Diseño, desarrollo y defensa del Trabajo Fin de Grado y Trabajo Fin de Máster en la disciplina enfermera

Sección: Artículos Científicos

Autores

 Matilde Castillo Hermoso1, José Miguel Álvarez Moya2.

1 Doctora en Enfermería. Licenciada en Antropología Social y Cultural. Enfermera de la Unidad de Cuidados Intermedios Respiratorios. Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo.
2 Máster en Investigación en Cuidados. Licenciado en Antropología Social y Cultural. Enfermero de la Unidad de Hemodinámica. Complejo Hospitalario de Toledo.

Contacto:

Matilde Castillo Hermoso, C/ Cuenca, 29 - Cobisa - 45111 Toledo

Email: castillohermoso@hotmail.com

Titulo:

Diseño, desarrollo y defensa del Trabajo Fin de Grado y Trabajo Fin de Máster en la disciplina enfermera

Resumen

Este artículo pretende ser una guía con recomendaciones prácticas y sencillas, operativas y comprensibles para el diseño, desarrollo, elaboración y defensa de las asignaturas TFG/TFM en la disciplina enfermera. Además, se dan aportaciones del proceso de tutorización y evaluación de estos trabajos para adquirir una perspectiva global de todo el contexto.

Se destacan aspectos sobre el objeto de estudio, la importancia de la búsqueda bibliográfica, la estructura normalizada y la escritura académico científica, así como la descripción de cuestiones prácticas para el acto de defensa y los elementos clave en la tutorización del proyecto.

Title:

Design, development and defense of the Final Degree Project and of the Master´s Thesis in nursing

Abstract:

This article aims to be a guide with practical and simple, operational and comprehensible recommendations for the design, development, elaboration and defense of the subjects of the FDP-Final Degree Project-/MT-Master´s Thesis- in nursing. In addition, contributions from the tutoring and evaluation process of these works are given in order to acquire a global perspective of the whole context.

It highlights aspects about the object of study, the importance of the bibliographic search, the standardized structure and the academic-scientific writing, as well as the description of practical issues for the act of defense and the key elements in tutoring the project.

Keywords:

Nursing research; Education nursing graduate; Nursing Undergraduate; Professional competence

Perfil competencial del profesional de enfermería, herramientas de evaluación académica de la capacitación

La enfermería como ciencia, disciplina y profesión contempla exigencias de una formación amplia y sistematizada que se lleva a cabo en los contextos laboral y disciplinar. Los procesos formativos en el área de la salud tienen como ejes centrales el desarrollo de habilidades procedimentales y la adquisición de diversas competencias a través de la experiencia clínica, siendo la práctica reflexiva un elemento clave en este proceso1.

La enfermería y su capacitación están profundamente condicionadas por los cambios de la sociedad en que está inmersa y es necesario que se adapte a los cambios, demográfico, a la universalización de las prestaciones sanitarias, a las nuevas formas de gestión de la organización sanitaria, etc., así como a las nuevas normativas y nuevos perfiles de los egresados en las titulaciones universitarias. La enfermería como profesión de servicio está influenciada y condicionada por todos estos cambios que crean nuevos escenarios de salud y sociales2,3.

Para el nuevo modelo de formación basada en las competencias, entendidas como habilidades y capacitaciones alguien que quiere ser enfermera o enfermero debe reunir una serie de capacidades que le permitirán desarrollar con más facilidad las competencias que se le exigen como profesional.

En el caso del Grado en Enfermería, este perfil viene determinado por la orden CIN 2134/2008 de 3 de julio, por la que se establecen los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habiliten el ejercicio de la profesión de Enfermero, BOE de 19 julio de 2008, modificado por el RD 861/2010 de 2 de julio para las titulaciones de Grado, Postgrado y Doctorado.

El perfil competencial del profesional de enfermería se desarrolla en el documento del BOE citado, pero también existen otros documentos en los que se hace referencia a las competencias de los enfermeros y que el Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería sintetiza en su web2:

  • Proyecto Tuning: Tuning Educational Structures in Europe.
  • El proyecto Tuning recoge 30 competencias transversales que se agrupan en tres tipos: competencias instrumentales, las competencias interpersonales y las competencias sistémicas.

