partir de esta fecha utilizaron los dos métodos de forma simultánea, pudiendo describir los efectos de las contracciones uterinas sobre la FCF. Estos dos hallazgos dieron origen a los “cardiotocogramas” (CTG) empleados desde entonces para valorar el estado fetal y la evolución del parto. De forma simultánea, el Dr. Edwart Hon y colaboradores en la Universidad de Yale, EE.UU., confirman estos resultados y en 1963 Hon diseña el “electrodo para registro continuo de la FCF interna”. En 1968, Bishop incorpora el “doppler” al ultrasonido para el registro de FCF por métodos no invasivos. En 1963, Pose presenta registros continuos y simultáneos de FCF y dinámica uterina para ver la repercusión de la dinámica sobre la FCF.

El segundo avance científico que impulsó radicalmente el desarrollo de la medicina obstétrica fue la introducción de la “ecografía”, considerada en la actualidad un examen indispensable. Su historia se remonta a 1794 con el descubrimiento de los ultrasonidos por el biólogo Lazzaro Spallanzani en su observación de los murciélagos, pero es en 1957 cuando el Dr. Ian Donald inicia sus estudios obstétricos a partir de los ecos provenientes del cráneo fetal, y en 1960 se dispone del primer aparato unidimensional de ecografías para el embarazo, al que siguió el bidimensional y la escala de grises.

En 1962, Saling aporta el “amnioscopio”, así como el método que hace posible la obtención de micromuestras de sangre fetal para la determinación del equilibrio acido-base fetal (“gasometría fetal intraparto de calota fetal”) durante el trabajo de parto, a través del cual vamos a poder valorar el estado fetal intraútero.

Todos estos avances científicos dan lugar a la creación de los servicios de Fisiopatología Fetal por el que cambia el concepto del feto, pasando de ser el objeto del parto a ser estudiada la salud o enfermedad del mismo durante todo el proceso completo. Trabajar en el Servicio de Fisiopatología Fetal dirigido por el Dr. Pedro de la Fuente supuso para mí entrar en contacto con todo ello desde sus inicios, vivir la evolución, los cambios, la consolidación de los mismos y su repercusión sobre la salud materno-fetal. Para mí, incorporarme a un servicio que trabajaba en equipo y en el que se integraban en la práctica la asistencia, la docencia y la investigación, aunque en ese momento no fuera consciente, fue donde se formaron las bases de mi modo de entender la profesión.

P: Y dime, Teresa, ¿cómo supiste que necesitabas ser matrona? ¿Qué podía aportar esto a tu trabajo en la Unidad de Fisiopatología Fetal? Según he leído estuviste hasta los inicios de los 80.
R: Me di cuenta que para seguir trabajando en ese servicio me era imprescindible aumentar mis conocimientos obstétricos-ginecológicos, tanto teóricos como prácticos, y obtener el título de matrona. La especialización que hice en 1974 aumentó mi respeto y admiración por nuestra profesión. En Cruz Roja, donde obtuve el título, conocí excelentes y estrictas matronas asistenciales. Al incorporarme a mi servicio como matrona pude integrar lo aprendido en ese año con los conocimientos en fisiopatología fetal que tenía y que siguieron aumentando en los años siguientes con el trabajo asistencial y la participación como parte del equipo en los trabajos de investigación que se realizaron esos años; alguno de ellos fueron: La frecuencia cardiaca fetal intraparto (Tesis doctoral del Dr. Díaz Castellanos), Alteración de la homeostasis fetal (Tesis doctoral del Dr. González), Atlas de ecografía obstétrica (Ediciones Toray. Prof. Pedro de la Fuente y Dr. Olaizola año 1983).

