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Revista Matronas

Revista Matronas

DICIEMBRE 2023 N° 3 Volumen 11

Agenda

Sección: Agenda

Autores

Redacción Matronas Hoy

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Agenda

La partería declarada “Bien Intangible de la Humanidad” por la UNESCO

Las matronas de todo el mundo hemos recibido, el pasado 6 de diciembre de 2023, el mayor aplauso social con el reconocimiento mundial por parte de la UNESCO de la inclusión de la partería: conocimientos, habilidades y prácticas, en la Lista Representativa de la UNESCO del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Ha habido quienes estuvimos esperando esta noticia con impaciencia, pues han sido varios los años que ha llevado este recorrido, iniciado con la inclusión de la partería en el Registro Federal Alemán del Patrimonio Cultural Inmaterial en 2016.

En marzo de 2018, una comisión de expertos independientes recomendó la partería, y, posteriormente, la Comisión Alemana de la UNESCO decidió nominarla como Patrimonio Cultural Inmaterial para la lista internacional de la UNESCO, petición a la que se unió Luxemburgo en 2020.

El Prof. Dr. Christoph Wulf, presidente del Comité de Expertos en Patrimonio cultural, afirmaba con tal motivo:

“(...) las matronas (...) realizan un trabajo muy valioso todos los días. Sus conocimientos y habilidades de gran alcance son esenciales para los partos en este país, pero también en muchas otras partes del mundo”.

En marzo de 2022 fue presentado el Expediente de solicitud nº 01968 para inscripción en 2023 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad mediante solicitud multinacional de los Estados (ordenados alfabéticamente) de Colombia, Chipre, Alemania, Kirguistán, Luxemburgo, Nigeria, Eslovenia y Togo, para reconocer globalmente la práctica de la partería y obtener reconocimiento de las necesidades de las matronas y las comunidades a las que apoyan.

Esta solicitud multinacional demuestra la naturaleza diversa, pero universal, de la partería: cada sociedad tiene su propio enfoque e historia únicos en torno al embarazo y el parto, pero independientemente de la ubicación, las matronas son responsables de apoyar e influir en cómo llegamos a este mundo, lo que subraya la adaptabilidad y relevancia de la partería en todas las culturas.

La candidatura tuvo el apoyo de asociaciones de matronas de todo el mundo como la Asociación Española de Matronas (AEM), matronas y personas particulares y otras instituciones gubernamentales y culturales; con fuerte impacto fue la de la Confederación Internacional de Matronas (ICM), que representa a más de un millón de matronas a través de sus 143 asociaciones miembro en 124 países de todo el mundo. Esta organización mundial en su adhesión relataba: “Las matronas salvan vidas, mejoran los resultados y aumentan la satisfacción de las mujeres con sus cuidados. Proporcionan el 87% de la atención esencial a mujeres y recién nacidos y evitan más del 50% de los problemas de muertes maternas, mortinatos y muertes neonatales. En todo el mundo la partería se ha practicado durante siglos y tiene características que han evolucionado de manera diferente según las características culturales y sociales locales o regionales, tradiciones y conocimientos. Sin embargo, la filosofía de la atención de partería se basa en los principios éticos de justicia, equidad y respeto a la dignidad humana y reconoce que el embarazo y la maternidad son procesos fisiológicos generalmente normales y experiencias de vida profundas que conllevan importantes cambios culturales, significado para las mujeres, las familias y las comunidades”.

Estas afirmaciones que compartimos no solo las matronas, sino el más alto organismo mundial en materia de salud, la Organización Mundial de la Salud (OMS), ponen en valor la histórica e ininterrumpida asistencia de las matronas, desde su primer acercamiento compasivo a la mujer en trabajo de parto en los inicios de la humanidad hasta la profesionalización de la partería.
La partería es la primera profesión holística del mundo cuyo recorrido, a través de los siglos, se inicia con el acercamiento compasivo para constituirse en oficio y, tras varias transiciones históricas, ha llegado a la profesionalización de las matronas hace más de dos siglos en España.
Por tanto, esta nominación no es solo un elogio, sino que valida la importancia histórica y contemporánea de la profesión, promoviendo su preservación y continuación de la práctica, a la vez que reconoce la importancia de las prácticas empíricas de parteras no profesionales en comunidades indígenas de las que aún existen.

Vidjidji (Togo), maïeutique, obstétrique (Francia), μαιευτική (Chipre-Grecia), hebammenwesen (Alemania), ungozoma (Nigeria), nwayi nke nele ime (Nigeria), erezimo (Nigeria), lolotu (Togo), киндик эне (Kirguistan), d’hiewanskonscht (Luxemburgo), mad’be (Togo), babištvo (Eslovenia), partería (Hispanoamerica), igbebi (Nigeria), diferentes países, diferentes idiomas y lenguas vernáculas, todos expresan lo mismo: PARTERIA.

Las matronas estamos merecidamente de enhorabuena y celebramos con orgullo nuestra profesión. Como dice un antiguo proverbio noruego: “La mayor alegría es ser madre; la segunda mayor es ser matrona”.

La AEM celebra con la Fundación “Alcohol y Sociedad” (FAS) su XX aniversario

La Fundación Alcohol y Sociedad (FAS) es una entidad sin ánimo de lucro, con el objetivo principal de eliminar hábitos indebidos en el consumo de alcohol y trabaja de forma independiente con vocación de servicio público, para ofrecer a la sociedad información rigurosa junto a soluciones realistas y viables a través de todos sus proyectos.

La fundación considera que los efectos de las políticas de prevención ofrecen mejores resultados en los grupos de riesgo que las políticas basadas en la prohibición.