  • Libro Blanco de Enfermería
  • El Libro Blanco de Enfermería tiene en cuenta 30 competencias genéricas transversales del proyecto Tuning y establece seis grupos de competencias específicas para enfermería:

    • GRUPO I: Competencias asociadas con valores profesionales y el papel de la enfermera. Significa proporcionar cuidados en un entorno en el que se promueve el respeto a los derechos humanos, valores, costumbres y creencias de la persona, familia y comunidad y ejercer con responsabilidad y excelente profesionalidad tanto en las actividades autónomas como en las interdependientes.
    • GRUPO II: Competencias asociadas con la práctica enfermera y la toma de decisiones clínicas. Supone entre otros, emitir juicios y decisiones clínicas sobre la persona sujeto y objeto de cuidados, que deben basarse en valoraciones integrales, así como en evidencias científicas. Significa también mantener la competencia mediante la formación continuada.
    • GRUPO III: Competencias para utilizar adecuadamente un abanico de habilidades, intervenciones y actividades para proporcionar cuidados óptimos. Supone realizar valoraciones, procedimientos y técnicas con pleno conocimiento de causa, destreza y habilidad excelentes y con la máxima seguridad para la persona que lo recibe y para uno mismo. Estaría también en este apartado todas las intervenciones de enfermería ligadas a la promoción de la salud, la educación sanitaria, etc.
    • GRUPO IV: Conocimiento y competencias cognitivas. Significa actualizar los conocimientos y estar al corriente de los avances tecnológicos y científicos, cerciorándose que la aplicación de estos últimos son compatibles con la seguridad, dignidad y derechos de las personas.
    • GRUPO V: Competencias interpersonales y de comunicación (incluidas las tecnologías para la comunicación). Supone proporcionar la información adaptada a las necesidades del interlocutor, establecer una comunicación fluida y proporcionar un óptimo soporte emocional. También significa utilizar sistemas de registro y de gestión de la información utilizando el código ético, garantizando la confidencialidad.
    • GRUPO VI: Competencias de liderazgo, gestión y trabajo en equipo. Supone capacidad para trabajar y liderar equipos y también garantizar la calidad de los cuidados a las personas, familias y grupos, optimizando los recursos.

    La necesidad de recursos humanos calificados y capacitados en enfermería viene determinada por las exigencias y necesidades de salud actuales. La evaluación de las competencias profesionales constituye el elemento central en el desarrollo de las profesiones, siendo la clave para garantizar la calidad de los servicios sanitarios. La competencia profesional y la buena práctica en los estudiantes no se vinculan sólo a la memorización, sino sobre todo al razonamiento clínico, a la toma de decisiones, a la resolución de problemas y a las habilidades en las relaciones interpersonales3.

    La formación por competencias en enfermería responde a un cambio continuo y global del mundo profesional. La evaluación de las competencias profesionales se encuentra presente en los procesos formativos del pregrado, posgrado y actividad profesional4. En relación a la evaluación de los procesos formativos académicos o de autorización legal para ejercer como profesional, relativos a la evaluación pre y postgrado se han generado dos herramientas de valoración que responden a las siglas ya altamente conocidas como TFG y TFM (Trabajo Fin de Grado y Trabajo Fin de Máster respectivamente). Las nuevas promociones de Grado de Enfermería tienen normalizado el uso de estas herramientas de evaluación y a su vez, están más entrenados y familiarizados con el rol de investigador que promueve la nueva capacitación y formación académica del Grado de Enfermería. Para el resto de profesionales de enfermería, de promociones anteriores a este cambio formativo, este nuevo ámbito académico y laboral requiere una transición y un esfuerzo para ir adquiriendo la formación y la destreza para lograr y desarrollar estas competencias. De ahí surge la relevancia del artículo que ocupa la nueva entrega de la Sección de Metodología, titulado «Diseño, Desarrollo y Defensa del TFG y TFM en la disciplina enfermera». Matilde Castillo Hermoso y José Miguel Álvarez Moya nos acercan al conocimiento de estas herramientas de evaluación académica, proporcionando una visión holística de las mismas, de fácil comprensión. El artículo es un documento ágil de consulta guiada para facilitar el conocimiento previo necesario para poder desarrollar un TFG y TFM de calidad.

    La enfermería en general y la enfermería en cardiología en particular, en cuanto a disciplinas científico técnicas en continuo avance y adaptación a las nuevas demandas de la sociedad, tanto asistenciales, formativas y de promoción, tienen la responsabilidad de buscar la excelencia en la formación continuada e investigadora en aras de proveer cuidados de calidad en términos de seguridad e innovación en la práctica clínica.