P: Tengo entendido que el gran reto surge cuando te marchas a un hospital como el 12 de Octubre de Madrid, con el equipo del Dr. de La Fuente, para iniciar un proyecto pionero en España. ¿Qué supuso formar parte de este equipo? ¿Por qué fue tan importante? En esa época eras supervisora del área funcional. Cuéntanos en qué consistía este proyecto.
R: Bueno, primero aclarar que antes de llamarse así se inauguró como “Ciudad Sanitaria 1º de Octubre” en 1973 y que el Materno-Infantil del Hospital 1º de Octubre se inaugura en mayo de 1980, en aquel momento el mayor de Europa, donde se atendían más de 8.000 partos anuales y que se convierte en referencia obligada de toda la red sanitaria española, siendo a finales de esa década cuando cambia el nombre a 12 de Octubre. El máximo responsable como Jefe de Departamento del mismo fue el Profesor Pedro de la Fuente, el cual planificó, junto con su equipo, la forma de asistencia obstétrica, coordinando a todos los profesionales que en aquel momento formábamos el equipo de Medicina Perinatal. Yo llevaba trabajando en fisiopatología 11 años y confiando en mi trayectoria dentro del servicio me hacen la propuesta de participar en ese proyecto como jefa de matronas, cargo que más tarde pasó a llamarse “Supervisora de Área Funcional”. Cuando se inauguró el hospital 1º de Octubre ya habían trascurrido décadas de asistencia al parto en los hospitales y en este tiempo se habían seguido publicando trabajos por obstetras y pediatras destacando aspectos importantes del parto que, como proceso biológico y acontecimiento familiar, deben de ser preservados en el medio hospitalario.

Igualmente no habían dejado de aparecer publicaciones sobre la importancia del control fetal durante el parto considerando que es, sin duda, la etapa más arriesgada dentro de la vida de una persona (feto-niño-adulto).

Al plantearse la forma de asistencia al parto en el departamento de un hospital nuevo se optó, bajo la dirección del Prof. de la Fuente, por la filosofía que creemos fue, y sigue siendo, importante porque se generalizó no solo en España, sino fuera de España. Esta filosofía de trabajo fue humanizar el parto en el medio hospitalario sin renunciar a las ventajas de los avances científicos que hacían el parto más seguro, aunque para ello se adoptaron muchas medidas. La arquitectura del paritorio se diseñó con dilataciones individuales preservando la intimidad del nacimiento y se permitió, por primera vez en España, la presencia y acompañamiento del padre durante la dilatación y parto, que más tarde se fue extendiendo a todas las unidades del país.

Otro aspecto de gran importancia fue planificar una plantilla de matronas que les permitiese, además de controlar y asistir el parto, acompañar y apoyar a la mujer, así como facilitar la integración del padre durante todo el proceso del parto, siendo la misma matrona la que hacía el seguimiento de la dilatación, asistencia al periodo expulsivo y control de la dos horas de puerperio inmediato. El que la mujer deambulara durante la dilatación se inspiró en los trabajos de Caldeyro Barcia y por primera vez en España se utilizó la telemetría que permitía el control de la frecuencia cardiaca (FCF) y la actividad uterina sin la necesidad de que la mujer de parto estuviera encamada. Se incorporan los pujos reflejos o espontáneos frente al pujo dirigido, basado en los trabajos presentados por Day y colaboradores (1964) sobre el efecto del tipo de pujos sobre la FCF en el expulsivo y se tienen en cuenta las publicaciones de Melchior, que jerarquiza la importancia del periodo expulsivo considerándolo el de mayor riesgo para el feto y establece cinco patrones de FCF durante el mismo (1972). En el mismo paritorio, una vez valorado el estado del recién nacido por el servicio de neonatología, se iniciaba el contacto piel con piel (CPP) y la lactancia precoz teniendo presentes los trabajos de Marshall Klaus y John Kennell (1972) sobre el apego y creación del vínculo.

