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Metas de Enfermería

Metas de Enfermería

ABRIL 2017 N° 3 Volumen 20

Compartiendo METAS con... Vicente Romero

Sección: Enfermería al Día

Autores

Guillermo García Gómez

Redactor de Metas de Enfermería

Titulo:

Compartiendo METAS con... Vicente Romero

Resumen

Este premiado actor ha trabajado tanto sobre las tablas como delante de las cámaras. Hemos podido verle en el cine en películas como Horas de luz (2004), con Alberto San Juan y Emma Suárez; La noche de los girasoles (2006), con Carmelo Gómez, o Celda 211 (2009), con Luis Tosar, Marta Etura y Antonio Resines, en televisión, en las series Crematorio (2011), con José Sancho; 14 de abril, la República (2011), con Verónica Sánchez, o en la reciente Bajo sospecha (2015), con Lluís Homar, y en teatro, donde ahora estrena El crédito, obra de la que nos habla ampliamente.
Se define como “muy parado” a la hora de ir al médico, pero afirma que los profesionales enfermeros son figuras que merecen “todo mi respeto”.

Pregunta. Ha trabajado en cine, televisión y teatro, ¿podría elegir entre ellos? ¿Es diferente la preparación de sus personajes para esos tres ámbitos?
Respuesta. No, no podría elegir. El sitio donde nací fue en el teatro, pero adoro el cine y la televisión me parece un espacio en el que se pueden hacer muchas cosas y decir muchas más. Soy omnívoro, en ese sentido.

Cada medio tiene su lenguaje y unas reglas muy concretas. El teatro difiere bastante en la construcción y en el tipo de expresión hacia el público, es una comunicación directa con el espectador. En cambio, la televisión y el cine son trabajos más como un teletipo. El teatro tiene ese halo, es la simiente, yo considero que si alguien se quiere convertir en actor o actriz necesariamente tiene que pasar por el mundo del teatro.

P. ¿Cómo es trabajar con actores tan reconocidos como Luis Tosar o Juan Diego? ¿Con quién le gustaría trabajar en el futuro?
R. Te puedes encontrar un poco de todo, para mí es un regalo. Yo, por ejemplo, la primera vez que trabajé con Carmelo Gómez no podía ni hablar. No paraba de decir “es Carmelo Gómez, es Carmelo Gómez”, lo había visto muchas veces, era parte de mi memoria desde hacía muchísimos años. Como tener al lado a Juan Diego. Luis Tosar, en cierto sentido, entra dentro de mi generación, aunque sea un “actorazo”, no está tan mitificado en la memoria como estos dos actores que te he dicho.

Nunca pienso con quién me gustaría trabajar. En esta profesión es muy difícil elegir y muy difícil también decir que no, la mayoría vamos cogiendo los trabajos según van viniendo. Yo confío mucho en las nuevas generaciones, hay gente muy joven muy preparada, que está haciendo unas cosas increíbles.

P. Hablando de reconocimientos, la Unión de Actores premió su interpretación en Padre coraje, ¿fue especial teniendo en cuenta que fueron los compañeros? ¿Cómo lo vivió?
R. Para mí fue muy especial, no solamente por el reconocimiento de mis compañeros, sino también porque Padre coraje fue mi puerta de acceso al mundo profesional del audiovisual.

Lo viví muy ilusionado, no daba crédito. Fue muy emotivo, había mucha gente, muchos actores que habíamos venido de Andalucía, de Sevilla, y teníamos aquí un pequeño grupo. Sí, fue muy emocionante, claro.

P. Ahora estrena El crédito, junto con Antonio Pagudo, donde interpreta a un banquero. Es la segunda vez que se lleva a las tablas después del éxito de Carlos Hipólito y Luis Merlo. ¿De qué trata?, ¿por qué debemos ir a verla?
R. En principio, bajo la apariencia de una comedia, habla del dinero y las dificultades que se pueden tener, de relaciones humanas y de carencias. Mi personaje, que es un director de sucursal bancaria, tiene unas carencias emocionales y vitales que se ven afectadas por la aparición del personaje de Antonio Pagudo, que no tiene dinero. Es una comedia muy ácida, con una visión muy satírica sobre una realidad que ahora mismo está latente. Pero eso es la primera capa, después empezamos a destapar problemas vitales y emocionales y las carencias de estos personajes. Creo que la gente se ve muy bien reflejada en ellos.

P. Uno de sus proyectos futuros será la serie Tiempos de guerra, que tratará de la guerra de Marruecos y la pérdida de las colonias, ¿cuál es su personaje?
R. Es un militar que ha perdido una batalla. El telón de fondo es un grupo de chicas de la alta sociedad que se suman al cuerpo de Enfermería para tratar de paliar el gran desastre de vidas humanas que ocurrió en la pérdida de las colonias de Marruecos. Yo soy un militar, que es un señor de muy baja estofa. Y ya no te digo nada más, hasta ahí puedo leer…

P. En la serie aparecerá la figura de las enfermeras, ¿qué representan para usted estos profesionales?
R. Yo le tengo muchísimo respeto al mundo de la Medicina y a la Enfermería. Siempre me han despertado muchísima admiración. Este sí que es un oficio que sirve, no como el mío, como yo digo. Yo ni soy un cirujano, ni un enfermero, que de pronto tiene vidas en sus manos. Creo que hay gente que tiene muchísimo valor en la sociedad y, por ejemplo, los profesionales enfermeros y los médicos para mí son figuras merecedoras del máximo respeto y admiración.

Además, la profesión enfermera, como la sanitaria en general, está un poco más denigrada y degradada en estos momentos, ya que la sanidad se está convirtiendo en un negocio y los profesionales están más desprotegidos.

P. ¿Tiene alguna experiencia o anécdota en su vida personal con la Enfermería?
R. No tengo una relación muy fluida, soy un poco “parado” para ir al médico. Para cualquier cosa relacionada con la salud soy de la antigua escuela: veo una bata blanca y si no tengo ninguna enfermedad, me sale sola... Pero ya con casi 50 años que voy a cumplir, por desgracia tengo bastantes aproximaciones al mundo de hospitales, y reivindico que son unas figuras fundamentales y dignas de toda mi admiración.

PÍLDORAS

  • ¿Cómo definiría la labor enfermera?
    Muy sacrificada, muy mal pagada algunas veces (son gente que se deja la vida para que otras personas vivan).
  • ¿Qué no falta en su botiquín?
    Yo tengo en el botiquín de todo, desde crema contra las quemaduras y eccemas, hasta vendas. En eso soy muy maniático, tengo incluso jeringuillas.
  • ¿Ejercicio: en un gimnasio o al aire libre?
    Si puedo, correr en la playa para mí es lo mejor, un regalo.
  • ¿De qué alimento no podría prescindir?
    Del aguacate, me encanta.
  • Si no fuera actor, ¿qué otra profesión habría escogido?
    No lo sé. Yo he sido, como decía mi abuela, aprendiz de todo y maestro de nada. No sé qué habría sido de mí si no me hubiera abrazado a esta profesión.