    Diseño, desarrollo y defensa del Trabajo Fin de Grado y Trabajo Fin de Máster en la disciplina enfermera

    Introducción

    En el momento actual, los estudios de Grado y Postgrado en la disciplina enfermera y fruto de las transformaciones académicas que han generado el nuevo espacio universitario, el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES)1, otorgan a los futuros y actuales profesionales de enfermería una perspectiva diferente en su desarrollo competencial que ya nada tiene que ver con el mero ámbito asistencial y contexto técnico en el que se logró llegar a la Universidad a finales de los años 702.

    La puesta en marcha en España de la reforma universitaria, según el Plan Bolonia1, se ha realizado a través de la Ley Orgánica 4/20073, que modifica la Ley de Universidades de 20014. Esta ley apuesta decididamente por la armonización de los sistemas educativos superiores en el marco del EEES y asume la necesidad de reformar la estructura y organización de las enseñanzas universitarias, basada en tres ciclos: Grado, Máster y Doctorado como refleja el Real Decreto 1393/20075 y su posterior modificación en 20106, que desarrolla la anterior Ley, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales (figura 1). De este modo, se deja atrás una diplomatura de tres años que no permitía grandes aspiraciones en el perfeccionamiento académico, especialmente en el ámbito investigador, generando así un interesante y determinante impulso en la docencia y la investigación en enfermería7.

    El Plan Bolonia (1999), dio inicio a un proceso de convergencia que tenía como objetivo facilitar el intercambio de titulados entre los países miembros de la Unión Europea y adaptar el contenido de los estudios universitarios a las demandas sociales, mejorando su calidad y competitividad a través de una mayor transparencia y un aprendizaje basado en el estudiante cuantificado a través de los créditos ECTS (European Credit Transfer System-Sistema Europeo de Transferencia de Créditos)8. El ECTS pondera los resultados del aprendizaje y volumen de trabajo realizado por el estudiante fomentando la motivación y el esfuerzo para alcanzar los objetivos marcados en el plan de estudios de la titulación de Graduado en Enfermería9,10, título que habilita para el ejercicio profesional de enfermero11.

    La adaptación de los estudios universitarios a la convergencia del EEES que dimana del Plan Bolonia, conforma un plan de estudios en la disciplina enfermera que genera nuevas competencias en materia de investigación que se deben demostrar en estas nuevas asignaturas, el trabajo fin de grado (TFG) y el trabajo fin de máster (TFM).

    El TFG consiste en la realización por parte del estudiante, bajo la dirección de un tutor, de un proyecto, memoria o estudio original sobre un tema específico relacionado con el plan de estudios de la titulación, en el que se desarrollarán y aplicarán conocimientos, capacidades y competencias adquiridos a lo largo de aquella y tendrá un mínimo de 6 créditos y un máximo del 12,5% del total de los créditos del título5. Deberá realizarse en la fase final del plan de estudios y estar orientado a la evaluación de competencias asociadas al título.

    El TFM es un trabajo realizado por el ya profesional de enfermería para la obtención del título de Máster Universitario. Supondrá la realización por su parte, de un proyecto, memoria o estudio, en el que aplique y desarrolle las competencias adquiridas en el seno del máster teniendo en cuenta el carácter especializado y multidisciplinar de este y su orientación a la especialización profesional y al desarrollo de su iniciación en la investigación. Deberá ser realizado individualmente y estará concebido de forma que pueda ser completado en el número de horas de trabajo correspondientes entre 6 y 30 ECTS que tiene asignada esta materia en el correspondiente plan de estudios5. Sólo podrá ser evaluado una vez que se tenga constancia de que el estudiante ha superado las evaluaciones previstas en las restantes materias del plan de estudios y dispone, por tanto, de todos los créditos necesarios para la obtención del título de Máster Universitario.

    Por tanto, las competencias que han de adquirirse en el TFG y en el TFM, son el fruto de la aplicación de conocimientos, habilidades y actitudes adquiridos durante la formación en una temática concreta y específica surgida en el ámbito de la disciplina.