Las matronas que se incorporaron al Hospital 1º de Octubre en el momento de su inauguración y en los primeros años tuvieron una importancia decisiva en el éxito de este proyecto. Junto con el Dr. Hernández García, Jefe de Servicio, Dr. Martínez, Dr. Garrido y el Dr. Castillo, formamos un equipo valorado y respetado dentro y fuera de nuestro hospital, realizando una labor asistencial, docente y de investigación. Entre el año 1981 y el año 2000, las matronas publicamos trabajos en revista nacionales y extranjeras sobre técnicas de monitorización interna, expulsivo de pie, deambulación durante el trabajo de parto, lactancia materna, llanto como síntoma de stress (disconfort) en el recién nacido en ausencia del contacto piel con piel en las dos horas siguientes al parto, control de temperatura en el recién nacido relacionado con el tipo de parto y la separación madre hijo, anestesia epidural y su repercusiones sobre el parto, acompañamiento en el parto, ocupación del tiempo de la matrona. El Prof. Pedro de la Fuente, como Jefe de Departamento y máximo responsable, siempre demostró en el trato diario y en los congresos, su respeto, orientación y ayuda en las iniciativas de investigación que tuvimos y llevamos a cabo las matronas en ese momento y, por supuesto, por nuestra labor asistencial. Para mí, formar parte de este equipo como jefa de matronas y trabajar desde los inicios en este proyecto, fue muy gratificante desde el punto de vista profesional y personal.

P: Presenciaste y participaste en los inicios de la ecografía, de la analgesia epidural, la movilidad durante la dilatación, el contacto piel con piel, y tantas y tantas cosas en los primeros años 80 y que hoy vemos reflejadas en la Estrategia de Atención al Parto Normal (EAPN); sin embargo, muchas compañeras y compañeros piensan que es a partir del 2007 cuando se inicia, pero como tú muy bien nos acabas de relatar todo ello se inicia en los 80 con el proyecto del Hospital 1º de Octubre (12 de Octubre). ¿A qué crees que es debido que este modelo se plasmara en la EAPN 25 años después?
R: Sí, 25 años después de la inauguración de nuestro hospital y 10 años después de incorporar la anestesia epidural. En el año 2005, desde el Observatorio de Salud de las mujeres, dependiente del Ministerio de Sanidad, se inició el proceso de EAPN debido a la existencia de una gran variabilidad en las prácticas clínicas que se realizaban, y la existencia de un debate público alrededor de la asistencia al mismo. El objetivo general del proceso de la EAPN fue la búsqueda del consenso en la forma de asistencia al parto en el SNS marcando unos indicadores asistenciales basados en la evidencia científica y la participación informada de las mujeres. La lectura de estos indicadores de prácticas clínicas en la EAPN contemplan aspectos muy importantes ya presentes en la forma de asistir el parto en el año 1980 en el Hospital 12 de Octubre, como el acompañamiento durante el proceso de parto, la deambulación y libertad de movimientos durante el periodo de dilatación, una monitorización y control del bienestar fetal, minimizar el uso de oxitocina, no utilizar analgesia de forma rutinaria, permitir distintas posturas en el periodo expulsivo, minimizar el parto vaginal instrumental y las cesáreas, el contacto piel con piel madre-hijo en el momento del parto y el inicio de la lactancia materna en el postparto inmediato. Es muy posible, por no decir seguro, que todas estas prácticas clínicas en la forma de asistir al parto que se planificaron en el Hospital 12 de Octubre, con dos objetivos fundamentales: el de preservar y promover la salud madre-hijo y el de humanizar la atención al parto, hubieran acabado incorporándose, pero pienso que nuestro hospital tuvo un papel pionero y muy importante en que así fuera.

Me preguntas, Maribel, por qué sucede 25 años después de la inauguración de nuestro hospital y varios fueron los motivos según mi criterio; por un lado, la incorporación de la analgesia epidural como método de control del dolor de la mujer en el parto, lo que supuso grandes cambios en el proceso y forma de asistencia al mismo; por otro lado, la inquietud de los profesionales interesados en unificar los criterios de cada una de las intervenciones que se realizaban en ese momento, y por supuesto, las demandas de las mujeres. Todo esto junto fueron factores predisponentes que propiciaron el momento adecuado para que surgiera la EAPN.

