La medicina tradicional, tanto las medicinas complementarias como las alternativas, suscita un amplio abanico de reacciones, que van desde el entusiasmo no crítico hasta el escepticismo no informado. Sin embargo, su uso está aumentando rápidamente en los países desarrollados y cada vez existen más estudios basados en la evidencia a favor del empleo de estas terapias. Los profesionales enfermeros tienen un papel importante en esta realidad, ya que conociendo estas técnicas pueden ofrecer un asesoramiento equilibrado acerca de las opciones terapéuticas existentes y así mejorar la relación de confianza con los pacientes, en muchos casos perdida por la tecnificación y deshumanización de la medicina convencional, a la vez de disminuir el uso de drogas sintéticas, cuestión cada vez más demandada por los usuarios de los servicios sanitarios, debido a que muchos pacientes son reacios a ellas. El objetivo de este artículo es aportar información sobre la situación de las medicinas alternativas y complementarias en la actualidad y mostrar algunos de los beneficios que pueden resultar de su aplicación al ámbito de los cuidados de salud. Para ello, se llevó a cabo una revisión bibliográfica de la literatura al respecto, trabajándose aspectos relativos a la demanda y tipos usuarios de estas terapias, así como a las características que pudieran resultar más idóneas para aplicar mediante cuidados enfermeros.