    La evaluación final del TFG/TFM se hace a partir de un manuscrito o memoria final del proyecto y de la defensa oral de dicho trabajo ante un tribunal de profesionales designados por los órganos competentes en la materia. La nota final será una suma de la evaluación del desarrollo y elaboración del manuscrito y de las capacidades de exposición oral del trabajo que muestre el alumno en el acto final de defensa.

    No existe, a día de hoy, una guía universal de realización de un TFG/TFM aunque existen innumerables propuestas cuyo enfoque estará determinado por la universidad, institución o departamento vinculado. Por tanto, el objetivo del presente artículo es proporcionar herramientas útiles y realistas mediante una serie de recomendaciones que se enfatizarán en mayor o menor grado en función de los requerimientos y especificaciones de cada institución, universidad y/o tutor.

    Diseño

    El diseño y planteamiento del TFG/TFM, pone en valor la madurez intelectual, la motivación y la capacidad de análisis crítico del estudiante que tendrá que aplicar en este momento las competencias adquiridas previamente en sus estudios de grado o en el programa del máster.

    La investigación ha puesto de manifiesto que los estudiantes consideran clave, por un lado la elección de un tema de investigación adecuado, ya que este garantizará en gran parte su motivación a lo largo de todo el proceso y la posibilidad de disfrutar del trabajo autónomo. Por otro lado, destacan la importancia de una buena relación con su director/tutor, así como la calidad y la frecuencia del «feedback» que reciben. Finalmente, las ayudas entre iguales mediante grupos, tutorías o revisiones de texto colaborativas también han demostrado ser una herramienta eficaz para facilitar el acompañamiento de los estudiantes a lo largo de su proceso de escritura y de investigación12,13.

    Una de las dificultades más importantes que encuentran los alumnos en la realización de sus proyectos es asumir su nueva competencia investigadora, concretamente la elección del tema y la bibliografía12,13. Muchos de ellos, no saben acotar su tema de interés o no acaban de comprender lo propuesto por el tutor. En otras ocasiones, el tema que les gustaría trabajar no encaja en un diseño concreto o no saben cómo transformarlo en proyecto de investigación. Por ello, es imprescindible que hayan adquirido competencias básicas en investigación, siendo el primer paso documentarse. El conocimiento en búsquedas bibliográficas y manejo de las principales bases de datos biomédicas, para empezar, les ayudará en la decisión final de optar por un tema planteado y en el abordaje del trabajo. De esta forma, reflexionarán sobre cuestiones acerca del objeto de estudio desde una perspectiva socrática14, es decir, planteando preguntas de las que saldrán nuevas preguntas; qué se conoce sobre el tema y lo que no, es pertinente estudiar este tema, es relevante, qué aporta a la comunidad científica, a la práctica clínica enfermera, qué puedo aportar yo con este trabajo, aporta resultados en salud, etc, cuestiones que, si bien, debieran ser consensuadas con el tutor en función del formato de trabajo en cuestión, aportan claridad y capacidad reflexiva al alumno además de orientarle en la planificación y organización del TFG/TFM.

    Por último, en esta primera parte de preparación y diseño del TFG/TFM es importante comenzar la elaboración de la propuesta15. Una vez asignado tutor y elegido el tema de interés para la realización del trabajo, el alumno diseñará un resumen del trabajo que quiere desarrollar incluyendo ideas sobre la temática y los aspectos más importantes del trabajo que sería recomendable incluyera: contextualización y justificación del tema propuesto, objetivos, metodología (en función del diseño) y cronograma o plan de trabajo, siempre desde una perspectiva viable, realista e innovadora. Este documento preliminar no será muy extenso y se enviará al tutor dando paso al inicio de una relación alumno-tutor que será importante cultivar a lo largo de todo el proceso.

    Desarrollo y elaboración

    Una vez que la propuesta hecha al tutor está consensuada y es aceptada, se inicia el desarrollo del trabajo. La modalidad de TFG/TFM va a depender del departamento, universidad o institución vinculada y de la opción consensuada alumno/tutor, por lo que puede tratarse de un caso clínico, una revisión bibliográfica, un proyecto de investigación como tal (diseño experimental, observacional, etc), un programa de salud, un plan de cuidados (estandarizado, individualizado), etc. El diseño en cuestión determinará la estructura, los contenidos y características de los distintos apartados y por tanto, la extensión de cada uno de ellos.

