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Metas de Enfermería

Metas de Enfermería

NOVIEMBRE 2016 N° 9 Volumen 19

Influencia de los espacios verdes urbanos en la salud mental

Sección: Revisiones

Cómo citar este artículo

Merayo Rodríguez J, Serrano Fuentes N, Marqués Sánchez P. Influencia de los espacios verdes urbanos en la salud mental. Metas Enferm nov 2016; 19(9): 20-26.

Autores

Judit Merayo Rodríguez1, Néstor Serrano Fuentes2, Pilar Marqués Sánchez3

1Enfermera Interna Residente (EIR). Unidad Docente Multidisciplinar de Atención Familiar y Comunitaria. León Zona II-Ponferrada. Gerencia de Atención Primaria. El Bierzo. Centro de Salud Ponferrada III
2Máster Universitario de Investigación en Ciencias Sociosanitarias (Universidad de León). Departamento de Cardiología. Plymouth Hospitals NHS Trust. Grupo de Investigación Salud, Bienestar y Sostenibilidad Socio-Sanitaria (SALBIS). Universidad de León
3Doctora por la Universidad de León. Facultad de Ciencias de la Salud. Campus de Ponferrada. Grupo de Investigación Salud, Bienestar y Sostenibilidad Socio-Sanitaria (SALBIS). Universidad de León

Contacto:

Judit Merayo Rodríguez. Avda. de Portugal, 5-3º D. 24403 Ponferrada (León).

Email: juditmerayor@gmail.com

Titulo:

Influencia de los espacios verdes urbanos en la salud mental

Resumen

Objetivo: describir cómo afecta la presencia de espacios verdes de las ciudades a la salud mental de los ciudadanos.
Método: revisión narrativa de artículos de revistas científicas en salud mental y en diseño ambiental. Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Scopus y Web of Science (WOS). Los criterios de inclusión fueron artículos publicados entre los años 2010 y 2015 en revistas científicas con factor de impacto que hagan referencia a estudios empíricos sobre cómo afectan las zonas verdes urbanas a la salud mental de los individuos.
Resultados: veintinueve estudios fueron incluidos en la revisión. La evidencia apoyó que la presencia de espacios verdes en las ciudades se relaciona con mejores niveles de salud mental en la población, afectando sobre todo a niveles de estrés, ansiedad, duración del sueño, rendimiento académico y autopercepción de la
salud.
Conclusiones: estos hallazgos abren un nuevo campo de actuación para el profesional de la Enfermería, participando en equipos multidisciplinares que planifiquen y diseñen espacios medioambientales saludables. Este planteamiento tiene una aplicación práctica en las políticas sanitarias, la prevención de la enfermedad mental y la promoción de la salud.

Palabras clave:

Espacios verdes públicos; salud mental; promoción de la salud; medio ambiente urbano; calidad de vida bienestar

Title:

The influence of urban green areas on mental health

Keywords:

Public green areas; mental health; health promotion; urban environment; quality of lifewellbeing

Introducción

Las enfermedades mentales se han convertido en los últimos años en una problemática social, dado que supone un amplio porcentaje del total de enfermedades crónicas (1). Sus posibles consecuencias, tanto en el ámbito del individuo como de la propia sociedad, hacen que la salud mental sea uno de los principales focos de interés en las estrategias de prevención y promoción de la salud.

Estas enfermedades están consideradas como un problema de salud pública con un gran impacto sobre la calidad de vida de los pacientes y sobre el uso de los recursos del sistema sanitario (1). Así, la depresión ocupa el cuarto lugar entre las causas de incapacidad en el mundo (actualmente más de 350 millones de personas de todas las edades la sufren) y se prevé que en el año 2020 pase a ser la segunda causa. Además, se estima que una de cada cuatro personas padece algún tipo de enfermedad mental a lo largo de su vida. Las enfermedades mentales, de forma global, suponen el 40% de las enfermedades crónicas y son la principal causa de años vividos con discapacidad (1,2). En España, el 11,5% de la población padece algún trastorno mental en la actualidad, y entre un 19% y un 26% lo padecerá a lo largo de su vida (1).

Estos datos también han sido analizados con preocupación por la Comisión Europea, recogiendo dicha temática en el Proyecto Horizonte 2020 dentro del eje Salud, Cambio demográfico y Bienestar (2). Por tanto, actuar sobre este problema creciente con medidas que ayuden a promocionar la salud mental se ha convertido en una de las prioridades de la salud pública, por lo que merece la pena estudiarlo en profundidad.

Sin embargo, pese a los factores multicausales de la salud mental, existe una carencia de estudios que profundicen en la posible influencia de los espacios en los que se desarrolla la vida y las actividades diarias. Este ha sido el punto de partida que ha motivado el presente trabajo.

Los espacios relacionados con la geografía rural y urbana en los que habita el individuo podrían convertirse en un factor clave de bienestar o no y, por tanto, de posibles manifestaciones comportamentales alineadas con ese bienestar. Datos recogidos demuestran que alrededor de la mitad de la población mundial vive actualmente en áreas urbanas y se prevé que en 2050 la cifra ascenderá hasta los 6.300 millones de personas, lo que equivaldría a dos terceras partes de la población mundial (3,4). En España, concretamente, las cifras han evolucionado de un 79% de población urbana en el 2014, a un 86% que se estima para el 2050 (5).

