Después de muchos meses en los que el Consejo de Enfermería, a través de la Red Europea de Reguladores Enfermeros, insistía en la necesidad de que se considerara a los elementos del test de proporcionalidad como garantías de los derechos de los pacientes europeos a la atención sanitaria y a la seguridad clínica. Finalmente el Parlamento Europeo ha asumido la petición y estos elementos dejarán de ser considerados como barreras al ejercicio profesional.
De esta manera, el Consejo General de Enfermería junto con la Organización Médica Colegial ha propuesto enmiendas para que se reconozca la especial consideración que tienen que tener las profesiones sanitarias respecto a los elementos del test de proporcionalidad. Entre estos elementos se encuentran la titulación, el registro profesional, la deontología, el desarrollo profesional continuo, la obligación de aseguramiento o el conocimiento del idioma.
Tras una votación, el Parlamento Europeo reconoce la naturaleza especial de las profesiones sanitarias exponiendo que “su actividad es la única que afecta de lleno a derechos fundamentales de los ciudadanos como son la salud pública y la seguridad de los pacientes”. De esta manera la enfermería europea, liderada por España, ha conseguido convertirse en referencia en cuanto a defensa de los intereses de los pacientes.