    Es importante señalar que la estructura del contenido de un TFG/TFM debe ir organizada (aunque no necesariamente) en formato IMRYD (Introducción, Material y Métodos, Resultados y Discusión)16,17, cuando se trata de diseños cuantitativos, mayoritarios en las ciencias biomédicas. No hay que obviar, aunque minoritaria, la investigación cualitativa, de vital relevancia en la disciplina enfermera18,19. En este caso, la estructura de un manuscrito desde un diseño cualitativo, se presentará con una organización y contenido de los apartados de forma diferente así como la presentación de las citas bibliográficas.

    En el presente artículo nos centraremos en una estructura de diseño cuantitativo por estar más generalizado en las ciencias biomédicas.

    Dentro del nuevo rol investigador del alumno, en este punto tiene que desarrollar o tener adquirida ya la habilidad de escritura académico-científica12, esto es, manejo de conceptos, nomenclatura y vocabulario propio de la comprensión y elaboración de un informe o manuscrito que denote plena madurez académico-intelectual. Si bien, el manejo en búsqueda de información, selección y organización de documentos es un pilar fundamental para delimitar el campo temático de interés, la expresión escrita, el estilo, la estructura de la información, el orden de las ideas, la conexión entre argumentos, además de la correcta denominación técnica de los conceptos, resultan de crucial importancia para un resultado final satisfactorio. En este sentido, es recomendable utilizar una expresión escrita directa, sencilla, comprensible, con un estilo cuidado y académico, no por ello rimbombante; huir de frases cortas tipo «telegrama» y de párrafos muy largos en los que se desconecte de la idea principal. Un equilibrio en el estilo, la sencillez y el uso con coherencia de conectores que faciliten la comprensión, serán buenos aliados a la hora de escribir el manuscrito.

    Es recomendable organizar la estructura de los apartados más extensos en subapartados para aportar mayor claridad en el contenido y facilitar la comprensión, siempre cuidando el estilo literario como se ha descrito más arriba. No hay que olvidar en este punto que todo lo que se copie sin referenciar se puede considerar plagio y, a ese respecto, los tutores y evaluadores disponen de estrategias para su detección. Igualmente, es recomendable que los borradores que se vayan creando se elaboren con un formato de fuente, márgenes, interlineado y presentación según las indicaciones del programa desde el principio, pues esto irá dando forma y proporcionará al alumno motivación e ilusión en su manuscrito, al mismo tiempo que se gestionará el esfuerzo.

    Estructura estándar de un proyecto

    Los apartados que se recomiendan para la estructura estándar de un proyecto, se describen a continuación y están precedidos por un índice de contenidos, un resumen del trabajo y palabras clave con su traducción al inglés («abstract» y «keywords»).

    Introducción

    Redactar un texto introductorio requiere competencias de síntesis y argumentación15. Es el apartado donde se refleja el resumen de la mayor parte de la documentación seleccionada y consultada, por ello, será uno de los capítulos que contendrá un gran número de referencias bibliográficas, junto con la discusión, contextualizadas y actualizadas.

    En los contenidos de este apartado es recomendable hacer referencia a los siguientes aspectos:

    • Las principales ideas y conceptos del trabajo. Hay que definir, contextualizar, argumentar teórica y ordenadamente tales conceptos.
    • Justificación de la necesidad, idoneidad y pertinencia del trabajo a partir de ciertas necesidades detectadas en un determinado contexto. Esto es, explicar por qué vale la pena elaborar dicho trabajo.
    • Mostrar, sucintamente, qué se sabe hasta el momento sobre la temática y qué se ha hecho, así como lo que no se sabe y sería relevante investigar.
    • Concluir este apartado reflejando la finalidad del trabajo. Esto dará paso al apartado de los objetivos.
    • La introducción debe escribirse en tiempo presente pues refleja el conocimiento actual sobre el tema de interés.

    Objetivos

    Se trata de un apartado escrito de forma clara y directa. Corresponde a las hipótesis de trabajo y son el resultado de la reflexión y finalidad del trabajo (qué quiero hacer, qué se pretende conseguir, para qué, etc.).

    Se recomienda en este apartado:

    • Operativizar15 el conjunto de objetivos estructurándolos en objetivos generales y específicos u objetivo principal y secundarios, según proceda.
    • Deben redactarse de forma que se huya de ambigüedades o ser demasiados extensos y que compliquen la comprensión de la finalidad del estudio.
    • Deben incluir los protagonistas o sujetos principales del estudio.
    • Este apartado debe guiar el trabajo desde el principio y durante todo el desarrollo del mismo hasta el final.
    • Los objetivos deben ir enunciados en infinitivo.