Los hallazgos expuestos sobre la población ascendente en las zonas urbanas, así como la población ascendente con problemas de salud mental, abren interrogantes sobre qué características deberían tener los espacios donde los individuos van a compartir ocio o simplemente a socializarse. Los estudios recientes de Markevych et al. (6) en 2014 han abierto nuevas líneas de investigación al respecto. Los investigadores subrayaron la creciente evidencia sobre la influencia de los espacios verdes en las zonas urbanas, dado que actúan como factor de protección contra los trastornos mentales, especialmente en la ansiedad, la depresión y el déficit de atención. Estos espacios verdes se definen como cualquier zona con vegetación adyacente a un área urbana, e incluyen bosques, reservas naturales, parques nacionales, pistas de deporte al aire libre, patios de recreo y zonas rurales o semi-rurales cercanas a los espacios urbanos (7).

La relación entre los espacios verdes y la salud mental podría considerarse relevante para abordar no solo políticas sanitarias sino también políticas municipales. El campo de intervención implicaría propuestas multidisciplinares, con la colaboración tanto de profesionales e investigadores en ciencias de la salud, como ingenieros, psicólogos, etc. Este nuevo abordaje sería útil a la hora de gestionar los espacios saludables y de bienestar en las poblaciones, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema sanitario y a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos en sus propios vecindarios.

Por todo lo expuesto, y con la finalidad de obtener información útil para contribuir a las estrategias de prevención y promoción en la salud mental, el énfasis del presente estudio se ha focalizado hacia la trascendencia que pudieran tener los espacios verdes en las zonas urbanas, mediante el siguiente objetivo: describir cómo afecta la presencia de espacios verdes de las ciudades a la salud mental de los ciudadanos.

Método

Revisión narrativa mediante la búsqueda bibliográfica de artículos de revistas científicas de relevancia en salud mental y en diseño ambiental. Para dicha búsqueda se utilizaron las bases de datos Web of Science (WOS) y Scopus, usando los siguientes términos MeSH (Medical Subject Heading): “health”, “mental” y “green spaces”, combinándolos entre ellos utilizando el operador booleano “and”. Al comprobar que los resultados en ambas bases se solapaban, se tomó de referencia la base de datos Web of Science. Para llevar a cabo esta selección se procedió a leer los resúmenes de los artículos y posteriormente el artículo completo, a fin de comprobar que se correspondiera con el tema y el objetivo propuesto. Se analizaron además las referencias bibliográficas de los artículos seleccionados con el fin de rescatar otros estudios que potencialmente se puedan incluir para la revisión bibliográfica.

Como criterios de inclusión se seleccionaron estudios publicados entre los años 2010 y 2015 en revistas científicas con factor de impacto. En ellos se tenía que hacer referencia a datos empíricos sobre cómo influyen las zonas verdes urbanas en la salud mental de las personas.

Los artículos se resumieron incluyendo el marco teórico, el enfoque de la investigación, las características de los equipos, el tamaño muestral y las principales conclusiones teóricas/empíricas. Además, se llevó a cabo una tabla resumen con las conclusiones sustanciales clave con el objetivo de presentar de manera visual los datos y facilitar la detección de las lagunas de investigación.

Resultados

Se obtuvieron 113 resultados, de los cuales se seleccionaron 29 al ser pertinentes con el objetivo propuesto para el trabajo.

Para el análisis de los resultados se seleccionan los datos que se consideraron de mayor relevancia: autor, año de publicación y revista en la que se había publicado. Así mismo, en el caso de los estudios empíricos, se tuvieron en cuenta la muestra a estudio, las variables dependientes e independientes y las contribuciones empíricas (Ver Anexo 1 en artículo en pdf). La selección y análisis de los artículos puede verse en el Anexo 2 del artículo en pdf.

La revisión documental generó las siguientes categorías de análisis:

  • De modo general, se puede afirmar que la presencia de espacios verdes en las ciudades se relaciona con mejores niveles de salud mental en la población (8,9). Así, por ejemplo, Song et al. (10) en un estudio llevado a cabo con estudiantes universitarios varones japoneses, mediante la escala de estado anímico (POMS), mostraron unos resultados significativamente bajos en las subescalas de “ansiedad-tensión” y “fatiga” después de un paseo por parques urbanos. En este mismo artículo y con la escala de la ansiedad (STAI), se obtuvo un 14,3% de puntuación más baja después del paseo por espacios verdes, comparado con un paseo por el área urbana. Por su parte, Roe et al. (11), a través de muestras de saliva de los participantes, observaron que altas proporciones de espacios verdes en el barrio estaban asociados con bajos niveles de estrés debido a la disminución de los niveles diurnos de cortisol en la saliva. Los estudios de Astell-Burt et al. (12) afirman que la prevalencia de sueño de ocho horas de duración es más alta en barrios con un alto porcentaje de espacios verdes.
  • Las características sociodemográficas de género y edad también podrían tener su significación en la relación entre espacios y salud mental. Así, Astell-Burt et al. (13) concluyeron en su investigación que los espacios verdes se relacionan con una buena salud mental en los hombres pero no en las mujeres. Una vez introducida la variable de la edad, se observó que las zonas verdes urbanas mejoraban la salud mental de los hombres en la edad adulta, mientras que en las mujeres ese beneficio se conseguía en la vejez.
  • Por otro lado, la distancia de las residencias a las zonas verdes también influye (14). Van der Berg et al. (15) descubrieron que los espacios verdes actúan en un radio de tres kilómetros e influyen como reguladores del estrés. Estos resultados fueron evidentes en un radio de tres kilómetros y no de uno, ya que a mayor radio, mayor cantidad de espacios verdes. Además, Sturm et al. (16) afirmaron que los individuos que residían a 400 metros o menos del parque tenían los resultados más altos en el Mental Health Inventory (MHI-5), indicando estados positivos de salud mental. Alcock et al. (17), en una encuesta a 1.064 ciudadanos, aseguraron que los individuos que se trasladaban a zonas más verdes veían mejorada su salud mental a los tres años posteriores a su traslado.
  • Un pequeño núcleo de investigaciones aportan evidencias desde distintas perspectivas y siempre orientadas a los espacios verdes. La literatura especializada ha demostrado que los trastornos de ansiedad y depresión disminuyen con la presencia de espacios verdes (14,18-20). También se ha constatado la relación entre el rendimiento escolar y el aumento de la capacidad de atención con la presencia de zonas verdes cercanas a los escolares (6,21-23). Asimismo, se afirma que estos espacios verdes urbanos tienen una influencia positiva sobre la autopercepción de la salud de la población, tanto física como mental (18,24,25). Por ejemplo, MacKerron et al. (26), mediante entrevistas a través de aplicación de móvil, concluyeron que existe una relación entre la naturaleza y el bienestar subjetivo. Los estudios de Barton et al. (27) mostraron que la autoestima y los niveles de humor mejoraron también al realizar ejercicios en la naturaleza.
  • Discusión y conclusiones

    Los resultados expuestos argumentan la relación positiva entre los espacios verdes y la salud de la población. No obstante, existe un llamamiento a la cautela en las interpretaciones. Por una parte, debido al pequeño número de estudios empíricos y, por otra, a que los resultados no siempre son estadísticamente significativos. Miles et al. (28) compartieron esta cautela con los hallazgos de su investigación: encontraron la asociación entre espacios verdes y niveles más bajos de depresión, pero no fue estadísticamente significativo. Concluyeron que una explicación posible podría ser la influencia sobre cómo los residentes utilizan el entorno, lo cual abre otro debate en la investigación.

    A través de los resultados obtenidos en el presente estudio, se ha descrito la influencia positiva que tienen las zonas verdes urbanas en la salud mental. De los veintinueve artículos seleccionados, el 90,91% relaciona la presencia de espacios verdes urbanos con una mejora de la salud mental. Esto supone que solamente un 9,09% de los artículos de esta revisión no concluye en sus resultados la influencia positiva que tienen las zonas verdes en la salud mental de la población.
        
    No obstante, se podría considerar que hay un sesgo de medida en esta línea de investigación, puesto que no hay ningún estudio que afirme que las personas con buena salud mental son las que eligen frecuentar los espacios verdes, y no que los espacios verdes son los proveedores de salud mental. Esto podría entenderse como una debilidad que podría corregirse teniendo en cuenta esta variable en futuros estudios al respecto.

    Por otro lado, no hay consenso científico acerca de la relación entre los espacios verdes urbanos y la salud. Chong (7), en su artículo sobre la seguridad de los barrios y el estrés psicológico afirma que si el barrio es percibido como inseguro los individuos residentes en zonas con parques padecen un 20% más de estrés, no encontrando este aumento del estrés en barrios considerados seguros con zonas verdes. Esta discordancia puede deberse a que en el artículo de Chong se añade la variable de la percepción de seguridad del barrio por parte de los ciudadanos, lo que sin duda puede alterar los resultados.

    Las características sociodemográficas género y edad también pueden influir en cómo afectan los espacios verdes en la salud mental, así como la edad y el sueño (7,29). La diferencia de resultados entre el sexo masculino y el femenino a lo largo de la vida necesita de nuevos estudios longitudinales para poder ser explicada.

    Futuras investigaciones son necesarias para poder aplicar los hallazgos científicos a la práctica. El profesional enfermero debe tener un papel protagonista en la planificación y el manejo del diseño ambiental y de la educación para la salud, aspectos estratégicos en las políticas sanitarias, la prevención de la enfermedad mental y la promoción de la salud. El soporte para esta demanda se encuentra en el propio diseño curricular académico, donde el/la estudiante aborda estos conocimientos, avalándole para afrontar nuevos roles laborales.

    Agradecimientos

    Al Dr. Nieto, de la Universidad de Wisconsin, EE.UU., por sus recomendaciones y cercanía, pues han sido de una ayuda inestimable.

    Financiación

    Ninguna.

    Conflicto de intereses

    Ninguno.

    Bibliografía

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