P: Teresa, te he presentado como una investigadora incansable, con un montón de trabajos publicados y muchísima participación en congresos, jornadas, simposiums, incluso estando ya en el 12 de Octubre organizabais jornadas propias de ámbito nacional, pero, dime, ¿qué ha supuesto para ti la investigación en tu desarrollo profesional? ¿Y los premios recibidos?
R: Investigar supone aportar más conocimientos a la profesión e innovar sobre una base científica. La investigación, en mi experiencia, no la realiza un solo profesional, sino grupos de profesionales de un equipo que necesitan el apoyo de todos. Es importante hacer una digresión, es decir, para poder investigar dentro de un equipo es necesario un ambiente de trabajo favorable y que se den unas condiciones laborales en las que la plantilla se sienta bien e integrada. En nuestro Hospital 12 de Octubre, durante los 16 primeros años, conseguimos crear las condiciones óptimas dentro del equipo de medicina perinatal para poder investigar. Las comunicaciones a congresos y las publicaciones basadas en las investigaciones sobre nuestra práctica asistencial y los premios recibidos, fomentaron nuestra autoestima y el interés por continuar haciéndolo. Los congresos que organizamos desde el Departamento de Obstetricia del Hospital 12 de Octubre, donde los/las ponentes eran matronas, obstetras, neonatólogos, anestesistas y que se celebraron en distintas ciudades españolas, sirvieron para unirnos, conocernos y compartir con equipos de otros hospitales. De esta época data el inicio de mi relación profesional de respeto y amistad, que fue fraguándose con el trato y el tiempo, con María Ángeles Rodríguez Rozalén, en aquel momento presidenta de la única asociación científica de matronas de ámbito nacional, la Asociación Nacional de Matronas, renombrada posteriormente Asociación Española de Matronas. Los ocho cursos que organizamos desde el hospital entre los años 91/98 fueron en colaboración con la Asociación Española de Matronas (AEM), que ella dirigía, y en muchas ocasiones contó con mi presencia en otros congresos organizados desde la asociación para difundir los trabajos realizados en el hospital. Esta entrevista me brinda la ocasión de agradecerle la confianza y el apoyo dado a mi persona.

P: Además de investigadora y gestora también has sido profesora en la universidad, se podría decir que has desarrollado las cuatro funciones profesionales de la matrona, no te voy a poner en la diatriba de elegir, pero seguro que alguno ha marcado más tu trayectoria. ¿Podrías decirnos qué te ha aportado cada una de las diferentes facetas?
R: Vamos a dejar la investigación ya comentada en la pregunta anterior, ciertamente no podría elegir, aunque si la vida no me hubiera situado en el lugar donde tuve que decidir si lideraba como matrona el proyecto del Hospital 12 de Octubre, creo que hubiera sido una buena enfermera o una buena matrona asistencial. He tenido la suerte de haber trabajado en una profesión que he querido y respetado, y las mujeres a las que he prestado mi atención asistencial, en cualquiera de los ámbitos de nuestra profesión, me han compensado con creces por los resultados obtenidos en términos de salud y de trato humano. La docencia implica estudiar y profundizar en los temas que vas a impartir, lo que te ayuda a aprender y mantenerte al día. La docencia, como profesor asociado en la Universidad Complutense de Madrid, ha supuesto el contacto con los alumnos que aprenden de nuestra experiencia y conocimientos siendo una gran responsabilidad que he intentado hacer desde la ética y el esfuerzo, y me ha aportado el conocer la universidad como parte integrante de la misma. La docencia postgrado me ha mantenido en contacto con profesionales de toda España manteniendo un trato enriquecedor. En la actividad docente también mantienes el contacto con otros profesores que te ayudan a completar tus conocimientos, una persona que ha sido importante para mí en este ámbito es Maite del Hierro, con una gran trayectoria docente dentro de la universidad. He dejado como última faceta la gestión dentro de un gran hospital del sistema público de salud a la que he dedicado 27 años de mi carrera y es en la que más me cuesta definir lo que me ha aportado por su complejidad y su variación a lo largo de tantos años. Sí podría decir que mi resumen final es que he aprendido que se necesita mucha fortaleza y equilibrio para la soledad del cargo, se necesitan todos los conocimientos, profesionales y humanos, para liderar un proyecto que gestiona personal, recursos y cuidados en coordinación con otros servicios, Dirección y equipo de Medicina Perinatal y que no hay que perder el ánimo porque a pesar de todo ello, no siempre consigues el objetivo perseguido. Creo que en conjunto con el resto de facetas que comportan mi vida lo importante es que todo ello me ha ayudado a ser la persona que soy.