    Metodología

    Corresponde al «cómo» se quieren alcanzar los objetivos, el método, los instrumentos utilizados para conseguir los objetivos planteados.

    Se recomienda incluir en este apartado:

    • Diseño y tipo de estudio.
    • Ámbito y lugar en el que se desarrolló.
    • Población a estudio y muestra (selección y cálculo de tamaño).
    • Variables o dimensiones estudiadas.
    • Procedimiento para la recogida de datos e intervenciones: la instrumentalización, cuestionario utilizado, formularios, descripción de recursos humanos y materiales si procede, de la intervención en diseños experimentales, equipo utilizado, etc.
    • Procedimiento de análisis de los datos.

    Se trata, en definitiva, de una descripción detallada del proceso del cómo se lleva a cabo esta metodología.

    Es conveniente incluir tablas, gráficos o alguna ilustración que complete el texto.

    En el caso de la investigación cualitativa13, es conveniente explicar el enfoque teórico de partida, justificación del diseño escogido, la selección de los participantes y el tipo de muestreo, así como el tipo de técnicas de recogida de información.

    Se deben incluir las consideraciones éticas del estudio.

    El apartado de metodología debe escribirse en tiempo pasado.

    Resultados

    Es el espacio para mostrar los datos en toda su dimensión, que serán números en caso de metodología cuantitativa, categorías de resultado en el caso de cualitativa, la eficacia de un programa de salud o de un plan de cuidados, los hallazgos principales de una revisión bibliográfica, etc, en función del tipo de estudio. En estudios cualitativos, los resultados de los participantes deben quedar bien diferenciados de los hallazgos de los autores.

    Se recomienda en este apartado:

    • Mostrar los resultados detallados y ordenados en una secuencia lógica utilizando como guía los objetivos.
    • Incluir los gráficos, las tablas y todas las ilustraciones autoexplicativas, que complementen los resultados mostrados en el texto, sin repetirlos.
    • El apartado de resultados debe escribirse en tiempo pasado.

    Discusión y conclusiones

    Es una sección muy importante que corresponde a la contextualización e interpretación de los resultados, sin repetirlos. Su primer párrafo suele contestar a los objetivos e hipótesis.

    Se recomienda en este apartado:

    • Incluir gran parte de la bibliografía consultada para establecer comparaciones y confrontaciones con los resultados hallados y los de los estudios más importantes de la temática en cuestión.
    • Defender de forma contundente la relevancia de los resultados y su ubicación en la disciplina enfermera, sin perder de vista la bibliografía.
    • Incluir el apartado de las limitaciones del estudio.

    Generalmente este apartado finaliza con la enumeración de las conclusiones del estudio que, en caso de abordaje cualitativo será un informe redactado de forma cuidadosa con enunciados comprensibles y bien encadenados15 y en el caso de un estudio con metodología cuantitativa, será muy recomendable presentarlas de forma enumerada, clara, concisa y siempre en función de los objetivos.

    El apartado de discusión y conclusiones debe escribirse en tiempo presente.

    Bibliografía

    Es uno de los apartados más valorados y de los más detalladamente evaluados por los tutores y tribunal, y por contra, el más subestimado por el alumno. Un magnífico proyecto, manuscrito o trabajo no resultará tal, si no incorpora citas bibliográficas pertinentes, actualizadas y debidamente estructuradas en el formato correspondiente (Vancouver, APA...)20 (tabla 1).

    • El número de referencias dependerá del tipo y estructura de TFG/TFM y de su extensión, así como de las normas del programa de grado o máster. Por ejemplo, no sería recomendable menos de 20-25 referencias para un trabajo de una extensión aproximada de 30-40 páginas y siempre bajo el criterio del tutor.
    • Es recomendable utilizar los gestores bibliográficos ad hoc (Ednote, Refwork, Zotero, Mendeley, etc)23,24 que facilitan la tarea de ordenar y clasificar la bibliografía minimizando el esfuerzo (tabla 2).

    Para finalizar, se puede incorporar un apartado de anexos siempre pertinentes si el enfoque del trabajo así lo requiere y en su justa medida.

