Enfermeros por el mundo. Chile
Sección: Enfermería al Día
Autores
María Page Arias
Redactora de Metas de Enfermería
Titulo:
Enfermeros por el mundo. Chile
Resumen
Alba Vega estudió en la Escuela de Enfermería Salus Infirmorum, perteneciente a la Universidad Pontificia de Salamanca, y el 2 de marzo de 2015 decidió emprender una nueva vida en Santiago de Chile. Aunque naciese en Madrid, Boada de Roa, un pequeño pueblo de la Ribera del Duero, lo lleva en el corazón como su localidad natal. Después de trabajar durante más de dos años en el CIE de Madrid y en distintos sitios con los que tenía convenio la empresa Clínica Madrid, se marchó a Chile y comenzó a trabajar en la Clínica Indisa, en el área de Vacunatorio.
Pregunta. ¿Por qué decidiste ir a Chile a trabajar y dejar España?
Respuesta. Mi situación de trabajo era precaria. El puesto era por obra y servicio, se renovaba cada seis meses y, en mi opinión, la empresa para la cual trabajaba no me valoraba lo suficiente. Además, siempre he querido viajar y vivir en otros países. Estaba concretando un puesto en un hospital de Guinea Ecuatorial para trabajar de técnico de rayos (lo estudié antes que Enfermería) cuando a mi novio le ofrecieron ir a trabajar a Chile, por lo que finalmente decidí irme con él. Estudié un máster en medicina tropical y cooperación al desarrollo e hice un experto en vacunas para dedicarme a la ayuda humanitaria, pero ninguna organización me ha dado la oportunidad.
P. ¿Qué oportunidades te ha ofrecido Chile?
R. Como enfermera me siento mucho más valorada que en España y creo que tengo más oportunidades para desarrollarme profesionalmente.
Como persona me ha ayudado a conocerme a mí misma, a ver el mundo desde otra perspectiva y aprender a sortear obstáculos que antes no existían. También me ha dado la oportunidad de ver una naturaleza increíble y maravillosa que si no es en este país me hubiese sido imposible encontrar.
P. ¿Fue difícil empezar una “nueva vida”?
R. Sí. Entré al país como turista e inicié los trámites para revalidar mi título de enfermera. Al entrar como turista tenía tres meses para encontrar trabajo y que me concediesen la visa. Busqué trabajo y en cinco días encontré un puesto de técnico de rayos en una empresa de radiología, me ofrecieron trabajar sin contrato, a lo que me negué. Más tarde me enteré de que lo que en España es “técnico especialista en radiología” en Chile es una licenciatura y no se puede revalidar el título y mucho menos trabajar.
Finalmente, encontré trabajo promocionado en una pequeña clínica mientras revalidaba el título de enfermera, con este contrato pude acceder a la visa de trabajo. Extranjería me denegó la residencia en dos ocasiones por no tener el título revalidado (ya que para el visado de trabajo al que postulaba es obligatorio un título homologado en el país), finalmente firmé una carta comprometiéndome a no ejercer de enfermera sin título. Para la revalidación tuve que hacer cuatro exámenes teóricos y uno práctico en la Universidad de Chile, lo que me llevó nueve meses desde la entrega de los documentos a la universidad hasta que pude ejercer. Conocí lo difícil que es, en ocasiones, ser extranjero. Es complicado serlo con una profesión, un pasaporte y posibilidades de contacto con la familia a través de redes sociales. No puedo imaginar lo difícil que tiene que ser para las personas que tienen que arriesgar su vida huyendo de la pobreza, el hambre o la guerra.
P. ¿Cuáles dirías que son los puntos positivos de vivir y trabajar en Chile? ¿Y los negativos?
R. Los puntos positivos son conocer un nuevo país, con su cultura y naturaleza, muy diferentes a las europeas y vivir esta experiencia que considero me ha ayudado a crecer como persona más rápido de lo que lo hubiese hecho si no hubiese dado el paso. Además, los chilenos son muy solidarios, aunque tengan poco lo comparten. En Chile se valoran más los postgrados y la profesionalidad.