P: Por supuesto, no me cabe la menor duda, Teresa, pero además de docente, he tenido la oportunidad de conocer toda la formación que tienes como discente, ¿crees que es muy importante la formación continua a lo largo de la vida profesional? ¿Qué opinas de las o los que piensan que a la “vejez” ya no hay mucho que aprender o que ya no te van a enseñar nada después de “x” años trabajando?
R: Es imprescindible el conocimiento que emana de la práctica y las investigaciones de otros profesionales, esto nos ayuda a estar actualizados y a adaptar nuestra práctica a las nuevas perspectivas que aparecen en la Obstetricia y la Ginecología. La asistencia a cursos y congresos, la lectura de publicaciones científicas, nos abren continuamente una ventana al desarrollo de nuestra profesión.

P: Bueno, me ha sorprendido tu estancia en Suecia, ¿formaba parte de algún proyecto?
R: En el año 1994 tuve la suerte de poder realizar una estancia en el Department of International Helth Care Research (IHCAR) Karolinska Institutet, Suecia. Fue una experiencia muy interesante ver cómo estaba planificada la asistencia en ese país. Ya en el año 1994 tenía dos zonas asistenciales, la clasificación se hacía al ingreso, las mujeres sin factores de riesgo y que no deseaban anestesia epidural pasaban a un área donde eran asistidas solo por matronas y donde contaban con polibanes, cardiotocógrafos con telemetría que podía sumergirse, pelotas y otros recursos para control del dolor, esto, unido a la elección de la madre, daba muy buenos resultados. Por supuesto si surgía alguna complicación o la mujer quería la epidural a lo largo del parto, pasaba a ser asistida en el área más medicalizada.

Esta estancia formó parte de una serie de trabajos de investigación realizados por los servicios de Obstetricia y Neonatología del Hospital 12 de Octubre en colaboración con este departamento. En estos trabajos participamos matronas de nuestro hospital, especialmente Lourdes Moreno y yo. Los proyectos de los trabajos de investigación se diseñaron en el departamento de enfermería dedicado a la investigación en el Instituto Karolinska y la propuesta de investigación conjunta la presentaron a nuestro hospital por la forma de asistencia que realizábamos y que permitía llevarlos a cabo. De este modo se hicieron tres trabajos, dos de ellos publicados en Acta Pediat Scandinava en los años 1993 y 1995. Uno de ellos sobre control de temperatura en el recién nacido dependiendo del tipo de parto y el otro sobre el llanto en recién nacido que no se mantiene en contacto piel con piel con la madre durante las dos horas del postparto inmediato, considerando el llanto un signo de falta de confort y stress. Realizamos otro trabajo no publicado sobre comportamientos del padre en el postparto. El motivo de mi estancia fue conocer formas de asistencia en el Karolinska y fundamentalmente visualizar vídeos que permitieran estudiar las diferencias de comportamientos de los padres teniendo en cuenta el país.

P: Teresa, sé que los últimos años en activo los pasaste en un centro de salud como matrona de Atención Primaria. Después de venir de un hospital tan imponente como es el 12 de Octubre haciendo lo que hacías, ¿qué significó para ti este cambio?
R: Cuando me incorporé a Atención Primaria (AP) lo primero que pensé es que no iba a saber trabajar allí, a pesar de haber estado en contacto teórico con el trabajo que realiza la matrona en la misma y haber escuchado en congresos a matronas con mucha experiencia y conocimientos. Para mi introducción en Atención Primaría, en el primer choque, fue muy generosa y acogedora Estrella Castellote, nunca he olvidado la sensibilidad con la que me recibió, pero enseguida me di cuenta de la gran cantidad de conocimientos que yo había adquirido en el 12 de Octubre y que mi experiencia como gestora me ayudaría a gestionar mis tiempos y a solicitar recursos a la Dirección. A pesar de ello, o además de esto, tuve que actualizarme asistiendo a seminarios sobre temas de vanguardia en lactancia materna, anticoncepción hormonal para matronas, asistencia a mujeres que sufren violencia de género y un sinfín de temas. El trato profesional con los médicos, enfermeras y administrativos de la Atención Primaria fue otro punto de satisfacción importante. Con todo ello mis cinco años de trabajo asistenciales en AP fue todo un descubrimiento, comprobé la importancia y la repercusión del trabajo de las matronas en este área sobre la salud de la mujer a lo largo de todo su ciclo reproductivo, el núcleo familiar, el bienestar del feto intraútero y del recién nacido.