    Defensa

    Llegados a este punto, el alumno deberá elaborar una presentación visual que contenga una síntesis bien estructurada de lo realizado en su TFG/TFM que será expuesto públicamente ante un tribunal y evaluado por el mismo. Es muy importante ajustarse a las normas concretas de cada centro en cuanto a envío, soporte de presentación y sobre todo al tiempo de exposición indicado. El tutor deberá acompañar al alumno en la elaboración y preparación de la presentación para el acto de defensa25,26.

    Se trata de un contexto académico muy formal, por lo cual, en cualquier caso, el acto de defensa requiere una actitud seria, madura y respetuosa.

    Preparación del soporte informático

    Es recomendable mostrar destreza en el manejo de medios audiovisuales y tener en cuenta algunas cuestiones útiles:

    • Prever posibles contingencias técnicas que puedan surgir: disponer de la presentación en diferentes formatos de archivo, disponer de la presentación en el propio mail.
    • Elaborar una presentación con un número justo de diapositivas para el tiempo indicado: no más de tres diapositivas para cada apartado puede servir de guía, en función del tipo de trabajo. Mostrar coherencia.
    • No cargar las diapositivas con mucha letra. No abreviaturas inventadas.
    • Mostrar todos los apartados del trabajo de forma esquematizada y sintetizada.
    • Diapositivas de fondo claro y sencillo, huir de animaciones que compliquen la exposición.
    • No abusar de dibujos e ilustraciones pero aportar dinamismo a la presentación.
    • Enfatizar visualmente lo más importante y destacable del trabajo.
    • Presentar resultados y conclusiones de forma organizada, clara y contundente que sirva de colofón.

    Preparación de la exposición oral

    El tutor debe hacer algunas consideraciones al alumno sobre exposiciones en público.

    • Prepararse la exposición para ajustarse al tiempo indicado. Cronometrarse.
    • Dirigirse al tribunal de forma respetuosa y humilde. Vestimenta sencilla y formal.
    • Mostrar seguridad es garantía de haber preparado la exposición de forma concienzuda. Sentirse nervioso es normal, aunque sin embargo, la improvisación por no haberse preparado la exposición, se detecta fácilmente.
    • Planificar el discurso para cada diapositiva explicando lo que es necesario y no aparece en el texto.
    • Utilizar lenguaje claro y cuidado, mensajes y argumentos elaborados de forma coherente.
    • Enfatizar los mensajes importantes para no resultar lineal en el proceso discursivo.
    • Controlar el lenguaje no verbal que supone el 80% de lo que se dice. Evitar coletillas en el discurso.
    • Ante una incidencia técnica, continuar de forma natural: no manifestar nerviosismo.
    • En la fase de preguntas por parte del tribunal, anotarse las mismas por orden para ir contestando de la forma indicada.
    • Mostrar seguridad y el conocimiento que se ha adquirido sobre el tema al responder a las cuestiones planteadas por el tribunal. Agradecer a los miembros del tribunal sus preguntas y aportaciones.

     

    Tutorización

    La normativa respecto a las tutorizaciones suele ser genérica y otorga a cada centro la potestad de establecer una libre asignación de los tutores y sus responsabilidades así como del sistema de tutorización15. En función de las normas de cada institución o programa, la gestión del proceso de tutorización será diferente, generalmente tutorizaciones presenciales, virtuales o combinación de ambas.

    A este respecto, cabe resaltar que el nuevo escenario académico al que se ha hecho alusión, no sólo incorpora nuevos roles al alumno de grado o postgrado en la disciplina enfermera sino que también redefine el rol del docente. La incorporación de las plataformas y espacios virtuales, determina una nueva relación docente basada en la comunicación virtual que no tiene porqué alejar a docentes de alumnos. Correo electrónico, mensajería por móvil y plataformas virtuales son herramientas de comunicación que facilitan la documentación visual y escrita así como el trabajo de forma asíncrona27. Se puede realizar una buena tarea de mentorización a través de estas herramientas, animando al alumno, con disponibilidad y cercanía.

    Parece obvio que las recomendaciones o indicaciones generales de un TFG/TFM y su seguimiento se hagan a nivel grupal y que la información particular referente a cada trabajo original del alumno, se haga a través de tutorías particulares. En este punto, el número de tutorías dependerá de la relación docente establecida y de las características de la tutorización.