Los puntos negativos de vivir en Chile es que mi familia y amigos están a 11.000 km de distancia, la idiosincrasia a veces es un obstáculo y la desigualdad social. Hay menos días de vacaciones, la jornada laboral es de 45 horas semanales y la desigualdad salarial entre los universitarios y el resto de la población es muy acusada.
P. ¿Cuáles son los requisitos para trabajar como enfermera en Chile?
R. He tenido que revalidar el título. En Chile me solicitaron los siguientes documentos: título, plan, programa de estudios y expediente académico, lo cual debe estar sellado por el Ministerio de Educación y Exteriores español, el embajador de Chile en España y el Ministerio de Exteriores chileno. Los anteriores documentos se entregan en la prorrectoría de la Universidad de Chile, en mi caso decidieron que cumplía en un 70% con su plan de estudios (para todas las nacionalidades sin convenio era lo mismo) y debía hacer cuatro exámenes escritos (MQ, Pediatría, Comunitaria adulto y Comunitaria pediátrica) y uno práctico con un actor simulando ser el paciente. Actualmente, se ha aprobado un convenio bilateral Chile-España en el que no es necesario revalidar, no sé cuándo entrará en vigor. Con el título hay que inscribirse en la Superintendencia de Salud, lo que no está permitido sin una Cédula de Identidad Chilena, la cual se consigue más comúnmente con un empleo.
En el área de la Salud es más fácil trabajar en el sector privado, ya que con el título, cédula de identidad e inscripción en la Superintendencia de Salud en la mayoría de empresas es suficiente. En el público prevalecen los chilenos en igualdad de condiciones y solicitan residencia definitiva.
P. ¿El ser española ha influido de alguna manera en tu trabajo?
R. Sí, he tenido obstáculos culturales. Al principio, en el equipo de trabajo hay veces que no nos entendíamos, tuve suerte de que mi jefa siempre me ha apoyado y de que hablando acabamos entendiéndonos. Yo soy muy directa y eso inquietaba a las personas a mi cargo, pero finalmente creo que con ello he hecho una aportación al servicio, he mejorado mi autocontrol y ahora trabajo muy cómodamente y formamos un buen equipo.
P. ¿La sanidad chilena y la española tienen grandes diferencias?
R. Sí, muchas, y con ellas me doy cuenta de lo poco que valoraba lo buena que es la sanidad en España y lo importante que es que sea para todos por igual. En Chile tienes que destinar un porcentaje de tu sueldo a salud y decidir si lo asignas a un sistema de salud privado (ISAPRE) o público (FONASA).
Si es privado, las Isapres te dan a elegir entre diferentes planes de salud y tú decides el que más te convenga. Por supuesto las mujeres en edad fértil, crónicos y adulto mayores son los que salen más desfavorecidos con estos planes, dependiendo del dinero que asignes a tu plan y tu patología, tu plan de salud te cubre más o menos. El sistema público es común, pero también hay clases de cobertura según el dinero que aportes. Hay un sistema general de vacunación, alimentación, etc., que es para toda la población.
En los dos sistemas hay copagos y privilegios. Las clínicas privadas tienen muy buena tecnología, control de infecciones e infraestructura a diferencia del sistema público, en el cual la mayoría de los hospitales son viejos y con escasez de material.
P. ¿Qué consejos le darías a un enfermero que quisiese trabajar fuera de España?
R. Que se atreva a dar el paso, para volver siempre hay tiempo. Es muy bonito conocer culturas diferentes y aprender a convivir con personas de otras nacionalidades. Trabajar de enfermera en otros países te ayudará a mejorar tu profesionalidad, pudiendo aportar cosas nuevas tanto en el país de destino como en el de origen a la vuelta.
REQUISITOS PARA TRABAJAR COMO ENFERMERO EN CHILE
- Documentación: pasaporte.
- Nivel de idioma: castellano.
- Título:
Título, plan de estudios y expediente académico sellado por el Ministerio de Educación y Exteriores español, el embajador de Chile en España y el Ministerio de Exteriores chileno. - Solicitud de empleo:
- Cédula de identidad.
- Inscripción en la Superintendencia de Salud.