Todo ello se unió a mi favor para poder trabajar como una más sin la responsabilidad y las preocupaciones de la gestión. Estos cinco años de trabajo en AP fue el último regalo de mi profesión que me permitió, a la vez, conocer el único servicio asistencial en el que nunca había trabajado.

P: Y respecto a lo anterior, tengo una pregunta que inquieta a algunas de nuestras lectoras, ¿cómo ves el futuro de la matrona en Atención Primaria? ¿Crees que está en riesgo ese puesto? ¿Cuál sería el consejo o recomendación que trasmitirías a las compañeras y compañeros que hoy están en ese ámbito?
R: Mi experiencia de matrona en AP me hizo ver, como he descrito en la pregunta anterior, algo que quizás desde el hospital no veía con claridad, y es que la matrona es un profesional fundamental este área, tan importante que no debería ser personal de apoyo sino estar integrada en todos los centros. Pero también vi claro que hay que trabajar para demostrarlo cada día con los datos asistenciales, los resultados de nuestras actividades sobre la salud y con el reconocimiento y apoyo de las mujeres y sus parejas. Las competencias de la matrona están escritas y reconocidas, solo hay que trabajar cada día para defenderlas y conseguirlas, aunque a veces lo veamos un poco negro no hay que perder el ánimo.

P: Bueno, Teresa, entrando un poco en algo más personal, sabemos que después de la vida profesional, hay más vida, como madre, como abuela… ¿Cómo se disfruta del tiempo cuando una deja de ser matrona?
R: Sorprendentemente el tiempo se ocupa rápido, con lecturas que quedaron relegadas, viajes pospuestos, la incorporación de nuevos miembros a la familia que necesitan la figura comprometida de una abuela... A veces me paro y me pregunto cómo es posible que tuviera tiempo para trabajar. También son años para la reflexión, no me gustaría dar el último paso de forma alocada.

P: Y por último y para ir finalizando, una pregunta que le hago a todos y todas las personas que entrevisto: ¿qué mensaje les darías a las nuevas generaciones de matronas?
R: Que han elegido una profesión preciosa, que se impliquen en la asistencia y la investigación, que sean docentes con las matronas en formación para pasar el legado de los conocimientos y la buena práctica, que comuniquen y compartan lo que investiguen en seminarios y congresos para continuar avanzando. Y que no descarten la gestión y el liderazgo. Deseándoles que disfruten de ser matronas.

Para finalizar, Teresa, sabemos que llevas ya algunos años retirada de la vida activa profesional y desarrollando otra etapa, pero desde la Asociación Española de Matronas queremos agradecerte que durante tu trayectoria profesional hicieses todas las aportaciones para que la profesión de matrona y la actual obstetricia evolucionara en pro de mejorar la salud de tantas mujeres gestantes y sus familias. Creo que sinceramente es un lujo poder entrevistar a una persona como tú, que formó parte de esos inicios del cambio y que muchas generaciones desconocen. Sirva esta entrevista como un reconocimiento a las matronas que han hecho historia en nuestra profesión. Te deseamos sigas tan vital y cercana como eres, cualidades que son parte de tu identidad.

Muchas gracias por tu tiempo y entrega y, cómo no, mi agradecimiento personal por toda la generosidad demostrada con la profesión y conmigo, espero haber podido trasmitir en esta entrevista la admiración, personal y profesional, que siento por ti al resto de compañeras. ¡Ojalá descubran que los logros de las matronas se obtienen estando comprometidas con la profesión y al pie del cañón!