La mayoría de los supervivientes de un ictus o accidente cardiovascular presentan algún grado de discapacidad, sobre todo en lo referente a la movilidad y la pérdida de la capacidad de caminar. Después de sufrir un ictus muchos pacientes tienen que enfrentarse a numerosas sesiones de rehabilitación. Pasan muchas horas esforzándose con la ayuda de profesionales y no siempre se produce una mejora, ni el resultado esperado.
Gracias a un estudio de Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) se ha desarrollado una tecnología con mayor eficacia que la tradicional cinta de rehabilitación orientada a pacientes que han sufrido un ictus y otras lesiones neurológicas, incluidas las lesiones medulares.. Se trata de un arnés robótico que ayuda a contrarrestar y controlar las fuerzas gravitatoria sobre el tronco. Los autores del estudio han creado, además, un algoritmo que se ajusta individualmente según las condiciones y las características de cada paciente. Está controlado por una red neural artificial que cambia las fuerzas aplicadas sobre el arnés mediante un cable y a partir de la información de variables relacionadas con el movimiento de cada individuo.
Los resultados mostrados en los pacientes utilizados para el estudio fueron muy positivos. Con el arnés, aquellas personas con problemas para caminar lo hacían de forma natural y con las capacidades motoras muy similares a las que tenían antes de sufrir el accidente cardiovascular.
Pese a los buenos resultados aun habrá que esperar para la comercialización y distribución del dispositivo.