En 2011, la FAS inició, junto a la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), una campaña informativa dirigida a mujeres embarazadas. Esta iniciativa trataba de promocionar hábitos responsables en relación con el consumo de alcohol entre este colectivo. A finales de 2019, la FAS ha renovado esta colaboración, esta vez con la Asociación Española de Matronas (AEM), que son las profesionales sanitarias de referencia durante la gestación y lactancia. Así, entre ambas entidades harán posible que la apuesta por el consumo cero de alcohol en el embarazo y la lactancia sea una realidad, que llegue a las mujeres gestantes, justo en el momento en el que están embarazadas.

Una vez más, la fundación basa sus acciones preventivas en aportar información a los colectivos afectados, por lo que, a través de esta campaña, se pretende que la matrona sirva de prescriptor y asesore a las mujeres embarazadas sobre qué hábitos saludables ha de realizar respecto al consumo de alcohol durante el embarazo. Se han elaborado carteles y folletos que se han distribuido a través de la AEM a las matronas de Atención Primaria, fundamentalmente, para que los visibilicen entre las mujeres de forma muy especial, porque ellas y sus hijos pueden ser los más afectados si las madres no se abstienen del alcohol en el embarazo.

La RAE pone en pie de guerra a matronas y profesión  enfermera en general

Hace años que las matronas, al menos desde la AEM, asistimos con estupefacción a la inacción de la Real Academia Española (RAE) para que se cambie la acepción del término “matrona”, que continúa siendo igual de obsoleto que inexacto.
Con este motivo, y desde la AEM, en 2010, nos dirigimos a esta entidad, garante de la Lengua Española, la que, por cierto, compartimos con un buen número de países hermanos americanos, solicitando la inclusión del término en masculino “matrón”, por la inclusión efectiva de varones en la profesión (en España 30 años atrás) y “matronería”, como término que definiera la profesión, aun siendo de uso común en nuestro medio profesional, entendíamos que era un neologismo restringido al terreno técnico (los anglosajones disponen para ello del término “midwifery”, los francófonos del de “maïeutique”); conjuntamente instábamos a los académicos a que procedieran a la actualización del término “matrona”, dado el desarrollo académico y la capacitación profesional actual de las matronas con competencias reguladas por directivas europeas para atender a la mujer a lo largo de todo su ciclo reproductivo y no solo durante el proceso concreto del parto. Se consiguió lo primero, es cierto, pero de lo segundo y de lo tercero ni “se habló”. Injusto trato, pensamos, de nada sirvieron las alegaciones (fundadas) para que sacaran el término “matrona” del “abandono” en el que se haya desde el siglo XIX y la inclusión de “matronería”, claramente necesaria, cuando para más inri esta “noble institución” ha dado sobradas pruebas de transformar las reglas del lenguaje incluyendo palabras mal dichas, simplemente porque son de uso popular entre los hispanoparlantes (incultos).
Por si no fuera suficiente con los vulgarismos, anglicismos y demás, incorporados por la RAE en los últimos años, no sabemos atendiendo a qué, a quién o de motu propio, este diciembre de 2023 añadieron la palabra “doula” con una definición alejada absolutamente de la verdad, lo que ha puesto en pie de guerra no solo a las matronas, sino a toda la enfermería en general, en España y fuera de ella.
El carácter normativo de la RAE es cuestionable a la vista de tantos atropellos al lenguaje sin que, por otra parte, parezca justificada su función descriptiva incorporando palabras bajo el criterio de su uso más o menos generalizado. Malo que añadan al DRAE “dotor”, “moniato” o “qüiski”, por nombrar, aunque desgraciadamente estas “mal dichas” palabras las utilizan así millones de personas. Lo que cuesta creer es la prisa que se ha dado la RAE para registrar un término como “doula”, ya que de los 8.000 mill de humanos que tiene el planeta, apenas conocen el término unos miles (ellas mismas, algunos de su entorno de acción o influencia y los departamentos o instituciones gubernamentales de varios países que las han investigado), al margen de EE.UU. que las ha “generado” y legalizado, como si con eso fueran a bajar la más alta tasa de mortalidad materno-fetal-neonatal de entre los países más desarrollados.
Sin embargo, esto no es lo peor que ha hecho la RAE, aunque con ello se saltaran la función descriptiva, puesto que es evidente que el término no es de uso generalizado por parte de la población; lo peor es que con su errónea definición de esta ocupación inducían al equívoco social, que puede acarrear graves problemas de salud, y devaluaban una profesión consolidada y necesaria como la de matrona de un plumazo, nunca mejor dicho.
La profesión enfermera ha colapsado los buzones de la RAE en cuestión de días tras conocerse esta incorporación. La AEM se dirigió al Director de la Academia con una carta, a nuestro juicio suficientemente explicativa, de quiénes somos cada una y la opacidad que envuelve a estas personas llamadas “doulas”. La fuerza y el peso de la razón consiguieron que la acepción del término en disputa fuera rectificado en pocos días; sin embargo, como si con eso nos fueran a contentar del agravio, no cambiaron el sinónimo atribuido al término, doula/partera, y la indignación no sofocada todavía ha vuelto a reavivarse.
Nuevamente, desde la AEM, nos hemos puesto en contacto con el Director de la RAE, solicitando la eliminación inmediata del sinónimo y estamos a la espera de que la institución actúe. Parece una historia rocambolesca, esperemos saber qué explicaciones da la RAE, o mejor, que haga lo que tiene hacer y sin demora, que es lo que esperamos y lo que nos merecemos las matronas y toda la profesión enfermera.
Las cartas dirigidas a la RAE pueden ser consultadas en el siguiente enlace.