    De forma genérica, el proceso de tutorización se puede articular en tres etapas15 como mínimo:

    Etapa inicial

    Las principales áreas de asesoramiento son:

    • Acotar el tema de interés y asesorar en el planteamiento de objetivos pertinentes y realistas con respecto al contexto elegido. Es importante asesorar al alumno en concretar un tema que le provoque entusiasmo. En el caso del TFM es muy recomendable que el tema sea cercano al contexto del ejercicio profesional del alumno pues facilitará su acceso a datos e información de forma natural y le ayudará a elaborar un calendario de trabajo realista.
    • Revisar la propuesta inicial y ayudar al alumno en el esquema general e índice de trabajo. Reforzar positivamente sus propuestas y reflexiones.
    • Orientar en la búsqueda bibliográfica y trabajos con metodología similar que ilustren al alumno y puedan servir de punto de partida.
    • Plantear un calendario de tutorizaciones y favorecer un clima positivo y de continuo aprendizaje para el alumno.

    Etapa de seguimiento y desarrollo

    • Operativizar con el alumno el plan de trabajo.
    • Acompañar y asesorar en el desarrollo del trabajo conforme a las normas y estructura del programa de grado o máster.
    • Ayudar en la planificación, organización y contenidos de los diferentes apartados. El alumno tendrá que aportar informes periódicos de sus avances para que el tutor realice una supervisión de su aprendizaje, pues las dudas surgirán en este etapa muy concretas y acotadas.
    • Favorecer un feedback positivo para ir corrigiendo el trabajo sobre la marcha, reorientando al alumno y salvando las dudas que se le vayan planteando potenciando la reflexión colaborativa.
    • Saber detectar los momentos de desaliento y picos de implicación del alumno para animarle y motivarle; es recomendable contactar con el estudiante cuando no se comunique con el tutor de forma periódica.
    • Supervisar y analizar los borradores avanzados del manuscrito con el alumno, sin perder de vista el calendario de entrega.

    Etapa final

    • Tutor y alumno deberán hacer un análisis exhaustivo del trabajo de principio a fin.
    • El tutor debe valorar la adquisición de competencias que debe haber conseguido el alumno durante todo el proceso, así como determinar la idoneidad de la versión final del manuscrito para su presentación.
    • Ofrecer pautas de redacción y elaboración de
      resultados y conclusiones.
    • Evaluar el proceso y los resultados, así como ayudar al alumno en su autoevaluación resulta un ejercicio de tutoría muy útil; reconocer los puntos fuertes y débiles en el proceso de aprendizaje y elaboración del trabajo, implica madurez académica y profesional.

    Como resumen práctico, no olvidar:

    • Ajustarse a la extensión recomendada y formatos indicados.
    • Organización en apartados y subapartados de las seciones más extensas.
    • Secuencia lógica de la estructura de contenidos.
    • Escritura científica y estilo literario cuidado.
    • Referenciar con citas todo lo consultado.
    • Elaborar guiones de las tutorizaciones.
    • Cumplir las fechas de entrega e indicaciones del programa

    Evaluación

    El proceso de evaluación, fruto del nuevo escenario que se conformó tras la reestructuración de las enseñanzas universitarias, ya no obedece a una sola evaluación de contenidos concretos, sino que el objeto de evaluación se amplía a la adquisición de un determinado perfil de competencias en el marco de la disciplina enfermera28. La evaluación adquiere un carácter claramente formativo, por eso debe estar presente desde el inicio del proceso de planificación. Hay que tener en cuenta, por tanto, que la evaluación se realiza por parte del tutor desde el principio y durante todo el proceso de tutorización, finalizando con la evaluación del producto final y del acto de defensa ante el tribunal.

    Los programas de máster editan una ficha o tabla evaluativa, que facilitan la evaluación del TFM a través de criterios que representan los diferentes aspectos que el alumno debe dominar. Existen guías que editan las universidades públicas españolas con las normas a seguir en la realización de los diferentes programas de máster. Podría resultar útil consultar las diferentes guías si se pretende profundizar en este ámbito15.

     

    Conflictos de intereses

    Ninguno.

    Bibliografía

    1. Durán de Villalobos MM. Marco epistemológico de la enfermería. Aquichan 2002; 2 (2): 7-18.
    2. Formación. Perfil Profesional Enfermería. Consejo General de Colegios Oficiales de Enfermería de España. http://consejogeneralenfermería.org/index.php/primer-ciclo/perfil-del-profesional.
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